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Un proyecto de izquierda de 13 años podría ver su fin en Brasil: Dilma limpia su oficina

11/05/2016 - 6:12 pm

El Senado brasileño vota esta tarde-noche, como última instancia, para separar o no a la Presidenta Dilma Russeff de su cargo. Lo más probable es que decida enjuiciarla. Y de esta manera, un proyecto de izquierdas que duró más de una década terminaría por la puerta de atrás: acusado de corrupción, algo que prometió combatir; y juzgado por las mismas instancias que ahora no puede calificar de antidemocráticas, porque se refundaron en sus gobiernos…

Foto: Efe
El Senado de Brasil deliberó durante días sobre la responsabilidad de la presidente en el incumplimiento de las normas fiscales.  Foto: Efe

–Información en desarollo

Río de Janeiro/Ciudad de México, 11 de mayo (SinEmbargo/Efe/AP).– El periódico brasileño O Estado de Sao Paulo dice que la Presidenta Dilma Rousseff empacó todas sus pertenencias personales en su oficina en el Palacio de Planalto y las envió al Palacio de Alvorada, la residencia presidencial oficial.

La mudanza ocurrió el miércoles en momentos en que el pleno del Senado sostenía una sesión que se espera culmine con la realización de un juicio político a Rousseff.

El periódico señala que entre las cosas que se enviaron al Palacio de Alvorada estaban libros de Rousseff y fotografías de su hija y dos nietos.

Citando a miembros de personal de la presidencia, el diario dice que durante el día estuvieron funcionando sin parar trituradoras de papel y digitalizadores de documentos.

Las llamadas de The Associated Press a la oficina presidencial en busca de confirmación sobre el reporte no fueron respondidas.

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06:00 / 12 de Mayo

Concluye el debate previo a la votación acerca del inicio de juicio político contra Dilma Roussef. Hablaron 71 senadores, de los que 50 se pronunciaron a favor del proceso contra Rousseff, 20 en contra y un indeciso.

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03:40 / 12 de Mayo

Faltando varias horas para la votación oficial, 41 diputados que se han expresado a favor de la destitución de Rousseff,  16 en contra y uno indefinido.

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02:50 / 12 de Mayo

Faltando 16 parlamentarios por participar del debate, al momento 55 diputados han hablado, se manifiestan 38 a favor de la destitución de Rousseff, 16 en contra y uno indefinido.

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02:18 / 12 de Mayo

En el prolongado debate han participado ya 52 de los 81 senadores. 37  se han pronunciado a favor, 14 en contra y 1 indeciso.

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22:40

Hasta el momento han intervenido 46 de los 81 senadores, 35 a favor10 en contra y 1 indeciso.

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21:30

Intervienen 38 senadores en debate: 28 a favor, 9 en contra; el ex Presidente Fernando Collor, que también fue acusado, se pronuncia indeciso.

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21:18

Al momento 33 senadores han intervenido en el debate, 28 se pronunciaron a favor del juicio político, 8 en contra.

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20:00

Manifestantes participan en una protesta en rechazo del juicio polÌtico contra la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. Foto: Xinhua.
Manifestantes participan en una protesta en rechazo del juicio polÌtico contra la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. Foto: Xinhua.

Manifestantes a favor de la presidenta Dilma Rousseff se enfrentaron con la policía frente al Senado, mientras los senadores debaten la posibilidad de llevar a la mandataria a un juicio político.

No quedó claro de inmediato el motivo que generó las breves pero intensas confrontaciones. La policía utilizó gas pimienta para contener a los manifestantes.

Los inconformes, en su mayoría de grupos feministas, lanzaron pirotecnia a las líneas policiales. Los trabajadores de emergencia trasladaron a varias personas fuera de la zona luego de que resintieran los efectos del gas pimienta.

En el Senado, la senadora del Partido Comunista, Vanessa Grazziontin, expresó su preocupación por lo que dijo eran niveles crecientes de “violencia innecesaria” en contra de los manifestantes a favor de la presidenta.

Un muro erigido a la mitad del jardín separaba a los varios miles de seguidores de Rousseff de un grupo similar de personas partidarias del juicio político. Entre estas últimas reinaba un ambiente festivo, en el que los manifestantes tomaban cerveza mientras portaban la camiseta verdeamarelha de la querida selección nacional de fútbol.

Ambos grupos eran de mucho menor tamaño que las multitudes que aparecieron durante la votación sobre el juicio político efectuada el 17 de abril en la Cámara de Diputados.

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19:25

El Senado de Brasil se empieza a inclinar por el juicio que suspenderá a la Presidenta, Dilma Rousseff.

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19:oo

Algunos brasileños ven el proceso de enjuiciamiento político a Dilma como un golpe orquestado por Michel Temer. Foto: Xinhua.
Algunos brasileños ven el proceso de enjuiciamiento político a Dilma como un golpe orquestado por Michel Temer. Foto: Xinhua.

Diputados del PT en Brasil anuncian obstrucción a cualquier proyecto del vicepresidente Michel Temer, quien asumiría la Presidencia en caso de que Rousseff sea sometida a juicio político.

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18:12

El periódico brasileño O Estado de Sao Paulo dice que la Presidenta Dilma Rousseff empacó todas sus pertenencias personales en su oficina en el Palacio de Planalto y las envió al Palacio de Alvorada, la residencia presidencial oficial.

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16:40

La Corte Suprema de Brasil rechazó una apelación interpuesta por el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff para detener el proceso de juicio político en su contra que se dirime en el Senado.

El tribunal informó en su portal web que el magistrado Teori Zavascki rechazó la apelación. La oficina del procurador general alegó que la votación efectuada el mes pasado en la Cámara de Diputados en la que se recomendó el juicio político estaba manchada por irregularidades.

La apelación fue rechazada mientras el pleno del Senado sostenía una sesión que se espera culmine en la aprobación del juicio político a Rousseff.

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15:10

La atmósfera en el Senado de Brasil está apagada mientras los legisladores debaten si llevan a juicio a la presidenta Dilma Rousseff.

La mayoría de los asientos en la Cámara Alta están vacíos, y los pocos senadores que ven a sus colegas pasar al frente están entretenidos con sus teléfonos o platicando entre ellos.

Es un vívido contraste con el ánimo casi circense de la votación del mes pasado en la Cámara Baja, cuando los diputados aplaudieron ruidosamente e incluso algunos aventaron confeti en señal de victoria.

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14:50

Incluso los aliados de Dilma Rousseff creen que el Senado votará a favor de un juicio político a la presidenta.

El líder del Partido de los Trabajadores en el Senado pareció reconocer una primera derrota mientras hablaba con la prensa al margen de la sesión del miércoles.

El senador Humberto Costa dijo que “no hay otro camino para nosotros que la oposición”, pero agregó que sería “una oposición muy firme”.

Una mayoría simple de los 81 senadores sería suficiente para iniciar un juicio político que podría durar seis meses. Después del juicio, una mayoría con dos terceras partes del Senado bastaría para quitarle el poder de forma a Rousseff.

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12:30

El papa Francisco llama a “la oración y el diálogo” en el país más grande de Latinoamérica a raíz de la crisis política que avanza hacia el juicio político de la presidenta brasileña Dilma Rousseff.

En su audiencia general de los miércoles, el pontífice expresó la esperanza de que Brasil “avance por el camino de la armonía y la paz”.

Su declaración apareció en el sitio web de la Radio Vaticano.

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14:50

EL SENADO EN SESIÓN

El Senado de Brasil inició el miércoles a una sesión que se espera que culmine en una votación sobre si se debe iniciar un juicio político a la presidenta Dilma Rousseff.

Si la mayoría de los 81 miembros del Senado vota a favor de las medidas para el juicio político, Rousseff será suspendida del cargo mientras se realiza el juicio en los próximos 180 días. En ese tiempo, el vicepresidente Michel Temer se hará cargo hasta seis meses mientras se decide si la mandataria es retirada de su cargo de forma permanente.

El presidente del Senado Renan Calheiros dijo que quiere que el voto se lleve a cabo el miércoles en la noche.

Los cargos contra la mandataria incluyen haber incumplido normas fiscales administrando el presupuesto federal. Sin embargo el proceso se ha convertido también en una especie de referendo para su presidencia, mientras Brasil se encuentra en una profunda recesión económica y se lleva a cabo una amplia investigación por corrupción en la petrolera estatal Petrobras.

Rousseff niega las acusaciones e insiste en que el proceso representa un “golpe de Estado” que busca quitar del gobierno al izquierdista Partido de los Trabajadores, que gobierna desde hace 13 años.

Los cargos contra la mandataria incluyen haber incumplido normas fiscales administrando el presupuesto federal.

Rousseff sería notificada mañana de la decisión y a partir de ese momento quedaría suspendida durante los 180 días que puede durar el proceso.

Su cargo será ocupado en forma interina por el vicepresidente Michel Temer, que se prepara para asumir el poder con un nuevo gabinete y una orientación ideológica diametralmente distinta y de corte liberal.

Los partidarios que votaron en contra, culpan a Rousseff y al Partido de los Trabajadores, o PT, por la parálisis de la economía y sostienen que el vicepresidente Michel Temer, cuyo partido ha renunciado a la coalición gobernante, representa la única esperanza de reavivarla.

“Para mejorar la vida de la nación necesitamos quitarlos en este momento”, dijo el senador Magno Malta en referencia al PT a un grupo de periodistas reunidos fuera del Senado. “Comenzaremos a respirar de nuevo y el médico dirá que la nación está dando señales de vida y que estará estable pronto”.

El proceso para hacerle el juicio político empezó hace poco más de un año como una iniciativa a la que se pronosticaban pocas posibilidades pero fue tomando impulso al punto de volverse irrefrenable.

LA ILUSIÓN DEL PT

El juicio en político en contra de la mandataria brasileña será votado la próxima semana,. Foto: AP
Rousseff también fue acusada de cuidarle las espaldas a su sucesor. Foto: AP

Poco queda de la ilusión que levantó el PT entre buena parte de la sociedad brasileña y que le convirtió en uno de los partidos de referencia del país desde su nacimiento, en la década de los 80.

Fruto de una alianza de partidos de izquierda, organizaciones sindicales y sectores de la iglesia próximos a la teología de la liberación, el PT nació en la oposición a la última dictadura militar en Brasil (1964-1985).

Las promesas de cambio de un sistema corrompido, de transformación social y de defensa de los trabajadores fueron quedando en el camino mientras el PT se sumergía en el engranaje político brasileño y caía de lleno en las redes de la corrupción.

Nacido del movimiento sindical que cobró fuerza en Sao Paulo a finales de los 70, el PT se consolidó con el liderazgo del carismático dirigente sindical Luiz Inácio Lula da Silva.

En su cuarto intento, Lula consiguió la Presidencia, en 2003, en medio de una crisis de credibilidad de los partidos tradicionales con un mensaje que conquistó a los electores y un lema más que pegadizo para definirse a sí mismo: Lula paz y amor.

Su compromiso con el cambio pronto se vio empañado por el primer gran escándalo que tambaleó a su Gobierno: el “mensalao”, una compleja red de sobornos a parlamentarios que salpicó a varios dirigentes del PT en 2005, entre ellos José Dirceu, ministro de la Casa Civil y mano derecha del mandatario, y el presidente del partido, José Genoíno.

Lula entonces sacó pecho y afirmó que “lo que el PT hizo desde el punto de vista electoral es lo que se hace en Brasil sistemáticamente”.

Pero en septiembre de 2006, la corrupción volvió a salpicar al PT con la llamada “crisis del dossier“, que alcanzó al propio Lula y al Senador Aloízio Mercadante, candidatos a la Presidencia y al Gobierno de Sao Paulo respectivamente, que supuestamente pretendían comprar informes que perjudicaban a la oposición.

Pese al escándalo, Lula esquivó el golpe y con el lema “Quiero un Brasil decente” renovó por un segundo mandato que logró terminar como el político mejor valorado por el electorado -un 80 por ciento de imagen positiva-, en buena parte debido al éxito de programas sociales de los que se benefician unos 14 millones de familias brasileñas, como el “bolsa familia”.

Eligió entonces a una de sus más fieles colaboradoras, la ex guerrillera Dilma Rousseff, para sucederle, en 2011, con un compromiso: “Para que Brasil siga cambiando”.

Aunque desgastada y criticada por su falta de carisma político y por una gestión alejada de las líneas programáticas del PT, la primera Presidenta de Brasil logró la reelección en 2014 con el lema “Cambia más”.

Para entonces, el PT poco tenía que ver con el Partido de los Trabajadores que había conquistado a los brasileños 10 años atrás.

En el camino, el PT de Lula se fue distanciando de su aliados naturales, los partidos y colectivos de izquierda, como los movimientos Sin Tierra y Sin Techo, y se acercó peligrosamente a sus adversarios políticos naturales: el centro y la derecha.

Según el intelectual marxista César Benjamin, desde 1990 “Lula y José Dirceu -un político y abogado brasileño- comenzaron a vaciar el potencial militante del PT para transformar el partido en una máquina electoral formidable”.

Arrastrando un fenomenal aparato burocrático, el PT se acercó al Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), la poderosa fuerza que durante décadas ha tenido la llave de la Presidencia del país.

Algunos especialistas han manifestado que el posible juicio político a la Presidenta podría sumir en una profunda crisis económica y social al país. Foto: Xinhua.
Algunos especialistas han manifestado que el posible juicio político a la Presidenta podría sumir en una profunda crisis económica y social al país. Foto: Xinhua.

Aliada con el PMDB, con Michel Temer como vicepresidente, Rousseff logró un segundo mandato pero, a la postre, su compañero de viaje terminó por asestarle una herida mortal, impulsando el juicio político que la ha colocado a un paso de la destitución y que ha noqueado al PT.

El “delito” de Rousseff: maquillaje del presupuesto público. Una técnica ilegal que han practicado todos los gobiernos brasileños durante décadas.

Como telón de fondo, una crisis económica imparable -agravada por la caída de los precios de las comodities y el petróleo- y el “Lava Jato”, la mayor investigación judicial de la historia de Brasil, que se ha llevado por delante a altos funcionarios y dirigentes de todos los partidos, incluido el PT, que había llegado al poder enarbolando la bandera de la honestidad.

El “Lava Jato” no ha terminado y de su evolución dependerá mucho el futuro del PT y del propio expresidente Lula, en la mira del juez que impulsa la investigación, Sergio Moro.

Mientras, en la calle, las multitudes que solía arrastrar el PT ahora aparecen menguadas y desencantadas.

Recuperar el partido pasa por una profunda revisión autocrítica y por la búsqueda de nuevos liderazgos capaces de recuperar la confianza de la sociedad.

Pero la regeneración es un proceso lento y el sistema político brasileño ha dado muestras, a lo largo de la historia, de que es un gigante devorador de sus propios hijos.

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