“Fue demasiado, no se vale”, dice Esperanza, la madre que por un billete falso fue encarcelada junto a asesinas

30/01/2014 - 12:04 am

Ciudad de México, 30 de enero (SinEmbargo).– Esperanza Reyes Aguillón es una mujer de 46 años que estudió solamente primaria y que para ganarse la vida lo mismo trabajaba como obrera en fábricas que limpiaba casas o lavaba platos en restaurantes. El poco dinero que ganaba lo invertía para mantener a sus dos hijos: una niña enferma de 10 años y un niño de 7, que desde pequeño fue abandonado por su padre.

En marzo de 2011, Esperanza acudió a una papelería ubicada en la colonia San Juan de Guadalupe, en la capital potosina, para comprarle un cuaderno a su hijo. Al pagar con un billete de 100 pesos, los dueños del establecimiento detectaron que era falso. Llamaron a la policía, que inmediatamente la detuvo y le imputó el delito federal de falsificación de moneda.

Vivió un año en libertad bajo fianza y estuvo yendo a firmar a los juzgados de distrito. Pero cuando la sentenciaron, recibió una condena de cinco años de prisión de los cuáles cumplió dos.

Como el delito que se le imputó es de orden federal, la madre de familia fue consignada al penal de alta seguridad de Tepic, en Nayarit, en el que purga condena la otrora “Reina del Pacífico”, Sandra Ávila Beltrán.

Después fue recluida en la colonia penitenciaria de las Islas Marías, lo que la separó de sus hijos y familia. Apenas hace unos días semanas, regresó al Penal de la Pila, en San Luis Potosí.

En las últimas semanas ha sido noticia debido a que una serie de organizaciones civiles se han unido para pedir al Presidente Enrique Peña Nieto que la indulte del delito de falsificación de moneda, que la llevó a la cárcel y que la ha separó de su familia durante tres años.

Ayer, el Gobierno de Peña Nieto decidió promover su libertad anticipada.

“Anduve conociendo de penal en penal y pues sí, estuvo muy duro. La verdad, yo no lo esperaba que me fueran a trasladar tanto. Han sido traslados feos que yo no se los deseo a nadie. Estuve incomunicada completamente, no sabía nada ni de mis hijos ni de mi familia”, relató en entrevista a SinEmbargo horas antes de salir de prisión.

Esperanza señaló que sus pasos por penales federales no fueron sencillos para ella, pues además de que las condiciones de encierro y aislamiento le dejaron dolencias en la columna. Tuvo que adaptarse a un estilo de vida al que no estaba acostumbrada: convivir con mujeres que cometieron asesinatos, involucradas en el narcotráfico y secuestros.

“Me vine muy enferma de mi columna, nos trataron peor que a unos delincuentes, no se vale, la verdad no está bien lo que hicieron (…) Fue muy duro, porque yo no estaba acostumbrada a estar con esa clase de gente; fue demasiado, no se vale todo lo que pasé, todo lo que estoy viviendo”, expresó

“SE FUERON CON TODO”

Esperanza y su hijo menor, en el penal de La Pila. Foto: Archivo, Pulso.
Esperanza y su hijo menor, en el penal de La Pila. Foto: Archivo, Pulso.

Cuando Esperanza recuerda ese día asegura que “nunca supe que el billete era falso, pago y ahí fue donde me agarraron, es una injusticia que haya ido a parar hasta las Islas Marías por ese billete”.

Ahora que su situación es distinta, insiste al Presidente Enrique Peña Nieto a que le otorgue un indulto que le permita continuar con su vida y al lado de sus hijos y familia.

“Al Presidente, él es padre, le pido que me otorgue el indulto, poder estar yo con mi familia e integrarme con ellos para salir adelante, es lo que yo necesito, es lo único que pido”, expresó mientras vivía sus últimas horas en prisión.

Y a sus acusadores, quienes siempre se mantuvieron en su declaración, les pidió que “tengan conciencia y que no se vale lo que hicieron conmigo”

El pasado 22 de enero, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión pidió a las cámaras de Diputados y de Senadores que solicitaran al Ejecutivo federal considerar el indulto para Esperanza Reyes Aguillón y también para David Herrera Martínez, preso por el mismo delito.

“[Este caso] nos obliga a hacer sumamente cuidadosos en la procuración de justicia, en la impartición de justicia, que nos obliga además a juzgar desde una perspectiva de derechos humanos”, dijo ayer la subsecretaria de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación Lía Limón.

La funcionaria reconoció que así como el de Esperanza Reyes, hay más de 100 casos, en las mismas condiciones, de personas que en su ignorancia y pobreza, sobre todo, pagaron con un billete falso, sin saberlo y están en la cárcel. “Esto nos llevará seguramente a revisar casos que estén en la misma situación”, aseguró.

Como ejemplo habló también del caso de Herrera Martínez, un comerciante de Ocotlán, Jalisco, que pagó un sombrero con un billete de 500 pesos, situación que lo envió a un penal federal de máxima seguridad con una condena de seis años de cárcel.

“Son casos que nos obligan a hacer una reflexión de la importancia de incorporar la visión de derechos humanos a la hora de impartir y procurar justicia”, dijo Lía Limón.

LAS AUTORIDADES SE APROVECHARON

En entrevista concedida al diario Pulso de San Luis, hace un par de semanas, su hermana, Eréndira Reyes Aguillón, afirmó que las autoridades se aprovecharon de que Esperanza es una mujer “ignorante” para imputarle cargos federales.

Aseguró que no se hizo un proceso de investigación, si Esperanza se dedicaba a la falsificación de billetes o trabajaba para una banda organizada con estos fines, “solamente fue la palabra de la persona que la acusó, hasta la fecha no sé si realmente era un billete falso, no supe nada, mi hermana asegura que traía un billete normal”.

Ayer, Esperanza Reyes firmó su salida en la aduana del Centro de Prevención y Readaptación Social (Ceprereso) de La Pila, a las 17:15 horas . Un juez de control de otorgó la preliberación.

Tras salir por la aduana vehicular del penal, sola, sin custodios ni elementos policiales, caminó de prisa hacia la caseta de ingreso al estacionamiento, para firmar su salida del centro de reclusión.

A su salida prefirió no hablar con reporteros, aunque insistieron una y otra vez en dialogar con ella. Fue abordada por su hermana Eréndira y la subieron en la plaza izquierda del asiento trasero de un automóvil Honda Civic, color rojo, con placas VDU-4261. Así, de prisa, el vehículo abandonó el Centro de Reclusión.

Su abogado José Mario de la Garza,agradeció que la atención que se puso en el caso y y agregó brevemente: “Esperanza Reyes, ya está en casa, ya pudo abrazar a sus hijos”.

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