Cuando los famosos arremeten contra los fotógrafos. Ahora es Sam Worthington en Nueva York

26/02/2014 - 12:00 am
Sam Worthington: no le gustan los paparazzi. Foto: EFE
Sam Worthington: no le gustan los paparazzi. Foto: EFE

Ciudad de México 26 febrero (SinEmbargo).- Desde que en 1960 el personaje de la película La Dolce Vita, de Federico Fellini, Paparazzo, le diera nombre al oficio del fotógrafo cazafamosos, la relación entre los hombres de la cámara y las celebridades ha pasado por todos los estados de ánimo posibles.

Se trata de un vínculo tan necesario como complejo y que muchas veces se ha caracterizado por la violencia y las agresiones mutuas, al punto de pensar que junto con el hecho de ser famoso otra de las artes a dominar es precisamente el modo con el que se encarará la presencia molesta y ubicua del fotógrafo de turno.

En el reciente Festival Internacional de Cine de Acapulco, la mega estrella Sylvester Stallone explicó su estrategia para moverse en mundo donde siempre es observado.

“Siempre le sonrío a los paparazzi, así se aburren de mí y enloquecen ellos, no yo”, explicó en forma más que didáctica el actor, productor y escritor estadounidense, quien al frente de sus personajes Rocky y Rambo probablemente sea la personalidad de Hollywood más conocida del mundo.

Sylvester Stallone sabe cómo tratar a los fotógrafos. Foto: Archivo
Sylvester Stallone sabe cómo tratar a los fotógrafos. Foto: Archivo

“Cada trabajo tiene sus dificultades y la del actor es que pierdes totalmente tu intimidad. No posees vida privada. Así que me lo he planteado muchas veces de forma filosófica y llegué a la conclusión de que cuando sales a la puerta de tu casa y te encuentras a los fotógrafos lo mejor es sonreírles, decirles “thank you” y seguir tu camino”, afirmó el célebre “Slay”.

Una receta que no ha seguido y si lo ha hecho no le dio resultado al actor australiano Sam Worthington, conocido por su papel protagónico en la película Avatar, quien fue arrestado este domingo y acusado de agredir a un fotógrafo en el barrio de Greenwich Village de Manhattan, en Nueva York (Estados Unidos).

El fotógrafo Sheng Li también ha sido detenido y acusado de asalto, imprudencia temeraria y de dos cargos de acoso con fuerza añadida. El actor, de 37 años de edad, recibió una notificación por escrito que le obliga a comparecer ante el tribunal a finales de este mes.

A menudo más cerca de sus sombras que de sus destellos deslumbrantes, los paparazzi no suelen tener a los famosos entre sus personas favoritas. Lo mis sucede con las celebridades que viven la paradoja indisoluble de necesitar al que eternice sus pasos por el mundo y de tener que cargar sobre los hombros en forma permanente con el ojo que todo lo ausculta y que todo lo registra.

AGREDIR A UN FOTÓGRAFO, UN DEPORTE EXTENDIDO

Como sea, en esa relación de amor-odio no han sido pocos los profesionales de la cámara agredidos por las celebridades y/o sus guaruras.

Imposible olvidar en este rubro el “episodio Lucero”, acontecido en el 2003, cuando uno de los guardaespaldas de la ex novia de México apuntó con una pistola a los periodistas que pujaban por una nota con la actriz y cantante al término de una obra de teatro.

Una de las fotos de la discordia. Foto: Especial
Una de las fotos de la discordia. Foto: Especial

Por el hecho, el guardaespaldas fue procesado y la artista perdió su papel protagónico como conductora en el famoso “Teletón”, la fiesta solidaria que año tras año organiza Televisa para recaudar fondos en beneficio de las personas con discapacidad.

Un paparazzi más privado hizo circular recientemente una fotografía de Lucero al pie de una bestia que había asesinado junto a su pareja, por lo que podríamos decir que la cantante y actriz no es amiga de las cámaras, al menos no se aplica en la hija de Lucero León aquel lugar común que indica que “la cámara la adora”.

El canadiense Justin Bieber, de problema en problema, tampoco adora a los fotógrafos y así lo ha dejado claro en dos oportunidades, una en junio de 2013 cuando quiso embestir a un fotógrafo en Los Ángeles, en un hecho cuya responsabilidad la policía adjudicó al agredido “por invadir la calzada” y otra en la que envió a su guardaespaldas a darle unos “golpecitos” a un paparazzi.

Justin Bieber, temible. Foto: Cuartoscuro
Justin Bieber, temible. Foto: Cuartoscuro

“Justin Bieber ahora es un adulto y debería actuar como tal. Necesita aprender que no puede usar sus guardaespaldas como armas para herir a gente inocente”, explicó el fotógrafo que denunció los hechos ante las autoridades.

“Ninguna cantidad de fama o fortuna justifica la conducta vergonzosa e indignante de Justin Bieber. Le enviaremos ese mensaje para disuadirlo de su conducta en el futuro. Buscaremos una indemnización por daños y perjuicios tal y como contempla la ley de Florida”, dijo el profesional en un comunicado.

LAS TRAGEDIAS Y LAS AGRESIONES

Huyendo de los paparazzi perdieron la vida Diana de Gales y el millonario Dodi Al Fayed y en enero de 2013 un paparazi murió tras ser atropellado por un coche mientras tomaba fotos de Justin Bieber  y su Ferrari en una calle de Los Ángeles.

En 1993, en Buenos Aires, el empresario y modelo Nono Pugliese, de 51 años, perdió la vida cuando quiso escapar por los techos de un restaurante del ojo avizor de un profesional de la revista GENTE.

En junio de 2013 Alec Baldwin agredió a un reportero gráfico de un periódico neoyorquino que le estaba tomando fotografías a la salida de la Oficina de Licencias Matrimoniales del Registro Civil.

Baldwin, que se encontraba acompañado de su entonces prometida y ahora esposa Hilaria Thomas, propinó un puñetazo en la cara al fotógrafo Marcus Santos, del periódico Daily News.

En 2010, El humorista británico Russell Brand fue detenido en el aeropuerto de Los Ángeles, donde se encontraba junto a su ahora ex Katy Perry, tras golpear a uno de los múltiples fotógrafos que seguían a la pareja.

Le pega a los fotógrafos. Foto: Universal Music
Le pega a los fotógrafos. Foto: Universal Music

Paulina Rubio es una vieja conocida de los fotógrafos, a los que dos por tres agrede, como en abril de 2013 cuando golpeó en los genitales al mexicano Héctor Víctor Vela, en la terminal aérea de Houston, Texas.

En septiembre pasado, la Chica Dorada y su novio de turno mandaron al hospital al paparazzi Alfredo Tapanes en Miami, en un hecho que fue denunciado ante la justicia.

Así las cosas, la profesión de fotógrafo va a pasar a formar parte de los oficios de alto riesgo para quienes lo ejercen. ¿O será que a cada paparazzi le llega el famoso que se merece?

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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