Economía

La “cura” de Banxico no es cura: secará más la economía del país, dice el Centro Espinosa Yglesias

30/11/2016 - 6:30 pm

Golpe tras golpe… El Banxico subió la tasa de interés en un momento en que la inversión, el consumo, el gasto público y las exportaciones están deprimidas, lo cual podría golpearlos aún más y con ello al débil crecimiento. La “cura” que se está usando para controlar la depreciación del peso y el impacto que eso tiene sobre la inflación [precios de bienes] no está funcionando; no es la herramienta adecuada en estos momentos, alertó Marcelo Delajara, director del Programa de Crecimiento Económico y Mercado Laboral del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY). El banco central debe implementar herramientas alternativas al aumento del precio del dinero y a las subastas de dólares. ¿Cuáles? Chile puso el ejemplo.

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Ciudad de México, 30 de noviembre (SinEmbargo).– El Banco de México (Banxico) diagnosticó inadecuadamente el golpe a la inflación –hoy ligeramente por arriba del objetivo de 3 por ciento y con expectativas de largo plazo que se mantienen alrededor de esa cifra– provocado por la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos, y al responder con un alza de la tasa de interés al 5.25 por ciento emitió “una cura que no está funcionando”, alertó Marcelo Delajara, director del Programa de Crecimiento Económico y Mercado Laboral del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

El peso se sigue depreciando frente al dólar [18 por ciento este año], lo cual se traslada a los precios de bienes y servicios. Por tanto, necesita emitir “herramientas alternativas” que no sean “tan dañinas” para la economía ya deprimida, aseguró en entrevista con SinEmbargo.

Es un círculo vicioso. Ante un entorno de bajo crecimiento [2 por ciento] y el alza en la inflación, la confianza de los empresarios y los consumidores ha disminuido en los últimos trimestres, y la medida implementada por el Banxico “puede desacelerar” su inversión y sus compras, lo cual a su vez reducirá más el crecimiento, advirtió el especialista.

Desde 2015, de acuerdo con cifras oficiales, la confianza empresarial se ha ido reduciendo respecto a la percepción sobre si es buen momento para invertir y las perspectivas para el próximo año han empeorado permanentemente. En los consumidores, la percepción de la economía de los hogares hacia el futuro también se ha reducido desde el año pasado.

Durante julio-septiembre de este 2016 persistió la debilidad de la inversión fija bruta, de acuerdo con el último informe trimestral de Banxico. Este martes, el Secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña, previó pérdidas y menor llegada de inversiones a México, debido al complicado entorno económico que se vive en el país y en el resto del mundo.

Respecto al consumo privado, Banxico expuso en el reporte que retomó una trayectoria creciente, de manera congruente con la mejoría de la masa salarial real. También se ha beneficiado de que el crédito al consumo ha continuado expandiéndose a tasas elevadas y de los mayores flujos de remesas.

Sin embargo, en lo que va del año, el Banco de México ha incrementado en 200 puntos base la tasa de interés “ante un entorno externo que se ha tornado cada vez más adverso”, justificó, lo cual puede obstaculizar la demanda.

El Banco Central de México subió la tasas de interés para controlar la inflación [los precios de bienes y servicios], pero esta vez el golpe no viene de una mayor demanda, sino de la normalización de la política monetaria de Estados Unidos en un contexto internacional de elevada aversión al riesgo, lo que fortalece al dólar, destacó Delajara.

“Ya tenemos bastante información para concluir que esa estrategia no está funcionando. Se está subiendo la tasa de interés en un momento en que la demanda [inversión, consumo, gasto público y exportaciones] está deprimida y se seguirá desacelerando el año que viene. La cura que se está usando para controlar la depreciación del peso y el impacto que eso tiene sobre la inflación no está sirviendo; no es la herramienta adecuada en estos momentos”, insistió.

Cuando las personas reducen su inversión o compras, esto se va reflejando en la demanda y eso tiene un impacto sobre el crecimiento en el corto plazo, añadió.

Actualmente, el ritmo del crecimiento comienza a desacelerar. La tasa de crecimiento del PIB en el tercer trimestre fue 2 por ciento. El año pasado el país creció 2.5 por ciento.

“El problema está en el sector industrial. La construcción está creciendo cero, la minería petrolera y no petrolera ha perdido desde hace varios años por los bajos precios de las materias primas y los metales ante la debilidad mundial, y las manufacturas han crecido a tasas bajas porque el sector industrial de Estados Unidos está débil. El sector de servicios es el que está sosteniendo. Va relativamente bien”, explicó.

DE LA TASA DE BANXICO A LAS OTRAS

En otros años, como en la crisis de 2008, se han registrado tasas de interés más altas por arriba del 10 por ciento, pero comparada con la actual de Estados Unidos (0.25 por ciento), 5.25 por ciento es alto, consideró Marcelo Delajara.

Eventualmente, una subida en la tasa de interés de Banxico se va contagiando a todas las tasas y afectan a dos elementos de la demanda: a la inversión y al consumo.

El consumo durable, que se financia con crédito (nómina o tarjetas), puede sufrir algún efecto. Mucho del consumo se está financiando con crédito, pero este aumento en la tasa es probable que lo haga más costoso, estimó el economista del CEEY.

“Los créditos personales ya están entre el 22 y 24 por ciento de tasa. Ya están muy altos. El traspaso de la tasa de 5.25 por ciento de Banxico a ese tipo de créditos dependerá mucho de la competencia en la oferta de los distintos bancos”, añadió.

No obstante, principalmente es en la inversión en capital físico de las empresas donde se va a ver el efecto porque se fondean en mercados cuya tasa está relacionada por la tasa de Banxico, dijo en entrevista.

HERRAMIENTAS ALTERNATIVAS

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El banco central, dirigido por Agustín Carstens Carstens, tiene como objetivo mantener la inflación estable, por lo que trata de aislar los choques contra la economía y el peso que se transmiten a los precios. Las subastas y el incremento a las tasas no son la solución en este momento.

Uno de esos golpes a la inflación sucede cuando la demanda (inversión, consumo, gasto público y exportaciones) aumenta muy rápidamente y hay tasa de desempleo baja. En ese escenario, el aumento en la demanda por una buena economía puede afectar los precios y hace sentido que Banxico eleve la tasa de interés para enfriar la economía.

Pero “la situación actual es muy distinta porque la demanda está por debajo de su potencial”, aseguró Marcelo de la Jara, director del Programa de Crecimiento Económico y Mercado Laboral del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

Se está aumentando la tasa de interés porque la depreciación del tipo de cambio está afectando a la inflación. Sin embargo, “el diagnóstico es incorrecto”. Busca frenar la fuga de activos en pesos, pero ha subido cuatro veces la tasa y el tipo de cambio se sigue depreciando.

“Otros países, que comparten con México un objetivo de política monetaria similar, han implementado acciones que buscan suavizar el impacto que tiene la regularización de la política monetaria de Estados Unidos sobre los movimientos internacionales de capitales y sobre el tipo de cambio”, afirmó.

Chile, cuya política monetaria es muy seria, ha limitado la entrada y salida abrupta de capitales mediante una tasa al crédito del extranjero; la imposición de una duración mínima para las inversiones extranjeras en activos financieros, e incluso otorgado incentivos para que los capitales se dirijan a inversiones en proyectos productivos.

Lo que menos necesita ahora la economía mexicana es una política macroeconómica que debilite la demanda agregada a través de elevar la tasa de interés, ya que en 2017 podríamos encontrarnos en una situación alarmante, concluyó Marcelo Delajara, director del Programa de Crecimiento Económico y Mercado Laboral del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

Dulce Olvera
Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM.
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