“Oriundo Laredo”, de Alejandro Páez Varela, una descripción de nosotros mismos

24/12/2016 - 12:04 am

Oriundo Laredo es un mexicoamericano. Pariente, por lo tanto, tuyo y mío, y también fruto de la Sierra Madre y de las Grandes Llanuras, donde apaches, blancos, morenos, tornados, chaparrales, bisontes y chamizos conforman un país-de-en-medio. Una tierra única cuyos secretos muy pocos conocen.

Ciudad de México, 24 de diciembre (SinEmbargo).- Siempre pienso en la palabra “guey”, sobre todo desde que veo el guey en la portada de Oriundo Laredo, la nueva novela de Alejandro Páez Varela y ese término me define todo lo que yo entiendo por mexicano.

No se trata de que yo sea argentina, para muchos mexicanos los que viven al lado de su cuadra también son extranjeros. Pero fundamentalmente, guey es oriundo, es lo que está afuera, es lo que no puede determinarse por el adentro y es lo que remite al búfalo, al que los blancos exterminaron y ya no pueden exterminarse los tornados.

En la tierra-media (nada que remita a GOT) hay una gran nube de mexicanos, de “pochos”, de seres oriundos y nada migrantes, que definen un territorio absolutamente desconocido, tanto por gringos como nacionales.

“Yo no soy migrante. Que ellos hayan partido esto en dos, es otra cosa. Pero yo no soy migrante. No migré de ningún lado. Éstas son mis tierras aunque no tenga título de propiedad. Todos nosotros que estamos aquí hemos ayudado a construir este país, ¿y qué tenemos a cambio? Nada. Los chinos que construyeron el ferrocarril fueron enterrados debajo de los durmientes. Los prietos que levantamos sus cosechas también dejamos la vida aquí y no tenemos nada.”

Es una novela sobre los anti-migrantes, sobre esos que son dueños de la tierra desde hace muchos años más acá de las fronteras y que tienen como principal tesoro el pasado que no tiene nada que ver con la venta de armas y de narcotráfico que tanto nos tiene ligados a los Estados Unidos.

Una novela fundamental para entender el futuro mexicano. Foto: Especial
Una novela fundamental para entender el futuro mexicano. Foto: Especial

Es una novela sobre el lenguaje. Dos por tres aparece el nombre de un pueblo que dice llamarse como un hecho alcanzable, pero en realidad corresponde a una multinacional olvidable. O el nombre de un pueblo que demuestra los conocimientos del protagonista sobre la literatura rusa: “-No, no señor. No es un error. Se llama Marfa por Don Toyeski –decía enfático”.

Es una novela sobre la comida. Sobre ese confluir de Francia, Inglaterra, China y, sobre todo, por las hierbas, cocinar la barbacoa, hacer los frijoles, tanto como hacían nuestros indios.

“La cocina sureña es variada y de sabores estrambóticos. Hay toques cajún por todas partes: pimientas procuradas por los franceses, pimientos de los españoles, chiles y frijoles mexicanos y platillos que llegaron del norte con los primeros colonizadores”.

Y es una novela sobre Chihuahua, sobre ese espacio tan lejano y tan cercano a México que va a decidir sobre nuestro futuro, mucho más que esta Ciudad perdida en tanto cosmopolitismo.

Es una novela sobre los búfalos, claro está: “El hombre le dijo que “los blancos (white people) acabaron a los búfalos, expulsaron y exterminaron a los indios americanos, y pagarán muy caro su error”.

Oriundo Laredo, una novela que habla sobre nosotros mismos, pero sobre ese nosotros que no queremos ver ni saber.

Por cortesía de Alfaguara, transmitimos una lectura del libro a cargo de su autor, Alejandro Páez Varela.

 

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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