Ginebra, 8 Jul. (Notimex).- Suiza celebra por todo lo alto la victoria de Roger Federer, quien este lunes amanecerá como el número uno del tenis mundial tras lograr su séptima corona en Wimbledon luego de vencer al escocés Andy Murray.
El país quedó prácticamente paralizado durante las más tres horas que duró el partido en el All England Club, durante las cuales sufrieron y celebraron con su compatriota, catalogado como una verdadera leyenda del deporte blanco.
Federer se tiro al césped de la cancha central del complejo londinense, sin poder contener lágrimas de emoción tras recuperar su corona en Wimbledon y el liderato del ranking mundial de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP).
El suizo venció en cuatro sets a Murray, por parciales de 4-6, 7-5, 6-3 y 6-4, en un partido que le puso cuesta arriba el escocés y que empezó a tomar rumbo a su favor bajo techo y gracias a la pausa a causa de la lluvia.
Todos los canales de la televisión suiza, la radio y la web celebran el triunfo de Federer, que emula con su victoria de hoy los siete títulos en pasto de su héroe Pete Sampras y demuestra a propios y extraños que la vida vuelve a empezar para el que muchos consideran el mejor tenista de todos los tiempos.
Federer, acompañado en las gradas por su esposa y sus gemelas, se impuso a Murray, quien falló en su cuarta oportunidad de ganar su primer Grand Slam y no pudo romper el maleficio que aqueja el torneo británico de no poder coronar a un compatriota en 76 años.
El escocés, apoyado por el primer ministro británico David Cameron y por las hermanas Catalina Middleton, duquesa de Cambridge, y Pippa, dio pelea y estuvo a la altura en todo momento sobre una cancha resbaladiza que mantuvo a Federer al frente especialmente en la segunda mitad del partido.
A ojos de los expertos, la clave del triunfo estuvo en el sexto juego del tercer set, poco después de la pausa obligada por la lluvia, con 20 apasionantes minutos del mejor tenis visto en Wimbledon, del cual el suizo salió triunfante, con buen espíritu y gran confianza.
La confederación se entrega a su campeón sin escatimar en elogios del que ya es considerado como “una leyenda viviente del tenis de nuestro tiempo”.
“El rey ha vuelto, viva el rey”, festeja toda Suiza.
