Diego le miente a PETA: ama la fiesta brava

23/09/2011 - 12:00 am

Diego Luna es otra de las personalidades que ha apoyado las campañas internacionales de PETA en pro de los derechos de los animales.

Pero, sin duda, lo que no saben en Personas por el Trato Ético de los Animales es que el reconocido actor mexicano es un aficionado de hueso colorado a la llamada “fiesta brava”, lo que contradice totalmente el eslogan que esa organización usa desde 1980: “Los animales no son nuestros para comer, vestir, experimentar o usar para entretenimiento”.

Y es que Luna, lo ha confesado públicamente, pensó en ser torero e incluso de niño tuvo su traje de luces.

En una entrevista con El Universal, Luna confesó que la fiesta brava es lo que más le apasiona, pues en ella, va de por medio la vida de un hombre –¿y la del toro?, preguntarían seguramente los activistas de PETA–.

“Me gusta ver a un tipo jugándose la vida, y toda la tradición que hay detrás; me gusta la sensación de esta plaza (la México) cuando está llena, porque cuando hay un buen toro y una buena faena, esa sensación no se siente en el futbol, no se siente en ningún otro lado, es una energía muy cabrona, porque todo el mundo está viendo a un tipo jugarse la vida y está con él y eso es muy emocionante”, le dijo a ese diario de la Ciudad de México.

La página de la organización afirma: “PETA cree que los animales tienen derechos y merecen tener sus mayores intereses en consideración, independientemente de lo útiles que sean para los humanos. Como tú, ellos son capaces de sufrir y tienen interés en dirigir sus propias vidas; así mismo, ellos no son nuestros para usarlos –como comida, vestimenta, entretenimiento, experimentación, o por cualquier otra razón”.

Pero ya ven, uno de sus promotores, Diego Luna, piensa exactamente lo contrario.

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