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La ola se complica en EU

Uno de cada 5 hospitales de cuidados intensivos en Estados Unidos ya está al 95%

17/08/2021 - 6:46 pm

Las autoridades de salud de Estados Unidos presumiblemente recomendarán pronto refuerzos para la vacuna contra el COVID-19 a los estadounidenses que han completado su esquema de vacunación.

Nueva York/Washington, 17 de agosto (AP/SinEmbargo).– Uno de cada cinco hospitales de cuidados intensivos (UCI) en Estados Unidos está ocupado al 95 por ciento. Es la peor crisis desde el invierno. El aumento de los casos de coronavirus en el verano, liderado por el dominio de la variante Delta que es más contagiosa, está en su segundo mes y el número de personas hospitalizadas con COVID-19 ha alcanzado niveles vistos por última vez durante la abrumadora ola anterior.

“También ha aumentado el número de pacientes en estado crítico que requieren tratamiento en una unidad de cuidados intensivos. Los datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos muestran que el número de hospitales con UCI muy llenas se duplicó en las últimas semanas. Ahora, una de cada cinco UCI ha alcanzado o superado el 95 por ciento de las camas ocupadas, un nivel que, según los expertos, dificulta o imposibilita que los profesionales de la salud mantengan los estándares de atención para los muy enfermos”, afirma The New York Times esta tarde.

En medio de esta ola, el Gobernador de Texas, Greg Abbott, dio positivo en una prueba diagnóstica de coronavirus. Su oficina aseguró que el funcionario se encuentra en buen estado de salud y no presenta síntomas. Abbott, que se vacunó en 2020, estaba aislado en la mansión del Gobernador en Austin y recibía un tratamiento de anticuerpos monoclonales, dijo el portavoz Mark Miner en un comunicado.

Una persona se realiza la prueba COVID en EU. Foto: EFE.

En tanto, los casos de coronavirus se han disparado en el estado gracias a la veloz transmisión de la variante delta, llevando a los hospitales de la entidad al límite. Más de 11 mil 500 pacientes estaban hospitalizados con el virus hasta el lunes, los niveles más altos desde enero. El resultado positivo en la prueba se dio a conocer un día después de que Abbott tuiteara una foto suya sin mascarilla mientras hablaba en un lugar cerrado cerca de Dallas ante un grupo de simpatizantes republicanos, la mayoría de los cuales tampoco portaba mascarilla.

Las autoridades de salud de Estados Unidos presumiblemente recomendarán pronto refuerzos para la vacuna contra el COVID-19 a los estadounidenses que han completado su esquema de vacunación.

¿POR QUÉ PODRÍAMOS NECESITAR REFUERZOS?

Es normal que la protección de las vacunas disminuya con el tiempo. Por ejemplo, se recomienda un refuerzo para el tétanos cada 10 años. Los investigadores y funcionarios de salud han estado monitoreando el desempeño de las vacunas contra el COVID-19 en el mundo real para ver cuánto tiempo protegen a los vacunados. Las vacunas autorizadas en Estados Unidos siguen ofreciendo una fuerte protección contra un cuadro severo y la muerte.

Pero algunas pruebas de sangre han indicado que los anticuerpos, una de las capas de protección del sistema inmunológico, pueden disminuir con el tiempo. Eso no significa que desaparezca la protección, pero puede significar que la protección no es tan fuerte o que el cuerpo podría tardar más para luchar contra una infección.

La pandemia gana terreno en EU. FOTO: AP.

La variante delta ha complicado la cuestión de cuándo administrar los refuerzos porque es mucho más contagiosa y porque gran parte de los datos reunidos sobre el desempeño de las vacunas son previos a que dicha variante circulara extensamente. La propagación de la variante delta está disparándose al mismo tiempo en que la inmunidad podría estar disminuyendo entre las primeras personas vacunadas.

Israel ofrece un refuerzo para las personas mayores de 50 años que fueron vacunadas hace más de cinco meses. Francia y Alemania planean ofrecer refuerzos a algunas personas dentro de unos meses. La Agencia Europea de Medicamentos también dijo que analiza datos para ver si son necesarios los refuerzos.

¿CUÁNDO SE ADMINISTRARÍAN?

Depende de cuándo se recibieron las dosis iniciales. Una posibilidad es que las autoridades recomienden a las personas recibir un refuerzo aproximadamente ocho meses después de haber recibido la segunda dosis de las vacunas de Pfizer o Moderna. Las autoridades todavía recopilan información sobre la vacuna monodosis de Johnson & Johnson, que fue aprobada en Estados Unidos a finales de febrero, para determinar cuándo recomendar refuerzos.

¿QUIÉN LOS RECIBIRÍA?

Es probable que las primeras personas en ser vacunadas en Estados Unidos también sean las primeras para los refuerzos. Eso significa trabajadores de salud, residentes de albergues y otros estadounidenses mayores, que fueron los primeros en vacunarse cuando se autorizaron las vacunas el diciembre pasado.

¿REFUERZO? ¿TERCERA DOSIS? ¿CUÁL ES LA DIFERENCIA?

Los receptores de trasplantes y otras personas con sistemas inmunológicos debilitados podrían no haber recibido suficiente protección de las vacunas desde el principio. Ahora pueden recibir una tercera dosis al menos 28 días después de su segunda dosis como parte de su serie inicial de vacunación. Para quienes tienen sistemas inmunológicos normales, los refuerzos se administran mucho después de la vacunación completa, no para generar protección, sino para reactivarla.

¿QUÉ DUDAS EXISTEN?

Todavía se desconoce si las personas deberían recibir el mismo tipo de vacuna que se les administró cuando se vacunaron en primera instancia. Y los principales asesores de salud del país buscarán evidencia sobre la seguridad de los refuerzos y qué tanto protegen contra la infección y la enfermedad severa. El acceso global a las vacunas también es importante para contener la pandemia y evitar que surjan nuevas variantes. Los refuerzos podrían ser un problema para los ya escasos suministros globales de vacunas.

¿Y LOS QUE NO SE HAN VACUNADO?

La doctora Melanie Swift, quien ha dirigido el programa de vacunación en la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, dice que vacunar a más personas que todavía no tienen ni una dosis es “nuestra mejor herramienta, no sólo para prevenir la hospitalización y mortalidad por la variante delta, sino para detener la transmisión”. Cada infección “le da al virus más probabilidades de mutar a quién sabe cuál será la próxima variante”.

“Las personas que recibieron la vacuna la primera vez probablemente se formen para recibir el refuerzo”, dijo Swift. “Pero no vamos a lograr nuestros objetivos generales si sus vecinos no están vacunados”.

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