Opinión en video
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29-04-2024 - 12:08 am
Los más corruptos se hicieron del poder dentro del PAN, PRI y PRD, y los nuevos cuadros no pasaron por un mínimo filtro por la complacencia de las élites que los acompañan. Esto también explica que nadie cuestione, en la derecha, que Santiago Taboada, cuyo grupo político está en el ojo del huracán por las corruptelas inmobiliarias, aspire a gobernar la capital mexicana; explica a Xóchitl Gálvez, quien presume un patrimonio hecho al amparo de sus puestos públicos y es su candidata a la Presidencia de la República.
Me preguntaba noche, cuando veía a Xóchitl Gálvez lanzar baldes de lodo a Claudia Sheinbaum durante el segundo debate: ¿cómo le hace? ¿Qué hay dentro de ella que le permite sentirse un referente moral, cuando es la candidata de tres partidos que representan la corrupción; cuando es el rostro de Alejandro Moreno Cárdenas y de Marko Cortés, de Jesús Zambrano y de Santiago Taboada, de Roberto Madrazo y de Vicente Fox, de García Cabeza de Vaca y de Felipe Calderón, de Genaro García Luna y de Carlos Salinas, de Enrique Peña Nieto y de Ernesto Zedillo? ¿Cómo se atreve a hablar de supuesta corrupción alguien que hizo fortuna en los años en los que fue servidora pública, como el profesor Carlos Hank González o como Carlos Romero Deschamps, y que representa al partido de Gustavo Díaz Ordaz, de Luis Echeverría o de José López Portillo?
Creo que amerita analizarlo de fondo. Y la reflexión viene desde atrás, cuando los partidos políticos era formadores de cuadros. Sin importar sus tendencias ideológicas, incluso para ratificar un cierto compromiso (o requisito) público, estas fuerzas solían impulsar las carreras de mujeres y hombres con vocación de servicio. Sin embargo, porque uno de los “valores” que se promueven desde la derecha es que el individuo está por encima de su comunidad, esa idea, “servir a la Nación”, fue lo primero que se hizo a un lado conforme México se fue derechizando. Y cuando los intereses colectivos ya no tuvieron prioridad, lo que vino fue más fácil: privatizar la política. Generaciones de ciudadanos formados como peones de los intereses privados, como ella, tomaron el poder con las consecuencias que conocemos.
¿Piensa Xóchitl –me decía– que porque lanza lodo con las manos desnudas no trae el huipil manchado de lodo o algo peor? Porque los últimos episodios de descomposición del PAN y del PRI hablan de una podredumbre de fondo. El Cártel Inmobiliario es podredumbre de fondo. Podredumbre de fondo es que un grupo de corruptos ocupe la dirigencia panista o que Alejandro Moreno esté acusado formalmente de saquear al Instituto Reyes Heroles, que es la escuela de formación de cuadros priistas. Ella es –pensaba–, como sus compañeros de viaje; Xóchitl es consecuencia de la normalización de lo podrido.
Así se explica que Marko Cortés diera a conocer el pacto inmoral con el PRI de Coahuila. En enero de este año, el dirigente nacional del PAN publicó en sus redes un documento en el que Alejandro Moreno y los líderes locales priistas se comprometían a darle desde notarías hasta oficinas de recaudación; secretarías que manejan los gruesos del dinero e incluso una magistratura. Después, cuando se le cuestionó, a Marko le pareció un mérito “transparentar” el acuerdo. Es decir: le pareció más inmoral guardarse el papel que el papel mismo. La falta de inteligencia de Cortés es conocida, ciertamente, y a muchos no nos sorprendió su respuesta. Pero el fondo es profundo y su caso sirve de ejemplo: si el individuo está sobre los intereses de la comunidad, ¿qué importa que él acuerde beneficios para un puñado de panistas y no la posible ganancia de los coahuilenses cuando votaron por ellos? Y lo más interesante es que parece creerse su propia argumentación, así sea una tarugada. Es como Xóchitl hablando de corrupción sin verse a sí misma; sin ver su propia fortuna, hecha con contratos gubernamentales cuando era servidora pública.
La deformación de Xóchitl, de Marko Cortés o de “Alito” Moreno es producto de complicidades. De las élites –como la empresarial– que normalizan lo podrido. De los grupos intelectual y académico que acompañan al PRI y al PAN desde hace décadas y no les enseñaron que debía construir una cierta cuota de militantes con entendimiento de lo que es la moral y la ética en el servicio público. Los intelectuales y académicos se acomodaron rápido en la idea del individualismo: ¿a quién le importa educar a los demás –como a Xóchitl– o por qué habría de imprimírseles valores a los que vienen si la idea de “Nación” huele a viejo? Por eso usaron ambos partidos en sus objetivos personales, como vengarse de la izquierda y, en particular, de Andrés Manuel López Obrador; por eso menospreciaron la idea de construir un proyecto de Nación en estos años. El concepto “Nación” es nada para ellos: todo es el individuo, las ganancias individuales, el fortalecimiento de las causas personales.
Los más corruptos se hicieron del poder dentro del PAN, PRI y PRD, y los nuevos cuadros no pasaron por un mínimo filtro por la complacencia de las élites que los acompañan. Esto también explica que nadie cuestione, en la derecha, que Santiago Taboada, cuyo grupo político está en el ojo del huracán por las corruptelas inmobiliarias, aspire a gobernar la capital mexicana; explica a Xóchitl Gálvez, quien presume un patrimonio hecho al amparo de sus puestos públicos y es su candidata a la Presidencia de la República.
Y como la complicidad, el otro componente fundamental en el proceso de descomposición del PRIAN es la simulación. Jesús Reyes Heroles o Manuel Gómez Morín tomaron bando de cara a la sociedad mientras que intelectuales como Enrique Krauze o Héctor Aguilar Camín, que se han beneficiaron de la cercanía con el poder, aparentaron durante años que eran ajenos a él. Formaron y forman parte de los cuartos de guerra de PAN y PRI pero se hicieron pasar por “un centro democrático” desinteresado en los beneficios y preocupado por la democracia. Se han enquistado décadas dentro de las instituciones electorales supuestamente autónomas, pero a la hora de la definición hicieron lo que les beneficiaba: avalaron los fraudes electorales cuando sus intereses personales estuvieron en riesgo, a pesar de que esos fraudes afectaran al colectivo porque, ¿a quién le importa, en estos tiempos, el colectivo? ¿A quién le importa, repiten, la Nación?
Los intelectuales y académicos y los dirigentes del PRIAN se acompañaron mutuamente hacia la renuncia de su esencia. Los partidos opositores se negaron a sí mismos como referentes éticos y los intelectuales abandonaron la crítica. El resultado es que la oposición postula ladrones mayores y menores, y tiene la garantía de que serán acompañados por intelectuales y académicos en su camino hacia el poder. Y, claro, no les molesta ser contemporáneos de poderes formalmente corruptos y oficialmente impunes, como los que representaron Romero Deschamps, Arturo Montiel y Peña Nieto o, más recientemente, Jorge Romero Herrera, Ricardo Anaya, “Alito” Moreno y un largo etcétera.
¿Cómo le hace Xóchitl, me decía anoche durante el segundo debate, para hablar de corrupción? Lo ideal sería que al hablar le sangrara la lengua, pero como no le sangra (o le sangra por dentro), entonces, con dosis de cinismo y una justificación construida por la derecha, se sigue de largo: lanza lodo como si no representara al lodo. Y por más que uno también, a fuerza de verlo, caiga en la normalización de lo podrido, no deja de ser fascinante que lo podrido se haga ver, en las más altas tribunas, como lo ideal. ¿Qué le dice a los mexicanos el descaro del PRIAN y de Xóchitl Gálvez? ¿Viviremos para ver el día en el que debatan individuos a los que no les sangra la lengua por dentro?
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29-04-2024 - 12:04 am
"Mi interés no es el de confrontar las propuestas de los candidatos que definen sus estrategias políticas en materia ambiental, si es analizar el discurso y ver qué posibilidades y responsabilidades hay que asumir".
Hace unos días celebramos el Día de la Tierra: “El planeta contra los plásticos”, y es que de acuerdo a la Organización de las Naciones Uunidas (ONU), el objetivo es alcanzar una reducción de 60% en la producción global de plásticos para el 2040. Y este, como otros objetivos de la ONU, me pone a evaluar como persona, como empresario y como ciudadano, el compromiso que estamos asumiendo para lograrlo.
Y bueno, estamos en un momento crucial en nuestro país para trazar rutas de compromisos ambientales, pues a casi dos meses del inicio de las campañas electorales, Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez, deberían dejarnos claros sus respectivos proyectos de nación, en este y otros temas.
Centrándome en sus debates y en las propuestas para el cuidado de medio ambiente, me gustaría decir que hay grandes ideas, pero hasta hoy la candidata por Morena focalizó sus esfuerzos hacia fortalecimiento de la Comisión Nacional del Agua y recordando que es un derecho humano, y un recurso estratégico para el desarrollo social y económico del país, no está mal, pero hay más frentes que abordar tan sólo en el tema hídrico nacional, como estrategias de captación de agua, uso, regulación y tratamiento. Vivimos en un país con un recurso abundante y cada vez es menos el volumnen que podemos utilizar.
Por su parte, la candidata que representa la unión política de Fuerza y Corazón por México, mencionó como prioridad el acceso al agua, más infraestructura de abasto, reparación de fugas y la reutilización de aguas residuales en zonas urbanas, así mismo ha manifestado que México alcance las cero emisiones netas de carbono para el año 2050. Esto último es atratctivo, más cuando actualmente los esfuerzos energéticos y un capital millonario se han centrado en una refinería, fortaleciendo los combustibles fósiles, mismos que nos alejan de tendencias mundiales hacia las energías renovables.
El candidato de Movimiento Ciudadano ha hablado más del desarrollo sostenible y de la energía eléctrica renovable en estados claves como Oaxaca, Zacatecas, Tamaulipas y Yucatán.
Como ejemplo de eficacia de otros países destacan Estocolmo, que ha optado por limitar la expansión urbana descontrolada, diseñando ecodistritos sostenibles que apuestan por captar las aguas pluviales y purificarlas, así estanques y techos verdes que reducen la carga para las plantas de tratamiento. Israel, con el mejor manejo del agua en el desierto a nivel mundial, desarrolla sistemas que se basan en la conservación del agua, la desalinización del agua de mar y el uso del agua reciclada para cultivos mediante microirrigación en sus cultivos sin inundar los campos.
Si bien, mi interés no es el de confrontar las propuestas de los candidatos que definen sus estrategias políticas en materia ambiental, si es analizar el discurso y ver qué posibilidades y responsabilidades hay que asumir. Como empresario he sido enfático en el uso de la tecnología para la reconversión de los polímeros como mi materia prima, es decir, el reciclaje del PET, así como el uso y tratamiento eficiente del agua me han permitido generar empleo e impactar en el desarrollo social; pero debo decir que ha sido más por iniciativa personal, porque a la fecha, no existen como tal incetivos que nos motiven a sumarnos a tendencias o estrategias ambientales nacionales, no hay una ruta clara.
México nos necesita con ideas que apuesten al medio ambiente, con técnicas innovadoras en todos los giros industriales, en los campos, en las actividades pecuarias, en el desarrollo urbano; el país nos necesita activos en este tema y el planeta nos necesita como ciudadanos responsables. #OpiniónCoparmex
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29-04-2024 - 12:03 am
Para mí el más importante de los inventos ha sido la escritura, ese medio por el cual han perdurado todos los demás inventos y que ha servido para dividir en dos el tiempo de la humanidad: la prehistoria y la historia.
A Beatriz Escalante que ama la escritura
Del arsenal de inventos que los seres humanos hemos creado y que poseen un beneficio que nos ha hecho llegar a ser la especie más exitosa del planeta, hoy quisiera hablar del que a mi juicio es el más importante de todos, el más decisivo. No la rueda (hay civilizaciones en Mesoamérica que no la descubrieron, y avanzaron sin ella); no la agricultura (que indudablemente nos permitió asentarnos, nutrirnos mejor y crecer en población); no la Física de Newton, no La Teoría de la Relatividad y mucho menos la Internet (que hoy resulta casi la base sobre la que reposa nuestro tiempo), ni siquiera la inteligencia artificial que muy pronto nos permitirá dar un salto cualitativo…
Para mí el más importante de los inventos ha sido la escritura, ese medio por el cual han perdurado todos los demás inventos y que ha servido para dividir en dos el tiempo de la humanidad: la prehistoria y la historia.
¿Qué posee de especial la escritura? ¿Unos significantes en los cuales quedan firmemente adherido unos significados, qué tiene de ventajoso esto para llamarlo el invento más importante de la humanidad? Analicemos la definición de escritura implícita en esta pregunta: hablamos de “significantes” y decimos que en ellos quedan fijos unos significados, o sea, que en unas marcas sobre un objeto físico: piedra, pergamino, papel o, incluso, disco duro, se adhiere un significado, un mensaje, una idea. Ejemplo: la palabra “perro”, tiene un aspecto material: la secuencia de las letras: p, e, r, r, o, es el significante y la idea de perro (tomo la definición del diccionario de la RAE: “Mamífero doméstico de la familia de los Cánidos, de tamaño, forma y pelaje muy diversos, según las razas. Tiene olfato muy fino y es inteligente y muy leal al hombre”) es el significado. Que algo material transmita, para quien sea capaz de leerlo un concepto, que hayamos hecho que algo material sea portador de una idea es un invento maravilloso. Con el lenguaje conseguimos que unas ondas sonoras transmitan nuestro pensamiento y con la escritura lo que logramos es que nuestras ideas queden de manera perdurable sobre algún objeto material: la piedra, las tablillas de barro o el disco duro.
¿Qué se escribe, al margen de los innumerables temas que existen? Si lo vemos en el fondo, los seres humanos han escrito todo aquello que han considerado valioso, literalmente, lo que merece se puesto por escrito. Y ¿qué es lo que representa todo lo escrito? La totalidad de lo escrito es la cultura. Lo que va de boca en boca (que también se considera valioso, por algo se transmite) tiene un problema: no resiste los siglos y mucho menos los milenios. Todo el saber, el sentir, el soñar, el desear, el pensar, el dudar… de los seres humanos si existe es que está por escrito; si no está por escrito, aunque haya existido, ya no está. Lo que existe es lo que llega al presente, lo que está presente y se mantiene presente sobreviviendo al paso del tiempo. La escritura es el invento que ha posibilitado el prodigio de que los significados perduren. la escritura es el mas importante anexo de la memoria, y han venido dándose diferentes soportes materiales a la escritura: el uso de tablillas duró milenios, el del libro lleva unos pocos siglos, el disco duro, unos cuantos años.
Hoy todo está en la Nube —dicen—, alguna vez estuvo en la famosa Biblioteca de Alejandría… ignoro el soporte que llegará a tener en el futuro; pero de algo sí estoy cierto: la escritura, sin importar aquello sobre lo que repose, es la creación humana más importante de cuantas se han producido o se producirán. Su naturaleza es inquietante, ¿cómo fue posible que unas simples marcas en un objeto material fueran capaces de ser portadoras de un significado? ¿Cómo fue posible que un objeto en medio de dos seres humanos sirviera para que se comunicaran? Y, más todavía, ¿cómo es posible que ese objeto, la escritura, me permita enterarme, hacerme entero, completarme, con lo escrito por otro en otro tiempo y que, gracias a ese objeto, el otro se mantenga presente para mí? Cuando leo a Platón ocurre este prodigio. Está ocurriendo ahora.
Twitter @osardelaborbol
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29-04-2024 - 12:02 am
"Parece existir un pacto mafioso que permite el ejercicio del poder y el latrocinio a actores corruptos representando diversas fuerzas políticas en distintos momentos del tiempo".
Muchos dicen que la política en Oaxaca está muy enredada, igual de enredada que el queso “oaxaqueño”. Eso no lo pongo en duda. Estudié de cerca las dinámicas socioeconómicas y políticas en esta entidad de la República Mexicana en los años 2006-2009 para completar mi tesis doctoral sobre la “democracia” en lo que llamé “los dos México”. De inmediato me pude dar cuenta de lo complejas que son las relaciones políticas y sociales entre los distintos actores relevantes en un estado extremadamente pobre y desigual, cuyas divisiones son extraordinarias y reflejan las relaciones coloniales que aún se mantienen. Oaxaca es el estado con más municipios del país; cuenta con 570 de un total de dos mil 476 —es decir—, cuenta casi con una cuarta parte del total de los municipios de México.
Las desigualdades son aberrantes en esa entidad, así como las injusticias, la explotación laboral y la violencia. Oaxaca es “tierra de caciques” y aquí no hay buenos y malos ejerciendo el “verdadero” poder político y económico. Todos son malos. Después de años de estudiar este estado y su apabullante complejidad, aprendí que aquí las dinámicas coloniales sobreviven al paso del tiempo y que la clase política se recicla para mantener un sistema de dominación atroz —aceitado por el cacicazgo, la corrupción extrema, el asistencialismo, y un corporativismo sui géneris que se va adaptando a las circunstancias históricas—. El control de las múltiples organizaciones sociales por parte de caciques poderosos, aliados siempre al Gobierno federal, hacen del caso oaxaqueño un fascinante tema de estudio para todas las ciencias sociales —y sobre todo— para la ciencia política.
Una parte importante de la sociedad oaxaqueña está sumamente politizada, lo cual no sorprende cuando se trata de un estado tan complejo en el que abundan los abusos a derechos humanos, la corrupción e impunidad, y donde aún reinan los caciques. El estado actual de la política en Oaxaca demuestra estas dinámicas que se reciclan en la era “democrática” y que no respetan partidos, ni liderazgos políticos (locales o federales). En año electoral se vuelven a hacer evidentes las asociaciones y convenios obscuros que desnudan a una clase política que se reinventa y sobrevive a cualquier crisis. En efecto, parece existir un pacto mafioso que permite el ejercicio del poder y el latrocinio a actores corruptos representando diversas fuerzas políticas en distintos momentos del tiempo. Como fantasmas, aparecen y desaparecen de la escena pública, pero siguen medrando con los recursos públicos y el trabajo real de otros.
En días recientes salió a la luz un video del 2006 —compartido supuestamente por el colectivo “Anonymous”— en el cual se ve al temible Jorge Franco (alias “El Chucky”), personaje extremadamente cuestionado y quien fuera secretario de Gobierno de Ulises Ruiz —actual jefe de la campaña de Xóchitl Gálvez en Oaxaca— entregando millones de pesos al entonces dirigente de la Sección 22 del SNTE-CNTE, Enrique Rueda Pacheco, para negociar mientras se reprimía al movimiento de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (la APPO).
Hay mucho qué decir y analizar sobre los años del movimiento de la APPO y lo que pasó después. Pueden escribirse muchos libros al respecto y seguramente casi todos los personajes hoy influyentes en la política oaxaqueña —y algunos en la política nacional— quedarían embarrados en la podredumbre de la corrupción, los malos manejos y el abuso de poder. Sería interesante, en etapas posteriores, hacer un recuento de los daños y del papel de cada uno de los personajes que han gobernado el estado, mantenido posiciones importantes en la administración pública, o que han encabezado organizaciones o movimientos que se dicen “sociales” y que sólo han servido para beneficiar a la élite local o para proteger a la casta gobernante de caciques que domina la política y la economía en el estado de Oaxaca y más allá.
Un análisis de los últimos 25 años de la política oaxaqueña, colocaría a varios actores influyentes en la política mexicana en el banquillo de los acusados. Esas memorias no son difíciles de encontrar. Existe evidencia documental de los abusos de poder y las corruptelas obscenas de varios personajes que hoy son protagonistas en la política nacional y que se codean con la crème de la crème del poder político en México a costa de la muerte, la vejación y la explotación del pueblo oaxaqueño. Estas figuras tienen un pasado negro que varios periodistas y analistas locales han logrado documentar en redes sociales y en la prensa local.
No hace falta un video-escándalo para recordar los abusos perpetrados por, y los daños que causó Ulises Ruiz y su equipo al pueblo de Oaxaca. Es simplemente aberrante pensar que la candidata opositora lo haya elegido como su hombre fuerte en ese estado del sur del país, dada su negra trayectoria y su fracaso como político y gobernante. No obstante lo anterior, entendemos esta alianza, pues recordamos el final del movimiento de la APPO, así como la represión que se operó desde los Pinos en la recta final del Gobierno de Vicente Fox, después del fraudulento proceso electoral del 2006.
Aún recuerdo el asesinato del periodista Bradley Roland Will, la presión del Gobierno de Estados Unidos a través de su Embajada para acabar con el conflicto y la estrategia de contrainsurgencia que aparentemente se dirigió desde los Pinos a través de fuerzas federales y supuestos elementos paramilitares que se activaron en contubernio con el Gobierno del estado. Más allá de lo que se puede elaborar en este texto (y que requiere de un análisis detallado y profuso, con hechos, nombres y apellidos), no se olvidan las muertes, violaciones a derechos humanos y mucho menos la represión policial, militar y paramilitar de lo que algunos llamaron una “insurrección o levantamiento popular” en Oaxaca.
Es importante destacar que la supresión de dicha insurrección ocurre justamente después de lo que muchos consideramos un gran fraude electoral —que al final fue avalado por las dirigencias del PRI y del PAN en una transición irregular y pactada—. Por eso no sorprende la alianza de Xóchitl Gálvez (y sus operadores políticos) con Ulises Ruiz. Valdría la pena retomar todos los textos y reportajes que se escribieron entonces para hacer un resumen de los hechos, y ubicar perfectamente a los ganadores y perdedores. Los oaxaqueños en particular conocen bien lo que sucedió y lo que sucede, y están al tanto de todas las tropelías perpetradas por los políticos locales en turno. Es desconcertante y desafortunado que hoy por hoy todos los responsables del atraco histórico y la represión al pueblo oaxaqueño en las últimas décadas continúen libres y colocados en línea para disputarse el poder a nivel local y nacional.
Definitivamente, en esos años se tejieron las alianzas y se hicieron los pactos que dieron lugar a lo que hoy conocemos como PRIAN. No obstante lo anterior, como dije anteriormente, en la política oaxaqueña no hay buenos y malos; todos son muy malos. Más allá de la camarilla de Ulises Ruiz y los represores que operaron y avalaron el fraude electoral del 2006 desde el entonces Distrito Federal, hay otros actores que perdieron relevancia momentáneamente, pero que recuperaron el poder. Dichos actores han sabido capitalizar muy bien los errores de otros, haciendo gala de sus cacicazgos y de su capacidad de movilización para otras fuerzas políticas.
El caso de José Murat Casab es emblemático. No se olvidan jamás los abusos de poder, los escándalos y las corruptelas mayores de quien fue Gobernador de Oaxaca de 1998 a 2004 —todo ello ha quedado bien documentado en diversos libros, reportajes y entrevistas que tuve la oportunidad de recopilar—. Se dice que José Murat nunca perdió relevancia en el estado, y que incluso operó en la sombra durante el movimiento de la APPO, alentado por su rivalidad con Ulises Ruiz. Pronto reapareció el apellido Murat, y los caciques recuperaron el control político de estado, después del fracaso estrepitoso e incompetencia absoluta del Gobierno de Gabino Cué Monteagudo quien, supuestamente, enarbolaba la transición democrática y el final de la era del PRI en la entidad.
Gabino Cué fue una verdadera decepción para los oaxaqueños y para la democracia mexicana, pero no fue el único. Todos nos defraudaron. En la prensa local y las redes sociales podemos conocer los detalles de la decepcionante participación de todos los políticos oaxaqueños y también de quienes se ostentaron como líderes sociales y se beneficiaron de su supuesto activismo a favor de las causas del “pueblo”. Casos muy interesantes de supuestos luchadores sociales sobre los que valdría la pena escribir (en textos posteriores) son los de Flavio Sosa, Wilfrido Mayrén Peláez (también conocido como el “Padre Uvi”) y Arturo de Jesús Peimbert Calvo. Este último fungió como ombudsman, tejió alianzas a conveniencia con todas las fuerzas políticas y tuvo la osadía de aspirar a dirigir la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Pareciera ser que en el enredo de la política oaxaqueña domina el oportunismo de gobernantes y supuestos defensores de derechos humanos. En tierra de caciques, el verdadero poder se ejerce a través del control de las organizaciones sociales, y pareciera ser que también a través de una falsa defensa de los derechos humanos. En lo que se refiere al control de las organizaciones sociales y sus líderes dicen, los que saben, que José Murat lo supo hacer muy bien.
El papel de Murat en el conflicto de la APPO no pasó desapercibido para conocedores. José Murat llegó a ser uno de los políticos más corruptos y más hábiles del país en su época —según se constata en diversas fuentes de prensa y libros escritos sobre aquella época—. Y fue tan hábil y exitoso Murat Casab, que su hijo Alejandro llegó a ser Gobernador. Y no sólo eso. Los Murat —o más bien, el hijo de José— parecen haberle entregado el estado a Morena a cambio de impunidad familiar (según fuentes diversas). El principal ganador de todo lo que ha sucedido en Oaxaca en las últimas dos décadas parece ser lo que algunos conocen como el “cacicazgo” de los Murat.
La gente al pensar en la alianza de Murat con Morena suele pensar en el PRIMOR. Por un lado entonces, se construyó el PRIMOR y, por el otro, se construyó el PRIAN. Este evento del video-escándalo podría ser sólo el inicio de una serie de videos que comenzarían a revelarse en vísperas de la elección general del 2024 —como parte de la lucha del PRIMOR vs PRIAN—. Recordemos cómo en la recta final para la elección del 2006, los videos comenzaron a circular. Los años de los videos de Carlos Ahumada, René Bejarano y Carlos Imaz ya quedaron atrás, pero ahora, ¿qué podemos esperar? Las campañas sucias ya comenzaron a operar, pero quizás vengan algunas sorpresas más al final (las aduanas o las familias de políticos clave, ¿quizás?). Resulta sumamente interesante que en esta fase de la campaña hayan resurgido, de entre los recuerdos, bocadillos de ese “queso oaxaqueño” que se degustaron en el año del fraude y la represión de la APPO. ¿Qué más vendrá? O más bien, si no viene, ¿qué se negociará?
Un agradecimiento siempre a Fernando Cabrera Macías, quien me mostró y explicó la complejidad y el enredo del queso de Oaxaca.
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29-04-2024 - 12:01 am
México requiere fortalecer y consolidar sus relaciones con el mundo, por ejemplo con los EU, China, la Comunidad Europea, y sobre todo con la región latinoamericana y del Caribe. Pero eso no se puede hacer a partir de los pulmones mañaneros de un Ejecutivo anclado en lo peor de la pasta demagógica.
Al iniciar este breve texto, recordé la anécdota de un maestro de escuela con la asignatura de Historia Universal, ambicioso nombre, por cierto. Cuando no preparaba la lección y era recurrente, comentaba a sus colegas, la agarraba radical contra el imperialismo y el clero. Era su último recurso para devengar el sueldo. La remembranza me parece aplicable al desempeño en “política” exterior del Presidente AMLO.
Como no hay esa política, cosa que esta a la vista, se expenden oficialmente bagatelas como estas: ambigüedad en el caso de la invasión a Ucrania, mensaje demagógico inicial sobre los migrantes para luego ponerse al servicio del Trump. Cobijo a las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela, manejo más que rústico de la inefable Doctrina Estrada que Daniel Cossío Villegas deshuesó brillantemente, aislacionismo del mundo contemporáneo, desprecio por la larga experiencia que data del siglo XIX, desarticulación de la Secretaria de Relaciones Exteriores, nombramiento de embajadores impresentables y carentes de los atributos profesionales requeridos, obsequiosidad del Senado como cámara de política exterior y, por si fuera poco, mucha retórica en contra de los Estados Unidos que demuestra irresponsabilidad y que solo busca un efecto doméstico, como muy bien lo saben la poderosa secretaría de Estado de nuestro vecino país.
No me llamo a engaño. López Obrador lo dijo: política interior como factor clave, olvidándose del mundo y nuestras vecindades.
El presidente de la república, por precepto de rango constitucional, representa a México ante el mundo, a todos los mexicanos, ante los Estados y organismos internacionales como la ONU, la Unesco, la FAO, por solo mencionar una tercia de entes con los que tenemos compromisos desde hace mucho tiempo. El presidente, entonces, está obligado a hacer uso, al menos, de dos instrumentos. El primero, la diplomacia; el segundo, la responsabilidad de respetar al aparato de Estado diseñado para el efecto como lo es la Secretaría de Relaciones Exteriores y su titular. Respeto las convicciones que el presidente tiene, pero no es lo que debe regir su desempeño.
Puede ser que al tabasqueño le repugne el ejercicio diplomático -su pecho no es bodega, a dicho- más cuando es un ejercicio utilitario y falaz. Pero también hay otras orientaciones que permiten a un jefe de Estado, Lopez Obrador lo es, representar a un importante país, que no es cualquier cosa, tiene una población destacada y está ubicado en lugares Económicos elevados en un mundo global y muy complejo que, lo entiendo no ha de conocerlo a plenitud el presidente y por eso tiene la capacidad de nombramiento para vertebrar relaciones exteriores con personas de reputación probada, como los que hay en México. A mí me extraña que en todo esto la actual secretaria Alicia Bárcena Ibarra guarde silencio cómplice.
El presidente suele caer en relación a los Estados Unidos en un discurso antiimperialista ramplón, retórico de risa. Sabe y porfía que en Washington conoce bien que eso es parte de la demagogia clientelar, pero no olvidemos que siempre apuntan los dislates para cobrarlos a su tiempo. Pero al presidente le importa poco, prefiere sus mañaneras que usa en esta materia en los términos del maestro que invoco al inicio de este texto. Se trata de una irresponsabilidad superlativa.
La diplomacia tiene caminos y rutas, jerarquías y niveles, pero es mucho pedirle al presidente que los respete, a estas alturas de su despedida en la que se ha decantado por el discurso fácil y sin sentido que dicho sea de paso, deja muy mal parada a su excelencia Alicia Bárcena, a saber diplomática de carrera y por tanto informada de cómo se hacen las cosas en el mundo actual, siendo omisa en su responsabilidad.
No tengo duda que la Canciller Bárcena es una mujer brillante, su semblanza pública lo dice muy claramente y lo avala. No le faltan atributos: bióloga, diplomática, ecóloga, administradora pública, embajadora, consultora de organismos mundiales y protagonista en muchos escenarios del mundo. De que sabe sabe. Y tan bruñida está en el oficio que en el pasado colaboró con los neoliberales Miguel de la Madrid Hurtado y con el innombrable Salinas y ahora, en la cúspide de su tarea, con el presidente López Obrador. No lo sé, pero pienso que a de batallar en el puesto, hasta vergüenza ajena ha de sentir de ver cómo su jefe le rasga temerariamente zonas sensibles al tigre imperial y nada más porque sí, porque no tiene más que decir en política exterior que plegarse a un discurso antiimperialista de plazuela.
México requiere fortalecer y consolidar sus relaciones con el mundo, por ejemplo con los EU, China, la Comunidad Europea, y sobre todo con la región latinoamericana y del Caribe. Pero eso no se puede hacer a partir de los pulmones mañaneros de un Ejecutivo anclado en lo peor de la pasta demagógica. López Obrador es de la talla del grotesco boliviano que a falta de ocupación mejor, un día le declaró la guerra a Prusia en 1870 y se fue a dormir a su casa. Le hablaba a su barrio.
Así no vamos a ninguna parte.
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28-04-2024 - 12:05 am
"La mecánica del debate, necesariamente fragmentado en pequeñas cápsulas entre tres candidatos empeñados en el intercambio de golpes y en “la venta” de sus propios atributos, no es el mejor lugar para saber realmente cómo gobernarían".
Salvo que usted crea que un debate puede cambiar masivamente la intención de voto de la población, la razón para ver el segundo encuentro entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez sería la curiosidad o, de plano, el morbo. En teoría un ciudadano responsable diría que es importante seguirlo porque es la oportunidad de conocer las propuestas de las candidatas sobre economía, desigualdad social y medio ambiente, temas a tratar en esta ocasión. Pero no podemos ser ingenuos. La mecánica del debate, necesariamente fragmentado en pequeñas cápsulas entre tres candidatos empeñados en el intercambio de golpes y en “la venta” de sus propios atributos, no es el mejor lugar para saber realmente cómo gobernarían respecto a estos temas. Lo que expresarán al respecto será una lista de promesas y buenas intenciones destinadas a llamar la atención.
Pero esto no quiere decir que no sea un espectáculo interesante. Primero, porque los candidatos están convencidos de que se juegan algo importante, lo cual termina sometiéndolos a una enorme presión. Sus equipos se devanan los sesos para dar con frases triunfadoras, golpes devastadores sobre sus rivales, defensas imbatibles, gambitos y enroques, dignos de una estrategia ajedrecista. Luego practican el tono y el gesto que les haga lucir lo más presidenciable posible. La coreografía de sus movimientos es definida en conciliábulo para encontrar la manera más ágil de presentar láminas, evitar colocarlas de cabeza y no perderse debajo de la mesa en búsqueda de la enésima prueba de la noche. Sus atuendos, peinados y accesorios son materia de debate en los cuartos de guerra con la seriedad que le otorgaría una novia a su vestido de boda.
En lo que respecta a Claudia, habría dos temas a seguir, para efectos del morbo político. Uno, la manera en que reaccionará a la supuesta molestia de Palacio Nacional. Existe la percepción de que Andrés Manuel López Obrador habría preferido una mayor defensa de los logros de la 4T de parte de su candidata, ante preguntas críticas que, implícitamente, cuestionaban al sexenio en curso. En el Primer Debate, Sheinbaum prefirió validar su experiencia y logros como Jefa de Gobierno en la Ciudad de México para argumentar su potencial como Presidenta. Una actitud correcta para quien está buscando los votos del auditorio, pero no necesariamente la mejor desde la perspectiva del Presidente, quien dedica buena parte de sus afanes a construir la noción de haber encabezado un sexenio que será parteaguas en la historia nacional. Y en cierta forma el tabasqueño tiene razón; Sheinbaum será Presidenta porque es una buena candidata y posee méritos propios, pero sobre todo porque es la abanderada de un movimiento político que goza de una aprobación superior al 60 por ciento, resultado de estos cinco años de Gobierno. Podemos estar seguros de que esta noche ese será el énfasis, a diferencia de la edición anterior.
Otro tema a seguir con respecto a Sheinbaum será su actitud hacia Xóchitl Gálvez. Resultó una sorpresa que en el Primer Debate haya realizado tantas alusiones personales a su rival. Por lo general, quienes llevan mucha delantera en las encuestas prefieren ignorar a quien corre por detrás para no darle mayor protagonismo “subiéndolos al ring”. Xóchitl estaba obligada, obviamente, a intentar sacar de equilibrio a Sheinbaum: un exabrupto o un desliz capaz de hacerse viral o el llamado golpe noqueador que da paso al escándalo. Pero según las normas no escritas de la política, quien encabeza la carrera en teoría sólo debe ver a la meta, lucir presidenciable y no voltear hacia atrás. Sin embargo, Claudia prefirió defenderse atacando. Es cierto que resultó vencedora según los analistas del Primer Debate, aunque no sé si eso contribuyó en algo. El caso es que siempre es un riesgo enzarzarse en un tira a tira con un rival cuando hay tanto en disputa. El equipo que gana 2 a 0 suele preferir que la pelota se juegue en la media cancha y no en ida y vuelta entre las dos porterías. ¿Mantendrá la estrategia del ataque o será más prudente?
Por lo que respecta a Xóchitl, la curiosidad proviene de los cambios que ha prometido para este Segundo Debate. “Seré yo misma” ha dicho, lo cual no deja en claro a sus seguidores si eso es motivo para entusiasmarse o para preocuparse. Asegura que en esta ocasión no hará caso de los asesores que la instruyeron de qué decir o cómo vestirse. El problema es que salvo el huipil acostumbrado es difícil saber de qué habla cuando hace alusión a una Xóchitl en estado puro. ¿La Senadora del espectáculo importunando a colegas metida en una botarga de dinosaurio? ¿La experta en computación y empresaria de consultoras de edificios inteligentes? ¿La candidata de los programas sociales que intenta rebasar a Claudia por la izquierda para preocupación del PAN que la regentea? El problema con Xóchitl es que se ha enfundado en tantas facetas que cuesta trabajo entender cual es la verdadera. Dudo que la veamos esta noche, pero vale la pena ver cuál de todas estas escogerá desplegar en esta ocasión.
De lo que no hay duda es que Xóchitl volverá a intentar a toda costa la denuncia que haga la diferencia, la etiqueta devastadora que logre instalarse en la imagen de Sheinbaum, el insulto que haga trastabillar de fea manera a la hasta ahora imbatible candidata de Morena. Lo de la “dama de hielo” o la “falta de corazón” no funcionó; los supuestos papeles de Panamá de una tía tampoco. La pregunta es ¿qué soltará ahora para conseguir el famoso nocaut que sus asesores le están pidiendo?
Y, por último, está Jorge Álvarez Máynez, el candidato de MC, sin ninguna posibilidad de competir, pero cuyo potencial de crecimiento puede hacer aumentar o disminuir ligeramente la distancia entre las contendientes. En realidad, la única intriga respecto a su comparecencia esta noche es si mantendrá la sonrisa congelada durante dos horas o tomará algún descanso. Hagan sus apuestas.
@jorgezepedap
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28-04-2024 - 12:04 am
"¿Cómo podemos lograr que los funcionarios responsables de la contratación pública sean éticos?"
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28-04-2024 - 12:03 am
"No es extraño una campaña así en México, un país que el día ayer, según el registro nacional oficial, contabilizaba 116 mil casos de personas que están siendo buscadas por su familias".
Como un recurso extraordinario para llamar la atención de los miles de candidatos que buscan uno de los más de 20 mil puestos de representación popular que están en disputa en las elecciones del próximo 2 de junio, cientos de familias organizadas que buscan a sus hijos ausentes han lanzado la campaña “Te cambio mi voto por mi hijo desaparecido” en distintos puntos del país. A veces se cambia hija por hijo, o por esposo o hermana, etcétera, dependiendo del caso.
No es extraño una campaña así en México, un país que el día ayer, según el registro nacional oficial, contabilizaba 116 mil casos de personas que están siendo buscadas por su familias. No es extraño en un estado como Jalisco con más de 15 mil personas desaparecidas. En esta entidad la campaña la han impulsado colectivos como Luz de Esperanza. Este colectivo se ha distinguido por pegar semana a semana, miles de fichas de búsqueda con los datos de sus hijos desaparecidos: nombre completo, edad, señas particulares (cabello, tez, complexión, vestimenta), se le vio por última vez, fecha, lugar…
Ahora además de esos datos, algunas familias han añadido la siguiente consigna: “Te cambio mi voto por mi esposo desaparecido”. Es el caso de Gabriela Valdivia Madrigal quien busca a su esposo José Luis Guzmán Rodríguez, desaparecido, hace un año y un mes, el 25 de marzo de 2023, en Zapopan. Luego de una jornada de pega de cédulas de búsqueda el domingo 7 de abril en el Parque Rojo, de Guadalajara.
Ahí, Gabriela Valdivia dijo: “Yo ahora que están haciendo sus promesas de campaña, como siempre lo hacen, yo eso les diría que cambio mi voto, el de toda mi familia, por las personas que estamos buscando día con día, porque esta lucha es día con día”. Y luego recuerda como es una jornada diaria esperando saber de sus seres desaparecidos: “Desde que nos levantamos, estamos esperanzados en saber algo de ellos, hasta la noche que no hubo respuestas, nos dormimos con la esperanza de que el día de mañana pudiéramos tener alguna noticia de ellos, y por eso les digo, que se enfoquen en este problema que en Jalisco está desbordado”, dijo. (https://cutt.ly/2w6MWPuZ).
En esa misma jornada, el fundador del colectivo Luz de Esperanza, Héctor Flores, explicó: “Realizamos nuestra pega de cédulas como cada fin de semana. Ahora cambiamos las cédulas, les pusimos la leyenda ‘te cambio mi voto por mi familiar desaparecido’, esto, para tratar de crear conciencia en la clase política, en los candidatos, quien sean quien vaya a ser el próximo Gobernador o Gobernadora, presidentes municipales, etcétera, de la necesidad de una gran parte del pueblo de Jalisco de que el estado se haga responsable en el tema de las desapariciones y podamos avanzar ¿no?”, dijo.
Esta demanda de darle el voto a los candidatos a cambio de su hijo desaparecido, recorre todo el país. Hace una semana en Chiapas, la colectiva Madres en Resistencia lanzaron la consigna “Te cambio mi voto por mi desaparecido”, por las calles de Tuxtla Gutiérrez para exigir a los candidatos al gobierno de esa entidad que pongan atención al problema de desaparecidos. Según el registro nacional, Chiapas contaba, hasta el día de ayer, mil 182 personas desaparecidas.
En Baja California Sur, colectivos de familiares también lanzaron la campaña “Te cambio mi voto por mi hijo desaparecido” promovida por María Luisa Duran, madre de Everardo Alfonso Gastélum, desaparecido el 14 de marzo de 2019. “La campaña consiste en elaborar la ficha del familiar desaparecido con el fin de motivar a las autoridades, medios de comunicación y población en general para encontrar a las personas desaparecidas”, según nota de El Sudcaliforniano (23 abril 2024).
No es la primera vez que este lema irrumpe en las campañas electorales. En las elecciones de 2021, familias que buscan a sus desaparecidos de varios estados como Sonora, Nuevo León, Veracruz y Jalisco aprovecharon las elecciones para manifestar su exigencia de buscar a sus seres ausentes. En dicha elección varios familiares utilizaron, incluso, las boletas electorales como medio para mandar el mensaje a la clase política. Por ejemplo, Baruc Sánchez escribió “Te cambio mi voto por mi hermana desaparecida”, en referencia a su hermana Wendy Sánchez, desaparecida en enero de 2021 mientras viajaba de San Pancho, Nayarit, a Guadalajara, Jalisco. Tres años después llegamos a otra elección, pero lamentablemente con una crisis por desaparición de personas más grave.
A pesar de la magnitud de la crisis por desaparición de personas, hasta ahora ninguna de las dos candidatas ni el candidato a la Presidencia de la República han presentado un plan o programa especial para afrontar esta grave crisis. Esto a pesar de que al arranque de su campaña en Lagos de Moreno, el pasado 4 de marzo, al abanderado de Movimiento Ciudadano Jorge Álvarez Máynez, fue recibido por familiares de esa localidad con una cartulina con ese lema: “Te cambio mi voto por mi hermano desaparecido”.
Es urgente que en lo que resta de la campaña los candidatos y los partidos que lo apoyan respondan a este clamor de miles de familias y presenten un proyecto específico en el que se comprometen a detener las desapariciones y a buscar en vida a los miles de desaparecidos que existen ahora en el país. No debería haber otra prioridad en el país que buscar a los ausentes. Con voto o sin voto.
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28-04-2024 - 12:02 am
Alma es una cronista que se ha enfrentado a múltiples situaciones de riesgo, pero en todas ellas, y más allá del miedo, se ha tomado tiempo para la investigación, ha convivido con la gente, se ha emocionado con y por ella, por esos otros desconocidos, que se han vuelto siempre parte de la propia vida.
La lectura es “un espacio de silencio en un mundo muy ruidoso. Un espacio para entender realmente, lentamente, un mundo tan difícil. La lectura es una manera de tener esperanza”.
Quise empezar mi colaboración de hoy con esta frase de Alma Guillermoprieto (Ciudad de México, 27 de mayo de 1949) para cerrar con ella esta semana en que celebramos el Día del Libro, y a la vez para rendirle homenaje a una escritora que es ya un mito para quienes nos dedicamos a las letras. En especial para quienes creemos que uno de los géneros literarios más interesantes en el momento actual es la crónica. Sobre todo la crónica escrita por mujeres, por lo menos en México. Nombres como Daniela Rea, Marcela Turati, Blanche Petrich, Elia Baltazar, o Paula Mónaco, entre otros, hablan de algunas de las maravillosas herederas del trabajo de Alma.
¿Qué hay en las crónicas de Alma que han dejado (y que dejan cotidianamente) una huella tan fuerte en nuestras letras, en nuestra lengua?
Hay esa mirada en la que la cabeza y la piel son inseparables. La realidad le pasa a Alma por el cuerpo, por la voz, por la lengua, y esa realidad encarnada se vuelve relato que fluye; cuento, historia, compromiso, empatía; suma de ética y estética como reto y placer del texto.
Desde la Nicaragua sandinista al Perú de Fujimori y Vargas Llosa, desde la violencia en El Salvador a la lucha libre de las cholitas bolivianas, de Eva Perón a la fuerza de las mujeres zapatistas, de Marta Graham a la danza en la revolución cubana, de la brillantez de Mary Wolstoncraft al ritmo inigualable de Celia Cruz, del mundo de los pepenadores a las escolas do samba, no hay aspecto de América Latina que no haya encontrado un sitio en la pluma privilegiada de Alma.
Borges decía que escribir poesía es ejercitar una magia menor. ¿Qué pones tú, Alma, en el caldero de esa magia para escribir tus maravillosas crónicas?, le pregunté hace algunos meses en una hermosa charla que tuvimos Guadalupe Alonso y yo con ella, en la Casa Universitaria del Libro de la UNAM.[1]
“Algunos escriben como si estuvieran construyendo un motor -nos respondió-, pero otros escribimos como si estuviéramos preparando una bebida que seduzca. A mí me importa muchísimo seducir a los lectores. Que al escribir primero divierta, de ser posible; segundo, interese; tercero, conmueva; cuarto, enoje, pero sobre todas esas cosas que si tú me estás leyendo, sientas que estás conmigo en el lugar en el que estoy. Y apesta ese sitio, y hace un calor espantoso, y no soporto realmente al tipo con el que tengo que estar hablando porque es un tipo que trafica con seres humanos, pero yo quiero que tú huelas esa peste y veas al tipo y escuches las estupideces que dice. Ésa es mi manera de estar presente en las situaciones a las que yo acudo: viendo, oliendo, escuchando, paladeando, para que cada uno de ustedes pueda estar ahí conmigo. (…) Involucro los sentidos y mis propias emociones en ese caldero. Yo no hago periodismo. La objetividad fría no me es mi interés: hago reportería. Trato de que todo lo que digo sea exacto, que sea comprobable, pero que el viaje que invito a hacer en ese texto sea emocional.”
Alma soñaba con ser bailarina de danza contemporánea. Por ello se mudó muy joven con su madre a Nueva York para continuar su formación con la gran Marta Graham, primero, y luego con Merce Cunningham. De hecho, fue él quien le hizo una propuesta que le cambiaría la vida: ir a Cuba a sumarse como profesora a las Escuelas Nacionales de Arte. Era el año 1969 y, como ella misma lo cuenta en su libro La Habana en un espejo, ese viaje “trastornó mi vida por completo”. A éste siguieron muchos más, alimentados siempre por su pasión por América Latina, que le han permitido sumergirse en los dolores y los sueños de nuestro continente.
Como lo relata en su crónica “La llamada sandinista”[2], una experiencia determinante en su vocación periodística fue haber estado a bordo de un avión de Braniff rumbo a Chile, el 11 de marzo de 1973, día del brutal golpe de Estado contra Salvador Allende. Mientras ella lloró al enterarse, el resto de los pasajeros celebraban con champaña. Por supuesto no pudieron aterrizar en Santiago y ella regresó a México. Allí, cinco años después, “instalada en la desidia y la decepción”, vio por televisión la llegada del sandinismo al poder. “Se trataba apenas del inicio de una gran gesta –o por lo menos, eso deseábamos ardientemente los que soñábamos con revoluciones y despertamos de nuevo a la ilusión ese día”. Hoy ya conocemos el modo terrible en que terminó esa gesta.
El editor del Latin American Newsletter, donde Alma recortaba noticias que mandaban a Londres una vez a la semana, le pidió que fuera a cubrir lo que estaba sucediendo en el país centroamericano. Así, y porque el colega que debía cubrir esa zona del mundo no estaba en la redacción ese día, se inició en el periodismo.
“Lo importante era que yo (¡yo!) me encontraba a años luz de mi casa y de mi vida tranquila, metida en una entrevista con un personaje clandestino, en un país tropical en el que se cocinaba una revolución. Y lo verdaderamente importante era que, en esas circunstancias, no me perseguían ni el miedo a la vida, ni a los demás: fatalmente tímida desde siempre, acababa de descubrir el alivio. Un cuaderno de apuntes y un bolígrafo eran el mejor escondite.”
Ve entonces al primer muerto de su vida, después serán cientos. “Quizás demasiados.”
Alma es una cronista que se ha enfrentado a múltiples situaciones de riesgo, pero en todas ellas, y más allá del miedo, se ha tomado tiempo para la investigación, ha convivido con la gente, se ha emocionado con y por ella, por esos otros desconocidos, que se han vuelto siempre parte de la propia vida. Su gran tema ha sido nuestro continente, tanto explicado para el lector angloparlante (desde joven escribió para el New York Times, el Washington Post y The Guardian, entre otros medios), como para los lectores latinoamericanos.
“En realidad -ha dicho- la persona que escribe crónicas es una suerte de traductor del mundo o de la realidad. Todos vemos los elementos sueltos, pero no les damos una lectura conjunta, articulada.”
Dejo para comentar en una nota futura su conmovedor proyecto 72 migrantes, sobre la masacre de San Fernando Tamaulipas. Un altar virtual en honor a las víctimas, en el que participaron 72 escritores y 72 fotógrafos, y que se transformó en libro gracias a la Editorial Almadía.
Por su trabajo delicado y dedicado, comprometido, profundo, ha recibido múltiples reconocimientos, uno de los más importante, sin duda, ha sido el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades en el año 2018. En la ceremonia, ante lo reyes de España, con un vestido morado que aludía al mismo tiempo al color de las luchas feministas y a la República Española, hizo una celebración del oficio de reportera; un oficio compartido con tantos otros. Su discurso partió de la primera persona pero, como siempre lo ha hecho, para abarcar a todos los demás, porque “en estos tiempo de división, juntos somos más”.
“Un mundo en el que las grandes potencias se involucran en las decisiones de países más pequeños, se trafica con niños; a los migrantes que llegan desesperados a nuestras fronteras se les vuelve a lanzar de una patada al mar o al desierto, es un mundo en el que hacemos falta para que quede constancia de estos horrores.(…) “¿Cómo se enterarían ustedes de estos y todos los demás hechos y retos que ocurren fuera de su entorno inmediato sin nosotros, los reporteros?”
Después de recordar a su amigo Javier Valdés y a todos los periodistas asesinados por contar esos horrores, les recordó a los más jóvenes que, sin embargo, “Ningún otro oficio como este les va a regalar un mundo, un universo, la realidad entera; trágica, abochornante, terca, chistosísima, horrenda, mágica. El regalo de la realidad real, inmensa y maravillosa.”[3]
“¿Qué nos justifica luchar tanto si no es para llegar a un futuro mejor?”, se pregunta con frecuencia. Pero Alma Guillermoprieto sabe la respuesta: necesitamos siempre una utopía, algo con qué soñar. Ella nos acompaña, desde sus letras, en estos sueños.
Retomando la frase del inicio, podríamos decir que la lectura de Alma Guillermoprieto “es una manera de tener esperanza”.
Algunos de sus títulos son:
–Samba (1990)
–El año en que no fuimos felices (1998)
–Al pie de un volcán te escribo (1995)
–Las guerras en Colombia: Tres ensayos (1999)
–Looking for History: Dispatches from Latin America (2001)
–La Habana en un espejo (2005)
–72 migrantes, 2011.
–Los Placeres y los días (2015).
–¿Será que soy feminista? (2020).9
[1] Esa charla puede verse en https://youtu.be/WhIC_LnCze8
[2] https://cronicasperiodisticas.wordpress.com/2009/11/09/la-llamada-sandinista/
[3] Discurso de recepción del Premio Princesa de Asturias
https://youtu.be/Ezx442ZQ2Vc?si=WR02LH1ilU1IPKvA
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27-04-2024 - 12:05 am
Las estrategias de las corporaciones alcoholeras en México han sido múltiples, tanto para penetrar a través de publicidad, promoción, precios y alta disponibilidad como, a través de su captura del Estado evitando que en el país sea establecida una política nacional sobre consumo de alcohol.
¿Se imagina a una corporación cervecera preparando comentaristas indígenas para transmitir en sus lenguas los partidos de futbol de la Copa Mundial de 2022, a través de estaciones de radio regionales, para así poder publicitar su bebida alcohólica directamente a estas poblaciones que ya sufren de un consumo problemático de alcohol? No sólo debe imaginárselo, eso ha ocurrido en nuestro país. Pero pongámonos en contexto.
Las grandes corporaciones del alcohol no sólo han convertido a los Estadios de Futbol en cantinas en nuestro país, no sólo han asociado este deporte, el más seguido por los mexicanos con el consumo de cerveza, se ha utilizado la atracción de este deporte para, incluso, penetrar, de manera especializada en las comunidades indígenas, sin importar los impactos que el alcohol ha tenido y tiene en las comunidades indígenas.
La cerveza Corona, fundada en México en 1926, ahora propiedad de la empresa belga Anheuser-Busch InBev, utilizó la Copa Mundial de 2022 para lanzar una campaña dirigida a las comunidades indígenas con el fin de incrementar sus ventas en esta población.
Si el alcohol es la droga con mayores impactos sociales en la población mexicana en general, ligada a la descomposición familiar, a la violencia contra las mujeres, a la violencia intrafamiliar y comunitaria, entre la población indígena sus daños son mucho mayores. Y, sin duda, esto tiene que ver con las prácticas comerciales, la publicidad y la penetración de estas corporaciones, penetración que provoca una altísima disponibilidad, presencia, sin ningún tipo de regulaciones, sin políticas.
En pláticas públicas, ante auditorios concurridos, hemos pedido que levante la mano quien tiene algún familiar, de primero o segundo grado, con consumo problemático de alcohol que ha afectado a sus parientes. La mayor parte de los asistentes levanta la mano. Eso nos da idea de la penetración y daño de estas bebidas.
Volvamos a Corona que aprovechó la Copa Mundial de Futbol 2022 para aumentar su penetración en las comunidades indígenas, siendo que casi un millón de personas en México que no podían seguir a la selección nacional por el hecho de que las señales de televisión e internet son deficientes en las zonas rurales, porque existen 68 lenguas nativas y porque las transmisiones en radio en esas regiones se realizan, principalmente, en español.
Si la violencia a las mujeres, en general en el país, se asocia en más de un 20% al consumo de alcohol por parte del agresor, en las comunidades indígenas llega hasta más del 70%, como se ha llegado a registrar en las comunidades Raramuris. Como lo hemos mencionado anteriormente, el crecimiento de feligreses en las iglesias evangélicas y pentecostales en poblaciones indígenas ha tenido una de sus principales razones en el interés de las mujeres de llevar a sus familias a ellas por los votos que tienen contra el consumo de alcohol, intentando así lograr que sus parejas dejen de consumir y con ello dejen de violentarlas y sean más responsables con la manutención de sus familias.
El interés de Corona, hay que decir, de la trasnacional AB InBev, por penetrar aún más en las poblaciones indígenas la llevó a realizar toda una estrategia para transmitir, a través de las estaciones de radio regionales, los partidos de eliminación al mundial y el partido entre Polonia y México en Qatar en diversas lenguas indígenas: náhuatl, mixe, maya, chatino, mixteco y zapoteco.
Corona lo cuenta así: “Capacitamos a una nueva generación de presentadores deportivos nativos y les permitimos contar la historia de los últimos partidos de clasificación de México para la Copa del Mundo 2022… Nuestra idea era crear un nuevo tipo de transmisión deportiva, en las principales lenguas indígenas”. Como siempre, este tipo de estrategias son maquilladas de responsabilidad social y no de mercadeo de sus productos, de esa manera Corona explicó su objetivo: “Lo más importante es que logramos unir a los indígenas mexicanos con su pasión por el fútbol”. ¿Era, realmente, ese el interés de Corona?
Las transmisiones en lenguas indígenas en diversas regiones del país, a través de radiodifusoras regionales, como explica la cervecera belga AB InBev, propietaria de Corona, señaló que amplificaba su mensaje “utilizando medios pagos, como promociones y menciones antes, durante y después de los juegos”.
Entre los logros de la campaña citados por la corporación estuvo que “15 millones de personas escucharon los partidos en su propio idioma por primera vez”, no subraya que logró exponer a esa misma población a anuncios de Corona antes, durante y después de los partidos. ¿No era ese su objetivo exponer a la población indígena a su publicidad? ¿No era llegar a esa población vulnerada donde se reconocen los estragos del consumo de alcohol?
En otra parte de la información de Corona sobre esta campaña deja ver lo que claramente era su objetivo: aumentaron sus ventas 21 por ciento durante los partidos.
La asociación de la cerveza con el futbol, es perversa y genera muchos daños. Desde los estadios como cantinas, convertidos en grandes catedrales cerveceras – como el Estadio Corona, así se llama, en La Laguna – los logos de estas bebidas en las propias camisetas de los equipos, hasta sus estrategias publicitarias durante las transmisiones. Todo ello normaliza el consumo de alcohol en eventos, fundamentalmente, familiares. Ligar el deporte al consumo de alcohol no estaría muy lejos de ligar el deporte a fumar. La liga de Coca-Cola con el futbol también es muestra de esta irracionalidad y de la captura del deporte por empresas cuyos productos no son saludables.
Las estrategias de las corporaciones alcoholeras en México han sido múltiples, tanto para penetrar a través de publicidad, promoción, precios y alta disponibilidad como, a través de su captura del Estado evitando que en el país sea establecida una política nacional sobre consumo de alcohol. Esta industria tiene un fuerte cabildeo y puertas giratorias que han sido muy efectivas para proteger sus intereses y evitar cualquier regulación.
Desgraciadamente, no vemos entre las candidatas y candidatos ninguna mención al daño que provoca el alcohol en la sociedad mexicana, tampoco menciones sobre el impacto del tabaco y nada sobre la comida chatarra y las bebidas azucaradas. Estos productos, en su conjunto, son los principales determinantes comerciales de la enfermedad, es decir, son la principal causa de enfermedad y muerte. Cada uno de estos productos, por si solos, es responsable de más muertes que el crimen organizado. Existen políticas muy exitosas para bajar el consumo de estos productos sin establecer ninguna prohibición, solo aplicando regulaciones.
Ya es tiempo de que quienes buscan puestos de elección popular se manifiesten al respecto, ¿o tienen miedo de enfrentar los intereses de estas corporaciones?
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