Opinión en video
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06-05-2024 - 12:08 am
¿No se da cuenta de que cuando llama flaca o momia o fría a su contrincante repite los estereotipos que utilizan los hombres para tratar de caricaturizar a una mujer y humillarla? ¿No se da cuenta de que cuando habla de sus “ovarios del tamaño de una toronja” repite ese enorme malentendido machista de que entre más violento es un hombre más grande tiene los testículos? ¿No se da cuenta de que cada vez que pega chicles en la mano de sus asistentes confirma a su entorno de mexicanos-blancos-de-derecha que es una vulgar a la que sólo soportan porque defiende sus intereses?
https://youtu.be/GfCFfKrxoVg
1. Sobre la elección en la capital
¿Está cerrada la elección en la Ciudad de México? Sí. Pero nadie crea que se trata de algo extraordinario.
Chequen números y verán. El PRIAN intenta venderlo como su “gran oportunidad” para retomar el control político de una capital que pasó de ser botín del Presidente en turno a convertirse en un santuario de izquierda. No, no es la gran oportunidad del PRIAN, como se dice y claro que la izquierda no debe descuidarse y claro que debe apretar y apretar y apretar, más y más, y asegurarse de que sus simpatizantes salgan a votar porque los de derecha votan en masa, como vimos en 2021.
Claro que hay que tomarse muy en serio los números, pero también es necesario saber que la elección está cerrada, pero no tan cerrada. Me explico.
Se nos olvida que Andrés Manuel López Obrador ganó en 2000 con muy pocos puntos porcentuales: sacó 37.70 por ciento contra 33.40 de Santiago Creel Miranda y 22.80 de Jesús Silva-Herzog. Es decir, si el PRIAN hubiera ido como una sola fórmula, habría obtenido 56.20 por ciento.
Marcelo Ebrard ganó en 2006 con 46.37 por ciento de los votos, 13 puntos porcentuales más que López Obrador, con 27.26 por ciento de Demetrio Sodi de la Tijera y 21.59 por ciento de Beatriz Paredes Rangel. Si el PRIAN hubiera ido junto, habría sacado 48.88 por ciento, o sea, poco mas de siete puntos porcentuales menos que en 2000.
Miguel Ángel Mancera fue un caso atípico, beneficiario de varios factores: del bono que dejó Ebrard con un Gobierno bien calificado; de la horrorosa candidatura de la “señora Wallace” –como se le conoce– y del pésimo desempeño de Felipe Calderón en la Presidencia. Ganó con paliza: 63.58 por ciento de los votos, contra 19.73 de Beatriz Paredes y 13.61 de Isabel Miranda.
Ahora, Claudia Sheinbaum fue la primera candidata de oposición en ganar la Ciudad de México desde 1997, cuando Cuauhtémoc Cárdenas se convirtió en el primer Gobernador de esta entidad federal siempre en poder del Presidente. Ganó con 47.08 por ciento, es decir, con más votos que Marcelo y que el mismo Andrés Manuel. Y era oposición, insisto, porque la capital estaba en manos de “Los Chuchos”-Mancera, una mezcla rara de priismo y perredismo. Alejandra Barrales sacó en ese proceso 31.01 por ciento y Mikel Arriola 12.83. O sea, juntos sacaron 43.84 por ciento, es decir, ¡tres puntos y 24 décimas menos que Claudia!
Otra vez: no se emocionen en el PRIAN y no se confíen en la izquierda. La capital siempre ha sido muy disputada, punto. Santiago Taboada está más cerca de la cárcel que de convertirse en Jefe de Gobierno. La izquierda no debe aflojar porque ya vimos que la derecha aprovecha cualquier coyuntura.
Para fortuna de Clara Brugada, Ricardo Monreal está muy ubicable, muy localizable y sus mañas se le conocen muy, muy bien. A diferencia de hace tres años, esta vez tiene empeñada a su propia hija en Morena, por la Cuauhtémoc. Es decir: no operará en contra de la izquierda, parece. Está cerrada la elección en la Ciudad de México, pero posibilidades para números serios hay. La tiene difícil el PRIAN; es cosa que el votante de izquierda llegue a la urna y Clara ya quedó.
2. Sobre las encuestas
Hay un escándalo con Massive Caller, la firma que da el triunfo a Xóchitl Gálvez cuando falta un mes para la elección (aunque, nadie lo dude, “corregirá” su pronóstico al final del proceso para salir lo más cerca de los números reales). Lo más impresionante es que nadie le exige explicar su participación en esta contienda. Obvio, ni el Instituto Nacional Electoral. No reporta a nadie, nadie le pide cuentas.
Los clientes de Massive Caller contratan sus servicios no por lo que le dice a ellos, sino por lo que le vende a otros. Es decir: es propaganda. La empresa desarrolla entre 20 y 30 supuestas encuestas ¡diarias! Imagínese el tamaño de su negocio, el negocio de la manipulación. Y aunque casi todos sabemos que participa en el proceso electoral y que se lleva dinero público, el INE no le pide explicación.
Las encuestas son todo un tema. No conozco a nadie que utilice la basura electoral que produce GEA-ISA, pero allí está y alguien le paga. ¿Quién, con qué, de dónde? Dudo que su chatarra sirva a los cuartos de guerra y dudo más que se utilice realmente para leer tendencias. ¿De dónde sale el dinero y quién la mantiene? Y si nadie le cree ya a sus datos, ¿por qué sigue saliendo la encuesta de GEA-ISA?
Con Massive Caller, por la información que ha venido saliendo, hay un poco más de transparencia. Se trata de la tienda de un circo donde una señora con una bola de cristal le lee la palma de la mano a sus clientes. Imaginen a Marko Cortés, de inteligencia limitada, preguntándole a la adivinadora qué pasará en las elecciones de 2024. Marko ha pagado durante años la universidad de la hija de la adivinadora: ¿ustedes creen que ella se atrevería a defraudarlo? Le dice lo que quiere escuchar, y listo. “Xóchitl ya ganó”, expresa la adivinadora. Y Marko aplaude, emocionado.
Lo que es un escándalo es que esas encuestas fraudulentas viven de dinero público; de las prerrogativas que se entregan a los partidos, que vienen de nuestros impuestos. Y lo más impresionante es que nadie exija –obvio, ni el INE– una mínima explicación, cuando esas casas han sido parte de fraudes electorales como el de 2006.
3. Sobre ovarios y testículos
Hace unos días, durante una entrevista, Xóchitl Gálvez se refirió a Claudia Sheinbaum como “la momia”. No sentí extrañeza. Debe ser terrible estar rodeada de machos del tipo “Alito”, acusado de relaciones perversas con mujeres colaboradoras; o de Marko Cortés, líder de una pandilla de señores cuya única “virtud” es haberse apropiado del padrón del PAN para controlar elecciones y obtener rentas ilegales de los espacios que gobierna.
La de Xóchitl es una violencia que transparenta la violencia a la que está sometida en su entorno; violencia a la que es expuesta incluso sin darse cuenta o que ella, por decisión propia, normaliza. Pero también es una manera grotesca de abrirse los intestinos frente a millones y mostrar de qué están rellenos. Es violencia que refleja su desesperación, su frustración y su fracaso. Es violencia de la malcriada que le quema el cabello a su compañera de pupitre sólo porque lo tiene más largo que ella.
Al final, la candidata del PRIAN es al mismo tiempo receptáculo que un muestrario de odios profundos como los de Vicente Fox y Javier Lozano, Felipe Calderón y Carlos Alazraki, Roberto Madrazo y Rosario Robles. Y cuando digo lo anterior no son sólo ideas al vuelo: he visto a los ojos el coraje y la frustración de los que este verano perderán la elección presidencial y no resisten ver agonizante a su partido, el que adoran en secreto, al que le prenden diez veladoras diarias en casa (imaginen un altar de magia negra) y del que se avergüenzan en público, sea PRI o sea PAN; he visto ese odio en los ojos de quienes quisieran que todos los periodistas fuéramos Javier Alatorre: mediocres, indignos, lectores de teleprompter, de rodillas frente al poder económico y espumando babas que antes estaban en la boca de su patrón.
El odio en Xóchitl es lo que la autoriza a llamar “narcocandidata” a Claudia sin tener un sólo dato con qué sustentarlo. El odio en ella es lo que le aconseja mostrar a Sheinbaum como un gusano frente a universitarios. Y yo me pregunto: ¿Por qué critica el físico de su adversaria alguien que padece obesidad mórbida y una patológica adicción a las mentiras? ¿Qué le hace sentirse superior, físicamente? ¿Se ha comprado su propia “historia de éxito”? Porque narcisista es: suele citarse a sí misma como ejemplo y jamás ha mencionado un solo libro, un solo ensayo, a un solo autor.
¿No se da cuenta de que cuando llama flaca o momia o fría a su contrincante repite los estereotipos que utilizan los hombres para tratar de caricaturizar a una mujer y humillarla? ¿No se da cuenta de que cuando habla de sus “ovarios del tamaño de una toronja” repite ese enorme malentendido machista de que entre más violento es un hombre más grande tiene los testículos? ¿No se da cuenta de que cada vez que pega chicles en la mano de sus asistentes confirma a su entorno de mexicanos-blancos-de-derecha que es una vulgar a la que sólo soportan porque defiende sus intereses?
¿No se entera, Xóchitl, o no quiere enterarse, de que esa mayoría que votará por ella la detesta tanto como ella misma detesta a Claudia? ¿No se da cuenta de que cada vez que Max Cortázar le pide atacar a Claudia por su físico –muchísimo más sano que el suyo– también la agrede a ella en secreto, porque alguien que detesta a un mujer delgada odiará dos o diez veces más a una mujer obesa como ella?
¿Qué quedará de Xóchitl dentro de un mes, cuando terminen de usarla los que la usan? Porque aparte de la derrota política y cultural tendrá que lidiar con una derrota muy, muy personal. Ella lo ha hecho todo muy personal. Incluso el haber involucrado a sus hijos en su equipo lo hace más personal. Es la derrota de una mujer que ha mentido para llegar a donde está; que se ha pasado de lista abultando su patrimonio mientras es servidora pública. ¿Qué quedará de ella cuando todo esto termine? Yo digo que como Ricardo Anaya o Felipe Calderón, deberá buscar el exilio en el extranjero; refugiarse donde no la vean llorar, porque tanto odio acumulado en los intestinos suele conducir al llanto.
¿Qué será de Xóchitl cuando le quiten los reflectores los mismos que se los pusieron?
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06-05-2024 - 12:04 am
"Llamar «mentira» a una opinión con la que no se concuerda es abaratar la acusación, y, con ello, degradar el valor de los enunciados verdaderos".
Aunque ya no sea el tema central de la siempre vertiginosa discusión pública, todavía tenemos fresco en la memoria el debate presidencial de hace una semana, en el que la candidata de la alianza opositora, Xóchitl Gálvez, iba con una y sólo una consigna: posicionar la imagen de que Claudia Sheinbaum, la abanderada de Morena, es una mentirosa.
Violando las reglas acordadas, Gálvez mostraba carteles cuando no era su turno de hablar, en los que se leía: “Amig@ date cuenta: Claudia miente”. Luego mostraba otro con una silueta que mezclaba rasgos del perfil de Sheinabum y la nariz de Pinocho, el ícono infantil del mentiroso. Repetidas veces la acusó de mentir sin mostrar una sola prueba y acuñó una frase, muy probablemente diseñada en alguno de esos despachos publicitarios que contratan para llevar campañas electorales, con la que se dirigió a Sheinbaum en múltiples ocasiones: “Candidata de las mentiras”. Para sorpresa de nadie, la frase se convirtió rápidamente en el hashtag favorito de los votantes de la oposición.
Los días que siguieron al debate, es decir, toda la primera mitad de la semana pasada, el credo de que Claudia Sheinbaum dijo mentiras durante el debate fue quizá la idea más difundida en la mayoría de las mesas de análisis y columnas de opinión de los grandes medios corporativos. Desmentir a quienes pretenden engañar a los electores es una empresa loable, si no fuera porque en este caso, pasaron tres cosas, que enlisto a continuación, y que hacen pensar que los supuestos “desmentidos” no son tales, sino piezas en una muy evidente campaña de descrédito.
En primer lugar, las acusaciones se centraron exclusivamente (o al menos muy mayoritariamente) en Claudia Sheinbaum, a pesar de que Xóchitl Gálvez hizo una gran cantidad de afirmaciones falsas, como ya bien ha reportado Fabrizio Mejía en su columna de este mismo sitio el 1 de mayo. Si quienes acusan a Sheinbaum de mentir realmente defendieran de manera desinteresada la verdad por su propio y absoluto valor, se habrían enfocado con igual vehemencia en los dichos de los tres candidatos y no solamente en las presuntas falsedades dichas por una de ellos.
En segundo lugar, las acusaciones contra Sheinbaum, en su gran mayoría, carecían de evidencia. Aquí hay un concepto a menudo olvidado, pero que nos debería ser muy útil en el análisis del discurso público y las responsabilidades de sus actores: quien acusa a alguien de algo siempre tiene la carga de la prueba, es decir, tiene la obligación ética y epistémica de mostrar la evidencia en la que basa su acusación. En muchas de las mesas más influyentes de análisis y columnas opinión de las últimas semanas, simplemente se acusa a Sheinbaum de “mentir” sin decir exactamente en qué se basa la acusación: si dicen que la candidata dice algo falso, tienen la obligación de mostrar lo que ellos afirman que es verdadero. Algunas veces, las acusaciones de “mentira” son simples divergencias de opinión: “Ella dice que el de AMLO ha sido un gran Gobierno y eso es mentira”, suelen decir. Llamar «mentira» a una opinión con la que no se concuerda es abaratar la acusación, y, con ello, degradar el valor de los enunciados verdaderos.
En tercer lugar, muchas de las acusaciones contra Sheinbaum se basan, no en que ésta haya dicho una “flagrante mentira” -como suelen acusar sus opositores-, sino en que sus dichos, interpretados de cierta manera, se pueden considerar falsos. Los defensores de Sheinbaum pueden decir, entonces, tranquilamente, que interpretados de otra manera, son verdaderos. Voy a poner un ejemplo que tengo a mano: un comentarista de televisión escribió en X: “Dice Sheinbaum que no ha habido inflación y hay crecimiento económico. Flagrantes mentiras ambas”. Habría que recordarle a este comentarista el significado de «flagrante»: evidente, manifiesto, incuestionable. Bueno, pues el dicho de Sheinbaum, tomado literalmente, no es falso: según datos del Banco Mundial, en 2022 y 2023, el PIB de México creció por arriba del tres por ciento. Pero si se le interpreta como a posteriori matizó el autor del tuit, es decir, que no hubo crecimiento acumulado a lo largo de este sexenio, entonces se puede decir que lo que dijo Sheibaum, bajo esta interpretación específica, es falso, por la razón muy simple de que la administración de AMLO tuvo que enfrentar una pandemia durante la cual la economía mexicana cayó varios puntos, y durante la que prácticamente ningún país del mundo, ni siquiera de los más ricos, creció económicamente. Es decir: las palabras de la candidata son falsas sólo si se interpretan de una de las maneras en que pueden interpretarse. Saltar de ahí a la conclusión de que la candidata dice “flagrantes mentiras” es, pienso, un acto de mala fe y en última instancia de deshonestidad de parte de quien la acusa.
En suma, tenemos buenas razones para pensar que la insistencia en difundir la idea de que Sheinbaum miente, en asociar su nombre al concepto de “mentira” y socavar con ello la credibilidad de sus dichos, no es una cruzada por la verdad, sino una campaña de descrédito y manipulación, basada -vaya paradoja- en mentiras y engaños ella misma. La pregunta es cuál es su propósito, pues toda campaña tiene alguno.
Podemos ubicar los orígenes de esta andanada en el discurso de enero de Gálvez, en el que se declaró paladina de los conceptos de “vida, verdad y libertad”, o en sus conferencias de intercampaña, a las que llamó, también en esta línea, “Conferencia de la Verdad” -aunque en ese momento su blanco eran los dichos del Presidente y no los de su rival-. Después, claramente, los esfuerzos se volcaron sobre la candidata de Morena, aunque ya a un trecho muy corto antes de las elecciones y cuando ésta cuenta con una ventaja imposible de remontar. ¿Qué gana, entonces, la oposición, instigando esta creencia en este momento?
La explicación que encuentro es esta: la oposición no está buscando remontar puntos en las preferencias electorales, ni hacer a Sheinbaum perder algunos. Están al tanto de la inminencia con la que Sheinbaum se erigirá en Presidenta de México el 1 de octubre. Y aquí es donde viene lo útil de su campaña: a quien llaman ahora “Candidata de las Mentiras” la llamarán en unos meses “Presidenta de las mentiras”, un mote con el que buscarán minar la legitimidad de su palabra y, con ello, poner en duda su capacidad de gobernar. La oposición sueña con una figura a la que pueda debilitar desde temprano para, más adelante, someterla a una guerra mediática de calumnias y más descrédito. Es su única manera de acariciar, al menos en la fantasía, su regreso al poder.
Y, antes de que se acuse a este texto de hacer una “apología de la mentira” siempre y cuando quien la enuncie esté de nuestro lado, hay que dejarlo claro: nadie, por mucha simpatía que nos despierte, merece una carta blanca para decir lo que sea sin cubrir el requisito de que sus dichos correspondan con los hechos. Y eso se aplica tanto a la candidata del partido oficial como a sus opositores. Pero el aprecio por la verdad no nos debe nublar la vista cuando este alto valor es usado como artimaña política en contra de una y sólo una persona en específico.
El antídoto contra esa campaña, cuyos ensayos ya vimos en el país vecino del norte, en donde Trump y sus seguidores emprendieron una serie de libelos contra la candidata demócrata desde 2016, será el arrasador respaldo popular con el que Claudia Sheinbaum gane la elección el 2 de junio. Finalmente, las campañas sucias pueden hacer mucho daño contra una Presidenta de izquierda, pero difícilmente tendrán efecto cuando esa Presidenta venga respaldada, como es muy probable, con el mayor número de votos que haya obtenido algún Presidente en la historia reciente de México.
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06-05-2024 - 12:04 am
"Es fundamental que los proyectos de infraestructura consideren criterios de sostenibilidad ambiental, social y económica para asegurar que los beneficios sean duraderos y no comprometan los recursos para las futuras generaciones".
El progreso de una nación no se mide por la riqueza de sus más afortunados, sino por cómo trata a sus más vulnerables. Para lograr este progreso es imprescindible la inversión en infraestructura.
México enfrenta una situación compleja en términos de desarrollo económico y social, marcada por contrastes significativos y desafíos persistentes, aunque también por oportunidades de crecimiento y desarrollo social. La falta de una planificación estratégica efectiva puede llevar a que los proyectos de infraestructura, que son necesarios para el crecimiento del país, no se desarrollen de manera óptima.
El desarrollo de un país no se da de forma automática, con el paso del tiempo hace falta una visión a largo plazo, un plan maestro de desarrollo que contemple una infraestructura que genere competitividad al país, fortaleciendo las tecnologías y con reacomodos de las cadenas productivas y de valor.
Un entorno político estable y el respeto al Estado de Derecho, son factores cruciales para la confianza económica y la inversión. La planificación y ejecución de proyectos de infraestructura deben ser transparentes y estar basadas en criterios técnicos, no políticos, para garantizar que las obras respondan a las necesidades reales de la población y no a intereses partidistas.
Es fundamental que los proyectos de infraestructura consideren criterios de sostenibilidad ambiental, social y económica para asegurar que los beneficios sean duraderos y no comprometan los recursos para las futuras generaciones.
COPARMEX aboga por un Modelo de Desarrollo Inclusivo que promueva la participación de todos los sectores de la sociedad en el diálogo social. Esto es clave para la creación de políticas de infraestructura que beneficien a todos los segmentos de la población, “con inclusión fortalecemos a la población más débil” – MDI.
No podemos dejar de mencionar la necesidad de crecer y fortalecer la infraestructura de salud y educación, que son las más sensibles para las clases más vulnerables, pero que también son un factor que influye directamente en la productividad y competitividad de un país.
Por tanto es indispensable que el modelo de país y de vocaciones regionales sean tomadas en cuenta para la planificación de un programa de desarrollo de infraestructura que contemple en que invertir, cómo sufragar esta inversión y de qué manera hacer rendir la inversión para que genere progreso en el país.
El futuro de México está siendo escrito hoy, y cada uno de nosotros tiene un papel crucial en la redacción de sus líneas. Participar en la construcción del futuro de México es una responsabilidad compartida que nos llama a todos.
Hoy te invito a participar, a cuestionar, a aprender y a actuar. México no cambiará de la noche a la mañana, pero cada paso que damos hacia una infraestructura más inclusiva y sostenible es un paso hacia el México que todos merecemos.
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06-05-2024 - 12:03 am
"El libre albedrío es, además, la idea que dota a la vida humana de sentido, ya que si hubiera para nosotros un sentido predeterminado, nuestra existencia carecería de sentido".
Hay un pensamiento que ha acompañado siempre a los seres humanos: la idea de que puede haber un destino. No me importa si aparece como karma o como los regalos que otorgan las hadas madrinas de los cuentos infantiles o en su vertiente clásica, con dramaturgos de la talla inmortal de Sófocles. Por un lado o por otro, en las palmas de las manos o en el asiento del café o en la capacidad predictiva de los modelos matemáticos hay algo que supone que el futuro está escrito y podemos anticiparlo, saber con precisión su desenlace. Entiendo que estos procedimientos son muy diferentes en confiabilidad; pero todos, en el fondo, pretenden descorrer el velo que oculta el porvenir; lo que hoy me interesa es resaltar la universalidad que subyace a todos los métodos adivinatorios: la certeza de que en alguna medida el futuro es previsible.
Esta idea choca con otra no menos extendida: con la del libre albedrío: bases y sustento de la vida humana civilizada. Sin la creencia en que somos libres no podríamos ser imputados por la comisión de ninguno de nuestros actos, ya que nosotros no seriamos los responsables, sino una fuerza que nos sobrepasa y que nos impele a actuar como actuamos. ¿Qué responsabilidad tendríamos si, como en el caso del pobre Edipo, queriendo huir del destino no hacemos sino ir a cumplirlo fatalmente?
El libre albedrío es, además, la idea que dota a la vida humana de sentido, ya que si hubiera para nosotros un sentido predeterminado, nuestra existencia carecería de sentido: seriamos meros títeres en una absurda pantomima: paradójicamente la vida tiene sentido porque no tiene UN sentido, o dicho de manera más clara: tiene el sentido porque nosotros decidimos darle alguno.
La contradicción entre estas dos ideas universales: la previsibilidad y el libre albedrío ha generado incontables especulaciones: Intentaré resumirlas: 1. El universo dualista: la materia se rige determinísticamente; pero el ser humano es más que materia, posee un alma, o como se le quiera llamar, y esta se rige por el libre albedrío. 2. El universo monista: la materia es cuanto existe y es regulada determinísticamente, aquí el alma es una mera función cerebral reducible a la materia. En esta concepción no existe el libre albedrío; y 3. El universo monista probabilístico clásico: solo existe la materia pero no todo esta regido por la necesidad sino que también se admite el azar, un azar resultado de la complejidad, o dicho de otro modo, un azar fruto de no poder prever el encuentro de dos líneas causales. Aquí la libertad humana entra en la zona de lo impredecible pero no por ello existe el libre albedrío, simplemente no se puede anticipar cual vaya a ser la conducta precisa que habremos de realizar, aunque esta esté determinada, y 4. El universo monista intrínsecamente probabilístico o cuántico, en esta concepción también todo cuanto existe es la materia solo que vista en su nivel de partículas: los seres humanos son como todo compuestos de partículas que esencialmente son probabilísticas: cada reacción dependerá del colapso de la función de onda. En esta concepción se da, pese a la naturaleza intrínsecamente probabilística, un altísimo grado de previsión. No me queda claro si en esta concepción puede o no hablarse de libre albedrío, aunque me inclino a pensar que no.
Para terminar este apretado panorama, hay un filósofo en cuya metafísica —hoy muy poco recordada— encontramos una solución para rescatar la idea del libre albedrío del determinismo que actualmente priva de manera mayoritaria: me refiero a Leibniz, quien en su Monadología, y sobre todo en la correspondencia que sostuvo con un teólogo de su época, La correspondencia con Arnauld, puede leerse dicha conciliación: Leibniz admite que, ciertamente, todo está determinado por lo que denomina en latín VIS: Fuerza de Desenvolvimiento propia de cada cosa y, sin embargo, esto no se riñe con la idea de libertad; solo hay que redefinir el concepto de libertad, no como la posibilidad de elegir esto o aquello, sino como un elegir de acuerdo estrictamente con uno mismo y con nadie ni nada más. La libertad como autonomía, la libertad de seguir, cada quien, su propia ley, que es lo que etimológicamente significa autonomía.
Para Leibniz el universo entero está regulado por leyes, regido por la necesidad, pero cada cosa actúa siguiendo su propio mandato y por ello es libre. Esto supone una armonía preestablecida y supone también que al estar todo concatenado, ya todo ocurrió. No para nosotros que, por poseer una conciencia finita, vamos brincando del ahora al después en le devenir, sino para dios que, por poseer una conciencia infinita, es capaz de captar la totalidad del tiempo, pasado, presente y futuro de forma simultánea desde la eternidad.
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05-05-2024 - 12:05 am
"Durante este cierre de campaña hay una variable que comienza a moverse de cara a la enorme batalla que está en marcha por el control del Congreso el próximo sexenio: el peso de Movimiento Ciudadano".
La candidatura de Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, el tercero en la discordia en la lucha por la silla presidencial, afecta las posibilidades de Xóchitl Gálvez, quien persigue a la puntera Claudia Sheinbaum, candidata del partido en el poder. Pero no es ese el punto que verdaderamente importa. Pese al ruido mediático y el artificioso suspenso que intenta instalarse, seamos honestos, esa competencia está decidida desde hace rato. Los más de veinte puntos promedio que Morena y sus aliados sacan de ventaja, según las encuestadoras más establecidas, se han sostenido a lo largo de meses, escándalos, dimes y diretes, y a estas alturas no van a modificarse en las cuatro semanas que restan.
Pero durante este cierre de campaña hay una variable que comienza a moverse de cara a la enorme batalla que está en marcha por el control del Congreso el próximo sexenio: el peso de Movimiento Ciudadano. Como es sabido, el famoso Plan C anunciado por López Obrador consiste en ganar dos tercios de las curules y los escaños en el poder legislativo este 2 de junio, y obtener así la mayoría calificada que le permita hacer cambios constitucionales. Esto le daría al actual presidente todo un mes, entre la instalación de la nueva legislatura (1 de septiembre) y su salida de Palacio (30 de septiembre) para hacer las reformas de fondo que hasta ahora las cámaras le han negado.
Una estrategia fácil de explicar, pero difícil de realizar. En las últimas elecciones, 2021, Morena y sus aliados triunfaron en 180 de los 300 distritos y se quedaron cortos por más de medio centenar de diputados tras el reparto de plurinominales. En el Senado el objetivo es aún más difícil de lograr porque, de entrada, se otorgan 32 escaños a la primera minoría (es decir al que no ganó) y eso equivale al 25%. En este momento al presidente le falta una decena de senadores para alcanzar el objetivo.
En los últimos años el grupo mayoritario intentó negociar con el PRI y sus 70 diputados la anuencia para sacar adelante iniciativas presidenciales, como la reforma eléctrica o la adscripción de la Guardia Nacional al ejército, pero las conversaciones resultaron infructuosas. La oposición mantuvo con éxito el veto a los cambios constitucionales que deseaba Palacio Nacional.
Este impasse se prolongaría al próximo sexenio a menos que el obradorismo consiga la hazaña de barrer a la oposición en las urnas este 2 de junio y quedarse con más de 333 diputados y 85 senadores. Pero comienza a abrirse una nueva posibilidad por otra vía y aquí es donde entra MC.
Actualmente este partido cuenta con 28 diputados y 10 senadores, gracias al 7% de la votación obtenido hace tres años. ¿Cuántos más necesitaría crecer para convertirse en el fiel de la balanza que incline la mayoría constitucional para un lado u otro? Esa es la pregunta que habría que hacerse. Desde luego dependerá de lo que obtenga Morena y sus aliados y por cuánto se quede corto esta vez. Pero si ambas fuerzas mejoran “sus prestaciones” respecto a los comicios intermedios, su crecimiento podría repartir el medio centenar de diputados que le faltaron a López Obrador estos últimos años.
Con esto no quiero decir que MC sea un partido incondicional como PT o comprado como PVEM. Y, sin embargo, tampoco es la oposición frontal que representan PAN y PRI. MC no querrá ser visto como un partido satélite del gobierno, pero seguramente adoptaría la estrategia de ceder en algunos puntos y rechazar algunos otros. En todo caso, un interlocutor mucho más dispuesto a negociar agendas pendientes a partir de la conveniencia de cada una, sin la beligerancia de la oposición que representan los partidos de la Alianza.
Lo cual nos regresa a Máynez. ¿Es capaz de encabezar un repunte de esta naturaleza? Desde luego la votación que genera un candidato presidencial no necesariamente equivale a la que cruza a favor de sus diputados, pero tampoco anda lejos. Y en ese sentido, Máynez ha despabilado al partido del pasmo en el que había caído luego de las frustradas candidaturas de Marcelo Ebrard y de Samuel García a la presidencia.
Y no es que Máynez haya resultado un candidato deslumbrante ni mucho menos. Pero es joven, articulado, de imagen relativamente fresca, que podría atraer el voto de algunos ciudadanos cansados de los políticos tradicionales, de otros que, aunque no lo confiesen, asuman que México no está listo para una presidenta, o simplemente que estén cansados de la eterna polémica entre las dos primeras fuerzas.
Podría beneficiarlo el hecho de conducir una estrategia puntualmente dirigida a los jóvenes. Se supone que las nuevas generaciones son más abstencionistas. Pero MC no va por las mayorías; simplemente intenta convertirse en la opción más atractiva para un grupo numeroso que los otros no atienden. MC tiene como meta ganar un 15% de la votación, veremos si con eso le alcanza.
Por lo demás las circunstancias lo han favorecido. El saldo acumulado de tres debates, que representan un tercio del tiempo total, le darán una exposición nacional que no tenían ni él ni MC.
También ha salido favorecido de la sorpresiva estrategia de Claudia Sheinbaum en los debates, en los que eligió entrar al pleito verbal con su oponente. En el segundo debate, tras el intercambio de epítetos, candidata de la corrupción versus candidata de la mentira, hubo un momento en el que Máynez presumió ser el adulto en la mesa, el único candidato supuestamente dedicado a exponer ideas y programas. Fue menos un mérito del candidato, que un demérito de sus colegas.
Lo cierto es que MC está creciendo, entre otras razones porque viene desde abajo y, a diferencia de las otras dos candidatas, apenas se le está conociendo. Por lo mismo, es el que tiene mayor probabilidad de crecer en esta recta final. Obvio, estamos hablando de cuatro o cinco puntos, en el mejor de los casos. Nada que vaya a modificar el resultado final de la elección presidencial. Pero, en una de esas, le alcanza al partido para convertirse en la pieza clave de la madre de todas las batallas: el control del Congreso. La llave de entrada para los cambios constitucionales que se le han negado al gobierno de la 4T. ¿O usted cree que es casual el coqueteo de López Obrador con Samuel García y el MC?
¿Lo conseguirá Máynez? Ese es el punto.
@jorgezepedap
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05-05-2024 - 12:04 am
"La eliminación de los informes al año nos van a permitir en un ámbito de fiscalización asegurar a todos los ciudadanos que podamos tener la inmediatez necesaria de ser prudente y esto requiere una reforma legal a la altura de lo que el país requiere".
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05-05-2024 - 12:04 am
A pesar de la gravedad de los hechos, los principales responsables políticos de esa brutal represión, siguen sin ser juzgados. El panista Vicente Fox sigue escribiendo tonterías en sus redes sociales; el priista Enrique Peña Nieto goza la fortuna que amasó como Presidente y los mandos policiacos que ordenaron el operativo, no han sido juzgados.
La madrugada del 4 de mayo de 2006 más de 2 mil 500 policías federales y del Estado de México entraron a San Salvador Atenco para reprimir a una población cuyo pecado había sido defender su tierra del despojo que pretendía llevar a cabo el Gobierno federal de Vicente Fox Quesada, quien tenía el propósito de construir ahí el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México. La tenaz resistencia de los pobladores de Atenco molestó e irritó a los gobernantes de entonces y a los inversionistas que esperaban concretar un jugoso negocio con la construcción del nuevo aeropuerto capitalino.
Parecía que esperaban una oportunidad para violentar a la población en resistencia. Por eso la represión del 4 de mayo fue en realidad de una venganza de Estado. Nunca perdonaron a los comuneros de Atenco que, con machete en mano, defendieran exitosamente su tierra.
Utilizaron como pretexto un conflicto local. El 2 de mayo, el ayuntamiento de Texcoco impidió a ocho vendedores de flores instalarte en el mercado municipal. Los vendedores pidieron la ayuda de sus vecinos de Atenco, organizados en el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT). La policía de Texcoco respondió reprimiendo a los floristas y a integrantes del FPDT. Éstos se refugiaron en un local del centro de Texcoco, donde permanecieron sitiados durante nueve horas sin que se atendiera la petición de diálogo con las autoridades municipales. En respuesta a este sitio, vecinos de varios pueblos bloquearon la carretera Lechería-Texcoco; el bloqueo fue reprimido por la policía del gobierno del Estado de México gobernado por Enrique Peña Nieto.
La filmación por las cámaras de TV Azteca de la represión de la policía estatal y la reacción de algunos pobladores que detuvieron y golpearon a uniformados que los desalojaban, se convirtió en el pretexto mediático para autorizar una de las represiones más brutales en lo que va del siglo XXI. El coro mediático que demandaba represión encontró oídos atentos en la clase política, que sin importar ideologías acordó la violenta irrupción en Atenco: el gobierno federal del PAN de Vicente Fox, el gobierno estatal del PRI de Enrique Peña Nieto y el gobierno municipal del PRD de Texcoco.
El 4 de mayo de hace 18 años, miles de policías entraron al pueblo y a las casas de los pobladores sin orden alguna, golpeando indiscriminadamente a todos los que encontraban a su paso. La represión se saldó con dos muertos (Alexis Benhumea y Javier Cortés), decenas de heridos y 207 detenidos, entre ellos el dirigente del FPDT, Ignacio del Valle. Otra muestra de la venganza de Estado contra los pobladores de Atenco fue la detención de estos dirigentes y las duras penas de cárcel que se les impuso. A Ignacio del Valle, se le condenó a 112 años de prisión en tanto que a Felipe Álvarez y Héctor Galindo, fueron condenados a 67 años y 6 meses. Finalmente, la Suprema Corte de Justicia de la Nación exoneró y liberó a los dirigentes de Atenco en 2010.
Además durante las detenciones, 27 mujeres fueron violadas y vejadas sexualmente por los policías. Once de las 27 mujeres vejadas en la represión en Atenco hace 18 años, han continuado una digna y valiente denuncia legal en contra del Estado mexicano por estos hechos. En 2019 la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) emitió una histórica sentencia en la que declaró responsable al Estado mexicano por las violaciones a los derechos humanos de las mujeres y ordenó una serie de medidas de reparación. No obstante, hasta hoy la sentencia permanece incumplida, recordó el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro en un comunicado divulgado el viernes 3 de mayo pasado.
En ese comunicado, las mujeres vejadas en Atenco, también demandan justicia: “En este memorial de los hechos, reiteramos la exigencia de las mujeres sobrevivientes a que el Estado mexicano salde la deuda que ya tres administraciones federales han venido arrastrando, y que las autoridades se aseguren de que todos los responsables, incluyendo la cadena de mando involucrada en la planificación e implementación del operativo del 3 y 4 de mayo de 2006, sean debidamente juzgados y sancionados” (https://ymlp.com/zFZcj5).
En octubre de 2006 la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió una recomendación donde señaló que las autoridades incurrieron en graves violaciones a los derechos humanos, como al derecho a la vida, violaciones sexuales, tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes, incomunicación, lesiones, detención arbitraria, allanamiento de morada, retenciones ilegales, violaciones a los principios de legalidad y seguridad jurídica.
A pesar de la gravedad de los hechos, los principales responsables políticos de esa brutal represión, siguen sin ser juzgados. El panista Vicente Fox sigue escribiendo tonterías en sus redes sociales; el priista Enrique Peña Nieto goza la fortuna que amasó como Presidente y los mandos policiacos que ordenaron el operativo, no han sido juzgados.
Debido a ello, el pasado viernes 3 de mayo, al conmemorar los 18 años de la represión de los gobiernos del PAN-PRI-PRD, el dirigente de la comunidad, Ignacio del Valle, pidió llevar a juicio al expresidente Enrique Peña Nieto: “En 18 años no se olvida la represión de nuestra gente y no perdonamos. Queremos justicia y seguimos en pie de lucha, la justicia no es algo que estemos esperando, la tenemos que seguir exigiendo y la tenemos que lograr porque no es un tema muy sencillo cuando agreden y pisotean los derechos de un pueblo no nos dejan otro camino más que organizarnos y pedir por derecho legítimo nos corresponde. Pedimos castigo a Enrique Peña Nieto y sus seguidores y que estén tras las rejas porque aún la justicia no llega”, dijo.
Curiosamente, 18 años después de la represión en contra de la población de Atenco, ahora los partidos políticos (PAN-PRI-PRD) que encabezan los gobiernos que participaron en la violenta irrupción en contra de esta comunidad, van aliados a la presidencia de la república de la mano de la candidata Xóchitl Gálvez Ruiz. Desde hace años la vena autoritaria y antipopular ya los unía, como lo demuestra la represión contra la población de San Salvador Atenco en 2006.
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05-05-2024 - 12:01 am
Sé que suena pueril, pero es molesto. He preguntado a vecinos y a amigos. Casi todos están de acuerdo con la molestia que generan estos actos de campaña. No sólo es el ruido, sino la contaminación conceptual. Más que ofrecer propuestas, se dedican a criticar a los otros partidos.
La ventana de atrás de la casa da a un parque. Normalmente, se escucha la algarabía de los niños jugando, los ladridos de los perros, los trinos de los pájaros y el paso ineluctable de quienes compran colchones o venden diferentes productos. Uno se acostumbra a ello. A veces, hasta lo disfruta. Los sonidos varían dependiendo de las horas y del clima.
En las últimas semanas, se han sumado nuevos: mítines políticos. No conformes las campañas de diversos candidatos con tapizar la ciudad de pendones inútiles (he contado un millar en apenas un kilómetro), ahora suman eventos de campaña.
A decir verdad, son pocos los asistentes. Ni siquiera un centenar. Ello no impide, sin embargo, que instalen bocinas como si se tratara de un concierto masivo. Estoy cierto que el volumen es atronador y que llega a varias cuadras de distancia.
Un presentador principal se encarga, primero, de hablar de las virtudes de los diferentes candidatos. Las loas se acumulan como si los ciudadanos no tuviéramos memoria. Después vienen los discursos, las melodías pegajosas, las promesas de campaña. Son eventos que duran un par de horas, a saber por qué.
No miento cuando hablo del volumen. Se escucha duro, se escucha fuerte, incluso molesta. No importa cuál sea mi filiación política o mis preferencias electorales. En verdad, molesta. No se puede trabajar, no se puede leer, no se puede leer tele. Da trabajo, incluso, escuchar la petición de alguno de los niños desde cualquier otra de las habitaciones. Ya no hablemos de siestas, que algunas personas acostumbran en esos horarios posteriores a la comida. Lo más sensato es huir.
Uno termina expulsado de su propia casa harto y hastiado.
Lo único que me ha quedado claro, tras este ejercicio de espectador a regañadientes, es que nunca votaría por ninguno de los tres candidatos que se han presentado a hacer proselitismo a favor de un puesto en el congreso local o la alcaldía que me corresponde. Miento, ya había decidido no votar por alguno de ellos, pues la basura que generan sus campañas es ofensiva. Entonces, se reafirma mi claridad: no quiero votar por quien atormenta mi tranquilidad de esa forma.
Sé que suena pueril, pero es molesto. He preguntado a vecinos y a amigos. Casi todos están de acuerdo con la molestia que generan estos actos de campaña. No sólo es el ruido, sino la contaminación conceptual. Más que ofrecer propuestas, se dedican a criticar a los otros partidos.
Me pregunto si hay alguien que se decida a votar por uno u otro candidato a partir del escándalo que se instaló en sus casas durante un par de horas cada vez. Me resulta complicado creerlo. Lo malo es que se terminan las opciones. Casi que estaría dispuesto a sufragar por el candidato que no haga proselitismo fuera de casa, pero sé que esto es circunstancial, pues quien no lo haga aquí lo hará en otra parte.
Desde cierta perspectiva, es una forma de violencia. Si uno no puede trabajar, entretenerse o descansar en su casa porque alguien decide que sus inmediaciones son propicias para hablar mal de otros candidatos, por qué votaría uno por ellos.
Me queda claro que es parte de la propaganda que deben hacer. Sólo que ya urge que alguien tenga una mejor idea para realizarla antes de ensuciar toda la ciudad con pendones inútiles y mítines estruendosos. Al menos, así tendremos la certeza de que les preocupan los ciudadanos. De momento, estoy seguro de que no.
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04-05-2024 - 12:05 am
"¿Qué pasaría si se llamara diariamente a dejar de tomar refrescos, recuperar nuestro consumo de frijoles, maíz, quelites, amaranto, mantener la sana distancia de la chatarra, de los Oxxos y similares, se llamara a acercarnos a los mercados locales y a los productores del campo [...]?"
Si contabilizáramos diariamente la pandemia de la mala alimentación, como se contabilizaron diariamente las muertes por Covid-19, si lo hiciéramos con las víctimas del tabaco y del alcohol, si contabilizáramos sus daños, veríamos la dimensión de esta otra pandemia, la pandemia comercial. De hecho, las corporaciones que ponen en el mercado estos productos secuestraron por sexenios las políticas de salud pública, a la fecha subsidian instituciones que emplean expertos que las protegen abiertamente, ya sea activamente o con su silencio, financian asociaciones profesionales de salud, les pagan sus congresos en destinos turísticos y promueven a sus aliados a puestos públicos, los tienen ya en los grupos de asesores de las candidatas y candidatos, todo con el fin de que no se cuenten esas muertes, que no se digan cuales son sus causas principales. Así, esas muertes se normalizan, muertes que, es importante mencionar, podrían evitarse, ésta es la pandemia que por intereses se ignora. Basta retomar parte de las líneas escritas en este espacio en agosto de 2020, adaptándolas, porque nada ha cambiado con esta otra pandemia.
Si así como se recomendó el lavado de manos, la sana distancia entre las personas, el cubrebocas, el quedarse en casa para enfrentar la Covid-19; ¿qué pasaría si se llamara diariamente a dejar de tomar refrescos, recuperar nuestro consumo de frijoles, maíz, quelites, amaranto, mantener la sana distancia de la chatarra, de los Oxxos y similares, se llamara a acercarnos a los mercados locales y a los productores del campo, a hacer botanas para nuestros hijos y para nosotros con semillas, vegetales, a convertir nuestras frutas de temporada en nuestros postres, a recuperar el conocimiento de nuestra cocina?. Hay que ver, solamente la dimensión de la pandemia de diabetes en el país y las responsabilidades en ella, por ejemplo, de las bebidas azucaradas, en especial, de FEMSA Coca-Cola.
Si sumáramos estas muertes por mala alimentación con las muertes por Covid-19 que sucedieron en las personas que padecían enfermedades crónicas debidas a su mala alimentación, las cifras se dispararían y tendríamos una idea más clara de los daños que nos ha causado la invasión de la comida chatarra y los refrescos, la alteración profunda de nuestra dieta por productos ultraprocesados con nulo o bajo valor nutricional pero con grandes cantidades de azúcares añadidos, grasas saturadas, sal, colorantes, saborizantes, emulsificadores y todo tipo de ingredientes artificiales. Se hacen cálculos de las muertes por Covid-19 asociados, por ejemplo, a la diabetes. La mayor parte de los casos se trata de personas que estaban diagnosticadas, sin embargo, también se llegó a afirmar que alrededor del 50% de las personas con diabetes no estaban diagnosticadas, no sabían que tenían esa enfermedad. Entonces, ¿de qué murieron? Muchas de ellas no hubieran muerto si no hubieran tenido diabetes, es decir, el determinante de su muerte fue, principalmente, la diabetes, tenían un organismo en estado permanente de inflamación. Hay que recordar que el Seguro Popular nunca cubrió la diálisis que requerían más de 100 mil personas, cuando se habla de que tuvo una cobertura universal. Se calculaba que la cobertura de la diálisis se llevaría gran parte del presupuesto del propio Seguro Popular. Esa es parte de la dimensión de la otra pandemia que lleva años y crece en el silencio de muchos de los especialistas, algunos de ellos aliados de esas corporaciones, directa e indirectamente.
INEGI ha calculado en más de 230 mil las muertes anuales por sobrepeso y obesidad, se calculan en 63 mil las muertes asociadas al consumo de tabaco y alrededor de 50 mil las muertes anuales asociadas al consumo de alcohol. En total, en este sexenio han muerto más de 2 millones de personas por estas causas. Un alto porcentaje de estas muertes serían prevenibles, pero se prefiere normalizarlas.
Los procesos inflamatorios generados por la comida chatarra y las bebidas azucaradas provocan, más allá de las enfermedades crónicas y antes de ellas, el debilitamiento del sistema inmunológico, con lo cual la Covid-19 tuvo un impacto mucho mayor. Una de las expresiones medibles de los daños que genera esta mala alimentación se encuentra en los diversos indicadores de síndrome metabólico, como la circunferencia elevada (CC), presión arterial elevada (HTA), bajo colesterol HDL (HDLc), triglicéridos altos (TG), glucosa o insulina elevados.
En unas semanas de mejor alimentación pueden ajustarse, en parte, algunos de estos indicadores, de tal manera que pueden mejorarse las posibilidades de defensa frente a virus y bacterias. Además, la mala alimentación no sólo genera daños por el tipo de productos ultraprocesados y los ingredientes que contienen, grasas saturadas, azúcares, sodio y una larga lista de productos sintéticos como colorantes, saborizantes y una multitud de ingredientes cosméticos. Los ultraprocesados también generan daños por los alimentos que dejan de consumirse, los que desplazan, que, en el caso de verduras, frutas, semillas, cereales integrales, significa la falta de ingesta de una enorme diversidad de vitaminas, minerales y fitoquímicos que tienen cualidades muy importantes de defensa frente a diversos padecimientos, fortaleciendo el sistema inmunológico. Productos que hemos dejado de consumir a cambio de la ingesta de productos chatarra y bebidas endulzadas. Alimentos verdaderos que contribuyen a la salud y fortaleza del sistema inmunológico desplazados por productos comestibles que provocan lo contrario: reacciones de defensa, inflamación y agotamiento del sistema inmunológico.
Por lo anterior, no se entiende porque no se llamó y por qué no se llama a la población, de manera permanente, cotidiana, a mejorar su alimentación como un elemento fundamental de defensa frente a las enfermedades y las pandemias. Se llama en México a estar preparados para enfrentar la próxima epidemia que se presente y para ello se presenta un modelo de atención y prescripción, pero no se menciona nada que pueda impactar a los determinantes comerciales de la enfermedad que nos predisponen a ser caldo de cultivo de las pandemias, al tabaco, al alcohol, la comida chatarra y los refrescos. Es importante la atención, pero más importante es la prevención con una población más sana y no con el grado de enfermedad en la que se encuentra la nuestra. El negocio está en la atención, no en la prevención, en la prevención se requiere voluntad para enfrentar los intereses determinantes.
Hay un silencio cómplice cuando se habla de la Covid-19 y no se mencionan las causas del caldo de cultivo que se ha establecido en nuestro país por la penetración masiva de estas corporaciones, de estos determinantes de la enfermedad y que, por si mismos, son una pandemia. Sería bueno escuchar una visión más integral, más científica, que hable de la necesidad de mejorar la atención pero que señale, transparentemente, las principales causas de la pandemia que ya vivimos, o acaso ¿18 cucharadas de azúcar al día no son motivo de preocupación?, ¿acaso la baja dramática en el consumo de verduras, frutas, cereales, leguminosas, etc., no son causa de alarma? ¿deben consumir niñas y niños 550 calorías en su jornada escolar con base a productos chatarra? ¿cuál es el estado de salud de nuestra infancia? ¿debe preocuparnos la salud alimentaria cuando se proyecta el escenario que podremos vivir en una próxima pandemia viral?
No es acaso la alimentación la base de la salud como lo establecieron los padres de la medicina, ¿no se relaciona con la vulnerabilidad de la población a las pandemias? El silencio sobre los determinantes de la enfermedad, sobre las principales causas de las enfermedades no transmisibles, corrompe, de inicio, una estrategia fundamental para prepararse frente a las pandemias que lleguen y frente a las que ya están instaladas. Lo anterior no quiere evadir la necesidad de la atención y respuesta médica frente a una nueva pandemia, pero si señalar el silencio que protege, en la práctica, los intereses comerciales de las grandes corporaciones globales que tienen capturadas a instituciones y especialistas y son causa principal de la pandemia que vivimos desde antes de la Covid-19, que no se va, crece, y frente a la que no hay vacunas, solamente políticas libres de conflicto de interés.
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04-05-2024 - 12:03 am
"Esta evolución tecnológica ha generado cambios notables en las mentalidades en todo el planeta".
El sino del escorpión no deja de sorprenderse aún por el potencial, para el bien y para el mal, de las redes sociales. El alacrán apoya estas nuevas herramientas tecnológicas que han abierto la posibilidad a mucha gente, antes excluida de opinar y manifestar sus puntos de vista sobre tal o cual tema, de cuestionar directamente a políticos, autoridades o reputados intelectuales y académicos. Con todo, muchos estudiosos le insisten al arácnido sobre la estupidez y banalidad imperantes en redes sociales como X, Facebook, Instagram y TikTok. Aun así, esta evolución tecnológica ha generado cambios notables en las mentalidades en todo el planeta. Para documentar las posibilidades de las redes sociales, el arácnido abrevia aquí dos historias de horror reveladas en la red X, que muestran su potencial como mecanismo de reflexión y denuncia.
1.- Varias cuentas de X, en particular la de la española Mayva Nissi (@Mavya90), dieron a conocer hace unos días lo sucedido con una suerte de experimento. En Estados Unidos, un hombre creador de contenido salió a la calle y preguntó a las mujeres si, hallándose perdidas en un bosque, preferirían encontrarse con un oso o un hombre. La respuesta de todas las mujeres fue que preferirían un oso. Los hombres en los comentarios se mostraron coléricos e insultaron a las mujeres. El enojo masculino fue tanto que comenzaron a hacer videos llamando estúpidas a las mujeres, que no sabían lo que decían, que quizá el hombre solo estaba ahí de paso, caminando, que quién las iba a ayudar si el oso las atacaba.
Según comentaron las mujeres en esta conversación de X, las opiniones masculinas sólo demostraba que esos hombres ni siquiera eran capaces de considerar otra perspectiva. La falta de empatía hacia las mujeres no les permitía ver que ellos piensan sólo en la supervivencia, porque consideran que pelear con otro hombre les da más posibilidades de sobrevivir que con un oso. Pero jamás se les ocurriría pensar que un tipo solo en el bosque podría ser un asesino serial, un violador, que podría secuestrar a la mujer y torturarla, y que quizá el dolor no termine rápido o el trauma de lo que les hagan dure para toda la vida. Para esos hombres no hay destino peor que la muerte y, sin embargo, para las mujeres hay cosas peores que morir, porque viven en un estado constante de alerta desde la más tierna infancia. Los hombres no comprenden o no quieren comprender la brutalidad que sucede en manos de los hombres, por ello no entienden que muchas mujeres prefieran morir en las garras de un animal salvaje y ya, que intentar lidiar con un tipo solitario e impredecible en medio del bosque.
La discusión aún se mantiene en la red X, pero el venenoso deja estos datos sobre Estados Unidos: De acuerdo con la organización protectora de los osos Bear Vault, desde el año 1784 se han registrado 66 muertes por conflicto entre osos y humanos, menos de una docena de heridos al año. Por otra parte, de acuerdo con la especialista en educación sexual Rayne Fisher-Quann, en promedio existen anualmente en Estados Unidos 463 mil 634 víctimas de violación y agresiones sexuales, desde los 12 años y mayores. A los hombres les molesta que las mujeres les tengan miedo, pero prefieren culparlas a ellas que voltearse a ver entre ellos y entender el por qué.
Y, no obstante tanto enojó masculino, incapaz de una autocrítica a sus comportamientos o de googlear siquiera el término “nuevas masculinidades”, cuando las mujeres voltearon la pregunta y cuestionaron a estos hombres sobre si preferían que su hija se encontrara sola en el bosque con un hombre o con un oso salvaje. Todos respondieron que preferían al oso.
2.- Apenas hace unos días, un académico de la Benemérita (así se llama oficialmente) Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), fue captado en la Feria de Puebla filmando debajo de las faldas de las mujeres con una pequeña cámara semioculta en su zapato deportivo. La escena fue capturada por un asistente al lugar, quien de inmediato dio seguimiento al personaje y advirtió incluso a una de las mujeres a quien el académico filmaba de manera clandestina. La reacción fue inmediata, según se ve en el video. El presunto acosador sexual, académico de la Facultad de Artes Plásticas y Audiovisuales y cuyo nombre no vale la pena ni mencionar, al darse cuenta de que era observado intentó huir, pero fue detenido por policías que vigilaban el lugar.
La Secretaría de Seguridad Pública poblana detalló que el profesor fue detenido por el delito de ultrajes a la moral pública y presentado ante el Agente del Ministerio Público especializado en delitos sexuales, ante la denuncia de la afectada. En tanto la Fiscalía realiza la investigación por la denuncia que presentó la afectada y por la puesta a disposición del hostigador por parte de la Policía Estatal, la BUAP dio a conocer que este comportamiento inaceptable llevó a la administración de la institución a tomar medidas drásticas para salvaguardar la integridad y el respeto dentro de su comunidad educativa.
Así pues, tras el escandaloso episodio en que el maestro fue captado grabando sin su consentimiento a varias mujeres, la institución tomó la decisión de darlo de baja de su platilla, pues el personaje ya fue acusado de acoso sexual y ultrajes a la moral pública. La noticia causó revuelo en las redes sociales y en los medios locales, con numerosos comentarios de condena hacia el docente y muestras de solidaridad hacia las víctimas de sus acciones delictivas.
Estas dos historias de horror divulgadas y expuestas por la red X vuelven a poner en el centro de la discusión a las malditas o benditas redes sociales, atestigua el alacrán.
@Aladelagarza
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