La CNDH alerta a Diputados: 11,901 reclusas viven en peligro y mal alimentadas; 64% están en cárceles mixtas

30/07/2013 - 12:03 am
Reclusas del complejo penitenciario de las Islas Marías, Nayarit. Foto: Cuartoscuro
Reclusas del complejo penitenciario de las Islas Marías, Nayarit. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 30 de julio (SinEmbargo).– En junio de este año, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) realizó una serie de recomendaciones a los gobiernos federal y de los estados en el Informe Especial sobre el estado que guardan los derechos humanos de las mujeres internas en centros de reclusión del país.

En el Informe, la CNDH reportó que 11 mil 901 reclusas viven en condiciones de vulnerabilidad, hacinamiento, peligro y mala alimentación, incluso, alertó que el 64.8% de ellas se alberga en centros mixtos, es decir en convivencia con población varonil.

Ante esta situación, el Congreso de la Unión aprobó un punto de acuerdo por el cual solicitó al Gobierno federal y a los estatales a informar sobre las acciones realizadas para dar cumplimiento a las recomendaciones hechas por la CNDH.

“El informe publicado por la CNDH muestra que los centros de reclusión destinados exclusivamente para mujeres presentan una serie de restricciones o carencias materiales que no les permite el pleno ejercicio de sus derechos humanos. Por otro lado, en los centros mixtos, por ser considerablemente más numerosa la población masculina las internas procesadas y sentencias, se encuentran incluso hacinadas o con una serie de restricciones o carencias materiales que no tienen justificación”, describió la Senadora Dolores Padierna.

La Legisladora por el Partido de la Revolución Democrática consideró de suma importancia exhortar al Presidente de la República, gobernadores y al Jefe de Gobierno del Distrito Federal para que investiguen las presuntas violaciones a los derechos humanos de las mujeres en reclusión.

Por su parte, el Diputado por Movimiento Ciudadano, Ricardo Mejía Berdeja, advirtió que el informe de la CNDH expone el incumplimiento de normas nacionales e internacionales sobre los derechos humanos de las mujeres privadas de la libertad y relativos a la reinserción social.

“Resulta por demás lamentable que el común denominador de estos centros penitenciarios sea las malas condiciones en las que las mujeres se encuentran; la sobrepoblación existente, la falta de atención médica adecuada y de medicinas, la inexistencia de servicios y espacios dignos para dormir o alimentarse; el abuso y malos tratos por parte de las autoridades, sanciones disciplinarias arbitrarias y fuera de lo establecido en la ley; entre otros elementos que hacen que la situación que se vive en los centros de reclusión sea inhumana e insostenible”, sostuvo el legislador ciudadano.

NIÑOS QUE VIVEN EN CENTROS PENINTENCIARIOS 

La Comisión Nacional de Derechos Humanos informó que hasta noviembre de 2012  existía una población de 377 menores de edad viviendo con sus madres en prisión y  48 internas se encontraban en estado de embarazo.

Estos niños viven en los Centros Penitenciarios con sus madres, las cuales se encuentran purgando una pena por diferentes delitos, a pesar de que en el sexenio pasado se expidió el decreto que avala el derecho de dichas mujeres a mantener a sus hijos en condiciones de dignidad y seguridad.

En el Informe se apunta que en el Centro Estatal para la Reinserción Social para Sentenciados No. 4 “Femenil”, de Tapachula, Chiapas, no existe una partida específica para la alimentación de los menores que viven en prisión con sus madres, es decir, los recursos son obtenidos a través de donativos.

En el Centro de Readaptación Social Femenil de Nogales, Sonora, y en el Centro Regional de Reinserción Social Femenil Cieneguillas, Zacatecas, los menores no siempre reciben atención médica y tampoco cuentan con medicamentos para tratar sus padecimientos.

En el Complejo Penitenciario “Islas Marías” no existe un área para que residan las internas con 25 de sus hijos lactantes o menores de edad, ni tampoco las condiciones para proporcionarles dieta, pañales, cuidados especiales y alimentos, ni para mantener en condiciones óptimas a un recién nacido.

En el Hospital Rural número 20 no hay especialidad de pediatría, cuneros, ni equipo necesario para alguna urgencia pediátrica.

En el Centro Federal Femenil “Noroeste”, en Tepic, Nayarit, el área donde se les mantiene con sus bebés es un área reducida, aunque con muy buenas condiciones de higiene.

Del Informe especial sobre el estado que guardan los derechos humanos de las mujeres internas en centros de reclusión del país, se desprenden una serie de violaciones a los derechos humanos de reclusas y sus hijos.

“Nos encontramos ante una flagrante violación de los derechos de las mujeres y en consecuencia de sus hijos, que también son víctimas del sistema penitenciario, en donde se debería estar observando el interés superior del niño, en el momento en que una madre es recibida e inicia su proceso penal hasta que sale en libertad”, afirmó la Diputada Verónica Juárez, Presidenta de la Comisión Derechos de la Niñez, de la Cámara de Diputados.

La legisladora perredista también destacó la necesidad de velar por los derechos humanos de los pequeños que se ven obligados a compartir condiciones de vulnerabilidad, hacinamiento, peligro y mala alimentación.

“Los niños y las niñas que están en esta circunstancia, hasta los tres años, el menor no entiende muy bien en donde se encuentra, pero después de esa edad él empieza a observar que se encuentra en un espacio donde su madre no tiene libertad. Sin embargo, después de que salen los niños, cuando tienen que dejar los reclusorios, se debe garantizar que el niño siga viendo a su madre, que es uno de sus derechos”.

A los legisladores en su conjunto, también les preocupó la situación de las mujeres en estado de gravidez y la salud de sus menores hijos, debido a que no existen garantías de que se lleve a cabo de manera efectiva la vigilancia y tratamiento de su estado y de sus bebés.

RECOMENDACIONES DE LA CNDH  

  1. Diseñar políticas encaminadas a mejorar la infraestructura penitenciaria con un enfoque de género, para que la reclusión de las mujeres se realice en inmuebles separados de los hombres, así como separar a las internas sentenciadas de las que se encuentran en prisión preventiva.
  2. Tomar mediadas para que las mujeres internas y los menores hijos que convivan con ellas, reciban un trato respetuoso y digno, de acuerdo con la condición de su género, atendiendo sus necesidades.
  3. Que instrumenten un programa de capacitación permanente para personal directivo, técnico, administrativo y de custodia en materia de derechos humanos.
  4. En razón del interés superior de la infancia, crear instalaciones, programas de atención para los menores permanecen con sus madres en los centros de reclusión del país. Así como para que las internas mantengan contacto con las hijas e hijos que viven en el exterior.
  5. Establecer programas de atención médica general y especializada a las mujeres en reclusión, así como a los hijos que las acompañan, proporcionando además una adecuada y suficiente alimentación.
  6. Generar condiciones para que las mujeres en reclusión cuenten con actividades educativas y laborales (remuneradas), en estricto apego al respeto a sus derechos humanos.
  7. En relación al Complejo Penitenciario “Islas Marías”, fomentar la conservación y fortalecimiento de las relaciones afectivas y sociales de las internas con familiares y amigos.
  8. Elaborar a la brevedad manuales de procedimientos que regulen la aplicación de medidas disciplinarias, en las que se respeten los derechos humanos.
  9. Implementar un programa de capacitación permanente para personal directivo, técnico, administrativo y de custodia, en el que se promuevan temas relacionados con la prevención de tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes; el uso racional de la fuerza y manejo de conflictos.

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