San Salvador, 10 jul (dpa) – El director de Migración y Extranjería de El Salvador, Héctor Rodríguez, informó hoy que desde el 1 de enero de 2014 hasta la fecha 2.167 niños han sido repatriados desde México, tras su intento por llegar hacia Estados Unidos.
Fuentes de la Dirección y Extranjería confirmaron a dpa que el total de niños repatriados en lo que va de 2014 supera la cifra de todo 2013, cuando se recibieron alrededor de 1.600 menores.
La mayoría de niños son repatriados por vía terrestre y hasta el momento no se registran repatriaciones de niños provenientes de Estados Unidos, agregaron las fuentes.
Aunque dijo no tener cifras al respecto, Héctor Rodríguez declaró a un canal de televisión que el flujo de niños que abandonan el país ha crecido, tanto por vías legales como ilegales.
Según el funcionario, se ha reportado un aumento de emisión de pasaportes para menores de edad, los cuales salen de El Salvador a través de la frontera de Guatemala o por sitios sin vigilancia migratoria conocidos como “puntos ciegos”.
Además, indicó que algunas familias optan por enviar a sus hijos a través de la frontera con Honduras, para luego viajar a México vía aérea con la ayuda de “coyotes”.
Rodríguez sostuvo que pronto se lanzará una campaña para concientizar a la sociedad de los peligros de la migración de menores desde El Salvador hacia Estados Unidos y se explicará que los menores que entran sin compañía adulta a territorio estadounidense no son beneficiarios de una reforma migratoria.
El Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) acordó el martes integrar a El Salvador al sistema de alarmas fronterizas de INTERPOL, con el cual se dotará de mejores equipos tecnológicos para mejorar los controles migratorios en las fronteras terrestres con Guatemala y Honduras.
En los últimos ocho meses, un estimado de 57.000 niños llegaron ilegalmente a Estados Unidos, principalmente desde Guatemala, El Salvador y Honduras. El presidente estadounidense Barack Obama catalogó la situación como “crisis humanitaria” y solicitó al Congreso un refuerzo presupuestario de 3.700 millones de dólares para afrontar la problemática.
Washington ha enfatizado que los niños que cruzan ahora la frontera no obtendrán ningún beneficio migratorio y que la mayoría de ellos serán deportados.
