La ONU capacita a comunidades indígenas de Bolivia para contingencias en desastres naturales

05/12/2017 - 4:45 pm

Las sequías, inundaciones y deslizamientos de tierra son las principales causas de desastre en Bolivia, donde las comunidades indígenas son las más afectadas.

Las comunidades indígenas de Bolivia han recibido formación para mejorar la respuesta ante catástrofes naturales gracias al programa de Voluntariado de Naciones Unidas. Fotos: EFE/Especial

La Paz, 5 de diciembre (EFE).- Las comunidades indígenas de Bolivia han recibido formación para mejorar la respuesta ante catástrofes naturales gracias al programa de Voluntariado de Naciones Unidas (UNV, en inglés), que celebra hoy 5 de diciembre su Día Internacional del Voluntariado.

El UNV en Bolivia, encabezado por la española Lidia Cabrerizo, realizará mañana una feria en la ciudad de Rurenabaque, en el departamento amazónico de Beni, para visibilizar la labor de estas personas anónimas que ayudan en momentos de crisis.

“Tenemos un proyecto de voluntariado resiliente en las comunidades del río Beni y Mamoré -en el Amazonas boliviano- para enseñar a las comunidades a organizarse ante las catástrofes”, explicó a EFE Cabrerizo.

Es importante que la mayor parte de los voluntarios sea nacional, hasta el 85 por ciento, ya que eso permite tener miembros de comunidades indígenas que pueden capacitar a grupos con una cultura y un idioma diferentes.

El proyecto cuenta con un presupuesto de 130 mil dólares, financiados por el propio UNV.

Este año el Día Internacional del Voluntario se fija especialmente en la labor de estas personas ante los desastres, algo que en Bolivia se corresponde con “sequías, inundaciones o deslizamientos de tierra”, apuntó la española.

Cabrerizo reconoció que ante “estos desastres, ha quedado en evidencia que los primeros en actuar son voluntarios comunitarios locales”.

Las acciones de la organización este año se han centrado en proyectos de capacitación y de participación ciudadana, ya que no ha habido grandes emergencias naturales como las inundaciones de hace dos años en el país andino.

La oficial del programa UNV destacó que “la voluntad de ayudar siempre está en las comunidades, pero se suele hace de forma desorganizada”.

Cabrerizo resaltó también el papel de las mujeres, que han supuesto el 63 por ciento de este proyecto de voluntariado resiliente en la parte amazónica del país.

“Muchas mujeres se han empoderado y forman parte activa de la red de voluntariado comunitario, es interesante cómo ellas se identifican como voluntarias”, subrayó.

Según datos de Naciones Unidas, unos mil millones de personas ofrecen sus servicios voluntariamente cada año en el mundo, una cifra que aumenta en situaciones de catástrofes.

Desde Bolivia estas personas anónimas trabajan para que si la Pachamama, como se conoce a la Madre Tierra en la cultura indígena, sufre alguna catástrofe, pueda volver a la normalidad lo antes posible.

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