Antoine de Saint-Exupéry, el hombre que creó a “El Principito” y desapareció hace 68 años en el Mar Mediterráneo

31/07/2012 - 12:00 am

Antoine Marie Jean-Baptiste Roger de Saint-Exupéry es reconocido a nivel mundial gracias a su famosa obra: El Principito, pero las letras no serían su única pasión, también amaba volar y hacerlo culminaría con su vida o al menos eso dicen la mayoría de las biografías sin que se tenga conocimiento certero de qué fue lo que realmente pasó con este autor.

Le Petit Prince, su obra más conocida

Antoine de Saint-Exupéry nació en el seno de una noble familia en Lyon, Francia el 29 de junio de 1900.

Durante la realización de su servicio militar en el 2º Regimiento de Aviación de Estrasburgo en 1921 descubrió su gusto por el cielo. Al obtener su diploma, fue destinado como subteniente al Grupo de Caza del 33º Regimiento de Aviación.

En 1926 escribió su primer relato: El aviador (L’aviateur), a éste le seguirían Correo del Sur (Courrier du Sud, 1928), Vuelo nocturno (Vol de Nuit, 1931), Tierra de hombres (Terre des Hommes, 1939), Piloto de guerra (Pilote de Guerre, 1942) y en 1943, un año antes de desaparecer, El principito (Le Petit Prince).

Publicado el 6 de abril de 1943, El Principito es el relato corto más conocido del también aviador y es uno de los libros más leídos del mundo.

En 1935, sufrió un accidente que le fracturó el cráneo. Pero la vida no le permitiría un percance más y el 31 de julio de 1944,  tras despegar desde la isla de Córcega, realizaba un vuelo de reconocimiento a bordo de su avión Lightning P38 en el Mar Mediterráneo sobre las costas de Francia, cerca de Marsella y desapareció, desde entonces todo tipo de versiones han circulado en torno a su paradero final.

Algunos señalan que su avión fue atacado por enemigos y cayó al mar; una mujer aseguró que ese día vio desplomarse la nave; otra afirmación más se dio a conocer el 16 de marzo de 2008, cuatro años después de que restos de su avión fueran hallados frente a las costas de Marsella, cuando se publicó en el diario español El País, que el alemán Horst Rippert, piloto de la Luftwaffe durante la Segunda Mundial reveló que Saint-Exupéry “volaba por debajo de mí, mientras efectuaba yo una misión de reconocimiento en el mar. Vi una insignia, viré hacia un lado para colocarme detrás de él y lo derribé”.

Otra pesquisa del paradero del cuerpo del piloto salió a la luz en 1998 cuando al este de la isla de Diou, frente a las costas de Marsella, un pescador encontró en su red, envuelta en un tejido parecido el que se usaba para los uniformes de aviador del ejército aliado durante la II Guerra Mundial, una pulsera de oro que llevaba grabados los nombres de “Antoine de Saint-Exupéry” y el de su mujer argentina, “Consuelo”, así como la inscripción “Reynal and Hitchcock Inc. 3864thave. NY City USA”, que corresponde a la dirección en Nueva York de los editores norteamericanos del novelista.

Por otro lado, el historiador de aviación Bernard Mark dijo que que el autor de El Principito, podría haberse suicidado.

Ocho días antes de su desaparición, el 31 de julio de 1944, el piloto “había dado a entender que tenía ideas suicidas”, explicó el historiador en una entrevista radiofónica en abril de 2004.

Según Mark, en esa fecha, el piloto intentó que un avión tripulado por alemanes derribara su aparato cuando sobrevolaba Turín, Italia.

Los pilotos alemanes no dispararon, sorprendidos por la indiferencia del francés que no varió su rumbo cuando entró en la línea de fuego.

Por su parte, los herederos del francés han esperado por años “otras pruebas” sobre su desaparición, pero su negativa a hacerlo antes ha causado que sea muy complicado encontrar los restos de Saint-Exupéry.

Las versiones siguen cambiando y a 68 años de desaparecer en el cielo de Marsella, los restos de Antoine de Saint-Exupéry son buscados por el Departamento de Investigaciones Arqueológicas y Submarinas de Francia. Tal vez algún día no muy lejano el mundo logre conocer qué pasó ese 31 de julio en que el padre de El Principito se perdió para siempre.

Saint-Exupéry: La dernière mission (Robert Enrico, 1996)


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