Washington, 1 mar (EFE).- El presidente de la Cámara baja de EU, el republicano John Boehner, aseguró hoy que su liderazgo no está cuestionado pese a la división entre los conservadores que ha quedado evidenciada por el debate en torno a la financiación del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
En una entrevista con la cadena de televisión CBS News, Boehner restó importancia a las divisiones entre el liderazgo republicano y el ala más conservadora del partido, que estuvieron a punto de provocar el cierre parcial del DHS este viernes.
“Tenemos algunos miembros que están en desacuerdo a veces sobre las tácticas que decidimos emplear, pero los republicanos están unidos en la idea de que el presidente (Barack Obama) ha violado con creces su autoridad constitucional, y todos queremos hacer algo para detener esas actividades ilícitas del presidente”, dijo Boehner.
Los republicanos han recurrido al presupuesto del DHS, con competencia en inmigración, para tratar de cortar los fondos que permitan la aplicación de las acciones ejecutivas que Obama anunció en noviembre, y que permitirían suspender la deportación de más de 5 millones de inmigrantes indocumentados.
No obstante, el ala ultraconservadora del partido, el Tea Party, infligió el viernes una agria derrota a Boehner, al tumbar un recurso temporal impulsado por el líder republicano para prorrogar los fondos tres semanas y mantener la batalla política sin provocar un cierre del Departamento.
Finalmente, la Cámara de Representantes aprobó el viernes por la noche una medida temporal que permite financiar el DHS una semana más, lo que evitó el cierre pero postergó la resolución definitiva de la disputa.
Preguntado hoy por si se ve capaz de liderar la Cámara baja, Boehner respondió: “Creo que sí. No voy a sugerir que es fácil, porque no lo es”.
El líder republicano admitió que la situación del viernes “fue un embrollo” y que no le “gustan los embrollos”, pero aseguró que “disfruta” de su trabajo en la Cámara de Representantes aunque se trate de un “lugar revoltoso”.
Los congresistas republicanos Kevin McCarthy y Steve Scalise salieron en defensa de Boehner en entrevistas con las cadenas NBC y Fox News, respectivamente.
“(Los republicanos) Tenemos diferencias de opinión en estrategia y en tácticas, pero estamos unidos en nuestros principios”, aseguró McCarthy.
Boehner opinó hoy que lo que casi provocó el cierre del DHS no fue ninguna división entre los republicanos, sino “el abuso de poder” de Obama.
En los próximos días, no obstante, el partido deberá decidir entre la táctica de los legisladores que se aferran a la línea dura -y que se oponen a aprobar ningún presupuesto que no lidie con las medidas migratorias de Obama- y la de aquellos que abogan por aprobar la financiación y librar la otra batalla por separado.
De quedarse sin liquidez, unos 200.000 empleados del DHS se habrían visto obligados a acudir a sus puestos de trabajo sin sueldo, mientras que otros 30.000 empleados no esenciales habrían recibido un cese de empleo y sueldo hasta que se aprobara la financiación. EFE
