Madrid, 16 Abr (Notimex).- El diálogo entre gobierno y la oposición en Venezuela requiere que ambas partes cedan en sus posturas si se quiere que este proceso avance y ponga fin a la crisis, afirmó el subdirector para América de Human Rights Watch, Daniel Wilkinson.
El diario español El País precisó este miércoles que para que se trate de un diálogo genuino la oposición debe abandonar la exigencia de que el gobierno deje el poder, y el gobierno dejar tácticas autoritarias que emplea para dirigir el país.
Sostuvo que voces sensatas dentro y fuera del país, coinciden en que ese diálogo es la única salida a la crisis iniciada hace dos meses.
En su texto titulado “La verdadera amenaza a la democracia en Venezuela”, analizó el desarrollo de la crisis y datos importantes como el encarcelamiento del opositor Leopoldo López, las numerosas detenciones de manifestantes y la acción de las fuerzas policiales y grupos a afines al gobierno.
Expuso la forma en que se controla a los jueces que deben instruir los casos contra opositores y detenidos, y cómo esas causas penales muestran “la ausencia de un poder judicial independiente”.
Destacó la presión ejercida sobre los medios de comunicación, así como la amenaza de cierre de canales de televisión, y que el sindicato de prensa ha documentado 170 casos de agresión de las fuerzas de seguridad contra periodistas.
Por otra parte, expuso que el discurso de la oposición de pedir la salida del presidente Nicolás Maduro del poder, es la principal ofensa para los seguidores chavistas, porque para ellos eso equivale a querer dar un golpe de Estado.
Wilkinson recalcó que de ese tema se ha hecho mucho eco el chavismo a lo largo de los años, principalmente desde abril de 2002 cuando Hugo Chávez fue objeto de un intento que finalmente fracasó.
Pedir la salida del poder de Maduro no es un delito, es un hecho cualquiera en una democracia, pero en el contexto venezolano en que eso se vincula a un golpe de Estado, difícilmente puede hacer que la oposición gane más adeptos.
Refirió que los ex partidarios chavistas no se sumarían a la oposición si ven que una amenaza de golpe de Estado está detrás, no hay seguridad para los manifestantes si las fuerzas policiales creen ese discurso.
Sin embargo, aclaró que más allá de esa interpretación lo cierto es que la democracia venezolana sufre encarcelamiento de opositores, control a jueces y medios de comunicación y tolera bandas de civiles armados a fines a sus intereses.
Por eso, para avanzar en el diálogo las partes deben ceder en sus posiciones iniciales sobre las que ofrecer resultados que pongan fin a la actual crisis en el país.
