Según la ONS, la inmigración neta -la diferencia entre los ciudadanos que llegan y los que se marchan- se coloca muy por encima del objetivo del Gobierno de situarla en 100 mil personas al año.

La inmigración neta de ciudadanos comunitarios registró un incremento significativo en ese periodo al situarse en 183 mil personas, 53 mil más que en los doce meses hasta marzo de 2014.

La inmigración neta de no comunitarios subió en 39 mil personas y se situó en 196 mil en los doce meses.

De acuerdo con la Oficina de Estadísticas, fue particularmente significativo el aumento del ingreso de ciudadanos búlgaros y rumanos, después de que el año pasado se levantasen las restricciones sobre el ingreso de estos ciudadanos al Reino Unido.

Así, 53 mil búlgaros y rumanos entraron al país en los doce meses comprendidos hasta finales de marzo de 2015, frente a los 28 mil registrados en el mismo periodo del año anterior, añadió la fuente.

El 61 por ciento de los ciudadanos comunitarios que entraron al Reino Unido tenían prometido un empleo, mientras que el 39 por ciento restante entraron con la intención de buscar un puesto de trabajo.

Al mismo tiempo, la ONS informó de que el Reino Unido atendió 25 mil 771 solicitudes de asilo en los doce meses hasta el pasado junio, un aumento del 10 por ciento frente al periodo anterior.

No obstante, la fuente puntualizó que esa cifra está muy por debajo de las tramitadas en 2002, con 84 mil 132 solicitudes.

El mayor número de peticiones de asilo procedió de Eritrea (3 mil 568), Pakistán (2 mil 302) y Siria (2 mil 204).

El viceministro británico de Inmigración, James Brokenshire, calificó las cifras divulgadas hoy de “decepcionantes” por tratarse del quinto trimestre consecutivo de aumento de la inmigración.

Poco después de su victoria en las elecciones generales del pasado 7 de mayo, el primer ministro británico, David Cameron, prometió aplicar fuertes medidas para reducir la inmigración.

El Gobierno tiene previsto presentar en el Parlamento antes de que termine el año un proyecto de ley para combatir la inmigración ilegal, con medidas como la confiscación de los salarios de los inmigrantes que estén en situación irregular.

Estos extranjeros sin papeles en regla afrontan también la posibilidad de ser condenados a penas de hasta seis meses de cárcel, mientras que se obligará a los dueños de restaurantes, bares u hoteles a verificar la situación legal de las personas que contratan a fin de asegurar que están legalmente en el Reino Unido.

Los problemas de la inmigración acaparan la atención del país por el importante flujo de inmigrantes que intentan llegar a Europa desde el norte de África y Turquía.

Además, en el último mes, las autoridades francesas tuvieron que controlar el túnel bajo el Canal de la Mancha en la localidad francesa de Calais por la gran cantidad de inmigrantes que intentan llegar al Reino Unido.