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Jorge Ismael Rodríguez López de Lara

14/09/2021 - 12:02 am

De Colón a “Tlali”

Yo opiné y sigo opinando que no hay problema en cambiarlo de sitio, pues, si bien el Paseo de la Reforma tiene una vocación histórica, los cruces transversales se han enriquecido y dinamizado con obras de distintas épocas.

Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, anunció en el marco del Día de la Mujer Indígena que la estatua de Cristóbal Colón que se encontraba ubicada en paseo de la Reforma será sustituida por la de una mujer olmeca.
Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, anunció en el marco del Día de la Mujer Indígena que la estatua de Cristóbal Colón que se encontraba ubicada en paseo de la Reforma será sustituida por la de una mujer olmeca. Foto: Andrea Murcia, Cuartoscuro

El año pasado, un numeroso grupo de coterráneos lanzo una convocatoria en redes para que participáramos en un evento conmemorativo del Día de la Raza que culminaría con el derribo de la estatua de Cristobal Colón ubicada en Paseo de la Reforma. El fervoroso llamado de los ofendidos convocantes llegó a oídos de las autoridades, quienes, según supe, tuvieron que decidir entre dos claras opciones: defender el patrimonio, lo que implicaba reactivar a los granaderos o sus equivalentes y darse vuelo en una batalla campal, macaneando o conteniendo a los legítimamente ofendidos y a los ciudadanos solidarios. La segunda consistió en remover la escultura símbolo de la desgracia del México antiguo y permitir que esta legítima indignación se canalizara sin ocasionar daños mayores a las personas ni a los bienes de la nación. Como sabemos, esta fue la sensata decisión de Claudia Sheinbaum, que, entre otras cosas abría la posibilidad para una discusión amplia, que no se dio, sobre la pertinencia de regresar o no la estatua de Colón a su sitio.

A casi un año de ese evento, de pronto nos enteraron que el espacio utilizado por Colón había sido asignado a una nueva estatua llamada “Tlali”, escultura de una mujer olmeca, que con su presencia dignificaría a los pueblos originarios, hasta aquí todo iba más o menos bien. Pero, cuando vimos la foto del boceto, muchos pensamos que era una broma, un “meme”.

Por supuesto iniciamos diálogos sobre la pertinencia de sustituir al Colón “colonizante” y “descolonizar” ese crucero. Yo opiné y sigo opinando que no hay problema en cambiarlo de sitio, pues, si bien el Paseo de la Reforma tiene una vocación histórica, los cruces transversales se han enriquecido y dinamizado con obras de distintas épocas, como el Ángel de la independencia, la Diana Cazadora y la fuente de Felguérez.

Por otro lado, las sociedades mundiales de todos colores estamos revisando nuestros panteones y releyendo los valores simbólicos de nuestros “bronces”. Hoy en día, las estatuas que marcan sucesos históricos han pasado a entenderse como opiniones temporales del sentir de la comunidad en armonía con el discurso del grupo gobernante en turno, pero cuando la polis se siente herida o la narrativa cambia, nos da por derribar estos símbolos.

Recientemente hemos visto caer a héroes santos y villanos de mármol y bronce por todos lados, desde antiquísimos Budas derribados a cañonazos porque los talibanes los consideran ajenos al Corán, hasta el retiro de la estatua del General Lee en Virginia como respuesta al asesinato de George Floyd. También hemos visto numerosos derribos y degüellos de estatuas de Cristobal Colón en Minnesota, Miami, Boston, Medellín y Barranquilla. Hasta en Bélgica vimos caer al Rey Leopoldo II, quien en el siglo XIX permitió el genocidio esclavista en África, así que no teníamos por qué ignorar la posibilidad de entrar en esa dinámica.

En el caso de nuestra estatua de Colón, retirada a tiempo para su protección, se ha dicho que está en un proceso de restauración para regresar al espacio público en 2022, ojalá que para entonces se nos haya pasado el ánimo degollador y podamos disfrutar del valor estético de ese conjunto escultórico representante de la estatuaria del siglo XIX y también podamos entender su valor como parte de la memoria histórica, recordatorio de los costos infringidos durante la colonización hasta nuestros días y tal vez podamos re significarla como símbolo de nuestra capacidad de perdón pero sin olvidar las atrocidades que se realizaron luego de su llegada.

Sobre el tema de la realización de una nueva estatua descolonizadora para sustituir a Colón, mi respuesta es sí. La reivindicación de nuestra parte indígena me parece acertado e inobjetable. Hacer y poner una estatua que visibilice positivamente a los pueblos originarios es un acto indispensable, además es una gran oportunidad para que el Gobierno de la 4T siembre con este símbolo, una opinión positiva y duradera en el corazón del país.

¿La propuesta titulada “Tlali” de Pedro Reyes?

Absolutamente no, porque de origen contradice lo que ofrece. Como bien dice Cuauhtémoc Medina, esta propuesta no resiste al más mínimo análisis.

Lamentablemente, “Tlali”, en pocas horas despertó la indignación general, más de 350 artistas firmaron una carta dirigida a Claudia Sheinbaun, en donde dice que consideran “inadmisible” la elección de Pedro Reyes, un artista hombre, “blanco-mestizo”, que no se autoidentifica como indígena para representar a “la mujer indígena” y solicitaron que se le retiren la comisión.

También es evidente que para la conceptualización no se involucró a pensadoras capaces de hablar en primera persona del tema, y al parecer en el equipo de Reyes no profundizaron en el análisis de la reivindicación simbólica de las y los creadores de la diversidad cultural. Su propuesta está muy lejos de lo que hoy conocemos como arte para el espacio público y no le alcanza para ser una buena estatua, es grandota pero no grandiosa.

Definitivamente no logró colocarse ni remotamente como el símbolo que dignifica lo originario o a las mujeres indígenas, sin embargo, se ha convertido a sólo tres días de su presentación en motivo de enojo y burla para muchísimas y muchos ciudadanos.

Seguramente habrás visto la gran cantidad de memes construidos a partir de los defectos de la cabeza de “Tlali”, a mi me parece que estos memes no son gratuitos ni emanan sólo de los detractores de la 4T, la mayoría de los que yo he visto, dialogan sin problema con la imagen que nos ofreció Pedro Reyes, imagen que sin hacer mucho esfuerzo, nos lleva a pensar en los descabezados por el narco, en la desafortunada cabeza de Juárez, los aliens, en fin, hasta a Esther Gordillo.

El concepto es una revoltura cultural entre nombre, tocado, cabeza olmeca, con solución lejana a su obra reconocible y muy similar a la del escultor español Antonio López https://lagacetadealmeria.es/la-mujer-del-almanzora-se-convierte-en-la-obra-mas-faraonica-de-antonio-lopez/ en fin, la propuesta de Reyes tiene un montón de defectos conceptuales, que hacen que se vea poco inteligente, realmente parece un meme construido desde los hashtags políticamente correctos o de moda:

#Descolonícemos!!!, #Indígena, #MadreTierra, #Pachamama, #Feminismo, #MujerIndígena, #Olmeca, #AMLO, #indígena+mujer+AMLO, de pronto hasta me parece una trampa para que Claudia Sheinbaum caiga en la literalidad demagógica. Espero que no sea así.

Como anécdota, en un activo grupo de defensa de la cultura comentaron que la Línea 12 se nos puede olvidar, o Claudia podrá decir que ella no es la responsable, pero de prosperar el proyecto, la estatua al alien descabezado lo va a inaugurar ella y tristemente lo vamos a tener que ver todos los días.

En síntesis. Creo importantísimo evitar que se consume la realización de esta estatua a la que el autor le atribuyen valores que evidentemente no tiene y que desde el punto de vista de muchos equivale al “traje de emperador”. Lo que me tranquiliza es que muchos también creemos que Claudia ya le vio el cobre y que por eso señaló que aún no era la pieza definitiva.

Ojalá que la Dra. Sheimbaun no dude mucho y replantee la interesante iniciativa de hacer una gran obra adecuada a la realidad, tomando en cuenta a las personas a las que pretende honrar, la importancia del espacio y el momento histórico.

Como colofón.

-Si tomamos en cuenta que la razón por la que se retiró el monumento a Colón de su pedestal en Paseo de la Reforma fue por que lo que significa ofende a muchas, luego entonces ¿qué debemos hacer con “Tlali” cuando muchísimas personas estamos haciendo saber que la estatua propuesta nos ha ofendido aun antes de ser realizada?

Jorge Ismael Rodríguez López de Lara
México, Distrito Federal, 28 de septiembre de 1960. Escultor, reconocido principalmente por la intervención artística de los espacios, utilizando como plataforma el Arte Público, en donde permite que los espectadores sean co-creadores de sus obras. Ha participado en más de 300 eventos de arte y desarrollado exitosas estrategias para la creación de espacios escultóricos, grandes ambientaciones y duraderos procesos relacionales en Japón, España, Canadá, Francia, Colombia y México

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