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Los científicos de Cuba están muy cerca: ya prueban en La Habana la primera vacuna de América Latina

12/04/2021 - 12:32 pm

El embargo comercial al que Cuba está sometido ha llevado al país a desarrollar vacunas para inmunizar a su población contra distintas enfermedades. a la fecha, el país caribeño produce 5 millones de dosis de vacunas simples o combinadas para diversas enfermedades solo para uso doméstico cada año. Hoy está cada vez más cerca de concretar el primer antígeno contra la COVID-19 en América Latina.

Ciudad de México, 12 de abril (SinEmbargo).– Cuba confirmó este sábado 959 nuevos casos de COVID-19 y seis fallecidos. Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, dijo con pesar que entre los muertos está la primera paciente en edad pediátrica del país. “Una niña de cuatro años de edad que se encontraba ingresada en el hospital Juan Manuel Márquez por presentar un tumor abdominal”, explicó.

Aunque son pocos casos, el anuncio fue de gran pesar. Cuba ha controlado bien la pandemia. Mejor que casi todos los países del Continente Americano.

Pero sobre la mala noticia por la muerte de la niña vino con otra. Ahora una buena. Habla el doctor Luis Herrera Martínez, ingeniero genetista y uno de los expertos que en los años ochenta gestaron el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, asesor científico y comercial del grupo BioCubaFarma. Cubadebate, medio oficial de la isla, lo entrevista con las buenas: la ansiada vacuna para la COVID-19 avanza en fase 3. Y de hecho, son cinco candidatas a vacuna, unas más adelantadas que obra: Soberana 01, Soberana 02, Soberana Plus, Abdala y Mambisa.

De ellas, dos llevan delantera: Soberana 02 y Abdala.

Lo más importante para el doctor Herrera y sus camaradas es transmitir el rigor de los desarrollos cubanos. Dejar claro que si esa vacuna sale de la isla es porque tiene todos los estándares de calidad. El Gobierno de Argentina dijo a CNN que tiene sus ojos puestos en dos vacunas cubanas y ya habla de compras masivas.

Una enfermera se prepara para inyectar a una trabajadora de la salud. Foto: Ramón Espinosa, vía AP.

“¿Qué le pasó a AstraZeneca?”, explica el doctor Herrera. “Que estudió 30 mil individuos en la fase III y ahora, cuando se vacunan millones de individuos, aparecen efectos secundarios que no podían aparecer anteriormente, porque estaban fuera de la frecuencia. Cuando se hace la extensión con el estudio de intervención que se está haciendo en La Habana, que va a llegar a más de 1.5 millones de personas, podrá haber más información sobre grupos mayores a los que aún no se ha llegado”.

La entrevista es parte de los anuncios que ha hecho el Gobierno cubano recientemente. Se sabía que desarrollaba una vacuna pero repentinamente todo volvió al sigilo. Aunque Cuba tiene un sistema de salud muy desarrollados, algunos pudieron dudar de su capacidad para responder a la emergencia. Apenas en febrero pasado, Candace Johnson, presidenta del Roswell Park Center, dijo a The New York Times: “A veces la gente piensa que, por ser Cuba, ellos simplemente fabrican estos medicamentos en un garaje y se los dan a la gente, y eso no es cierto. Están usando exactamente los mismos altos estándares que cualquier otro país que produce estos medicamentos”.

Es justo The New York Times el que da detalles, este lunes, de los avances en el Instituto de Vacunas Finlay. Es la institución que trae el desarrollo de la vacuna Soberana 02. Su desarrollo se hizo con una parte de la proteína del pico de coronavirus, fusionada a una vacuna estándar contra el tétanos para estabilizarla. Soberana 02 también contiene hidróxido de aluminio como adyuvante para estimular el sistema inmunológico.

Después de probar Soberana 02 en animales, agrega el Times, los investigadores de Finlay comenzaron un ensayo de fase 1 en octubre, seguido de un ensayo de fase 2 en diciembre. En enero, Cuba llegó a un acuerdo con Irán para probar sus vacunas en un ensayo de fase 3. El 3 de marzo, el Instituto de Vacunas Finlay registró un ensayo de fase 3 para Soberana 02, con planes de reclutar 44 mil 010 participantes en La Habana.

“Cuba tiene previsto producir 100 millones de dosis de Soberana 02 para vacunar a toda su población. Cuba tiene esperanzas en la vacuna como fuente de beneficio económico para la isla”, dice el diario.

No es todo. El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba lanzó a fines de noviembre un ensayo sobre una vacuna contra el coronavirus llamada Abdala. El nombre proviene de un poema del poeta del siglo XIX José Martí. La Abdala consiste en una parte de la proteína de pico de coronavirus llamada dominio de unión al receptor. El 1 de febrero, el centro celebró una conferencia de prensa para anunciar el inicio de una prueba de Fase 2. El 18 de marzo se lanzó una prueba de fase 3 con hasta 48 mil participantes.

FASE III EN LA HABANA

El ensayo fase III se realiza en ocho municipios de La Habana, según Cubadebate. Estos estudios clínicos “tienen un diseño técnico en el cual participan muchos especialistas y nada se decide al azar. Estos eran los ocho municipios que, cuando se hizo el análisis, en el momento de presentar el protocolo, tenían la epidemiología más compleja y otros elementos que fueron evaluados”, dice Yury Valdés Balbín, director adjunto del Instituto Finlay de Vacunas.

The Economist, la publicación británica, narra: “A las 7 de la mañana, una larga cola se extiende alrededor del centro médico cerca de la Plaza de la Revolución en La Habana. Algunos de los que esperaban llevan horas allí; todos esperan ser voluntarios para probar Soberana 02, la vacuna candidata para COVID-19 más avanzada de Cuba, que se encuentra en ensayos clínicos de fase tres”.

Cuba avanza en las fases clínicas de sus vacunas contra COVID-19. Foto: Ramón Espinosa, vía AP.

A las 8 am en punto, agrega, “los primeros 40 son admitidos en dos salas grandes, se les hacen pruebas rápidas de flujo lateral y se les dice qué esperar si son reclutados como voluntarios. Yosvany Rodríguez Muñoz, portero de 37 años, es uno de los afortunados. El personal de la clínica mide su altura, peso y presión arterial antes de darle una cita para el día siguiente. Después de 28 días recibirá una segunda dosis”.

“Cuba es pequeña, con solo 11 millones de habitantes, y carece de productos básicos como arroz y paracetamol. Pero su larga historia de investigación médica la ha mantenido en una posición relativamente buena durante la pandemia. Después de la Revolución comunista de 1959, la mitad de los médicos de la isla huyeron al extranjero. En respuesta, Fidel Castro, el dictador fumador de puros, invirtió dinero en atención médica; esperaba que la industria farmacéutica pudiera exportarse, como el azúcar”, dice el texto de la revista británica.

“Incluso durante el colapso económico que siguió al fin de la Unión Soviética y sus subsidios a principios de la década de 1990, en el que el PIB se redujo en un tercio en tres años, el Centro de Inmunología Molecular (CIM) abrió en La Habana. ‘No había dinero para la comida, pero había una nueva instalación de investigación del cáncer que se esperaba que valiera la pena el sacrificio’, recuerda Ricardo Torres, un economista cubano”.

Cuba produce 5 millones de dosis de vacunas simples o combinadas para diversas enfermedades solo para uso doméstico cada año.

LAS VACUNAS CUBANAS

En realidad son cinco los desarrollos cubanos para la COVID-19.

Soberana 01
Vacuna basada en el antígeno RBD del nuevo coronavirus, producido a partir de células de mamíferos. La formulación, además, contiene antígenos de membrana del meningococo serotipo B, más hidróxido de aluminio como adyuvante.

Soberana 02
Vacuna de subunidades proteicas compuesta por proteína del RBD del SARS-CoV-2 producida por biotecnología en células CHO (derivadas de ovario de hámster chino), conjugada covalentemente al toxoide tetánico y absorbida en gel de hidróxido de aluminio.

Soberana Plus
Vacuna de subunidades proteicas compuesta por la proteína del RBD del SARS-CoV-2 producida por biotecnología en células CHO, expresada en forma dimérica y absorbida en gel de hidróxido de aluminio.

Abdala
Vacuna formulada a partir de la proteína RBD, producida de manera recombinante en células de levadura Pichia pastoris, con hidróxido de aluminio como adyuvante.

Mambisa
Vacuna basada en una fórmula que tiene la misma proteína RBD, producida de manera recombinante en células de levadura Pichia pastoris, más el antígeno de la nucleocápsida de la hepatitis B, para administración por la vía intranasal.

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