Física por accidente y otros “extraños” ganadores del Nobel

07/10/2015 - 12:06 am

Los ganadores de un Premio Nobel no siempre son los mejores o los más coherentes. ¿Cuáles son algunos de los casos más “raros” y dudosos?

El Nobel da gran renombre a su ganador, aunque no sea el favorito o el más indicado. Foto: Shutterstock
El Nobel da gran renombre a su ganador, aunque no sea el favorito o el más indicado. Foto: Shutterstock

Ciudad de México, 7 de octubre (SinEmbargo).- La ceremonia de premiación para las distintas categorías del Premio Nobel es uno de los momentos más esperados del año. Sin embargo, a lo largo de años y años de ganadores, ha habido algunos que no sólo han sorprendido al ser nombrados, sino que su victoria incluso ha resultado inverosímil. A continuación cinco triunfadores que desconcertaron a medio mundo antes y después de haber sido premiados:

1. ACCEDIÓ A DEJAR DE MATAR… POR UN TIEMPO

Así es, el líder palestino Yasser Arafat, que absolutamente odiaba a Israel, se llevó el Premio Nobel de la Paz en 1994. Antes de eso, había creado un grupo llamado Fatah, cuyo objetivo declarado era la “erradicación de la economía, política, milicia y la existencia cultural sionista”.

Por supuesto, años después renunció a sus agresivas estrategias y se volvió un poco más diplomático, viajando alrededor del mundo representando a Palestina, hasta que en 1993 firmó el Acuerdo de Oslo con el que oficialmente se concluyó el conflicto árabe-israelí. Está de más decir que eso pesó más a la hora de ser premiado en Suecia un año después.

Arafat no era precisamente el arquetipo de un pacifista y aún así ganó. Foto: EFE
Arafat no era precisamente el arquetipo de un pacifista y aún así ganó. Foto: EFE

2. LA ECONOMÍA EN BANCARROTA

¿Qué harías con una fórmula que puede predecir los mercados? Podrías saber exactamente cuándo las acciones y materias primas van a subir o bajar y básicamente aprovechar la meno oportunidad para convertirte en multimillonario. En pocas palabras, un poder infinito sobre el mercado. De eso se trataba la propuesta de la década de los ’70, impulsada por los economistas Myron Scholes, Fischer Black y Robert Merton, quienes se dieron a conocer con el Modelo Black-Scholes para la Equidad. En términos sencillos, el modelo se trataba de predecir el valor a largo plazo de una acción basada en actuaciones anteriores y de si la gente está apostando a favor o en contra de ella. En otras palabras, se podría predecir el mercado de valores.

Black falleció en 1995, pero Scholes y Merton ganaron el Nobel de Economía en 1997 luego de que el modelo se convirtiera en un estándar en el mundo entero. Al mismo tiempo, Scholes fundó una compañía de inversión llamada Long-Term Capital Management. Sin embargo, había un problema.

Scholes y su equipo asumieron que todos los inversores eran computadoras lógicas y frías cuyos movimientos eran producto de un cálculo cuantificado. Se olvidaron de explicar el hecho de que cuando las cosas se ponen un poco inciertas, las cosas ocurren de una manera diferente. ¿El resultado? Cuando la crisis financiera de Asia Oriental golpeó, todas las acciones que la fórmula de Scholes había dado por buenas se desplomaron. Para 1998 la firma perdió 4.6 mil millones de dólares en cuatro meses y para 2000 se derrumbó por completo. Al final sólo quedó el premio como un buen recuerdo.

3. FÍSICA POR ACCIDENTE

Los científicos Arno Penzias y Robert Woodrow Wilson trabajaban en 1964 en una antena en los laboratorios telefónicos de Bell AT&T en Nueva Jersey cuando señalaron su antena supersensible hacia el cielo, recogiendo una señal de radio débil extraña viniendo de alrededor. La primera conjetura de los físicos fue que se trataba de interferencia causada por las heces de una paloma. Sin embargo, luego de deshacerse de las “gracias” de las aves que rondaban el sitio se dieron cuenta de que el ruido persistía.

Después de descartar interferencias de radio de la ciudad más cercana, militar y hasta extranjera tomaron en cuenta la radiación de microondas, lo que a la larga les valió el Premio Nobel de Física en 1978.

4. ¿VERDE INCOHERENTE?

Al Gore ganó el Premio Nobel de la Paz en 2008 por ayudar a difundir la palabra sobre el cambio climático causado por el ser humano. Haya o no contribuido a la paz mundial ese es otro asunto. Ganó y punto. Sin embargo, su victoria causó inconformidad debido a que no se comportaba precisamente como el salvador verde que muchos se esforzaron por ver en él.

Gore demostró ser una contradicción a pesar de sus discursos. Foto: EFE
Gore demostró ser una contradicción a pesar de sus discursos. Foto: EFE

La casa de Gore en Nashville utiliza más de 12 veces la cantidad de energía que usa una casa normal en EU. Si a ello se le suma que empezó a usar energía verde hasta después de que comenzó a ser criticado, se tiene que no es precisamente la persona más coherente. Sumado a eso, está el hecho de que el ex Vicepresidente estadounidense es dueño de más de un cuarto de millón de dólares en acciones de Occidental Petroleum. Sí, una empresa que comercia con combustibles fósiles, por si aún quedaba duda de su giro.

5. NOBEL DE LAS ALMAS PERDIDAS

Históricamente, la lobotomía no es precisamente la práctica médica mejor recordada. Sin embargo, en 1949 el Comité del Premio Nobel decidió darle el premio de Medicina al doctor Antonio Moniz por este procedimiento.

La lobotomía fue un procedimiento usual a mediados del siglo XX. Incluso un Nobel se llevó. Foto: Shutterstock
La lobotomía fue un procedimiento usual a mediados del siglo XX, y hasta un Nobel se llevó. Foto: Shutterstock

La Europa de la postguerra estaba particularmente maravillada por este procedimiento que, entre otras cosas, le permitió a muchos hombres silenciar a sus esposas y que muchos padres confiaran en esta vía para controlar a los niños “revoltosos”. Moniz ganó el Premio Nobel de Medicina en 1949, muriendo unos años más tarde después de que uno de sus pacientes le dio un disparo. Oh ironía.

Aunque fue un procedimiento que todavía se llevó a cabo en la década de los ’70, no pasó mucho tiempo después de que Moniz ganara el premio que la gente empezara a notar lo fríos que eran los pacientes lobotomizados y comenzaron a relacionar este comportamiento con el hecho de que sus almas habían sido arrancadas. La Unión Soviética prohibió el procedimiento en 1950, y la calificó de “contraria a los principios de la humanidad.”

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