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Óscar de la Borbolla

29/04/2024 - 12:03 am

El invento más importante de la humanidad

Para mí el más importante de los inventos ha sido la escritura, ese medio por el cual han perdurado todos los demás inventos y que ha servido para dividir en dos el tiempo de la humanidad: la prehistoria y la historia.

Piedra Trilingüe de Rosetta.
“Para mí el más importante de los inventos ha sido la escritura, ese medio por el cual han perdurado todos los demás inventos y que ha servido para dividir en dos el tiempo de la humanidad: la prehistoria y la historia”. Foto: Óscar de la Borbolla

A Beatriz Escalante que ama la escritura

Del arsenal de inventos que los seres humanos hemos creado y que poseen un beneficio que nos ha hecho llegar a ser la especie más exitosa del planeta, hoy quisiera hablar del que a mi juicio es el más importante de todos, el más decisivo. No la rueda (hay civilizaciones en Mesoamérica que no la descubrieron, y avanzaron sin ella); no la agricultura (que indudablemente nos permitió asentarnos, nutrirnos mejor y crecer en población); no la Física de Newton, no La Teoría de la Relatividad y mucho menos la Internet (que hoy resulta casi la base sobre la que reposa nuestro tiempo), ni siquiera la inteligencia artificial que muy pronto nos permitirá dar un salto cualitativo…

Para mí el más importante de los inventos ha sido la escritura, ese medio por el cual han perdurado todos los demás inventos y que ha servido para dividir en dos el tiempo de la humanidad: la prehistoria y la historia.

¿Qué posee de especial la escritura? ¿Unos significantes en los cuales quedan firmemente adherido unos significados, qué tiene de ventajoso esto para llamarlo el invento más importante de la humanidad? Analicemos la definición de escritura implícita en esta pregunta: hablamos de “significantes” y decimos que en ellos quedan fijos unos significados, o sea, que en unas marcas sobre un objeto físico: piedra, pergamino, papel o, incluso, disco duro, se adhiere un significado, un mensaje, una idea. Ejemplo: la palabra “perro”, tiene un aspecto material: la secuencia de las letras: p, e, r, r, o, es el significante y la idea de perro (tomo la definición del diccionario de la RAE: “Mamífero doméstico de la familia de los Cánidos, de tamaño, forma y pelaje muy diversos, según las razas. Tiene olfato muy fino y es inteligente y muy leal al hombre”) es el significado. Que algo material transmita, para quien sea capaz de leerlo un concepto, que hayamos hecho que algo material sea portador de una idea es un invento maravilloso. Con el lenguaje conseguimos que unas ondas sonoras transmitan nuestro pensamiento y con la escritura lo que logramos es que nuestras ideas queden de manera perdurable sobre algún objeto material: la piedra, las tablillas de barro o el disco duro. 

¿Qué se escribe, al margen de los innumerables temas que existen? Si lo vemos en el fondo, los seres humanos han escrito todo aquello que han considerado valioso, literalmente, lo que merece se puesto por escrito. Y ¿qué es lo que representa todo lo escrito? La totalidad de lo escrito es la cultura. Lo que va de boca en boca (que también se considera valioso, por algo se transmite) tiene un problema: no resiste los siglos y mucho menos los milenios. Todo el saber, el sentir, el soñar, el desear, el pensar, el dudar… de los seres humanos si existe es que está por escrito; si no está por escrito, aunque haya existido, ya no está. Lo que existe es lo que llega al presente, lo que está presente y se mantiene presente sobreviviendo al paso del tiempo. La escritura es el invento que ha posibilitado el prodigio de que los significados perduren. la escritura es el mas importante anexo de la memoria, y han venido dándose diferentes soportes materiales a la escritura: el uso de tablillas duró milenios, el del libro lleva unos pocos siglos, el disco duro, unos cuantos años.

Hoy todo está en la Nube —dicen—, alguna vez estuvo en la famosa Biblioteca de Alejandría… ignoro el soporte que llegará a tener en el futuro; pero de algo sí estoy cierto: la escritura, sin importar aquello sobre lo que repose, es la creación humana más importante de cuantas se han producido o se producirán. Su naturaleza es inquietante, ¿cómo fue posible que unas simples marcas en un objeto material fueran capaces de ser portadoras de un significado? ¿Cómo fue posible que un objeto en medio de dos seres humanos sirviera para que se comunicaran? Y, más todavía, ¿cómo es posible que ese objeto, la escritura, me permita enterarme, hacerme entero, completarme, con lo escrito por otro en otro tiempo y que, gracias a ese objeto, el otro se mantenga presente para mí? Cuando leo a Platón ocurre este prodigio. Está ocurriendo ahora.

Twitter @osardelaborbol

Óscar de la Borbolla
Escritor y filósofo, es originario de la Ciudad de México, aunque, como dijo el poeta Fargue: ha soñado tanto, ha soñado tanto que ya no es de aquí. Entre sus libros destacan: Las vocales malditas, Filosofía para inconformes, La libertad de ser distinto, El futuro no será de nadie, La rebeldía de pensar, Instrucciones para destruir la realidad, La vida de un muerto, Asalto al infierno, Nada es para tanto y Todo está permitido. Ha sido profesor de Ontología en la FES Acatlán por décadas y, eventualmente, se le puede ver en programas culturales de televisión en los que arma divertidas polémicas. Su frase emblemática es: "Los locos no somos lo morboso, solo somos lo no ortodoxo... Los locos somos otro cosmos."

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