La incertidumbre sobre la independencia de Cataluña se extiende a la economía

05/10/2017 - 10:46 am

En una señal de que los inversionistas están tomando en serio los riesgos financieros de la posible independencia catalana, las acciones de la firma biotecnológica Oryzon Genomics subieron 23 por ciento desde que anunció el miércoles que trasladaría su sede fuera de Cataluña.

Manifestantes antiindependencia ondean banderas españolas mientras cortan la importante avenida de la Diagonal en una protesta en Barcelona, el miércoles 4 de octubre. Foto: Francisco Seco, AP

Por Aritz Parra y Ciaran Giles

Barcelona, 5 de octubre (AP).- La incertidumbre política sobre el futuro de las intenciones independentistas de Cataluña ya comenzó a extenderse a la economía, provocando la caída de los mercados bursátiles y haciendo que grandes empresas catalanas consideren mudarse a otros lugares de España.

Directivos del Banco Sabadell, uno de los más grandes de Cataluña, estudian si cambian su dirección legal en Barcelona para seguir bajo las regulaciones del Banco Central Europeo aun si el gobierno catalán sigue adelante con sus planes de declarar la independencia la próxima semana.

Las noticias hicieron que las acciones del banco, que cayeron casi 10 por ciento en los últimos días, avanzaran 4 por ciento en las operaciones del jueves. El miércoles, las acciones españolas sufrieron su caída más grande desde el referéndum del Brexit en el Reino Unido el año pasado.

En una señal de que los inversionistas están tomando en serio los riesgos financieros de la posible independencia catalana, las acciones de la firma biotecnológica Oryzon Genomics subieron 23 por ciento desde que anunció el miércoles que trasladaría su sede fuera de Cataluña.

Alrededor del 40 por ciento de los 5.5 millones de electores catalanes votaron durante el fin de semana en un referéndum marcado por la violencia cuando la policía cerró los centros de votación y confiscó las urnas. El voto por el “sí” obtuvo una victoria aplastante, algo que también se esperaba dado que la mayoría de quienes se oponen a la independencia se abstuvieron de votar. Madrid considera anticonstitucional el referendo.

Las autoridades catalanas y el gobierno central español están en desacuerdo sobre si el resultado de la consulta es legítimo. La Constitución española de 1978 prohíbe cualquier intento de secesión y establece que todos los españoles deben tener voz y voto sobre la soberanía del país.

El Parlamento de Cataluña planeaba reunirse el lunes para evaluar los resultados del referéndum y los legisladores independentistas dicen que entonces se hará la declaración de secesión. Pero el Tribunal Constitucional ordenó el jueves que se suspenda la sesión del Parlamento catalán para evitar la declaración de independencia.

A medida que se acerca el plazo, el clamor por el diálogo y la mediación en la crisis política cobra impulso en España, aunque la administración del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, se aferra a su posición de no hablar con quienes quieren dividir al país.

Los abogados que representan al gobierno de Barcelona crearon el miércoles una comisión para promover las conversaciones entre sindicatos, economistas e incluso el famoso club de fútbol azulgrana.

El líder del partido opositor Podemos, Pablo Iglesias, llamó el miércoles a Rajoy para exhortarlo a que busque una mediación, pero el presidente insiste en que el líder catalán Carles Puigdemont debe dejar primero de amenazar con declarar la independencia.

Rajoy se ha visto bajo presión para actuar sin empañar aún más su imagen ni inflamar el sentimiento separatista en la región, donde una fuerte identidad cultural se ha mezclado con años de agravios por lo que muchos catalanes ven como un trato económico injusto hacia la región, una de las más ricas de España.

El jueves, algunos de los policías adicionales desplegados en la región fueron vistos saliendo de un hotel en la ciudad costera de Pineda de Mar en medio de dos grupos de manifestantes: uno gritando que se fueran y otro mostrando su apoyo.

Las protestas se multiplicaron tras la votación del 1 de octubre para condenar la violencia policial e instar a las “fuerzas de ocupación”, como muchos manifestantes las han llamado, a abandonar Cataluña.

Madrid ha elogiado la respuesta de la policía, calificándola de equilibrada.

En un comunicado, el Ministerio del Interior dijo que las salidas del jueves ya estaban programadas, ya que los contratos terminaron con algunos de los hoteles que recibieron a los refuerzos de la policía.

Debido a las dificultades para encontrar alojamiento, algunos de los más de 5 mil elementos de seguridad adicionales desplegados en la región han dormido en tres transbordadores atracados en Barcelona y en Tarragona.

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