Kirkman comentó sus planes a Adlard, uno de los dibujantes de la saga, quien reconoció que “no estaba convencido” de que Maggie acabara con Negan. “Es un poco forzado. Como dije antes, cuanto más conocía a Negan, especialmente en estos últimos años, más deseaba que se hubiera quedado hasta el final.
Madrid, 24 de julio (EuropaPress).– El cómic de The Walking Dead finalizó en 2019, pero Robert Kirkman ha lanzado un nuevo tomo a modo de spin-off protagonizado por Negan. Aunque el villano tiene ahora su propio número, Kirkman ha desvelado recientemente que inicialmente tenía otros planes para el personaje que pasaban por acabar con él.
En el nuevo cómic, titulado Negan Lives, Kirkman ha incluido una columna de notas en la que desvela su plan original para el personaje. “Se suponía que Negan moriría en el número 174”, aseguró. “Incluso escribí el guión completo terminando con la muerte de Negan. Charlie Adlard le salvó la vida”, admitió.
En el número 174, titulado A Solitary Life, Maggie Rhee encañona al exlíder de los Salvadores y amenaza con matarlo para vengarse por la muerte de su esposo Glenn. Kirkman comentó sus planes a Adlard, uno de los dibujantes de la saga, quien reconoció que “no estaba convencido” de que Maggie acabara con Negan. “Es un poco forzado. Como dije antes, cuanto más conocía a Negan, especialmente en estos últimos años, más deseaba que se hubiera quedado hasta el final. Ojalá la redención hubiera funcionado para él”, valoró el artista.
En su mensaje, el dibujante explica su crítica en relación a la literatura y el entretenimiento occidentales. “Debido a que la mayoría de nosotros cree que la pena de muerte es aborrecible, la llevamos a cabo en la fantasía. Casi ningún villano occidental se sale con la suya sin morir al final. Nosotros, como audiencia, siempre exigimos el castigo definitivo para nuestros chicos malos. Es una pena que no hayamos roto el molde con Negan”, esgrimió.
Parece que Adlard convenció a Kirkman, ya que finalmente Maggie no le dispara y simplemente le hace sentir culpable diciéndole que tendrá que “vivir con lo que ha hecho”.
