“Será la primera vez que invitamos a tropas extranjeras a participar” en China, destacó Qu Rui, subdirector de organización del evento y jefe adjunto de operación del Estado Mayor Conjunto.

En cambio eludieron responder si el desfile por Tiananmen, escenario de la represión de las protestas democráticas de junio de 1989, podría afectar negativamente a la presencia de dirigentes o fuerzas militares de países occidentales.

Qu añadió que las tropas chinas que participarán ya han sido reunidas en bases en torno a Pekín para un entrenamiento de tres meses, y que se mostrarán sistemas de armamento y equipos sobre todo fabricados en este país, algunos de los cuales aparecerán en público por primera vez.

Sin embargo, no detalló cuántos soldados o aviones participarían en el desfile, el primero que se organiza para conmemorar el final de la II Guerra Mundial y el número quince que se celebra en Pekín tras la creación en 1949 de la República Popular China.

Wang Shiming, responsable adjunto del Departamento de Comunicación del Comité Central del Partido Comunista de China, señaló en la misma rueda de prensa que en Occidente no se valora suficientemente la importancia de la participación china en el conflicto.

“Hay gente en Occidente que siempre ha carecido de un reconocimiento objetivo y justo del papel de China en la guerra mundial antifascista”, afirmó, aunque no dejó de reconocer la ayuda recibida de la Unión Soviética y los aliados occidentales.

El desfile del 3 de septiembre irá acompañado de una serie de eventos, como exposiciones, conferencias académicas o ceremonias sobre los trágicos acontecimientos de esa época.

Japón firmó formalmente su rendición el 2 de septiembre de 1945 y China celebró su victoria un día después.