Adiós a los músicos: el año en el que murió Joe Cocker

29/12/2014 - 12:05 am
La muerte del ex baterista de Santa Sabina llenó de dolor al medio rockero local. Foto: Facebook
La muerte del ex baterista de Santa Sabina llenó de dolor al medio rockero local. Foto: Facebook

Ciudad de México, 30 de diciembre (SinEmbargo).- Siempre es difícil decirle adiós a un músico, sobre todo si se muere joven y en plenas facultades artísticas como el ex baterista de Santa Sabina, Julio Díaz, quien perdió la vida en un confuso episodio acontecido en Aguascalientes.

Un golpe en la cabeza le produjo un coágulo que obligó a su hospitalización y posterior intervención quirúrgica que no impidió de todos modos su deceso el pasado 2 de diciembre.

Díaz, “Julito” para sus amigos, ingresó a Santa Sabina en 1998 invitado por Alfonso (Poncho) Figueroa, bajista de esa agrupación, luego de que Patricio Iglesias el baterista original dejara la banda; grabó con ellos Mar adentro en la sangre (2000) y Espiral (2003), así como en la celebración del XV aniversario en el Teatro Metropolitan. También había formado parte de Maldita Vecindad.

El año iniciaba con la partida, el 22 de enero, del director de orquesta italiano Claudio Abbado. El mundo de la música clásica se quedaba así sin una figura fundamental y revolucionaria, un artista único que se consideraba un eterno aprendiz y a quien la música lo ayudó a sobrevivir 13 años al diagnóstico de un feroz cáncer de estómago.

"Mi padre solía llevarme de paseo a las montañas, y no hablaba mucho. Aprendí de él a escuchar el silencio. Y para mí, escuchar es lo más importante: escuchar a los demás, lo que dice la gente, escuchar música", contó en una entrevista con The Guardian. Foto: EFE
“Mi padre solía llevarme de paseo a las montañas, y no hablaba mucho. Aprendí de él a escuchar el silencio. Y para mí, escuchar es lo más importante: escuchar a los demás, lo que dice la gente, escuchar música”, contó en una entrevista con The Guardian. Foto: EFE

Abbado falleció en Bolonia. Había nacido en Milán en 1933, hijo de un violinista y tenía apenas 7 años cuando escuchó el llamado de la música, durante una visita a La Scala, llevado por su hermano mayor.

“Esto es mágico”, se dijo al escuchar a Debussy en un concierto de Antonio Guarnieri y a eso, a crear magia, se dedicó durante toda su vida.

En 2014 tuvimos también que decir adiós a Pete Seeger, cantautor que había nacido en Nueva York en 1919 y que a lo largo de prolíficos e intensos 94 años construyó un espacio de expresión para la contracultura estadounidense a través de una obra donde la música folk de protesta resultó su máximo sello de distinción.

Cantó para el movimiento obrero, en defensa de los derechos civiles y contra la guerra del Vietnam, apoyó la lucha por el medio ambiente y clamó contra las campañas belicistas.

Fue mentor de jóvenes que empezaban en el folk, como Bob Dylan, Don McLean y Bernice Johnson Reagon; Bruce Springsteen cantó sus canciones en We Shall Overcome: The Seeger Sessions (2006), y con Woody Guthrie hizo This Land Is Your Land.

Murió en un hospital de Devon, Nueva York, por causas naturales.

En Cuba y en el resto de Latinoamérica causó mucha tristeza la muerte del joven cantautor Santiago Feliú, quien sucumbió a un infarto fulminante cuando tenía apenas 51 años el pasado febrero.

El autor de “Para Bárbara”, dejó un enorme hueco en la canción en español, un género que había honrado con su espíritu libre y sus ácidos acordes zurdos, de guitarra con las cuerdas al revés.

Triste pérdida para la canción en español. Foto: EFE
Triste pérdida para la canción en español. Foto: EFE

Cuba, La Habana, donde había nacido en 1962 y donde falleció en la madrugada del 12 de febrero, lloró la partida del joven músico. Otro de los sitios donde se lamentó mucho la pérdida del menor de los Feliú fue Argentina, su segunda patria, llena de amigos que lo quisieron mucho, por caso su colega Fito Páez, quien escribió una larga y sentida carta pública al conocer su muerte.

“Amaba y amo mucho a Santi por su testarudez ideológica, aunque muchas veces no acordara con él y tuviéramos diferencias irreconciliables tanto en aspectos políticos como musicales a veces, o sobre la piel de alguna mujer o la importancia del agua en la navegación. Nada que no pudiera desarmar una buena Hatuey de 12 grados helada recién salida de algún refrigerador cubano.

Amo a Santi por su lirismo inconmensurable. Por su autenticidad y su quijotismo contra viento y marea de todas las formas impuestas por los cánones de la música popular del mundo”, escribió el artista argentino, quien en 2007, durante una presentación en el Teatro Carlos Marx de La Habana, invitó a Feliú a cantar “Cable a tierra”, el tema que Páez compuso para Charly García.

También en febrero se fue la leyenda del folclore venezolano y autor de “Caballo viejo”, una de las piezas más bellas del cancionero latinoamericano, Simón Díaz.

“Con lágrimas le anuncio al país que mi amado padre, partió esta mañana, en paz”, anunciaba la también cantante Betsimar Díaz a miles de admiradores que consideraban al “Tío Simón” prácticamente un prócer nacional.

“Mi querencia”, “Tonada de luna llena”, “Sabana”, entre muchas otras, forman parte de un legado insoslayable en la historia de la música continental contemporánea, respetada e interpretada por artistas de la talla de Mercedes Sosa, Caetano Veloso, Ivan Lins, Joan Manuel Serrat, Danny Rivera, Ednita Nazario, Cheo Feliciano, Gilberto Santa Rosa, Franco De Vita.

Su canción “Caballo viejo” cuenta con 350 versiones en distintos idiomas, interpretada por artistas como Ray Connif, Celia Cruz, Gilberto Santa Rosa, Armando Manzanero, José Feliciano, Julio Iglesias y Plácido Domingo, Julio Iglesias, Rubén Blades, Gipsy Kings, Tania Libertad, María Dolores Pradera y Oscar de León.

Díaz falleció como consecuencia del Alzheimer que padecía desde hace tiempo. Tenía 85 años.

“Estoy destrozado”, dijo Diego El Cigala. “Hay personas que no deberían morir nunca… por el bien de Dios… no tengo consuelo… siempre te querré, maestro mío”, escribió en su cuenta de Twitter el cantautor español Alejandro Sanz. “Silencio… se me partió el alma… escucha su crujió. Hasta siempre compadre, […]”, agregó el autor de “Corazón partío”.

A los 66 años, inesperadamente, víctima de un ataque cardíaco fulminante, se iba al otro cielo el mejor guitarrista de flamenco del mundo y nos veíamos obligados a entender el universo musical sin la presencia física del gran Paco de Lucía.

Amaba el sol de México porque era “el más bonito que haya visto nunca. En los días claros, de sol, cuando hay viento de norte, el agua es una belleza”, supo decir.

Un artista de fama mundial que se fue de repente. Foto: EFE
Un artista de fama mundial que se fue de repente. Foto: EFE

El 26 de febrero, el mar en México el testigo de su partida. Comenzó a sentirse mal cuando jugaba al fútbol con su pequeño hijo Diego, de 10 años, en la playa y fue trasladado inmediatamente a un hospital de Cancún. Se sentó en la camilla para ser atendido y murió.

En el jazz local fue muy lamentada la partida del legendario pianista Enrique Nery, quien perdió la batalla el 23 de febrero frente a la enfermedad renal que lo aquejó en los últimos años.

En 2011 había arribado a los 50 años de trayectoria, un hecho que festejó con un magno concierto en el Teatro de la Ciudad, donde presentó su disco Toda una vida.

Cumpliendo la voluntad del músico, de 69 años, sus cenizas fueron esparcidas en Paseo de la Reforma en medio de una caminata de sus familiares y amigos, con la música de la Calaca Jazz Band de fondo.

No llegó a ver el reinicio de relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, justamente él que como pocos artistas cubanos concitaron tanta unanimidad de uno y al otro lado del océano.

Juan Formell, el legendario fundador de los Van Van fallecido en mayo pasado, fue llorado en la isla en la que había nacido hace 71 años y en Miami, sede de los opositores a la Revolución.

Más allá de ideas políticas, la muerte de Formell fue una gran pérdida para la música del mundo y supuso la partida de un artista que tanto tocó el piano como la guitarra y el bajo, compuso piezas célebres al comando de la banda conocida como “el tren de la música cubana” y consiguió traspasar las fronteras de su país para dejar huellas en todo el continente.

En septiembre, Latinoamérica se conmocionaba por la muerte, a los 55 años, del músico argentino Gustavo Cerati, quien dejaba esta dimensión luego de sufrir un paro cardiorrespiratorio.

El líder de Soda Stereo estaba en coma, internado desde hace cuatro años en un hospital de la Capital Federal.

Fue un infarto cerebral que el músico padeció en Caracas, Venezuela, al final de un concierto donde presentaba lo que ahora es su último disco en solitario, Fuerza Natural, un compendio de canciones que hizo historia lanzado hace 5 años (1 de septiembre de 2009) y que mostró su madurez creativa, lo que lo sacó del juego el 15 de mayo de 2010.

Una foto de juventud en la que se ve muy parecido a su hijo Benito. Foto: Sony Music
Una foto de juventud en la que se ve muy parecido a su hijo Benito. Foto: Sony Music

Había nacido en Buenos Aires el 11 de agosto de 1959.

Una de las últimas apariciones de Cerati fuera de los escenarios se dio en el funeral de la cantante Mercedes Sosa, el 4 de octubre de 2009. Con ella grabó la canción “Zona de promesas”. La que dice eso de “mamá sabe bien, perdí una batalla. Quiero regresar sólo a besarla”. Así sea.

El pequeño gigante de la canción romántica Nelson Ned, el joven y prometedor director del aclamado documental Sugar Man, Junior (cantante de Los Brincos y viudo de Rocío Dúrcal), el director de ópera belga Gérard Mortier y, tristemente, el cantante británico Joe Cocker, la más reciente de las muertes de un músico de fama mundial.

“Tenía verdadero talento, era una auténtica estrella, pero al mismo tiempo un hombre amable y humilde que amaba estar sobre el escenario. Cualquiera que lo haya visto alguna vez en directo no podrá olvidarlo”, dijo el manager del artista que sucumbió al cáncer de pulmón en su rancho de Colorado, a los 70 años.

Adiós a la voz de lija y aguardiente que nos hizo enamorarnos tantas veces. Foto: Página oficial del artista
Adiós a la voz de lija y aguardiente que nos hizo enamorarnos tantas veces. Foto: Página oficial del artista

Joe Cocker supo decir de sus movimientos frenéticos sobre la tarima que nacieron al imitar a Ray Charles, su mentor y que con el tiempo se constituyeron en su lenguaje esencial de expresión.

Su típico movimiento de brazos, conocido como “síndrome Joe Cocker” –apunta efe- “muestra cómo siento la música”, supo decir.

Su voz estaba cargada de humo y alcohol. No se arrepintió de nada.

Como dice un comunicado de la BBC emitido a pocas horas de su fallecimiento, “era simplemente único, será imposible llenar el espacio que deja en nuestros corazones”.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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