Tras el incendio de Grande-Synthe, Bélgica prevé la llegada de varios inmigrantes que huyeron de las llamas a su territorio, si bien no permitirán la entrada a quienes no presenten la documentación en regla, salvo que pidan asilo.
Bruselas, 11 de abril (EFE).- La ciudad de La Panne, Bélgica, ha reforzado sus controles en el paso fronterizo con Francia tras el incendio en el campamento de inmigrantes galo de Grande-Synthe, situado a una treintena de kilómetros del túnel submarino que conecta con el Reino Unido, informó hoy la agencia Belga.
La policía de la costa occidental de Bélgica aseguró que han intensificado las inspecciones en los transportes, sobre todo en los autobuses procedentes de Francia, y que han establecido un puesto de control en la autopista.
Las fuerzas de seguridad tampoco descartaron movilizar agentes montados y helicópteros “en caso de necesidad”.
“Hay un aumento de la vigilancia”, indicó a Belga el jefe de policía de la zona, Nicholas Paelinck, quien precisó que se encuentran en contacto “permanente” con los agentes galos.
La Oficina de Extranjeros ha instalado un centro de ayuda a los recién llegados a Bélgica.
“Pero la experiencia demuestra que los refugiados solo pretenden llegar al Reino Unido”, explicó Paelinck.
Tras el desmantelamiento del campamento de Calais conocido como “la jungla”, las autoridades belgas también temieron una llegada masiva de inmigrantes que finalmente no se produjo, recordó la agencia local.
Cientos de inmigrantes fueron realojados de urgencia la pasada noche en gimnasios y locales municipales al haber tenido que evacuar el campamento de Grande Synthe por un incendio causado por enfrentamientos entre algunos ocupantes.
Muchos de los que anoche evacuaron el campamento se encuentran diseminados por una zona con muchas autopistas, sobre todo en las cercanías de Calais, donde está la boca francesa del Eurotúnel y el principal puerto desde donde salen los ferris para el Reino Unido.
