México

“Se cumplieron objetivos”: Embajador Pablo Monroy narra sus últimos 16 días en Perú

23/12/2022 - 8:38 am

Luego de su regreso al país para cumplir con el plazo de 72 horas que habían fijado las autoridades peruanas para que abandonara el país, ya que fue declarado persona non grata el pasado 20 de diciembre, el diplomático apareció en la conferencia de prensa matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Ciudad de México, 22 de diciembre (SinEmbargo).- Pablo Monroy Conesa, Embajador de México en Perú, narró la mañana de este viernes cómo fueron sus últimos 16 días en Lima, luego de toda la crisis política que se agudizó por la destitución y detención del entonces Presidente Pedro Castillo.

Luego de su regreso al país para cumplir con el plazo de 72 horas que habían fijado las autoridades peruanas para que abandonara su territorio, ya que fue declarado persona non grata el pasado 20 de diciembre, el diplomático apareció hoy en la conferencia de prensa matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Está con nosotros el Embajador de México en el Perú, Pablo Monroy Conesa, con el Subsecretario para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes Zúñiga”, dio la bienvenida el mandatario mexicano.

Desde Villahermosa, Tabasco, adelantó que el diplomático contaría “cómo están las cosas en Perú y a qué atribuye que hayan tomado esta medida extrema de declararlo persona non grata siendo nuestro Embajador en Perú”.

López Obrador destacó que cumplió con “su misión y con estricto apego a lo mejor de nuestra política exterior que es garantizar el derecho de asilo, el salvar la vida a perseguidos de cualquier nacionalidad”.

“Eso fue una labor que se logró, es un mérito que dejó en alto el nombre de México y el prestigio de su política exterior, sobre todo en lo que tiene que ver con su política de asilo”, dijo.

Más tarde, Monroy Conesa agradeció al Jefe del Ejecutivo federal que lo recibiera en su estado natal y “las generosas palabras” que le dirigió, “las cuales tomo con toda humildad y en nombre del equipo de la Embajada”.

“Señor Presidente y compañeros, los retos que ha tenido que enfrentar la Embajada de México en Perú en los últimos 16 días no han sido fáciles, pero creo que confirme a las instrucciones que nos dio el Presidente de la República y el Secretario de Relaciones Exteriores, hemos podido cumplir los objetivos principales y estos han sido tres”, aseguró.

Pablo Monroy Conesa, Embajador de México en Perú, narró la mañana de este viernes cómo fueron sus últimos 16 días en Lima, luego de toda la crisis política que se agudizó por la destitución y detención del entonces Presidente Pedro Castillo.
Pablo Monroy Conesa, Embajador de México en Perú, narró la mañana de este viernes cómo fueron sus últimos 16 días en Lima, luego de toda la crisis política que se agudizó por la destitución y detención del entonces Presidente Pedro Castillo. Foto: Gobierno de México

En primer lugar, subrayó el Embajador, “de manera prioritaria, ha sido velar por la seguridad y el bienestar de todas las personas mexicanas en el Perú luego de los acontecimientos, de los desarrollos políticos que se desataron en el país a partir del 7 de diciembre”.

“Desde ese mismo día, todo el equipo de la Embajada estuvo muy pendiente de la comunidad mexicana en Perú, en todas las ciudades del Perú, tanto de turistas como de personas que son residentes temporales o permanentes en el país”, indicó.

En su intervención, Monroy Conesa compartió que se habilitó un registro para tener conocimiento sobre cuántas eran las personas mexicanas que estaban en el país, cuál era su situación y su localización, así como cuáles eran sus necesidades.

“En ese registro llegamos a tener más de 500 personas mexicanas registradas y más del 50 por ciento de la mitad se encontraba en la zona de Cuzco, pues evidentemente, como lo ha reportado el Canciller, por ser uno de los principales destinos turísticos del Perú”, agregó.

Conforme a los protocolos que se tienen en la Secretaría de Relaciones Exteriores y en las representaciones en el exterior, explicó el diplomático, se entró en contacto con todas las personas que se habían visto afectadas por el cierre de aeropuertos y bloqueos carreteros, ya que más de 63 carreteras fueron cerradas en el país y si bien algunos aeropuertos permanecían abiertos, se suspendían vuelos o se reducían frecuencias.

“Entramos en contacto con todas y cada una de las personas que se registraron y pudimos asistirlas en función de las necesidades. Fuimos caso por caso, analizando cuáles eran las necesidades y pudiendo responder a cada una”, sostuvo.

El viernes pasado, es decir, hace una semana, “se abrió después de cinco días el Aeropuerto de Cuzco, así que pudimos ya llegar a Cuzco, que era nuestra zona de principal atención para brindar protección a las personas ahí”, contó.

Una vez en dicho sitio, las autoridades mexicanas entregaron “apoyos para aquellas personas que ya no tenían recursos y que necesitaban alimentos, necesitaban atención médica, necesitaban medicinas, o bien, habían perdido los vuelos y no los habían podido reprogramar y pudimos ayudarlos a regresar”.

Luego de su regreso al país para cumplir con el plazo de 72 horas que habían fijado las autoridades peruanas para que abandonara su territorio, ya que fue declarado persona non grata el pasado 20 de diciembre, el diplomático apareció hoy en la conferencia de prensa matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Luego de su regreso al país para cumplir con el plazo de 72 horas que habían fijado las autoridades peruanas para que abandonara su territorio, ya que fue declarado persona non grata el pasado 20 de diciembre, el diplomático apareció hoy en la conferencia de prensa matutina del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Foto: Gobierno de México

“Al día de hoy nuestro cálculo, nuestra estimación, es que ya más del 90 por ciento de este universo del cual les platicaba, de más de 500 personas, ha podido regresar a México, o bien se encuentra en Lima próxima a regresar a México, o quedándose unos días más en condiciones de seguridad. Entonces ese primer objetivo de estar cerca de nuestra comunidad, de protegerlos, de asistirlos, pudimos cumplir”, celebró Pablo Monroy.

Mientras que el segundo objetivo de la Embajada tras los sucesos del 7 de diciembre “fue honrar la larga tradición de asilo por parte de México, de asilo político para aquellas personas extranjeras que tengan temor por su vida, por su integridad física o por su libertad”. Para el diplomático, se trata de “una de las tradiciones más humanistas, más pacíficas, más nobles de la política exterior mexicana, y así lo pudimos hacer”.

En su mensaje, recordó que Pedro Castillo solicitó asilo y que México tenía la disposición de ofrecerlo, sin embargo, fue capturado previo a que pudiera llegar a los locales de la Embajada.

“Pero pudimos dar protección y resguardar a su familia, a la señora Lilia Paredes y a los dos hijos menores de la familia. Ellos ingresaron a la residencia oficial de México el jueves 8 de diciembre y desde entonces permanecieron con nosotros sanos y salvos, y pudieron salir finalmente el 20 de diciembre pasado”, reveló.

El Embajador mexicano compartió que él es nieto de refugiados, “a quienes México les dio una segunda oportunidad de vida”, por lo “que defender el derecho de toda persona de buscar y de recibir asilo para mí es una prioridad, y así lo hicimos, cumplimos con esa instrucción y con esa tarea, con ese objetivo”.

“Y el tercer gran objetivo, la tercera gran labor que teníamos en la Embajada era, por supuesto, pues mantenernos muy atentos al desarrollo de la situación política en el Perú, el poder mantener los canales de diálogo abiertos con todos los interlocutores, con todos los actores políticos, con personas de todos los sectores, de modo que tuviéramos información fidedigna, información confiable sobre el desarrollo de la situación política, información que por supuesto también analizábamos en la Embajada y transmitíamos a la Secretaría de Relaciones Exteriores y en general al Gobierno de México”, mencionó.

Según las declaraciones del representante de la SRE, “esta fue una tarea que obviamente se daba momento a momento y que requería de muchas conversaciones, requería de verificación de, por ejemplo, cuáles eran los pasos que tenían que seguirse en tales procedimientos y cuál en tales otros”.

“Yo estoy convencido, señor presidente, de que estos tres objetivos los hicimos: Uno, primero, sabiendo que somos servidores públicos y que nos debemos a nuestros conciudadanos, que esa es la razón de ser de nuestra función”, dijo.

 

Dos, precisó, honrando esta tradición y este “sentido humanista del Gobierno de México de proteger a personas que se encuentran en situaciones de riesgo y sobre todo sabiendo que en una situación como la que atraviesa Perú, donde todo tiene un cariz político, es muy importante proteger a estas personas y sobre todo cuando México considera como sagrado también el principio de presunción de inocencia, es decir, aquí nadie es culpable hasta que no se le demuestre ello”.

“Y tres, señor Presidente, logramos estos objetivos con la firme convicción y apostando siempre a la diplomacia y al diálogo como herramientas, como medios para manifestar las preocupaciones que tenemos, manifestarlas de manera respetuosa y sin intervenir en los asuntos internos, pero no dejar de manifestar preocupaciones legítimas que se tienen sobre una situación política, como la que sucede en Perú y tratar de resolver aquellas diferencias que pueda haber, y eso es algo que siempre ha hecho la Embajada de México en el Perú y por supuesto la Cancillería, el Gobierno de México”, finalizó.

LA EXPULSIÓN DEL EMBAJADOR DE MÉXICO EN PERÚ

El pasado 20 de diciembre, el Gobierno del Perú declaró persona non grata al Embajador de México en ese país y le dio 72 horas para que abandone el territorio peruano luego de que el Gobierno mexicano diera asilo político a la familia del destituido Presidente peruano Pedro Castillo.

La Ministra de Relaciones Exteriores peruana, Ana Gervasi, aseguró la decisión de pedir al Embajador mexicano Pablo Monroy Conesa que se retire del territorio peruano se tomó “por las reiteradas expresiones de las más altas autoridades de ese país” sobre la situación política del Perú que constituyen “injerencia” en nuestros asuntos internos. Son, según la Ministra, “violatorias del principio de no intervención”.

Gervasi adujo que esta medida se sustenta en la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.

La respuesta de México llegó a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores que emitió un comunicado en el que anunciaba que el Gobierno había instruido a su Embajador a regresar al país para “resguardar su seguridad e integridad física”. Su legación diplomática quedará a cargo de la primera Secretaria Karla Ornelas Loera.

“Encuentro esa decisión infundada y reprobable”, afirmó el Canciller mexicano Marcelo Ebrard, al rechazar la medida, y dijo, en un mensaje de su cuenta de Twitter, que la conducta del diplomático “ha estado apegada a derecho y al principio de no intervención”. Ebrard descartó cambios en la posición de México ante la crisis de Perú.

La Ministra peruana confirmó que se dio el salvoconducto a la esposa de Castillo, Lilia Paredes, y a sus dos hijos menores, para cumplir con las obligaciones sobre asilo político de la Convención de Caracas, después de que México otorgara esa protección diplomática a Pedro Castillo tras la pérdida del cargo del exmandatario.

Comunicó a México que Paredes es investigada por la Fiscalía de Perú por presuntos delitos de corrupción y que pedirá su extradición si las autoridades judiciales lo requieren.

Según la Fiscalía, Paredes integró una organización criminal con Castillo y otros familiares para aprovecharse de recursos del Estado peruano.

La decisión sobre el destino del Embajador Monroy Conesa se dio un día después de que el Presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se manifestara a favor de que se realicen prontas elecciones en Perú para que se logre una salida a la crisis que enfrenta el país andino.

Las relaciones entre México y Perú se han tensado en los últimos días tras las declaraciones que ha realizado López Obrador en apoyo al Presidente destituido y detenido a inicios de diciembre. A Castillo se le investiga en Perú por los delitos de rebelión, conspiración, abuso de autoridad y grave perturbación de la tranquilidad pública.

La Cancillería peruana anunció el 15 de diciembre que llamó a consultas a sus embajadores en Argentina, Bolivia, Colombia y México en protesta por lo que consideró como “intromisión en los asuntos internos” de ese país.

La decisión ocurrió luego que los gobiernos de México, Argentina, Colombia y Bolivia expresaron en un comunicado conjunto que Castillo había sido víctima de “hostigamiento” político desde que asumió el poder el año pasado. Exhortaron al país andino a “abstenerse de revertir la voluntad popular expresada” en las urnas.

La Cancillería peruana también convocó el 9 de diciembre al Embajador Monroy Conesa para manifestarle el rechazo del Gobierno de Boluarte por las expresiones de las autoridades mexicanas.

-Con información de AP

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