La ciudad de Nueva York vivió un nuevo episodio relacionado con roedores. Una mujer dio la alarma a gritos y decidió escalar por las paredes del Metro utilizando las barras de seguridad para mantenerse lejos del ratón.
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— Augustus (@BadHairSpray) 21 de junio de 2017
Ciudad de México, 23 de junio (SinEmbargo/LaOpinión).- Un pequeño ratón que viajaba el miércoles en la línea E del Metro causó temor entre varios pasajeros del tren, que no dudaron en subirse por las paredes del vagón para evitar cualquier tipo de contacto.
La escena, como es habitual, se volvió viral en la red, y eso que el animal en cuestión no era una rata, como ya ha sucedido en multitud de ocasiones en diversas de las líneas del transporte público neoyorquino.
De hecho, un estudio contra plagas publicado el año pasado ubica a la Gran Manzana como la segunda ciudad más infestada por las ratas, con una cantidad aproximada de 30,000 en el 2015.
En esta ocasión, un tren repleto de transeúntes con dirección a Queens vivió, a las 5:30 p.m., la escena más reciente. Una mujer dio la alarma a gritos y decidió escalar por las paredes del Metro utilizando las barras de seguridad para mantenerse lejos del ratón, que correteaba por debajo de los asientos de los pasajeros.
Las reacciones fueron diversas, pero sin duda llamó la atención la de esta mujer, cuyos alaridos provocaron que el resto del vagón se diera cuenta de lo que ocurría. No fue la única que se subió sobre el asiento, algo que por cierto está penalizado con una multa de $50 dólares. Un hombre trató de envalentonarse para tomar las riendas de la situación, aunque finalmente fue el primero en abandonar el vagón en cuanto se abrieron las puertas.
No es la primera vez que esto ocurre, ni tampoco será la última, pese a que hay perros en Nueva York especializados para acabar con ellas. En el pasado, también vimos a una rata atrapada en una de las escaleras mecánicas del Subway en Manhattan como si estuviera haciendo ejercicio en una cinta estática.
Dos de las ratas más famosas de la Gran Manzana estuvieron en boca de todos por robar pizza y pretzels, dos manjares sin los que no se entendería la gastronomía neoyorquina.
En el caso del pretzel no hubo final feliz, puesto que la rata no consiguió su objetivo. Sorprendió a aquellos que esperaban en tren D en la estación de Columbus Circle con una demostración en la que cargó con el alimento varios metros, pero finalmente se dio por vencida y dejó el clásico aperitivo de la ciudad de Nueva York en las vías.
