El Cuau es otra cosa
Yeidckol Polevnsky y Cuauhtémoc Blanco han protagonizado una lucha por el control del congreso de Morelos, en la que la morenista ha reclamado a Blanco que si victoria en las urnas es gracias a Morena y López Obrador, pues sin la coalición no sería hoy Gobernador electo, hecho que por supuesto, Blanco ha contradicho. Al respecto, en Milenio, el periodista Carlos Puig, escribe que: “esta hegemonía del movimiento que encabeza López Obrador en el Legislativo y legislativos locales no tiene solo que ver con la cantidad de votos, sino con la calidad de los votos. […] en el Congreso […] la inmensa mayoría de ellos sabe que están ahí por AMLO. Por lo que él construyó, por lo que representa como figura frente al electorado. El de Morena fue un triunfo personalísimo que arrastró a muchos a lugares que de otra manera no hubieran imaginado. Ese acomodo necesario entre personajes y fuerzas distintas hoy bajo un mismo liderazgo será una fascinante historia política en los próximos años. Hay algunas excepciones, por supuesto, pero ninguna como la de Cuauhtémoc Blanco. Blanco iba a ser Gobernador de Morelos con o sin Morena, con o sin el PES. Como antes había sido Alcalde de Cuernavaca con un partido que no importaba. El fenómeno del Cuau y la política electoral es otra cosa. No es una cosa muy alentadora, pero por otra cosa que no tiene que ver con gobernar […]. Y Blanco, o quienes rodean a Blanco, saben muy bien que, aunque agradecen que Morena los haya acompañado en la aventura, este asunto les pertenece. Y entonces, la Presidenta de Morena, acostumbrada en estos tiempos a que todo mundo haga lo que ella manda, se topó con el Blanco, y estalló en ira […]. Entiendo cómo anda el ego de Yeidckol Polevnsky, pero que no se equivoque. El Cuau es otra cosa. Pobre Morelos”.

Esta idea sobre la popularidad Blanco, es compartida en el Excélsior, pues su columna de trascendidos, Frentes Políticos, asegura que: “se meten con el hombre equivocado. La dirigencia estatal de Morena y el grupo parlamentario en Morelos acusaron de traición al Gobernador electo Cuauhtémoc Blanco, y a José Manuel Sanz, su representante. Será responsabilidad de Sanz el eventual rompimiento político y legislativo de estas agrupaciones. La Presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del partido, Yeidckol Polevnsky, acusó a este par de sectarios desleales y de traicionar a Morena. Los han acusado de haber sido omisos en construir un ambiente de trabajo y cordialidad política. Ojo: el popular es el Cuau, y en un agarrón como este, la señora podría salir perdiendo. ¡Hagan sus apuestas!”

En medio de la discusión de ambas figuras, ha llamado la atención las expresiones usadas por Polevnsky para referirse tanto a Blanco como a uno de sus colaboradores de origen extranjero, mismos que han sido condenados por la opinión pública. En ese orden, en el Excélsior, su director, el periodista Pascal Beltrán del Río, escribe que: “el enfrentamiento público entre Yeidckol Polevnsky […] y Cuauhtémoc Blanco […] está destapando no solamente problemas en el seno de la coalición Juntos Haremos Historia, sino resabios de rencor contra los conquistadores españoles que hace rato debieran estar superados. Al referirse a José Manuel Sanz […] Polevnsky tuvo una expresión despectiva e innecesaria, que no corresponde a la lideresa formal del partido que gobernará México. De acuerdo con versiones periodísticas, en una reunión con legisladores locales de Morena en la que tronó contra Cuauhtémoc Blanco –al que llamó “el futbolista”–, Polevnsky se refirió así a Sanz: ‘Nosotros teníamos ocho diputados con los cuales éramos el único grupo parlamentario que podía hacer mayoría (en Morelos). Nos ha ido quitando el españolete éste, a nombre del Gobernador, a nuestros diputados'[…]. Es curioso que Polevnsky se escandalice hasta ahora por los modos de Blanco y Sanz[…]. Sin duda se calló lo que piensa de ambos a la hora de formarse […] la coalición Juntos Haremos Historia […]. Sanz, en efecto, nació en Madrid en 1950, pero desde 1982 se naturalizó mexicano. Contra él han caído mil críticas, desde hace más de 30 años, por su forma de realizar negocios relacionados con el futbol. Por eso es extraño que hasta ahora reaccione la dirigente de Morena, cuando se siente ‘robada’ de sus diputados locales. Las declaraciones de Polevnsky revelan muchas cosas. Entre ellas, una forma patrimonialista de concebir la política pues, según dijo ayer, correspondía a Cuauhtémoc Blanco poner a disposición del morenista Rabindranath Salazar la mitad del gobierno de Morelos […]. Me pregunto qué pensarán de las palabras de Polevnsky los militantes, simpatizantes y activistas de Morena que tienen un marcado origen español, como el escritor Paco Ignacio Taibo II, entre otros […]. ¿de verdad quiere abrir Polevnsky el cajón de los odios históricos hacia los españoles? ¿No hay ya suficiente xenofobia en el mundo como para revivir la trasnochada visión del gachupín explotador, como si la mayoría de los mexicanos no tuviéramos algo sangre española en nuestras venas? […] Estoy seguro que la noticia de las palabras de Polevnsky no demoró en llegar a España […] donde estarán rascándose la cabeza, tratando de imaginar si son el presagio de un cambio en la relación bilateral”.

En tanto, el papel de Sanz es analizado en Milenio, donde su columna de trascendidos Trascendió, asegura que: “muy buena debe ser la recompensa que da la política en Morelos para que un personaje como José Manuel Sanz deje el millonario negocio de la promoción de jugadores de futbol para hacerlo ahora con un Gobernador electo, otrora su representado en las canchas, Cuauhtémoc Blanco. Ya se verá si el español, que representó en su momento a Hugo Sánchez y a Luis García cuando se fueron a Europa, aguanta la grilla política mexicana, que desde ya está que arde con los reclamos de la Presidenta de Morena, Yeidckol Polevnsky, a quien el ex goleador tachó de ‘xenófoba’”.

Detrás de la agresión
Ha pasado una semana de la agresión en el campus de Ciudad Universitaria, y las autoridades aseguran que se han girado 15 órdenes de aprehensión contra los responsables, aunque sólo una ha sido ejecutada. No obstante uno de las principales incógnitas es ¿quién está detrás de los porros que atacaron en CU? Ante ello en Milenio, el periodista Joaquín López Dóriga, escribe: “hablé en Radio Fórmula con un ex rector de la UNAM, el doctor Juan Ramón de la Fuente, a quien le tocó enfrentar y resolver el largo paro en la UNAM, que culminó en febrero de 2000, cuando la Policía Federal recuperó las instalaciones, y operar la operación cicatriz que llevó a la máxima casa de estudios a una era dorada, bueno, azul y oro, que prolongó la rectoría de José Narro en los ochos años siguientes y que ahora lucha por continuar el doctor Enrique Graue. Ayer, cuando hablé con él, como todos los lunes, le toqué el tema y confirmó que estamos ante una provocación cuando no hay crisis económica, no hay crisis política y vivimos una transición de terciopelo: Alguien quiere dejarle un problema al nuevo gobierno o quiere que el que se va salga en medio de una crisis de esta naturaleza […]. El también profesor emérito de la UNAM dio su respaldo a la Universidad y al doctor Graue, además de celebrar que ayer, a la misma hora que hablábamos, estaban reunidos el rector y el Presidente electo López Obrador. Exigió que ‘la autoridad encargada de procurar justicia cumpla con su obligación de investigar y proceder contra los culpables que dejaron muchas huellas, porque la UNAM únicamente puede denunciar’. Y recordó lo que le decía uno de sus antecesores, Enrique González Casanova, que también cruzó una dura crisis universitaria: Busca a quién beneficia —que es lo que preguntaba aquí la semana pasada— y vas a ver con qué frecuencia atinas. Yo coincido como he planteado aquí: ¿a quién beneficia este conflicto…? Alguien tiene que saberlo y si no, descubrirlo. Y ahí tendrán al autor de esta grave provocación.

Las exigencias de la comunidad universitaria han comenzado a cambiar, y a incluir la renuncia de Graue entre sus demandas, reforzando con ello la teoría de que existen otros intereses detrás el ataque del pasado 3 de septiembre en la UNAM. Por ello en El Universal, el periodista Salvador García Soto, escribe que: “en un intento por acallar versiones que ubican a Morena detrás del conflicto estudiantil en la UNAM, el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador recibió en su despacho de la colonia Roma al rector Enrique Graue. El encuentro no pudo ser más significativo, justo cuando en las asambleas universitarias comienzan a surgir peticiones no sólo de alumnos sino también de maestros activistas para solicitar la ‘renuncia del rector Graue’, aún cuando eso nunca estuvo en las demandas originales de mayor seguridad, alto a la violencia y que se acaben los ‘porros’ que desataron este conflicto al agredir brutalmente a estudiantes del CCH Azcapotzalco […]. Expresamente el mandatario electo dio su respaldo a Graue Wiechers, ante voces radicales que han pedido su salida de la UNAM: ‘Tengo mucha confianza en que se va a mantener la estabilidad, hay que procurar eso, no caer en ninguna provocación, no aceptar la violencia: diálogo, diálogo, diálogo, diálogo y si nos cansamos y se rompe el diálogo, diálogo, diálogo y tener confianza en las autoridades de nuestra Universidad’, dijo Andrés Manuel mientras daba una palmada en el hombro al rector a quien agradeció su visita. ¿A quién iba dirigido el mensaje claro y contundente de AMLO al respaldar la rectoría de Graue? […] El movimiento ha comenzado a ser influenciado por voces que ya no sólo exigen acciones contra la violencia y los porros y mayor seguridad en las instalaciones universitarias, sino que empiezan a tomar tintes de buscar un cambio en la rectoría […]. Así que va la pregunta de nuevo ¿quiénes son los grupos que, con ‘intereses de otro tipo’, intentan ‘montarse en el movimiento para desestabilizar a la UNAM’, como dice López Obrador? ¿A quiénes les mandó el mensaje el Presidente electo al darle un espaldarazo al rector Graue?”

El valor de las promesas
En tanto en el diario Reforma, su columna de trascendidos Templo Mayor, asegura que: “la conocida sonrisa de Carlos Urzúa comienza a desdibujarse, pues ya está padeciendo en carne propia aquello de que prometer no empobrece, lo difícil es cumplir. El próximo secretario de Hacienda nomás no encuentra los recursos que se necesitan para cumplir tooodas las promesas que hizo Andrés Manuel López Obrador. El equipo de José Antonio González Anaya le ha abierto las puertas de la SHCP para que participe en la elaboración del Presupuesto 2019. Pero las cosas van muy lentas porque las cuentas no cuadran. O mejor dicho: ¡no alcanzan! El equipo del Presidente electo necesita 500 mil millones de pesos -así nomás de entrada- para los programas sociales y las obras anunciadas por el tabasqueño. Pero no encuentran de dónde diablos sacarlos. Así que si alguien pensaba dar el grito con el proyecto presupuestal en septiembre, lo más probable es que tenga que esperar un susto hasta Halloween”.

NAIM
La consulta sobre la construcción del Nuevo aeropuerto ha sido sumamente criticada, al asegurar que no puede dejarse en manos de los ciudadanos u proyecto que requiere de la evaluación de especialistas. Por ello en Milenio, el periodista Carlos Marín, escribe que: “insensato, absurdo, inútil, pueril, tomar en serio la discusión sobre si el NAIM debe o no estar en Texcoco, a sabiendas de que las más prestigiadas firmas personales, morales, gremiales y técnicas, nacionales e internacionales, así lo consideran. Se insiste en la estulticia de elegir entre el que lleva más de 30 por ciento de construcción y el de Santa Lucía, del que no existe detalle de proyecto alguno. Que cueste menos es la coartada, poniendo en entredicho más de 20 años de estudios que preceden al que se levanta ya, y la magnífica oportunidad de que México tenga uno de los tres mejores y más modernos aeropuertos del mundo. Como esta obra, también fue transexenal Ciudad Universitaria: la idea se gestó en 1928, presentó el proyecto al Presidente Ávila Camacho el rector Fernández McGregor en 1945, se construyó con Alemán Valdés y Ruiz Cortines la inauguró en 1954. Si solo de ahorrar se tratara, no habría Palacio de Bellas Artes (del Porfiriato a 1934), presa de Chicoasén (de Echeverría a López Portillo) ni cualquiera de las construcciones emblemáticas de un país harto del mediocre a’i se va”.

El adiós del avión presidencial
En tanto, en El Universal, su columna de trascendidos Bajo Reserva, asegura que: “el moderno avión presidencial, el Boeing 787 ‘Dreamliner’, vivirá sus últimas horas de vuelo como el transporte del Presidente de México. Nos dicen que la Presidencia de la República alista una de las últimas giras internacionales que realizará Enrique Peña Nieto, a bordo del avión presidencial José María Morelos y Pavón, al extranjero antes de concluir su mandato en noviembre próximo. De acuerdo con los preparativos que realiza la casa presidencial el mandatario viajará a finales de mes a Nueva York para participar, entre otras actividades, en la 73 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas. Así, Peña Nieto viajará a Estados Unidos el 23 de septiembre para regresar el día 26 a territorio nacional. Nos comentan que, a su retorno, comenzará a preparar su mudanza de la residencia de Los Pinos, la cual, al igual que la aeronave, dejará de ser utilizada para el servicio del Presidente”.

Redacción/SinEmbargo

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