Ciudad de México, 2 de diciembre (SinEmbargo).- Los cementerios pueden no parecer el lugar ideal para tomar el té o un café a media tarde, sin embargo, hay una tendencia creciente de apertura de cafeterías dentro de las paredes de los cementerios en Berlín y otras ciudades. ¿El objetivo? Ofrecer comodidad no sólo para los dolientes, sino para los ciudadanos y turistas que buscan una tranquilidad no necesariamente emparentada con el hecho de estar muerto.
“¿No hay personas muertas aquí, verdad?”, dicen dos mujeres mayores, de pie frente a un pastel en el mostrador, que quieren saber exactamente lo que pasó en el lugar. “Oh, sí, hubo cadáveres aquí”, responde la mesera, Johanna Helmberger, reprimiendo una sonrisa, publica la revista alemana Der Spiegel.
Sin embargo, estas dos ancianas no son las únicas. Son muchos los visitantes del Café Strauss, en el distrito de Kreuzberg, en Berlín que le preguntan eso a la mesera. No obstante, la respuesta de la trabajadora no disminuye el entusiasmo de las damas. “¡Es muy bueno! Volveremos.”, dijeron las damas después de pagar.
Helmberger, de 29 años, tiene el local lleno: grupos de jubilados, una pareja de mediana edad , dos mujeres con bebés y un hombre joven con una laptop. Es un frío día lluvioso de noviembre y la cafetería, situada en el interior de las paredes de un cementerio en el barrio de Kreuzberg, ofrece una vista de lápidas húmedas y tumbas familiares. No suena alegre. Pero los invitados charlando alegremente como si no les importara.
Los “cafés cementerio” se están convirtiendo cada vez más populares, no sólo para las personas que buscan el consuelo y la comodidad de un café y una rebanada de pastel después de visitar la tumba de un familiar. Los turistas los visitan también, de la misma manera en la que muchas personas salen a dar un paseo. Por tal motivo estos negocios se diversifican cada vez más y hay para todos gustos.
Los hay modernos como el Café Strauss, así como aquellos que acogen recitales de música y exposiciones de arte como el Café Fritz, en Hamburgo, o el Atrium Café en Bristol, al oeste de Inglaterra. Así, los “café cementerios” se extienden por toda Europa, incluso en sitios tan emblemáticos como el famoso cementerio Zentralfriedhof de Viena, en cuyas cercanías se levanta el café Schloss Concordia.
Sin embargo, de acuerdo con la asociación de cementerios alemanes los cafés en cementerios siguen siendo una excepción en la actualidad. No obstante, no se descarta que podría convertirse en una nueva tendencia en Berlín, en donde desde hace años se cuenta con la presencia del Café Finovo en el cementerio de Schöneberg, publicó la agencia dpa.
Por su parte, las autoridades alemanas ven a estos cafés como una manera de atraer a más visitantes a los cementerios. Sin embargo, tienen normas para garantizar que los sitios se mantengan conservados. Por ejemplo: no deben anunciarse en la calle, fuera del cementerio, y el horario de apertura deben ser el mismo que las del camposanto. No obstante, existen planes para dos cafés más en los cementerios de Berlín, en los que se incluye el Dorotheenstädtischer Friedhof, ubicado en el centro de Berlín, y en donde el escritor Heinrich Mann y el dramaturgo Bertolt Brecht están enterrados.
