Esta conmovedora fábula del autor chileno Luis Sepúlveda, que falleció el pasado 16 de abril por coronavirus, trata de la amistad entre un joven y su encantador gato como protagonista. El libro será publicado el próximo 26 de mayo.
A Sepúlveda le atraía de los gatos que son animales “misteriosos, muy dignos e independientes” y no pudo evitar su asombro cuando vio la “dignidad” que tenía el pequeño Mix, un gato que su hijo Max había adoptado.
Barcelona, 13 de mayo (EFE).- Tusquets Editores publicará el próximo 26 de mayo Historia de Mix, de Max y de Mex, el último libro del escritor chileno Luis Sepúlveda, que falleció el pasado 16 de abril en Oviedo a los 70 años a consecuencia del coronavirus.
Historia de Mix, de Max y de Mex es una conmovedora fábula de amor por los animales, con la amistad entre un joven y su encantador gato como protagonista.
“Me gustan todos los animales, pero con los gatos tengo una relación especial”, señalaba el autor y recordaba que esa pasión le venía desde que un astrólogo chino le dijo: “Alguna vez, en una vida pasada, fuiste un gato muy feliz, porque eras el gato favorito de un mandarín”.
A Sepúlveda le atraía de los gatos que son animales “misteriosos, muy dignos e independientes” y no pudo evitar su asombro cuando vio la “dignidad” que tenía el pequeño Mix, un gato que su hijo Max había adoptado en la Sociedad Protectora de Animales de Múnich, un gato pequeño que tenía un rostro diferente a cualquier otro gato.
El autor advierte que en la historia del libro descubrirá que Mix tuvo “un destino extraño que a cualquier otro animal habría hecho sufrir mucho”, pero “nunca abandonó el buen humor manifestado en sus ronroneos y cuando, como todos los gatos, se ausentaba sin dejar de estar presente, envuelto en el gran misterio que rodea a los gatos, en su expresión se podía ver una gran felicidad”.
En muchas ocasiones Sepúlveda preguntó: “¿En qué piensas, Mix?”. La historia que escribió fue la alternativa a la voz del silencio del gato Mix.
El editor de Tusquets, Juan Cerezo, ha subrayado que Sepúlveda dominaba como pocos “la magia de la oralidad, y sus historias tenían humor, sorpresa y un soterrado idealismo”.
Para su editor, Sepúlveda era tal vez “el escritor en español que mejor entendió la energía de Jack London y Ernest Hemingway”, por ejemplo, en “Un viejo que leía novelas de amor”; o la poesía seca de Bruce Chatwin, en uno de los más bellos libros de viajes en español, “Patagonia Express”.
También supo interpretar el ímpetu de la aventura de Francisco Coloane en “Mundo del Fin del Mundo”; o el cáustico romanticismo de Raymond Chandler en “Nombre de torero” y “El fin de la historia”, protagonizadas por un Juan Belmonte que es en realidad su alter ego, viejo comunista desencantado dispuesto a partirse la cara por una causa justa.
A propósito de “Historia de Mix, de Max y de Mex”, Cerezo apunta que muchos recordarán al autor chileno por una serie de fábulas que son “inmejorables acicates de lectura para los más jóvenes, y donde las peripecias de gatos y gaviotas, perros, caracoles y ballenas, ilustran con paradójica humanidad los valores en los que Lucho cree: la amistad, la falta de prejuicios, el trabajo el equipo, la lealtad”.