ENTREVISTA | La política mexicana está podrida, el pueblo no: Saúl Hernández

24/10/2014 - 12:00 am
El músico presentará su segundo disco en solitario el próximo 29 de noviembre en el Plaza Condesa. Foto: Especial
El músico presentará su segundo disco en solitario el próximo 29 de noviembre en el Plaza Condesa. Foto: Especial

Ciudad de México, 24 de octubre (SinEmbargo).- Sostiene Saúl Hernández (Ciudad de México, 1964) que de aceptar el desafío de caminar como cualquier mortal por Paseo de la Reforma, por lo menos dos cuadras podrá transitar sin que los fans, o aliados como él prefiere llamarlos, no lo paren para pedirle un autógrafo o sacarle una fotografía.

Es la distancia que establece el grado de “normalidad” que ha querido imprimir a su comunicación con el público. Y el Caifán mayor lo ha conseguido.

A los 50 tiene todavía gran porte y se sonroja un poco cuando le hacemos notar lo bien que se ve. Acepta el piropo y ofrece un tequila a cambio, desplegando un buen humor impensado de acuerdo al cliché que se tiene del músico, un tanto hosco –decían-, siempre esquivo –afirmaban.

“Soy así, ni modo”, contesta expansivo. Ha vuelto por sus fueros con un segundo disco en solitario que expresa su particular y conocido estilo lírico, esos textos y subtextos un tanto esotéricos, donde palabras como enigma o laberinto expresan un peculiar y gótico universo letrístico.

“Ahí están Jaime López y Álex Lora para gritarle a la realidad en forma directa. No soy así”, vuelve a explicar encogiéndose de hombros y haciendo gala de una probablemente nueva manera de ver las cosas, con ese aplomo que dan los años, con esa mirada un tanto sabia que surge después de haber visto pasar muchas cosas enfrente.

Entre todas ellas, la muerte, una vieja conocida que ha diezmado a su familia primera y que lo ha dejado solo junto a una hermana. Es la muerte la que le ha proporcionado el sentido de mortalidad que recorre su nuevo trabajo discográfico y el que le ha ayudado como nada a valorar cada minuto de existencia en esta dimensión.

Portada de "Mortal" con Siqueiros de frente. Foto: Especial
Portada de “Mortal” con Siqueiros de frente. Foto: Especial

Titulado precisamente Mortal, el nuevo disco del líder de Caifanes y Jaguares celebra la vida pasada y la obra presente del muralista David Alfaro Siqueiros, cuyo retrato ilustra la portada, al tiempo que entrega un delicioso dúo con su hija mayor, Zoey, que a los 14 años es la niña de sus ojos de su padre y su madre, la holandesa Julia Adams.

Mortal resulta una prolongación de Remando, el primer trabajo en solitario de Saúl Hernández, quien aunque presenta las canciones en formato de jazz, se ha servido de importantes músicos del género para lleva a cabo su nuevo álbum.

Marco Rentería en el bajo, Gustavo Nandayapa en batería y percusiones y Bernardo Ron en el bajo acompañan a Saúl, quien no resistió la tentación de contar con un viejo compañero de aventuras y banda, el bajista Sabo Romo, para el tema “Te levantaste”.

El primer sencillo es “Me buscaré” que dice cosas como “Anidaré en tu sobredosis de placer y dormiré profundamente hasta encontrar mi corazón”.

¡ELLA SÍ CANTA!

Con profundo sentido del humor, sostiene Saúl Hernández en un tramo de la deliciosa entrevista que otorgó a SinEmbargo que su hija mayor, Zoey, ¡sí canta!, haciendo irónica ilusión a los rumores que siempre rodean su desempeño profesional en el sentido de que no canta por presuntos problemas crónicos de garganta.

En medio de ese clima distendido y ameno inicia la entrevista.

–¿El disco tiene el ritmo pausado y envolvente del primer sencillo, “Me buscaré”?

–No. Esa es la carta de presentación y se desarrolla así, como Remando, pero el disco Mortal es más para afuera, más explosivo y las canciones poseen un aura que la abraza, la palabra esperanza recorre todo el disco. México está muy presente en letras como “Nadie como tú”, “Levantaste” y “Fuerte”.

–Los que te critican por tus letras herméticas…es como que te vale

–Totalmente. Así soy y así voy a morir. Cuando una persona supera los prejuicios empieza a entender la vida de otra manera. Empieza a ver con diferentes ojos lo que está enfrente. Me mantengo así porque soy así, porque así funcionan mi constitución genética y cosmológica. Sería muy hipócrita de mi parte intentar un estilo que no me sale. Para eso está Jaime López, que es n gran letrista de circunstancia. O Álex Lora, que hace muy bien su crítica bien directa a la realidad. El que me ayuda mucho con el tema de las letras, el que podría considerar mi maestro, es Guillermo Briseño. “Memo” es para mí un gran poeta y un parteaguas en muchos sentidos.

–¿Qué significa “mortal”?

–Lamentablemente la muerte ha estado muy presente en mi vida. Mis padres, mi hermana…sólo quedamos una hermana y yo. Tengo cierta relación con la muerte, ya nos conocemos. Ya nos hemos visto las caras. Quizás me haya puesto una alarma en el subconsciente que me indica que, finalmente, sí, nuestro tiempo es mortal. Aunque el tiempo también puede ser relativo, puesto que una obra de arte puede ser atemporal y ahí lo tienes a Siqueiros en la portada de mi disco, para certificar esa calidad del tiempo. Ves un cuadro de Kandinsky, Van Gogh o Siqueiros y no hay un tiempo ahí. Mortal, efectivamente, es aceptar la condición humana y a la vez me libera de esa condición.

–Me vas a dejar que te diga un piropo: Te ves ve muy bien

–¡Gracias! Un tequila aquí, bueno, que sean dos. Estoy bien y tengo miedos por eso, por estar tan bien. Como latinoamericano uno se acostumbra a no entender cuando hay un estado positivo, pero la verdad es que todo está bien ahora en mi vida y en mi profesión. Y estoy tan contento que tengo tanto miedo…(risas)

–Al contrario de otros proyectos tuyos, este disco te ha sacado un poco más a la palestra…

–Sí. Algo distinto sucedió con este trabajo mientras componía las canciones y por eso de repente me entraron tantas ganas de compartirlo. No sé qué vaya a pasar. Dejé que la última canción para grabar fuera en la que participa mi hija Zoey (“Entre tú y yo”). Cuando finalmente terminó de grabar, salimos Julia (su esposa), Dan (su hijo pequeño), Zoey y yo abrazados. En ese momento pensé: No sé qué vaya a pasar con el disco, pero en este momento tengo una profunda paz interior. Y eso me hace feliz.

–¿Canta bien Zoey?

–¡Ella sí canta!

­–Te han pegado mucho como cantante

–Ya estoy acostumbrado. Que si canto, que si no canto, que mi garganta y etcétera. Que si tengo o no tengo voz, que desafino…no me importa. Afortunadamente crecí persiguiendo mis sueños y no intentando cumplir con un estereotipo. Sé que no soy el gran cantante ni el gran guitarrista, pero tampoco me importa serlo. Lo que quiero es entender ese vínculo entre la fantasía y lo mortal para poder sacar toda la creatividad posible. Me encanta componer. Me gusta hacer canciones. Me gusta estar en ese rincón aislado donde no hay ventanas, donde no entra la luz, pero donde me siento libre.

EL PROYECTO CAIFANES

Mientras Saúl Hernández presenta su segundo proyecto en solitario, Caifanes sigue en pie, haciendo giras y planeando su desembarco en el Auditorio Nacional el próximo 1 de noviembre.

“En un principio pensábamos en unas fechas, ahora estamos más seguros que aún hay mucho más que hacer, por ello ya pensamos en un disco con temas inéditos, que ya se está planeando, porque ya es tiempo”,  dijo el vocalista y compositor a la agencia Notimex.

Caifanes modelo 2014. Foto: Facebook
Caifanes modelo 2014. Foto: Facebook

Se trata, como se sabe, de un Caifanes sin el argentino Alejandro Marcovich, quien fue separado de la banda luego de una muy celebrada reunión y un concierto memorable en el Vive Latino en 2011, en un reencuentro que había tardado 17 años para concretarse.

Hoy, Caifanes es una leyenda. Son leyenda también las profundas desavenencias entre Marcovich y Hernández, así como es difícil pensar en el rock nacional sin esa narrativa faltante, fruto de una ausencia de escritores –con grandes excepciones como José Agustín- que cuenten la historia desde Avándaro a nuestros días.

“Sí, hay una falta de testimonios, es verdad. Debería haber libros, mucha información, sobre Avándaro, por ejemplo, y no la hay. El rock es parte de nuestra cultura y surge de la herencia que nos dejaron los grupos de ese momento”, dice Saúl.

“Conoces un poquito de aquí, otro poco de allá, pero no en forma orgánica. Cuando empezamos a tocar con los grupos argentinos y españoles en México, nos dimos cuenta de que llegaban aquí portando una historia, no sólo un disco. Hace falta contar lo nuestro, porque la propuesta que se hizo en México con el rock es muy grande. Cuando comenzamos a tocar conocimos a grupos como Tóxico, Aborto Social, Masacre 68, grupos que eran muy contestatarios, muy fuertes”, agrega.

Descubridor de mundos musicales, enlazador de espíritus, músico ambulante en búsqueda de ritmos que no llevan etiquetas, Hernández no tiene falsas modestias a la hora de reconocer el enorme aporte de su banda señera a la música nacional.

“Sí, pienso que son excelentes”, dice sin reparos.

–¿Sientes nostalgias del pasado?

–Obviamente hay muchos recuerdos y muy fuertes, pero son recuerdos que me ayudan a conformar lo que soy ahorita. Como el concierto del Vive Latino 2011, que fue muy emotivo sobre todo porque logramos la oportunidad de hacerlo, como tiene que ser, porque la historia la escribes con tus manos, no por medio de. Fue un concierto donde el Foro Sol parecía Rockotitlán. Sin embargo, la necesidad de seguir por el camino creativo me lleva a no perder el momento actual. Tengo mucha hambre por descubrir lo que pasa ahora.

–¿Fueron la mejor banda del rock nacional?

–(risas) Esa es una pregunta muy interesante. Creo que fuimos parte importante y que nos tocó abordar determinadas circunstancias. Nos tocó abordar un contrato disquero, enfrentar el cambio del underground a lo comercial, fuimos los primeros en tocar en el Palacio de los Deportes (con Soda Stereo), los primeros en hacer un Auditorio Nacional, en salir en la tele nacional y fuimos muy criticados también por todos…aunque eso era precisamente lo que nos confirmaba que íbamos por el buen camino.

"Fuimos los primeros en tocar en el Palacio de los Deportes y Auditorio Nacional". Foto: Especial
“Fuimos los primeros en tocar en el Palacio de los Deportes y Auditorio Nacional”. Foto: Especial

–¿Tuviste miedo de convertirte en una especie de prócer del rock, del que te vieran como alguien que tenía que dar siempre las respuestas?

–Claro, sobre todo en los inicios, porque hay un riesgo muy grande frente a lo desconocido. No sabíamos lo que nos esperaba, pero sí sabíamos lo que estábamos haciendo y lo que queríamos lograr. Y lo que queríamos hacer era nuestra propia música y eso fue lo que posibilitó la estabilidad en el grupo, generando un ancla hacia nuestras propias convicciones. Ahora lo que siento, como hablábamos al principio, es que pase lo que pase, este soy yo. Claro que en este momento lo digo con más vocabulario, antes se trataba sólo del instinto por mantenerte firme.

–¿Te sentiste en algún momento demasiado solo en medio de mucha gente que habla y grita alrededor?

–Sí, hubo momentos de mucha depresión. Entras en un territorio donde eres el foco de atención, el ojo en el huracán, y a los 15 minutos te conviertes en el ser humano más solitario del planeta. Esas diferencias te hacen una herida interna, psicológicamente hablando, y comienzas a experimentar una falta de perspectiva frente a la realidad y frente a ti mismo. A eso le sumas el aporte de las drogas y el alcohol que te ayudan a escapar…al final lo único que quieres es dormir y regresar al regazo de tu madre.

–Con el éxito no puedes poner límites…

–Pero pude proteger mi vida privada no haciéndola privada. Salgo a la calle, voy al supermercado, hago la cola para pagar la boleta del agua, voy al municipio a sacar los permisos que hagan falta o a pagar los impuestos. Cuando regreso a mi casa de las giras me convierto en una persona que contribuye con todo lo que hace a una vida en sociedad.

–De todas maneras no vives en el DF. Al menos yo no saldría contigo a caminar por Reforma, no avanzaríamos un paso

–Créeme que sí. Te prometo que haríamos por lo menos dos cuadras. Quiero creer que la relación con las personas que llamo aliados es normal. Ellos nos han ayudado a tomar decisiones y eso ha derivado en una relación productiva. La fama es como un zoológico donde todos los animales se sienten importantes, pero en el fondo eres tú el que define esa importancia. Si quieres darle importancia o no o cómo quieres finalmente llevar tu vida.

­–Sales con Mortal en un momento mortal de México…

–Cuando empecé a componer las canciones del disco inevitablemente venían a mí las imágenes de un México fracturado. De ahí surgieron canciones como “Fuerte” o “Te levantaste”, un tema inspirado en la lectura de Memoria del fuego, de Eduardo Galeano. Luego está “Nadie como tú”, especie de confrontación con el ego propio. El pueblo mexicano ha pasado por mucho. Se lo ha golpeado mucho, pero desde los ’60 y sin embargo veo que el espíritu del pueblo mexicano sigue intacto y de pie. Eso me sorprende y lo admiro mucho. Nuestro sistema político es un enfermo terminal, está podrido, corrompido, ya no tiene remedio. Pero la sociedad no, la sociedad es el antídoto para ese enfermo terminal. Creo mucho en el pueblo mexicano. Lo digo un poco con tristeza: no creo en los partidos políticos, quiero creer pero no puedo. Sí creo en cambio en la gente, en el pueblo, en la persona que en estos momentos sale a la calle a trabajar, a llevar a sus hijos al colegio, al que se esfuerza para poder alimentar a su familia, creo en el que se preocupa por lo que va a pasar mañana y creo en esta unión que se está dando en el clamor porque aparezcan los 43 estudiantes desaparecidos.

–¿Cómo te enteraste de lo de Iguala?

–Por los medios, como todos. Son noticias que te desestructuran, te desestabilizan. Han muerto también muchas mujeres en Ciudad Juárez. Hay muchas mujeres desaparecidas. La violencia intrafamiliar es un problema muy grave en nuestro país. Creo que la clave está en la educación, para que dejemos de agredirnos entre nosotros mismos. Denise Dresser lo dice clarito en uno de sus libros: los mexicanos en el tú a tú somos adorables, pero cuando estamos en grupo nos atacamos mutuamente. El antídoto somos nosotros. Recuperemos nuestra conciencia social y rearmemos nuestro camino.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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