Mérida, 30 Jul. (Notimex).- La Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia (Promedefa) de Yucatán dio en adopción a unos 50 menores, en 2014, a quienes incluso “les ha cambiado la vida”, informó su titular Cinthia Giuliana Pacheco Garrido
En rueda de prensa, la funcionaria del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), destacó que al menos 40 por ciento de ellos, unos 20 menores, tienen edades superiores a los siete años, lo que suele limitar el interés por adoptarlos.
Esperamos, abundó, que el número de niños con hogar crezca, pues se han previsto nuevas adopciones en septiembre y diciembre; además, el nuevo sistema de oralidad propicia juicios de pérdida de patria potestad más ágiles, lo cual acelera las entregas.
Subrayó que aun cuando las cifras son positivas, dado que en el primer semestre del año adoptaron a 50 menores, en comparación con los 62 de todo 2013. “No debemos de ver números, sino que los menores han cambiado sus vidas”, subrayó.
Pacheco Garrido detalló que en la actualidad mantienen bajo custodia a 370 niños en el Centro De Atención Integral al Menor en Desamparo (Caimede), pero no todos se encuentran en situación de adopción, pues muchos de ellos se enfrentan a una problemática temporal de conflicto familiar.
Respecto del creciente número de niñas y niños mayores de siete años que son adoptados, indicó que esto responde a una cuestión cultural donde “a la adopción no la vemos como algo malo, hay mucha apertura para adoptarlos”.
Existen estados, continuó, donde después de lo cinco años ya no quieren adoptar a estos niños, solo bebés.
Es importante difundir que adoptar un niño mayor es optar por un compañero de vida, por una personita que no requiere cuidados especiales, que te puede acompañar a todos lados. “En eso hemos encontrado mucha apertura”, dijo.
Respecto de los mecanismos de adopción, comentó la aprobación reciente de las normas formales, propias de la adopción, como la investigación de los futuros padres, su evaluación psicológica, económica, emocional, entre otros.
Precisó que la adopción puede estar a cargo de un matrimonio o por personas solteras incluso padres que desean aumentar su familia.
Antes de iniciar los trámites de adopción, existe un espacio de entre tres a cinco meses en el que el menor convive en forma directa con su posibles padres para saber si pueden congeniar.
La finalidad es que al momento de la adopción, el vínculo familiar esté bien afianzado, que sea una adopción exitosa. Cuando no se logra esta integración, los responsables buscan nuevas opciones para la familia en especial para el menor, a fin de evitar que sufra.
La funcionaria recordó que tras la entrega del menor existe un periodo de dos años, en el que la Promedefa da seguimiento a cada caso para garantizar la adaptación plena del menor a su nueva familia y viceversa.
