Beber en exceso no significa ser alcohólico; 90% no desarrolla dependencia

26/11/2014 - 12:00 am

Ciudad de México, 26 de noviembre (SinEmbargo).- Un estudio del gobierno de Estados Unidos desmitificó la idea de que emborracharse cada fin de semana o tomar algunos tragos el resto de los días es sinónimo de alcoholismo, y comprobó que un 90 por ciento de los personas que beben en exceso, no tienen una dependencia al alcohol.

Para llegar a estas conclusiones, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EU usaron a 138 mil 100 adultos para responder la Encuesta Nacional de Uso de Drogas y Salud durante tres años consecutivos, de 2009 a 2011, en donde se definieron sus patrones de comportamiento frente al alcohol durante los 12 meses anteriores, la frecuencia de las borracheras y el consumo excesivo.

Los CDC definen consumo excesivo el hecho de beber más de cinco tragos en una ocasión y 15 a lo largo de la semana para los hombres; así como cuatro en un día y ocho semanalmente para las mujeres. Mientras que las embarazadas y los menores de 21 años, entran ya en este rubro independientemente del número de copas.

Tras este seguimiento lograron definir que 9 de 10 personas que beben en exceso, no son alcohólicos, es decir, el consumo elevado o constante no está necesariamente relacionado con la dependencia a la bebida, sin embargo, acotaron que uno de cada tres adultos sí bebe “demasiado”.

Foto: EFE
Un 29 de los adultos encuestados beben “demasiado”, según los CDC. Foto: EFE

“Muchas personas suponen erróneamente que las personas que beben demasiado son alcohólicas. El hallazgo sorprendente fue que nueve de cada diez personas que beben demasiado no cumplen con los criterios diagnósticos del alcoholismo”, dijo en un comunicado el Dr. Robert Brewer, de los CDC.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó anteriormente que cada año mueren alrededor del mundo 3.3 millones de personas a consecuencia del consumo nocivo del alcohol, lo que representa un 5.9 por ciento del total de las defunciones.

En México, existe una tasa de mortalidad relacionada con las bebidas alcohólicas de 17.8 en promedio por cada 100 mil muertes, de acuerdo con datos dados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a inicios de este año.

El nuevo informe, publicado en la revista Preventing Chronic Disease, relaciona este consumo no sólo con enfermedades crónicas que afectan el hígado o el corazón, o con los accidentes automovilísticos, sino también con otros problemas sociales como la violencia, los embarazos no deseados y comportamiento sexual irresponsable que propaga virus como el VIH.

El estudio resalta la importancia de estos hallazgos para implementar estrategias que incluyan a las personas que están bebiendo “demasiado” pero que no son adictas al alcohol, además, menciona, son buenas noticias, pues significa que beber en exceso es un problemas más fácil de resolver de lo que se creía.

Entre las estrategias mencionadas por Brewer en declaraciones recogidas por Medline está el cambiar las ideas e impulsos que las personas tienen para ingerir alcohol en exceso. “Se ha hecho creer a muchas personas que beber, y con frecuencia beber grandes cantidades, es parte de la diversión. Lo que debemos hacer es cambiar el ambiente en que las personas toman sus decisiones respecto al consumo de alcohol”, dijo.

Asimismo está aumentar el costo de las bebidas, así como limitar su disponibilidad al control de forma estricta los sitios en donde se pueda comprar.

Pese a las buenas noticias de no dependencia, la cifra del 29 por ciento de personas dándose atracones de alcohol por lo menos una vez a la semana habla de un problema de salud pública que igualmente deriva en situaciones de riesgo, como accidentes.

 

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