Por Ignacio Carvajal, especial para SinEmbargo
Coatzacoalcos, Veracruz, 22 de mayo (SinEmbargo).–Una comerciante originaria del Distrito Federal denunció que elementos de la Policía Ministerial Federal la asaltaron y vejaron sexualmente en un retén en la carretera 180, en la caseta del puente Coatzacoalcos II.
Xochitl Castillo, originaria del Distrito Federal, dio una improvisada rueda de prensa a las afueras de la subdelegación de la Procuraduría General de la República (PGR) en la avenida Lázado Cárdenas, de Coatzacoalcos, allí informó que su escrito de denuncia no fue aceptado en esa dependencia.
La mujer relató que pasó varias horas a las afueras de esa dependencia para que le tomaran su queja, sin embargo, la escucharon, pero al final no le dieron ningún tipo de número de averiguación previa o de acta circunstanciada.
La ciudadana ya interpuso una queja en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) delegación Coatzacoalcos, donde expresó su indignación por el abuso de al menos seis oficiales que participaron en el robo de 150 mil pesos, abuso erótico sexual y privación ilegal de la libertad.
Indicó que los hechos se presentaron la pasada noche del miércoles en un retén ubicado en la caseta de peaje del puente Jaime Dovalí, cuando iba en dirección a Villahermosa, Tabasco, a comprar mercancía. La detención se dio al rededor de las siete de la noche.
La víctima manejaba un betle gris placas N80-AAH del DF cuando fue avistada por los oficiales adscritos a la subdelegación de Coatzacoalcos; indicó que la comenzaron a revisar y en dentro del coche le encontraron el dinero, “ya te llevó la chingada”, le dijeron los policías que traían placas de la PGR y se identificaron así.
Lo que siguió en las siguientes dos horas, fue el robo de su dinero y el intento de violación por parte de los oficiales hombres, relató. Además, como traía alhajas, se las quisieron quitar.
“Los 6 policías que me dijeron que eran ministeriales federales; empezaron a abrir el cofre del carro, con desarmador estaban quitando una parte de abajo del carro. Una mujer policía abrió mi cajuela y abrió mis pertenencias, y en esas cajitas estaba guardado mi dinero para comprar mis cosas”, dijo.
“Cuando vieron el dinero me dijeron que ya había valido madre. Un policía ministerial federal me metió al asiento de atrás. Con un compañero de él, me metieron al asiento de atrás y me dijeron orale bájate, bájate”, relató.
Indicó que fue gracias al paso de una patrulla de la Policía Federal, que los elementos de la PGR desisitieron de los abusos y la dejaron ir, pero ella se sentía humillada y vejada por el manoseo al que fue blanco.
Expuso que si dio su declaración pública, aun con el miedo que siente,es porque está cansada de los actos de abuso de policías como los que a ella le tocaron y espera que la dependencia responsa abriéndoles una investigación.
“La corrupción ya es demasiada, fui asaltada, fui privada de mi libertad y fui abusada”,finalizó la pequeña empresaria de 42 años.
