PAN: CRISIS EN EL CENTRO, CRISIS EN LOS ESTADOS

26/06/2013 - 12:01 am

Lo que vive el PAN en el Senado de la República es sólo una parte de una crisis mayor. En el centro se trata de un pleito entre los calderonistas –que intentan mantener el poder del sexenio pasado– y los maderistas, que buscan dar un nuevo rumbo a un partido que perdió las últimas dos elecciones federales: la de 2009 y la de 2012. En los Estados, sin embargo, esta crisis parece alcanzar dimensiones de horror…

Un pleito de dimensiones inéditas. Fuente: Cuartoscuro
Un pleito inédito. Fuente: Cuartoscuro

Ciudad de México, 26 de junio (SinEmbargo).– “La crisis del PAN es explicable pero no es normal ni aceptable. Es una crisis diferente a las anteriores porque en las otras era una lucha diferente cuando había pugnas del PAN. Pero en ésta hay de todo, y sobre todo está contaminada en buena medida por peleas de poder y de dinero que no se habían dado en estas condiciones y en esta magnitud”, dijo el martes 25 Diego Fernández de Cevallos.

El ex candidato presidencial del PAN se había mantenido al margen del conflicto o por lo menos no había aparecido en público. Hasta ayer, que dio entrevista a la radio.

“El Jefe” Diego, como suele llamársele, también ahondó en otro problema del PAN: los procesos de selección de candidaturas.

“Acción Nacional debe regresar a sus orígenes, a su forma de hacer política, a su forma de tratarse al interior un panista con otro panista, a buscar que la competencia interna no nos divida como nos ha dividido, a buscar que la competencia interna dé como resultado encontrar para dirigentes, candidatos, jefes de partidos y para todos los cargos públicos, hombres y mujeres que tengamos capacidad de convencer. No para que gane el más mezquino o el más tramposo”, advirtió.

Y otros, como él, advierten exactamente lo mismo: que la búsqueda de posiciones y el acomodo de candidatos de toda clase han generado que el Partido Acción Nacional (PAN) no actúe como oposición en algunos estados, o que algunos de sus gobiernos no parezcan panistas.

Esa situación, afirman, ha sido posible gracias a las decisiones de distintas dirigencias y a la estrategia de algunos gobernadores de intentar cooptar a los diputados de oposición, entre ellos a los del PAN. A cambio de aprobar los jugosos presupuestos propuestos por los mandatarios estatales, los legisladores reciben ofrecimientos de recursos públicos que no siempre son transparentados.

Son prácticas que han minado la percepción que la sociedad tenía del panismo, de ser un partido anticorrupción. Los mismos análisis internos así lo señalan.

Un ejemplo de esta situación es lo acontecido en el Estado de México durante los últimos 12 años. En el año 2000, el futuro parecía promisorio para los panistas en la entidad. Gracias a los resultados electorales en los principales municipios podían presumir de gobernar a casi el 53 por ciento de la población, más de la mitad del estado.

Pero, como si se tratara de una operación hormiga, algunos de esos logros los alcanzaron con priístas que se habían puesto de manera emergente la camisa azul y llevaron sus prácticas al partido.

LA DEBACLE INTERNA

Se creó el Grupo Tlalnepantla, que comenzó a mover los hilos del PAN en el estado. El resultado fue que en 2009 el partido perdió el llamado Corredor Azul, los municipios más importantes de la zona metropolitana del Valle de México. Pero ahí no paró la debacle.

Al descenso electoral siguieron las acusaciones por venta de candidaturas, en contra del líder del Grupo Tlalnepantla, Ulises Ramírez, y el escándalo por las declaraciones del entonces candidato al Senado, Oscar Sánchez, de que admiraba a Hitler. Pasado el proceso electoral, vino la disputa por la dirigencia del PAN en la entidad y lo que quedaba del partido, que generó un escándalo más.

Pero no ha sido el único estado que ha vivido esto. En 2011, en Michoacán, diputados locales le dijeron sin pudor al enviado por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), Juan José Rodríguez Prats, que recibían apoyos del entonces gobernador Leonel Godoy, a cambio de aprobarle proyectos de cuenta pública. Uno de esos apoyos sirvió para inutilizar una ley que impedía endeudarse por más de 500 millones de pesos al estado. El resultado fue que la entidad esta sobreedeudada, afirma el propio Prats.

Una situación similar parece replicarse en otros estados donde el PAN gobierna y llegó gracias a las polémicas alianzas electorales. Es el caso de Puebla y Sinaloa, donde los gobiernos no parecen tener relación con el PAN, observa por su parte el ex candidato del PAN a la gubernatura de Tabasco, Gerardo Priego.

Son ejemplos de prácticas que muestran a un partido capaz de acoger a cualquier candidato sí le asegura votos, personajes que al paso del tiempo no les importa llevar sus prácticas al partido o incluso voltearle bandera.

Oscar Sánchez: la ultraderecha se apodera del PAN en Edomex. Foto: Cuartoscuro
Oscar Sánchez: la ultraderecha se apodera del PAN en Edomex. Foto: Cuartoscuro

DEBACLE MEXIQUENSE

Noé Aguilar Tinajero ha sido testigo de la caída panista. El ex presidente del PAN en el estado de México considera que aunque los priístas y sus prácticas ya estaban enquistados desde 1996, el partido en la entidad comenzó su caída a partir del 2000 cuando tuvieron sus mayores éxitos locales y además se subieron a la ola del efecto Fox, y el PAN despertó el interés de políticos arribistas.

Otro factor fue la participación del Grupo Tlalnepantla, que comenzó a germinar en 1996 cuando Rubén Mendoza, un egresado de la Escuela de Cuadros del PRI, se interesó por participar en la candidatura por la alcaldía. Aunque no lo consiguió y su precandidatura fue vista con suspicacia por el Comité Ejecutivo Nacional (CEN), por sus prácticas de compra de votos a través de la entrega de despensas, sí consiguió incrustar a cercanos en el gobierno de Ruth Olvera.

“Rubén Mendoza negoció con el CEN la conformación de la planilla y él incluyó a gente de su equipo como regidores y síndicos y a Olvera ya como presidenta le impuso como secretario a Ulises Ramírez (quien la postre se convertiría en el jefe del Grupo Tlalnepantla). Ellos vienen del PRI de un grupo de Tlalnepantla comandado por algún líder obrero y por Enrique Jacob (ahora en el Instituto Nacional del Emprendedor) que hasta la fecha sigue en la palestra. Ulises Ramírez fue secretario de Jacob”, asegura Aguilar Tinajero.

Desde esa administración los ex priístas colocaron a personas a quienes a cambio les pedían apoyarlos para buscar puestos.

“Ya habiendo ganado Ruth Olvera colocaron a mucha gente y afiliaron en masa y empezaron afiliaciones masivas principalmente de Tlalnepantla y llegaron una cantidad exagerada y esa gente estaba obligada a votar como se les dijera”, dice Aguilar Tinajero.

En 2000 Mendoza lo volvió a intentar y consigue la candidatura a la alcaldía. Su antecesora había hecho un buen trabajo, lo que le ayudó a conseguir el triunfo.

Con la llegada del ex priísta continúa el modus operandi de afiliar masivamente a militantes, por lo que el entonces dirigente panista en el estado, Francisco Gárate prendió los focos rojos y le pidió a Aguilar Tinajero dirigir el PAN municipal de Tlalnepantla. Ahí detectó cómo un alto porcentaje de los interesados en afiliarse se desanimaban en cuanto les pedían pagar una cuota.

“Decían ‘cómo voy a pagar, me avisaron que no había que pagar’. Entonces muchos se iban después y logramos detener las afiliaciones masivas. Había gente que llegaban en micros y entonces amenazábamos con llevar los casos a la Comisión de Honor; ya tenían de todas maneras bastantes afiliaciones”, explica Aguilar Tinajero sobre aquellos días.

De cualquier modo la infiltración estaba puesta en marcha y desde Tlalnepantla comenzaron a exportar sus métodos a otros municipios panistas.

En 2001 se registró un momento clave. Con 30 alcaldías gobernadas y 29 diputados en el Congreso local conseguidos en la elección del 2000, el PAN llegó a la discusión del presupuesto. En la negociación surgió una propuesta de los representantes de la Secretaría de Finanzas del gobierno del estado: los municipios panistas recibirían 100 millones de pesos a cambio del voto de los legisladores del partido para aprobar el presupuesto propuesto por el entonces gobernador Arturo Montiel. Había otra condición: las millonarias sumas no aparecerían consignadas en el documento.

Rubén Mendoza. De partido en partido. Foto: Cuartoscuro
Rubén Mendoza. De partido en partido. Foto: Cuartoscuro

Aguilar Tinajero recuerda que Gárate lo envío a apoyar en las negociaciones, y le pidió pedirle a los de Finanzas que las cifras debían ir dentro del documento, pero los funcionarios rechazaron la propuesta.

Como si fuera una subasta, ante el inicial desconcierto y duda de los diputados panistas, la puja subió hasta que el gobierno estatal ofreció 500 millones de pesos a los municipios gobernados por Acción Nacional e incluso les ofrecieron a los diputados que ellos mismos se encargaran de darle seguimiento a los recursos.

“Veía a los diputados panistas que les brillaban los ojos y cara de cómo vamos a rechazar esos recursos, e Isidro Pastor (coordinador de los diputados priístas) aprovechó para hablar con los inconformes y se los fue jalando, se llevó a 13 diputados y salió aprobado el presupuesto porque lo apoyaron. En ese tiempo la Cámara se llevó también a algunos del PRD que le voltearon bandera a su partido y los famosos 500 millones de pesos tengo entendido que sí los aplicaron a municipios”.

Para el PAN el saldo de la maniobra fue que perdieron 13 diputados y el partido comenzó a debilitarse, al quedarse con sólo 16 diputados.

Además la relación era hostil, en especial con uno de ellos, un ex priísta, que previo a la maniobra era panista y luego regresó al redil priísta: Urbino Bedolla.

En 2003 de las 29 diputaciones ganadas hacía tres años solo repitieron en 15 y lograron 24 alcaldias.

En el Congreso siguió la práctica de los diputados panistas de seguir aprobando los proyectos del gobierno priísta. Una de las razones es que cuando Manuel Espino fue Secretario general del PAN nacional le ordenaba a los legisladores aprobar los proyectos de presupuesto, afirma Aguilar Tinajero. La razón era que Espino usaba a los municipios mexiquenses como agencia de empleos para su familia y conocidos.

“Manuel Espino se metía mucho en el estado y tenía trabajando a su esposa y familiares en la administración de Rubén Mendoza. Laborando es un decir, eran aviadores y a las administraciones del PAN les mandaba prospectos para tesorero. Prácticamente usó al partido para colocar gente”.

Luego llegó la crisis por la candidatura a la gubernatura. Fue una contienda entre dos ex alcaldes, el de Naucalpan José Luis Durán Reveles, panista de toda la vida y Rubén Mendoza, de Tlalnepantla, panista emergente. Un proceso que debilitó al PAN que antes de elegir candidato llegó a aventajar al PRI por 10 puntos en las encuestas.

Mendoza ganó la candidatura, pero Durán Reveles lo impugnó. Tenía evidencias de compra de votos por parte de Mendoza. Eso fue posible porque en ese entonces el entonces senador Héctor Larios, quien había sido enviado como delegado en el estado de México, decidió un método de elección a modo para el ex alcalde de Tlalnepantla, que incluía la posible participación no solo de militantes y adherentes, sino de simpatizantes. La razón de esta preferencia es que Larios era allegado a Espino y por ende al Grupo Tlalnepantla

“Nos dimos cuenta que el PRI operó y mandó a votar a gente en zonas rurales como Tejupilco o Temascaltepec, mucha gente estuvo votando a favor de Mendoza. Durán reunió pruebas y echó atrás la elección”.

El acuerdo que habían firmado Durán y Mendoza era que se iba a respetar al que ganara pero correctamente. Durán impugnó y echó para abajo la elección. Entonces vino la elección con solo miembros activos y adherentes y nuevamente ganó el ex alcalde de Tlalnepantla, pero lo hizo con compra de votos a los adherentes, lo que se documentó y el asunto se fue al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que pidió al CEN anular la elección. Así lo hizo, y el Comité, presidido por Espino, decidió que el método fuera por designación, que recayó en Mendoza.

“Por eso es candidato y esa situación es porque hay fraude y a los demás nos obliga a recurrir a los tribunales y eso desgastó al PAN y en esa elección medio partido dijo ‘no trabajo con Rubén’ y el PAN se quedó quieto y luego Rubén llevó a su equipo de campaña, gente ajena al PAN”.

Incluso incorporó a Isidro Pastor, el ex coordinador de los diputados priístas en el Congreso, quien fue panista efímero luego de perder la elección de la candidatura priísta ante Enrique Peña Nieto.

La campaña de Mendoza fue un desastre y el PAN terminó casi 20 puntos abajo del PRI.

En 2006 en las elecciones municipales los panistas perdieron posiciones pero refrendaron Toluca, Metepec, Naucalpan y Tlalnepantla. A ese municipio, que fue gobernado por Mendoza y por Ulises Ramírez, llegó Marco Antonio “Tony” Rodríguez Hurtado, quien tres años después renunció al PAN, por no obtener una candidatura a diputación plurinominal.

En 2009 el PAN perdió el Corredor Azul, fue una campaña donde integrantes del Comité estatal entre ellos el propio presidente, Juan Carlos Núñez Armas, se fueron a buscar puestos de elección y dejaron al partido desmantelado.

EL CASO ULISES

Pero mientas el PAN se debilitaba, un personaje crecía: Ulises Ramírez. Regidor con Ruth Olvera, parte del gabinete de Rubén Mendoza, sucesor de éste, protegido de Espino, Aguilar Tinajero recuerda que el también ex priísta creció en 2005 al ser de los primeros mexiquenses en dar su apoyo a Felipe Calderón, cuando eran pocos los que creían en la candidatura del ex Secretario de Energía.

Hasta un evento de campaña le armó Ramírez a Calderón y eso le valió ser designado coordinador de campaña en el estado de México. También tenía buena relación con Juan Camilio Mouriño. Por ello, aunque había ganado una senaduría, cuando Mouriño fue designado Secretario de Gobernación se lo llevó como coordinador de asesores. A la muerte de éste regresó al Senado, y los dos últimos dos años del sexenio de Calderón (2006-2012) cayó de la gracia de éste, pero entonces Ramírez, quien desplazó a Mendoza como líder del Grupo Tlalnepantla, se alineó con Madero.

“Al final Ulises Ramírez apoyó a Madero, le prestó una avioneta para que se movieraen la campaña y ahí se logró meter. Incluso Madero tuvo reuniones con gente en diversas partes donde le decían lo que hacía Ulises (venta de candidaturas) y le reclamaban y eso motivó que Madero no lo propusiera al CEN”, seña Aguilar Tinajero.

Asegura que desde 2009 se escuchaba sobre la venta de candidaturas por parte de Ulises Ramírez, aunque no había evidencias. Pero en 2012 los medios de comunicación lo confirmaron a través de la transcripción de conversaciones telefónicas..

“Ya sospechábamos. Yo fui candidato en 2012 a la elección interna, y a mí la gente me decía ‘por votar me van a dar tanto, tú cuánto me das”, dice el panista.

“El panismo del edomex está muy viciado y no va a votar en conciencia por el mejor. Y también me decían del millón de pesos. Edgar Guerrero, candidato de Zacualpan denunció esta práctica. Él mandó una carta a la Secretaria General Cecilia Romero dando testimonio de eso. La actitud del CEN ha sido de un silencio absoluto y no contestaron”, lamenta.

Actualmente Ulises Ramírez encabeza la bancada del PAN en el Congreso local, y su papel no es el de oposición, considera Aguilar tinajero.

“Nunca he escuchado de ellos ninguna exigencia al gobierno priísta, nunca ellos como servidores públicos firmaron algún documento exigiendo transparencia y en la Cámara local siempre apoyan el presupuesto”.

APOYO A GOBERNADOR PERREDISTA

Para el ex Senador Juan José Rodríguez Prats un momento clave que fortaleció a los gobernadores y desbalanceó el equilibrio con el Poder Legislativo, se dio cuando el Presidente Vicente Fox reunió en su rancho a gobernadores. De acuerdo con una anécdota que cuenta el ex gobernador de Jalisco, Alberto Cárdenas, los priístas acudieron con el temor de que Fox les pidiera su renuncia, como ocurría con el priísmo antes del 2000. En lugar de eso el primer Presidente de la República emanado del PAN les dijo que se acababa la arbitrariedad de pedirles renuncias. Más bien los fortaleció, les dio más participaciones federales e incluso les ofreció delegados federales con su visto bueno, afirma Prats.

Gracias a ello los diputados locales llegaron a tener más recursos incluso que los federales, dice el ex Senador. Fue una práctica que empezó en el Edomex, se les dio presupuesto para hacer gestoría, lo que fue una distorsión total de la división de poderes.

“Fue una cooptación de los gobernadores para aprobar presupuestos y aplaudirle al gobernador. Se da en todos los partidos y es por la falta de profesionalización, también ocurre cuando empezaron a postular a gente no por su desempeño sino para ganar presencia”, lamenta.

En el caso michoacano dice que sus compañeros del PAN “con la mayor desfachatez” reconocieron en 2011 que le habían aprobado cuentas públicas a Leonel Godoy a cambio de recursos.

Aunque Prats se quejó con Madero de esa situación, la respuesta del Presidente fue quitarle la representación en el estado a Prats.

EL PRAGMATISMO PANISTA

El ex candidato del PAN a la gubernatura por Tabasco, Gerardo Priego, dice que en el PAN se dio entrada a personajes cuestionables con la llegada al poder.

“Los panistas con tal de ganar no ven mal pragmatismo de aliarse en sexenio de Fox y Calderón, ocurrió una especie de alianza con el PRI al final de la administración de Fox y ya fue descarnada con Felipe Calderón en zonas del país con cacicazgos que se meten al PAN y son aceptados por el partido y hacen pragmatismo desmedido y criminal y meten a la misma gente que por el PAN habían sido cuestionados y les dan posiciones políticas”.

El ex diputado federal pone de ejemplo la alianza que se hizo con la ex lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) Elba Esther Gordillo. También cuestiona las alianzas electorales donde por ejemplo en Sinaloa, en donde apoyaron al ex priísta Mario López Valdez a la gubernatura, el gobierno no parece panista.

“Alianza como Sinaloa donde el PAN no tiene mucho que ver o Puebla (con el ex priísta Rafael Moreno Valle) donde el gobierno es muy cuestionado por las formas de hacer política, son una serie de alianzas que desdibujan al PAN. Hoy es un problema preguntarle a los poblano si ven al gobernador panista. El pragmatismo dobló a los panistas por no atreverse a cuestionar lo que estaba pasando. Eso hace que la mayoría seamos culpables. La mayoría ni se quejó y quienes lo hicimos no pudimos hacer ver que nos iba a hacer daño la política pragmática de que con tal de ganar aceptáramos a cualquier gángster”.

PERDER AL PARTIDO

Para Aguilar Tinajero, el partido debe volver a ser independiente y no estar ligado al PRI.

“A partir de que llega Fox vi cómo íbamos perdiendo al partido por querer estar en el gobierno y por gobernar y cuando gobernamos no lo hicimos con programas panistas. Tanto Fox como Calderón lo que hacen es seguir la misma ruta de los priístas de siempre, nuestra plataforma nunca fue impuesta”.

Dice que él seguirá su lucha y por ello se unirá a Panistas por México, el grupo formado por los gobernadores de Primera Generación, encabezados por el ex mandatario de baja California, Ernesto Ruffo.

“Tengo 32 años en el PAN y sigo haciendo la lucha porque el partido conserve su esencia”.

Por su parte Priego considera que haber permitido la llegada de personajes así e incurrir en prácticas priístas le quitó al PAN la bandera anticorrupción.

“La sociedad le perdona a los priistas que sean corruptos, siempre lo han sido, a los perredistas ser agresivos, a nosotros no nos perdonan ser una cosa u otra”, concluye.

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