Ciudad de México, 1 de septiembre (SinEmbargo).- La eliminación de 100 diputados y 32 senadores plurinominales, propuesta por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) a través de una consulta ciudadana, no reducirá el gasto de este poder, ni lo hará más eficiente como se plantea; lo único que logrará es asegurar al tricolor la mayoría en la Cámara de Diputados, expone un análisis del Centro de Investigación para el Desarrollo A.C. (CIDAC)
Calcula que de eliminarse las curules, el PRI tendría 54 por ciento de la Cámara de Diputados con 32 por ciento de los votos. “La desaparición de los plurinominales implicaría un duro golpe al sistema de pesos y contrapesos frente al Ejecutivo, ya que una de las principales virtudes de los diputados de representación proporcional es ayudar a que el porcentaje de votos emitidos sea similar al porcentaje de curules que obtiene cada partido. Por otro lado, lo que evidentemente sí cambiaría sería el número de ‘chambas’ que los partidos menos grandes podrían aportarle a sus integrantes”, mencionan los investigadores del CIDAC.
Sobre la reducción de costos, el think tank mexicano expone que sería mínima, pues si se toma en cuenta lo que percibe cada legislador, unos 147 mil pesos al mes, al año el ahorro sería de 1.7 millones de pesos por Diputado. “Una suma mínima comparada con los más de seis mil millones de pesos de presupuesto asignado a la Cámara de Diputados. Por otro lado, eliminar a los plurinominales no necesariamente se traduce en ahorro, ya que esos recursos que se evitan en salarios pudieran terminar en otros fondos aunque, en una de esas, hasta en las mismas manos”.
Y advierte que la eliminación de plurinominales no hará al Congreso más representativo, eficiente o menos costoso, pero sí abre la puerta a la sobrerrepresentación de mayorías y pone en riesgo la pluralidad del Legislativo.
“La disminución de los plurinominales altera la representatividad y proporcionalidad del sistema electoral del Legislativo. Hoy en día, PRI, PAN [Partido Acción Nacional] y PRD [Partido de la Revolución Democrática] cuentan con 41, 23 y 20 por ciento, respectivamente, de la Cámara de Diputados. Si la composición pasa de 200 a 100 plurinominales, las tres bancadas serían de 42, 23, y 21 por ciento, respectivamente. A primera vista, la eliminación de 100 diputados plurinominales tiene un impacto mínimo en términos de la dimensión de las bancadas de los principales partidos, pero es una señal de alarma que no debe pasar desapercibida”, advierte.
El 20 de agosto, el PRI anunció que propondrá la realización de una consulta popular para plantear a la ciudadanía la reducción de 100 diputados plurinominales y la eliminación de los 32 senadores electos por esta vía de representación proporcional.
El presidente nacional del partido, César Camacho Quiroz, señaló que con esta medida se busca reducir el gasto público y facilitar la construcción de acuerdos.
“Creemos que son necesarios los diputados plurinominales; lo que creemos es que son demasiados”, dijo en conferencia de prensa en la que presentó el aviso de intención que da inicio al procedimiento.
En esa ocasión, admitió que los legisladores de representación proporcional tienen el objetivo de dar cabida en el Congreso a todas las expresiones políticas, incluyendo las minorías, pero consideró que el esquema actual propicia una “sobrerrepresentación abultada”.
La pregunta que el PRI busca someter a consulta es: “¿Estás de acuerdo en que se modifique la Constitución para que se eliminen 100 de los 200 diputados federales plurinominales y 32 senadores por el principio de representación proporcional?”.
Para que la iniciativa prospere y pueda llegar a debatirse en una consulta, el PRI debe conseguir antes del 15 de septiembre las firmas del 2 por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores; esto es, alrededor de 1 millón 600 mil.
PROMESA DE CAMPAÑA
La iniciativa priista retoma una propuesta de campaña del Presidente Enrique Peña Nieto, “la cual se aprovecha de la falta de confianza de los ciudadanos hacia los legisladores con la finalidad de aparentar una solución ante este desencanto y, así, obtener simpatías”, considera el análisis del CIDAC.
Sugiere que en lugar de recortar el número de plurinominales, se modifique la forma en la que son electos pues hasta ahora, esta es una facultad de los partidos, que integran sus listas conforme sus intereses y negociaciones, y no de los ciudadanos.
“Si el propósito es que el ciudadano vote directamente por los diputados, en vez de eliminar a los plurinominales, una propuesta podría ser modificar la forma por la cual se eligen de una fórmula de lista cerrada bloqueada – donde la designación de candidatos en la lista pertenece al partido político- a una de lista abierta para que el ciudadano elija a su legislador de entre un conjunto de nombres postulados por el partido”, sugiere.
Desde que el PRI planteó la iniciativa, agrega el análisis, el debate suscitado por la misma ha transitado, por un lado, entre aquellos que aplauden el posible adelgazamiento de la nómina de los legisladores –cuya onerosidad es más o menos mitológica, representando alrededor de un cuarto de punto porcentual del Presupuesto de Egresos—, y quienes resaltan la inutilidad de la figura de los legisladores de representación proporcional por no representar a los votantes.
Por otro lado, se escuchan voces que defienden a “ultranza” la representación proporcional y temen por una regresión a la etapa hegemónica del PRI.
“Entre los ataques dirigidos a los plurinominales se hallan reclamos como la carencia de representatividad, la ausencia de vínculos con su electorado, y su costo. No obstante, estas críticas no son exclusivas de los plurinominales y acaecen también sobre los legisladores elegidos por el principio de mayoría relativa”, finaliza el análisis.
