ENTREVISTA | Escribo para los que no leen, no para los que leen: Amandititita

13/11/2015 - 12:06 am
La cantautora sorprende con su auspicioso debut literario. Foto: Especial
La cantautora sorprende con su auspicioso debut literario. Foto: Especial

Ciudad de México, 13 de noviembre (SinEmbargo).- 13 latas de atún se llama el libro de una escritora. Amandititita, la célebre cantautora hija de Rockdrigo González, es, efectivamente, una persona que sabe cómo usar la pluma y la cabeza para contar historias encantadoras, mágicas.

Para su primer libro, editado por Penguin House Mondadori, con la vista atenta del experto Andrés Ramírez, la siempre rebelde y provocadora muchacha nacida en Tampico en 1979, eligió un acto de sinceridad brutal para contar por qué la vida difícil que tuvo que transitar la mantiene siempre en alerta, en un estado de sospecha permanente.

Cuentos absurdos, de horror, reflexiones agudas, una pluma liviana y muy confiable, perturba al lector por lo que tiene de ficción y realidad. Ese es el juego audaz que plantea la cantautora, logrando fascinación e interés a pleno en cada una de las páginas.

El arte la ha salvado y la motiva a diario. “Soy como debe ser la hija de un muerto y una alcohólica”, dice Amanda Lalena Escalante, cuyos nombres obedecen, el primero, a la famosa canción del chileno Víctor Jara, “Te recuerdo, Amanda” y el segundo por un tema de Donovan.

Autora de canciones muy populares como “La güera Televisa”, “Cerebro de caca”,  “Odio a mi jefe”, “Metrosexual”, “La muy muy” y “La Mataviejitas”, entre otros, Amandititita acaba de sacar su tercer disco en forma independiente con el título Mala fama, del que sobresale el primer sencillo “La criada”.

Su mirada irónica y tierna de un mundo hostil se mezcla con su amor genuino por la cumbia y la gente sencilla a quien va dedicado su primer libro. “Escribo para los que no leen, feliz seré si compran un libro aquellos que nunca compran un libro. No escribo para los que ya leen, aunque si me leen, qué bueno”, dice en entrevista con SinEmbargo.

“Amanda ha tenido siempre una mirada aguda e irónica acerca de sí misma y de quienes la rodean: sabe estar sola y acompañada. Sin embargo, en este libro nos revela dos aspectos de su ser menos conocido: su destreza informal para la fabulación: sabe relatar historias breves por medio de un ritmo más seductor que acosador.

Este conjunto de relatos biográficos, ficciones y trazos literarios no necesita la definición del género: están aquí para ser leídos como quien se asoma a una ventana y se da cuenta de que la aparente sencillez de las cosas que nos rodean y de las que formamos parte, se halla contenida en la diversidad de sus dramas y de sus tribulaciones… Trece latas de atún no es un libro gratuito porque posee un valor inusual en estos tiempos de penuria y comercio salvaje: ha sido escrito con desgarbo, humor y perspicacia. No es una construcción artificial y sí la consecuencia de una pelea y destrucción constante y animada”, escribe Guillermo Fadanelli.

–Tu libro es un tratado de la sinceridad

–Exactamente, más que cualquier otra pretensión consiste en la honestidad con la que se lleva un diario o se escribe una libreta de notas

–Esta chica poco a poco descubre que todos aquellos paradigmas con los que creció no le sirven para ser feliz, ¿verdad?

–Exacto. La felicidad se construye como una casa. Todo el tiempo la vida te pone nuevas pautas y los personajes de los cuentos también andan en esa búsqueda de algo que los saque del entorno en donde cayeron.

–Como dicen los psicoanalistas, la culpa de todo la tiene mamá

–(risas) Bueno, esa es la salida más fácil. Sin embargo, es muy liberador cuando empiezas a quitarle la culpa y la carga a tu madre.

–Hay una idea de renacimiento, siempre hay una salida

–Sí, siempre la ha habido. Seguir adelante es la mejor y la única salida. Y a pesar de todo, volver a levantarte. 13 latas de atún creo que es finalmente un libro sobre la esperanza. No descarada ni explícitamente, pero sí, hay esperanza hasta en mis canciones. Los personajes que narro siempre tienen esperanza y yo también la tengo.

–Siempre hay esperanzas si uno puede reírse de sí

–Sí, sí.

–¿Cómo ha sido para ti escribir este libro?

–Fue un proceso muy experimental. Es un diario que tiene mucha ficción. Hay cuentos que he escrito hace muchos años. En 2012 me senté con Andrés Ramírez (Editor de Penguin Random House) y empezamos a ordenar los textos. Los últimos capítulos fueron escritos este año. Ha sido un proceso de soltar y reconocer el pasado. De entenderlo y dejarlo ir. Extrañamente, publicando cosas tan íntimas de mi vida, las voy dejando atrás definitivamente. 13 latas de atún tiene mucha ficción y tiene mucho de mi vida. Ha sido maravilloso leer los comentarios de mis seguidores, muchos de los cuales no están familiarizados con la lectura. Se me hace muy bonito que se den el tiempo de comprar un libro y que descubran que no se trata de canciones chistosas. Los que lo han leído me escriben con emoción, con felicidad…el libro lleva apenas dos semanas de publicado y ha tenido mucha aceptación. Siento algo que nunca había sentido antes, estoy muy contenta, siento dentro de mí mucha plenitud. Le tengo mucho respeto a la escritura, no me considero una escritora, soy simplemente alguien que le gusta contar historias, pero no me amparo en el título de autora o de cantautora, todo es más sencillo para mí. Estoy muy agradecida.

Honestidad brutal y tierna en el libro "13 latas de atún". Foto: Especial
Honestidad brutal y tierna en el libro “13 latas de atún”. Foto: Especial

–Es muy lindo trabajar con Andrés Ramírez, ¿verdad?

–Es lo máximo. Ha sido muy bello. Nos hemos vuelto muy amigos en el camino, es una persona muy dulce para asesorarte. Él supo cómo depurar los textos y me sentía tan cómoda con él que nació en mí el deseo de contar esas cosas tan íntimas de mi vida.

–Todo el mundo ha dicho cosas de ti, ¿el libro no es también una manera de que tú finalmente hables de ti?

–¡Por supuesto! Me acuerdo que una vez me entrevistaste y yo te conté que no me leen, me catalogan todo el tiempo. Que eres de Televisa, que eres corriente porque te gusta la cumbia, etcétera…por eso el libro ha sido tan liberador para mí. Poder hablar de quién soy, cómo soy, cómo son mis amigos, no hay pose, no trato de aparentar nada. Por eso el libro puede sonar duro pues digo cosas que cualquier artista de la farándula trataría de ocultar.

–Empiezas el libro hablando de tu padre, sin embargo no hablaste de él ahora que se cumplieron los 30 años del terremoto…

–El tema de mi padre es complicado. Me saca de onda, hay mucha ave de rapiña alrededor de la obra y de la memoria de mi padre. Nadie ha tenido el respeto que él se merece y más bien todos han estado muy exaltados tratando de conseguir fama a través de la figura de mi padre. Desde pequeña comencé a hacerme a un lado de la figura de mi padre para no hacer más leña del árbol caído. Ahora se cumplen los 30 años del terremoto y tuve necesidad de decir algo. Y eso está en el libro. Tal vez algún día cuente de la historia con mi padre. Nadie ha tenido una historia más directa con mi padre que yo. 13 latas de atún no es un libro sobre Rockdrigo González, como tal vez esperarían algunos…

–La muestra clara de su legado está encarnada en ti…

–¡Gracias! Algunos piensan eso y otros piensan lo opuesto (risas) A lo largo de los años me he ido reconciliando con mi padre, con su muerte…

–La cumbia es muy despreciada, como lo era el tango en sus inicios…

–De entrada, despreciar la cumbia tiene que ver con una actitud muy clasista. Es como decir que los intelectuales sólo deben escuchar ópera o música clásica. Es muy absurdo. He descubierto mediante la cumbia que eso que se dice pueblo en general está conformado por seres que quizás no tuvieron acceso a la educación ortodoxa, pero poseen una inteligencia empírica tremenda, incluso una lucidez en estado más puro. Convivo mucho con la gente del pueblo y me hace muy feliz esa voluntad de estar en el presente que expresan a menudo. La cumbia no es para gente inferior o tonta. He peleado mucho por eso en estos 10 años de carrera musical. Un argumento así es muy pobre. Yo hago cumbia de manera genuina, porque todo lo que haces con una intención premeditada, al final rebota. Si quisiera hacer música para pegar en el pop o en el rock no me resultaría. Hago estas canciones porque me gusta la cumbia, me gusta ese sonido y lo conozco. La cumbia me ha abierto muchas puertas principalmente en esas casas donde sólo entras a través de la radio o la televisión. Esas casas donde no hay Internet ni se compran revistas ni libros. He ido a tocar a los pueblos y la gente me conoce y para mí es muy importante cantar algo distinto allí donde suelen escucharse las canciones de Belinda. Hablar del empleo doméstico, de que no necesitas operarte o ser una güera Televisa para ser feliz…La cumbia para mí es un honor y si encima alguna de esas personas que va a mis conciertos compra mi libro ya me parece algo genial. No me interesa que me lea la gente que lee, sino la que no lee. La que llegó a mí por las canciones y de pronto descubre algo en 13 latas de atún…los que leen y saben mucho si se toman el tiempo también se los agradeceré, pero mi objetivo siempre ha sido la gente que nos ayuda a diario a continuar.

–¿Cómo es tu vida ahora?

-Estoy en México el 60 por ciento de mi vida y el resto lo paso en Los Ángeles, donde escribo mis canciones, donde ahora mismo hago mi cuarto disco. Soy una persona tranquila, que camina, cocina, limpia, escribe, lee…Luego me voy a México, trabajo, me meto en problemas y regreso a Los Ángeles, buscando la paz

–¿Cómo te sientes con tu carrera, sin Sony Music?

–Nunca he estado tan feliz. Hago lo que quiero, me levanto a la hora que quiero y con quien quiero. Hago las entrevistas que quiero y todo lo decido yo. Trabajo en equipo con Terrícolas Imbéciles y Balbi, el manager de Café Tacvba es también el mío, soy independiente pero no ando sola.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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