Ciudad de México, 12 de diciembre (SinEmbargo).– Los dirigentes de las dos fuerzas políticas más fuertes de la izquierda mexicana reaccionaron ayer de manera contrastante, inmediatamente después de que se conocieron los resultados de la “aplanadora” de los senadores priistas y panistas para aprobar la Reforma Energética que modifica la Constitución Mexicana y deshace los lineamientos de la expropiación petrolera de 1938.
Tanto el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que dirige Martí Batres Guadarrama, como el Partido de la Revolución Democrática (PRD), que preside Jesús Zambrano Grijalva, de la corriente interna Nueva Izquierda, conocida como “Los Chuchos”, rechazaron, casi al mismo tiempo y a unos cuantos metros de distancia uno del otro, la reforma que se aprobó.
Sin embargo, a pesar de que ambos convocaron a los lugares clave donde mantuvieron sus protestas durante los últimos días –el Senado de la República y el Monumento a la Independencia– lo que se vivió en ambos momentos fue totalmente contrastante.
En el Senado, el cerco de manifestantes se movió desde las siete de la mañana hacia la Cámara de Diputados y en aquel escenario, que el día anterior retumbaba con los golpes a las vallas metálicas, solo reinaba el silencio y un ligero viento frío.
Martí Batres Guadarrama esperaba en el templete ante un puñado de manifestantes de caras largas, mientras que el Senador Manuel Bartlett Díaz, ataviado con un impecable traje gris, resumía lo que sucedió durante los últimos días en el recinto legislativo.
“El PRI [Partido Revolucionario Institucional] y el PAN [Partido Acción Nacional] ya lo tenían todo arreglado. Lo que aprobaron fue algo que ya estaba decidido desde antes de que empezara”, dijo Bartlett Díaz.
Luego tocó el turno a Batres Guadarrama, presidente del Comité Ejecutivo Nacional de Morena.
“Acaba de terminar la peor de las sesiones plenarias en toda la historia del Congreso mexicano contemporáneo, estamos atestiguando una de las páginas más tristes de nuestra historia, lo que ha ocurrido es el acontecimiento más oscuro desde el asesinato de Francisco I. Madero. Esta es la página más terrible de la historia de México en un siglo, lo que se acaba de perpetrar es equivalente a un golpe de Estado”, dijo Batres.
Luego Batres prosiguió: “Si lo viéramos en términos individuales, es como robarle a una persona el corazón, le hígado, los riñones y ponerlos a la venta y comercializarlos como una vil mercancía. Pero aquí estamos resistiendo porque sabemos muy bien que tarde o temprano estas reformas serán revertidas”.
El político dio gracias a los simpatizantes de Morena que resistieron en el cerco al Senado y anunció que el de San Lázaro ya estaba listo, así como preparado el plan de resistencia civil para cercar los 31 congresos locales del país.
Cuando Batres terminó de hablar, llegaron los aplausos. Una anciana lloró desconsolada, mientras dos señoras saludaban a Martí dándole palmaditas en el hombro.
“Estamos contigo, nos vemos allá”, le dijo una de ellas a un Batres cabizbajo.
“¡Vámonos a San Lázaro! Ya en este momento vamos para allá”, contestó el político y pronto el escenario quedó vestido con una carpa solitaria.
MORENA TOPA CON “FORTALEZA”
Morena permaneció durante ocho días afuera del Senado de la República, mientras que los legisladores discutían los cambios al sector energético.
Pero ayer desde muy temprano simpatizantes e integrantes del movimiento bloquearon el acceso a legisladores a la Cámara de Diputados, en San Lázaro con la intención de detener el debate y aprobación de esta reforma.
Sin embargo, la Cámara de Diputados se encontraba resguardada tras una “fortaleza” de vallas metálicas que cubrieron incluso una estación del Metrobús y de miles de granaderos que bloquearon también el puente peatonal que conecta a Metro San Lázaro a las inmediaciones del recinto legislativo.
Minutos después de que Morena comenzó con su cerco en la Cámara de Diputados se registró un enfrentamiento entre granaderos y sujetos que no fueron identificados por los manifestantes.
La trifulca comenzó cuando simpatizantes de Morena, que eran principalmente mujeres y personas de la tercera edad, bloquearon los accesos al puente peatonal de San Lázaro para no permitir la entrada ni salida de nadie.
Los policías armaron un cerco y enseguida llegó un grupo de cinco jóvenes –de los cuales se deslindaron los manifestantes–, y pelearon con los policías arrojándoles objetos que sustrajeron de un puesto ambulante.
Los agresores lograron separar a uno de los granaderos del cerco, le quitaron el casco y lo golpearon.
El contingente de Morena decidió retirarse del conflicto para no verse involucrado. Minutos después lanzaron gas lacrimógeno que cayó a los simpatizantes de Morena. Sin embargo, se desconoce desde dónde llegó y quién lo hizo.
Alejandro Bustos Martínez, secretario General de Morena Guanajuato, llegó con un camión de militantes del movimiento de López Obrador y se instaló sobre la calle Eduardo Molina.
“En la mañana que llegamos vimos varios contingentes de otros lugares y les echaron gas lacrimógeno ellos, los policías desde el puente”, dijo Bustos.
Los manifestantes se distribuyeron en pequeños grupos de personas en distintos puntos del perímetro que rodea a la Cámara de Diputados.
Se concentraron en la calles Fray Servando Teresa de Mier, Congreso de la Unión y Eduardo Molina.
DE LA TAMBORA A LAS BARRICADAS
Minutos después del posicionamiento de Morena, llegaron Jesús Ortega Martínez y Jesús Zambrano Grijalva al Ángel de la Independencia, acompañados de varios diputados, para continuar con la caminata de las 75 horas, la protesta pública que emprendió el PRD desde el lunes.
Ortega Martínez llegó primero, sonriendo, radiante y con porra: “¡Chucho, Chucho!” coreó un grupo de perredistas desde la escalinata del emblemático monumento.
Luego llegó Zambrano Grijalva, con su traje negro y su corbata amarilla. Arribó apurado porque se le hizo tarde, al son de una tambora que tocaba como lo hace en los desfiles de los pueblos.
Zambrano inició con la frase: “Dice el refrán que no hay milpa sin huitlacoche, ni fiesta sin un maldito” y después siguió con una felicitación a los senadores del PRD que se opusieron con argumentos a la reforma que aprobó el PAN y el PRI.
“Hace escasamente una hora que terminó un largo debate de cerca de 20 horas en el Senado de la República propiciado, por ellos. Nos sentimos tan orgullosos de su desempeño, por nuestros senadores y senadoras del PRD. Ahora toca el turno a las diputadas y diputados para que tomen en sus manos la enorme responsabilidad de seguir defendiendo los altos intereses de la patria”, dijo.
Zambrano anunció que iniciaba el plan “15-15”, que inicia el 15 de diciembre de este año y concluirá en 2015 con los procesos electorales y una Consulta Popular, sobre la Reforma Energética.
“Esta lucha va continuar, esta lucha va a terminar hasta el momento en que nos alcemos con el triunfo, cuando en el 2015 echemos abajo las reformas privatizadoras”, dijo.
El perredista indicó que el PRD no volverá al Pacto por México, pero aclaró que el partido está dispuesto a dialogar y construir acuerdos en un futuro.
Luego, al concluir, Zambrano y Jesús Ortega tomaron las banderas perredistas y dieron una vuelta alrededor del Ángel de la Independencia, acompañados de la música de la tambora y dos zanqueros bailarines de trajes coloridos.
LA TOMA DE TRIBUNA
Poco después, diputados perredistas, junto con los del Partido del Trabajo (PT) y de Movimiento Ciudadano (MC), colocaron candados en las puertas de acceso al salón del Pleno, pusieron barricadas con sillas y escritorios, y tomaron la tribuna de la Cámara de Diputados, donde también desplegaron una pancarta con la leyenda “traidores”.
De manera intempestiva los legisladores de estas tres fracciones parlamentarias cerraron el acceso al salón mientras los integrantes de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) discutían la ruta a seguir para el análisis la Reforma Energética.
Legisladores de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) molestos declaraban que no es posible este tipo de actitudes en la Cámara de Diputados por parte de sus compañeros.
Entre los diputados que tomaron el Pleno se encontraban Alejandro Sánchez Camacho, secretario general del PRD; la Diputada de Movimiento Ciudadano, María Luisa Alcalde, y Socorro Ceseñas, entre otros.
Sánchez Camacho encabezó la protesta en contra de la Reforma Energética. “Esta es una acción de mujeres y hombres para protestar contra el intento de privatización que a través de la Reforma Energética pretenden realizar Enrique Peña Nieto y el PRI”, dijo el secretario general del Sol Azteca.
Los diputados inconformes se colocaron en lo más alto de la tribuna y empezaron a gritar consignas como: “Pemex no se vende, Pemex se defiende”,“Peña entiende, la patria no se vende”, “Quien compra una elección, vende la Nación”.
Con esta toma simbólica, no sólo de la tribuna sino de todo el recinto legislativo, los legisladores de izquierda exigieron detener el proceso de dictaminación de la Reforma Energética.
“Nos manifestamos contra la privatización que a través de la Reforma Energética pretende Enrique Peña Nieto, a través del PRI”, insistió Sánchez Camacho.
La discusión, entonces, se trasladó al Edificio E del Palacio Legislativo. Ahí, diputados del PRI, PAN, PVEM y Panal avalaron el acuerdo de la Junta de Coordinación Política para discutir en el Pleno la Reforma Energética y no en comisiones como se tenía previsto… Un puñado de de legisladores de izquierda asistieron para cuestionar la validez de esa sesión.
