Pekín plantea aprobar una estricta ley para prohibir fumar en lugares público

23/05/2015 - 7:29 am

Por Stephan Scheuer

Pekín, 23 may (dpa) – En ningún otro país del mundo se fuma tanto como en China, y el Estado recauda miles de millones de la industria del tabaco. Pese a ello, la ciudad de Pekín quiere aprobar una estricta ley para prohibir fumar en lugares público que es celebrada por la OMS.

“Pequeño Panda”, “Gato Bueno” y “Orgullo” son algunos de los nombres que suenan inofensivos pero que en realidad son marcas de cigarrillos. La señora Qian Jinglai tiene unos 50 paquetes de las distintas marcas de tabaco estatales en su negocio. “Fumar es una carga, pero también un buen negocio”, comenta esta vendedora que lleva 11 años con su tienda en el centro de Pekín.

Sin embargo, puede que todo cambie el 1 de junio, cuando la capital china tendrá una de las leyes más duras de todo el mundo contra los fumadores.

China es el reino del tabaco. En ningún otro país se producen tantos cigarrillos ni hay tantos fumadores: 300 millones. El responsable de la producción de más de dos billones de cigarrillos al año es la empresa estatal China National Tobacco Corporation. Un monopolio garantizado por el gobierno central que le asegura a la firma beneficios millonarios y al Estado ingentes igresos. La industria tabacalera representa el siete por ciento de los ingresos públicos anuales de China.

Esto hace prácticamente imposible una acción efectiva contra los fumadores, presentes en todos los sitios. Sobre todo porque el monopolio de los cigarrillos controla por una parte las ganancias del negocio y por otra es responsable de las campañas antitabaco.

Los cigarrillos son tan baratos que cualquiera puede comprarlos prácticamente sin limitaciones. Mientras que los ingresos de los ciudadanos llevan más de 20 años aumentando, el precio de aquellos se ha mantenido casi constante. Hay paquetes a partir de unos 45 céntimos de euro (0.50 dólares).

A partir del 1 de junio Pekín pretende destinar a miles de vigilantes para imponer su ley antitabaco. Estará prohibido fumar en todos los edificios públicos, hoteles, restaurantes y cines. No hay excepciones a la regla, es decir que no habrá zonas para fumadores.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha declarado el 31 de mayo como el Día Mundial Sin Tabaco, saludó la medida. “La nueva ley es muy buena. Podría tener una influencia positiva en la ley antitabaco a nivel nacional”, dijo el jefe del organismo en la capital china, Bernhard Schwartländer.

Actualmente se está elaborando una ley más estricta para la totalidad del territorio. “Los ingresos estatales por la industria tabacalera son enormes, pero los costes para la sociedad son mucho mayores”, afirma Schwartländer.

El sol atraviesa los cristales de los grandes ventanales de la tienda de tabaco de la señora Qian. Frente a uno de ellos un hombre se enciende un cigarrillo. “No he oído nada sobre las nuevas reglas”, dice. “Pero nadie me obligará a dejar de fumar. Forma parte de nuestra cultura”. Es difícil imaginar una boda sin el correspondiente regalo obligatorio de cigarros.

Hace cuatro años Pekín ya intentó aprobar una ley de prohibición de fumar en lugares públicos, pero pese a los carteles que aún cuelgan en muchos restaurantes la norma importa poco a los consumidores de nicotina. Lo normal es que los locales estén llenos de humo.

Esta vez la OMS espera mayor efectividad, porque hay multas concretas y se implica a los vendedores. Pese a ello, Schwartländer no cree que sea fácil. “La industria es muy inteligente. Esperamos una gran resistencia”.

En China es muy importante qué autoridad está detrás de una norma. En el caso del tabaco es el Ministerio de Salud, que a diferencia del de Medio Ambiente es considerado poderoso. Se trata del responsable también de la política -ahora flexibilizada- del hijo único. Los inspectores de este ministerio son conocidos por su actitud draconiana, por lo que no se espera que tengan contemplaciones con los fumadores.

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