Erika Cueto cumple 35 días desaparecida; familia acusa lentitud en la investigación

18/12/2014 - 12:00 am
Erika Berenice Cueto Vazquez, desaparecida el 12 de noviembre de 2014, entre Puerto Vallarta, Jalisco, y Nayarit. Foto: Facebook "Ayudame a encontrar a Erika"
Erika Berenice Cueto Vázquez, desaparecida el 12 de noviembre de 2014, entre Puerto Vallarta, Jalisco, y Nayarit. Foto: Facebook “Ayúdame a encontrar a Erika”

Ciudad de México, 18 de diciembre (SinEmbargo).– El pasado viernes 12 de diciembre se cumplió un mes de la desaparición de Erika Berenice Cueto Vázquez, entrenadora de Pole Fitness en Puerto Vallarta, Jalisco, sin que hasta ahora haya un avance en la investigación sobre su paradero, a decir de su hermana Karina Cueto Vázquez.

“Seguimos con la esperanza que mi hermana va a aparecer viva, pero estamos llenos de angustia debido a la lentitud del proceso y la falta de avances en la investigación”, expresa en entrevista telefónica con SinEmbargo.

Erika, una espigada mujer de 39 años, tez blanca y ojos café oscuro, desapareció el pasado 12 de noviembre alrededor de las 14:30 horas, según han podido deducir sus familiares. Aunque su familia se preocupó por ella desde el día 12, cuando dejó de responder a sus llamadas telefónicas, fue hasta el mediodía del jueves 13 de noviembre que pudieron confirmar su desaparición.

Del lugar preciso donde fue vista por última vez tampoco tienen certeza.

Lo que se sabe es que Erika salió de su casa en Puerto Vallarta y que al momento de desaparecer conducía un Chevy Spark color rosa, con placas de Jalisco JKZ 7555. El vehículo fue encontrado seis días después, pintado de color blanco, en una brecha conocida como Paso del Guayabo, en Puerto Vallarta.

Hasta la fecha, afirma Karina Cueto, no se tienen resultados del peritaje realizado al automóvil.

Erika es una de las pioneras del Pole Fitness en México, es la dueña del Studio Pole Fitness by Erika Cueto y desde hace cuatro años organiza una competencia nacional de esa práctica, que combina ejercicios aeróbicos, de danza, gimnasia, yoga y pilates en tubo, y desde el año pasado realiza el Congreso Internacional Pole Fitness Vallarta. Dicho congreso comenzaría el 18 de noviembre, seis días después de que Erika desapareció y coincidentemente el mismo día en que su auto fue hallado.

Erika es muy apasionada en su trabajo, practica deportes desde pequeña y es una mujer simpática y bromista, cuenta Karina Cueto. Ese ímpetu y carisma la hacían una persona no sólo agradable, sino también conocida en Puerto Vallarta y dentro del ámbito del fitness, por lo que su desaparición ha impactado en esos espacios, a decir de su hermana.

El caso de Erika se ha difundido en redes sociales; su familia incluso abrió un perfil en Facebook, llamado “Ayudame a encontrar a Erika”, en donde además de difundir fotografías suyas llama a los usuarios a aportar datos que puedan servir en la investigación. La información sobre su desaparición, así como sus fotos, se han compartido cientos de veces por los usuarios.

También se han organizado brigadas de búsqueda en Puerto Vallarta y el pasado 11 de diciembre los familiares de Erika hablaron del caso en la radio de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Pero la presión no ha sido suficiente para agilizar la investigación, que se encuentra en manos de la Fiscalía General del Estado de Jalisco, de acuerdo con Karina Cueto.

”Las cosas han sido muy lentas, ese ha sido el problema. Nosotros como familia hemos apoyado en la investigación, en todas las líneas de investigación que dizque ellos han encontrado y pues no pasa nada, y eso es nuestra desesperación porque está ahí la información pero no la han sabido procesar”, señala.

La información a la que se refiere es la que ha proveído la propia familia. Karina y otra hermana le ayudaban a Erika en la organización del Congreso Internacional Pole Fitness Vallarta, por lo que estaban en constante comunicación con ella, y han aportado datos sobre los lugares a donde iba y las actividades que realizaba.

“Nosotros hemos proveído información de ese tipo, pero no ha pasado nada”.

Otro hecho que ha inquietado a la familia de Erika es la tardanza de las autoridades para actuar tras haberse reportado su desaparición.

El jueves 13 de noviembre, el novio de Erika reportó al 066 acerca su desaparición y la de su vehículo. Ese mismo día, el padre de Erika se trasladó a Puerto Vallarta para levantar la denuncia por la desaparición.

Sin embargo, como el sistema no servía, pudo presentar la denuncia hasta el viernes 14.

Inicialmente, dice su hermana, las autoridades de Puerto Vallarta se rehusaron a tomar la denuncia, argumentando que se tenía que presentar en Nayarit, donde supuestamente Erika habría desaparecido.

Las autoridades de Nayarit sólo “boletinaron” la desaparición del vehículo de Erika, comenta su hermana. Aunque les dijeron que lanzaron un reporte entre las autoridades, ella duda sobre ese hecho. Además, no recibieron la denuncia porque el lugar de residencia de Erika era en Jalisco, refiere.

Karina Cueto desconoce si las autoridades de ambos estados realizaron acciones de búsqueda tanto de su hermana como del vehículo desde el momento en que se reportó la desaparición.

Lo que sabe es que fue hasta el lunes 17 de noviembre cuando el caso fue asignado a la policía investigadora de Puerto Vallarta. Al día siguiente encontraron el vehículo de Erika.

Por esos hechos, la familia de la entrenadora desaparecida supone que fue hasta entonces cuando la policía comenzó con una “búsqueda real”.

La desaparición de Erika ocurrió en la entidad que ocupa el segundo lugar con más desaparecidos en el país, con 2 mil 150 casos, de acuerdo con los datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y Extraviadas, publicadas por el Secretariado del Sistema Nacional de Seguridad Pública y actualizadas al 31 de octubre pasado.

Sin embargo, la organización Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco (Fundej) ha puesto en duda las cifras oficiales. En un comunicado publicado el pasado 22 de octubre, Fundej refirió que la Fiscalía General estatal reportó mil 299 desaparecidos tan sólo entre 2013 y hasta agosto de 2014.

“¿A quién creer? ¿Cómo registran?”, cuestionó la organización. “En FUNDEJ y las propias familias existe desconfianza en la manera en que se registran las desapariciones del estado y se reconoce el esfuerzo oficial por maquillar o atenuar no sólo las cifras sino la problemática de las desapariciones”.

El comunicado de Fundej se publicó en el contexto de una marcha que se realizaría ese día por los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos la noche del 26 de septiembre en Iguala, Guerrero.

La agrupación de familiares de desaparecidos terminó su comunicado de ese día con una petición a los manifestantes: “NO OLVIDEN A NUESTROS DESAPARECIDOS DE JALISCO” (sic).

Para las familias de los desaparecidos, como la de Erika, la espera de los suyos se agudiza ante la falta de resultados de las autoridades.

“Sentimos que ha pasado muchos tiempo y hay poco avance en las investigaciones. Esto nos mantiene en zozobra y desesperación todos los días”, expresa Karina Cueto, mientras los días de espera se siguen acumulando.

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