En concreto, 14 empresas españolas, entre las que destacan Iberdrola, Sabadell, Acciona, Palladium, Airbus y Santander, prevén invertir unos 7 mil 100 millones de euros en los próximos años para seguir creciendo, mientras que otras tantas aseguran que tienen planes de expansión, aunque no han desagregado las inversiones que tienen aparejadas.
Ciudad de México, 15 de marzo (SinEmbargo).- Las políticas proteccionistas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, preocupan pero no asustan a las multinacionales españolas. Y es que, a pesar de las medidas del magnate que amenazan con desequilibrar la economía (muro, freno a las inversiones, aranceles del 20 por ciento…), las grandes empresas españolas como BBVA, Meliá, OHL, FCC, Iberia, Mango o Inditex siguen apostando por México, donde tienen ambiciosos planes de crecimiento y una parte importante de sus ingresos. “Los empresarios están atentos a lo que pueda ocurrir, ya que tienen grandes inversiones e intereses en México, pero no hay alarma. Todo es muy prematuro todavía y hay alternativas”, explican fuentes cercanas al Ejecutivo. No en vano, en menos de 16 años las firmas han invertido 39.776 millones en el país y exportan más de 3 mil 500 millones al año.
En concreto, 14 empresas españolas, entre las que destacan Iberdrola, Sabadell, Acciona, Palladium, Airbus y Santander, prevén invertir unos 7 mil 100 millones de euros en los próximos años para seguir creciendo, mientras que otras tantas aseguran que tienen planes de expansión, aunque no han desagregado las inversiones que tienen aparejadas.
Por ejemplo, la eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán prevé invertir 3 mil millones en los próximos años en la construcción de plantas de ciclo combinado, parques eólicos y fotovoltaicas. A finales de 2015, Iberdrola abrió un parque eólico en Oaxaca y se ha consolidado como el mayor productor privado de energía de México con 5 mil 500 megavatios instalados. Entre los nuevos proyectos de Iberdrola en el país se encuentra la construcción de un ciclo combinado y de cuatro plantas renovables por 700 millones. “La mitad de la energía eólica del país la desarrollan empresas españolas”, aseguran fuentes del mercado.
Dentro del sector energético, Elecnor prevé construir junto a Duro Felguera una central de ciclo combinado en el Estado de Sonora por 349.3 millones de euros y la firma alicantina Cox invertirá junto a otros socios 40 millones de euros en un parque solar fotovoltaico. Siguiendo con las empresas pequeñas, Grenergy tiene un pipeline de 500 MWs en desarrollo en México. Dentro del mercado renovable, Gamesa también tiene intereses en el país como proveedor de aerogeneradores.
En esta línea, Acciona lleva varios años buscando contratos de forma activa en México y ha logrado que la eléctrica pública CFE le adjudique la construcción de una red por unos 85 millones de euros. En cuanto a la inversión, la compañía que preside José Manuel Entrecanales participa en la construcción de una planta de tratamiento de residuos en la Ciudad de México por 661 millones de euros que operará durante 25 años y se encargará del mantenimiento.
GIGANTES BANCARIOS
El 40 por ciento del sistema financiero mexicano está copado por BBVA y el banco Santander que, lejos de asustarse ante las políticas de Trump, han confirmado con inversión su compromiso con el país azteca. El consejero delegado de BBVA, Francisco González, anunció un plan de inversión de 1 mil 414 millones de euros para el desarrollo de software y tecnología. El plan es a cinco años y sigue al ejecutado entre 2013 y 2016 por 3.271 millones de euros. De esos fondos, 2 mil 714 millones se destinaron a la apertura de nuevas sedes, sucursales y desarrollo tecnológico.
BBVA ha apostado con mucha fuerza por desarrollar la banca digital en México, donde logra el 27 por ciento de sus ingresos y es su principal mercado por resultados, a pesar de la caída del peso.
En esta línea, el Santander confirmó que el plan para invertir 650 millones en tres años continúa intacto, ya que confía en la fortaleza de la economía azteca, pese a Trump. Será su mayor inversión desde que llegó al país e irá destinada a modernizar los sistemas y sucursales y desarrollar nuevos productos. “Podemos crecer, no solo prestando más, sino con clientes vinculados transaccionales”, indicó la presidenta Ana Botín, confiada en que la economía azteca tiene la suficiente fortaleza para encarar medidas adversas de EEUU. México representa el 8 por ciento del grupo.
El Sabadell también revalidó su apuesta por el país mexicano. Tras la adquisición del británico TSB, México es su segundo mercado del plan de internacionalización. Su objetivo inmediato es incrementar durante 2017 la concesión en financiación de 1 mmil 660 a 2 mil 028 millones El Sabadell prevé invertir 20.07 millones de euros en tecnología, a sumar a los 364 millones comprometidos desde el origen en su franquicia. El pasado año abrió seis oficinas, con 178 empleados y este año plantea aumentar un 68 por ciento la plantilla y abrir siete sucursales. Por su parte, el Popular es el único que puede dejar México por sus problemas internos. A pesar de que el futuro todavía no está decidido, la entidad tiene un plan para invertir 50 millones en México y abrir 50 sucursales.
En el sector asegurador el apetito por México es igual de vivo ante las altas expectativas que ofrece un mercado con 120 millones de ciudadanos y una clase media en auge que solicita pólizas. Mapfre, que hace cuatro años invirtió 46 millones en la construcción de una nueva sede, ha convertido al país latinoamericano en el primero en el que lanza la venta de pólizas online. Santalucía irrumpió el pasado año en México a través de la actividad de residencias para la tercera edad con su filial Ballesol. En alianza con el Grupo Presidente azteca está invirtiendo 18.9 millones en la construcción de dos centros.
Otro de los sectores que tiene buenas perspectivas en México es el de la moda. Inditex ha convertido al país azteca en su primer mercado de América con 355 tiendas (tiene más que en los demás países americanos juntos) y tiene un ritmo de aperturas de 30 locales al año, un ritmo que prevé mantener en los próximos ejercicios. El consumo en México mantiene el pulso (subió un 5.3 por ciento en diciembre), a pesar de la depreciación del peso y de la ralentización de la economía. En esta línea, Mango también quiere mantener el pulso inversor en el país y busca nuevas oportunidades de la mano de su socio Palacio de Hierro. “Juntos han identificado como foco de apertura de nuevas tiendas los centros comerciales del área de Ciudad de México”, informan fuentes de la firma.
El turismo también se erige como uno de los grandes objetivos de las empresas españolas en México. No en vano, el 65 por ciento de las plazas hoteleras de Riviera Maya pertenecen a grupos españoles. Las principales cadenas hoteleras españolas tienen gran presencia en el país azteca y muchas de ellas prevén seguir creciendo. Por ejemplo, Barceló, que ya ha invertido 800 millones en México con la apertura de 18 hoteles en propiedad, tiene previsto destinar 12.2 millones de euros en reformas y mejoras de los hoteles. “Seguimos considerando México como un destino preferente y estamos analizando posibilidades para ampliar nuestra presencia tanto en la capital como en Cuernavaca, Puebla o Querétaro, donde ya tenemos presencia”, explica Barceló a este diario.
En esta línea, Palladium tiene aprobado un plan de inversión de 220 millones para los dos próximos años. Parte de este dinero lo absorberían los establecimientos que están construyendo en México (Gran Palladium y Royal Suites) además de la remodelación de Rivera Maya donde tienen cinco hoteles. Por su parte, Meliá tiene proyectos ya localizados en México y no descarta anunciar nuevas aperturas en los próximos meses.
En cuanto al transporte, Airbus prevé doblar su inversión en el país para incrementar su planta (136 millones de euros) y tiene por delante el reto de entregar 180 aviones de la familia A320 a tres aerolíneas mexicanas: Volaris, Interjet y Vivaaerobus. El fabricante ferroviario CAF también tiene una fuerte presencia en el país donde ya ha invertido 10 millones de euros en su planta de Huehuetoca e Iberia añadirá tres frecuencias a la ruta que une Madrid y Ciudad de México entre mayo y septiembre, hasta los 17 vuelos semanales por sentido, lo que la corona como la capital con más frecuencias de la aerolínea en América, Asia y África. Air Europa busca oportunidades para crecer.
La sanidad española tampoco se ha quedado fuera de México. Actualmente cuenta con dos plantas de producción farmacéuticas, así como cinco hospitales privados y dos clínicas de reproducción asistida. Para este año, el sector sanitario español tiene previsto nuevas inversiones en México para abrir una nueva fábrica de medicamentos y un nuevo hospital en zona turística. En la actividad hospitalaria destaca la compañía de hospitales canaria Hospiten. La firma estima que al finalizar 2018, la inversión total realizada en México supere los 100 millones.
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TELECOS Y CONSTRUCTORAS
unto a Inditex, Iberdrola y la constructora, Telefónica es una de las empresas más importantes del país como segundo operador de telefonía móvil. La teleco invirtió entre enero y septiembre un total de 130 millones. Este esfuerzo se ha destinado al desarrollo de la capacidad y calidad de la telefonía 3G y 4G y prevé seguir con las inversiones, aunque a menor ritmo. En 2016 anunció una inversión de 161 millones de euros.
Son varias las constructoras españolas que tienen en México uno de sus mercados prioritarios. OHL, ACS y FCC han desarrollado una larga actividad en el país azteca, tanto en el ámbito de la construcción como en industrial y concesiones. Entre las ingenierías, Técnicas Reunidas y Sener cuentan con una destacada posición. De las concesionarias, Abertis salió hace tres años y analiza ahora su regreso. Globalvia y Roadis cuentan con varios activos en operación.
El negocio de construcción que han desarrollado las empresas españolas apenas ha requerido de inversiones por su parte. Distinto escenario se vislumbra cuando las constructoras también se convierten en las operadoras de la infraestructura, como OHL México. La filial prevé invertir aproximadamente 358 millones de euros que se distribuirían entre el avance de proyectos ya existentes y el desarrollo de nuevas iniciativas. Para este ejercicio, una de las principales prioridades es el desarrollo de la autopista Atizapán-Atlacomulco, con una inversión total gestionada de 476 millones, cuya construcción estará lista en 2018.
Con información elaborada por Á. Semprún, E. Contreras, J. Mesones, T. Díaz, J. Romera, F. Tadeo, A. Lorenzo, A. Vigario y E. Díaz.
