Un hombre discapacitado aprovecha su silla de ruedas para traficar armas de EU a los Templarios

19/12/2014 - 8:01 pm
Foto: Zeta.
La Fiscalía lo calificó de “atrevido y descarado” al “explotar sus limitaciones físicas para evitar la inspección de agentes fronterizos”. Foto: Zeta.

Por Inés García, especial para SinEmbargo 

Ciudad de México, 19 de diciembre (SinEmbargo/Zeta).– Sergio García-Rico, un hombre de 53 años y discapacitado, residente de Chula Vista, California, utilizaba su silla de ruedas eléctrica y su vehículo adaptado para esconder rifles de asalto y cartuchos que cruzaba a Tijuana para venderlos al cártel de Los Caballeros Templarios en Michoacán, México.

En agosto de 2014 se declaró culpable y ayer se le dictó sentencia. Mediante pruebas presentadas en la Corte Federal en California y el testimonio del propio acusado, fue sentenciado a 70 meses de prisión por los delitos de posesión de metanfetaminas e intento de tráfico de bienes provenientes de Estados Unidos.

De acuerdo a la acusación de la Fiscalía, el traficante era un hombre “atrevido y descarado” al lograr miles de cartuchos, así como armas a territorio mexicano al “explotar sus limitaciones físicas para evitar la inspección de agentes fronterizos”, dijo Andrew Haden, asistente de la Fiscalía.

Por su parte, el Juez Dana Sabraw concluyó “es obvio que estas armas son utilizadas para matar a personas”.

El hombre, de origen mexicano pero con residencia en Estados Unidos, acudía a tiendas y exhibiciones de armas en varias ciudades de California para comprar diversas armas de fuego y cartuchos, los cuales, declaraba, serían para propio uso.

Por cada arma, recibía alrededor de 500 dólares como pago. Ya que García-Rico es cuadripléjico, su amigo mexicano Luis Antonio Sánchez-Andradeciudadano le ayudaba a envolver las armas y esconderlas tanto en compartimentos secretos de su camioneta, como de su silla de ruedas.

Este hombre también se declaró culpable y fue sentenciado a 10 meses de prisión.

Sergio fue arrestado el 21 de enero de 2014, cuando antes de llegar a la garita de Otay, entre Tijuana, y San Diego, California, fue interceptado por oficiales norteamericanos de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).

Al momento de su detención, fueron localizados miles de cartuchos, así como armas, partes de armas y 11 mil dólares, escondidos en su vehículo

 

 

 

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