Nanodiamantes revelan que extinción de la megafauna en EU ocurrió tras el impacto de un cometa con la Tierra

03/09/2014 - 12:00 am
Gracias a la presencia de nanodiamantes los científicos concluyeron que la megafauna norteamericana desapareció tras el impacto de un cometa. Foto: EFE
Gracias a la presencia de nanodiamantes los científicos concluyeron que la megafauna norteamericana desapareció tras el impacto de un cometa. Foto: EFE

Ciudad de México, 03 de septiembre (SinEmbargo).- Los nanodiamantes se encuentran en abundancia en tres continentes de la Tierra y se utilizan ampliamente en diversos campos como la fabricación de los vuelos espaciales y aviones, así como en la industria de la información, y para maquinarias de precisión, instrumentos ópticos y fabricación de automóviles, entre otros. Sin embargo, de acuerdo con un estudio, ahora también podrían indicar por qué desapareció la megafauna (mastodontes, osos de cara corta, perezosos terrestres gigantes, gatos dientes de sable y camellos y caballos americanos) de Norteamérica hace unos 13 mil años.

La causa de la extinción masiva de la megafauna ha sido largamente debatida por los científicos. Entre otras posibles explicaciones figuran los cambios climáticos y la actividad de los humanos. Sin embargo, un estudio realizado en la Universidad de California en Santa Barbara (UCSB) establece que la extinción podría deberse a una colisión de la Tierra con un cometa a finales del Pleistoceno, lo que habría causado un fuerte enfriamiento en el planeta que por su parte provocó la extinción de los animales grandes, publicó la revista Journal of Geology.

En su estudio James Kennett, profesor emérito de Ciencias de la Tierra en UCSB, y sus colegas se concentraron en la distribución en el planeta de los nanodiamantes, material que puede producirse en grandes impactos cósmicos.

“Nosotros hemos identificado de manera concluyente una capa fina sobre tres continentes, en particular en América del Norte y Europa Occidental, que contiene un rico conjunto de nano-diamantes, cuya producción sólo puede explicarse por un impacto cósmico”, dijo Kennett.

La variedad de las formas de los nanodiamantes se debe a la diversidad de temperaturas, presión y nivel de oxígeno que acompañaron el impacto. Foto: UCSB
La variedad de las formas de los nanodiamantes se debe a la diversidad de temperaturas, presión y nivel de oxígeno que acompañaron el impacto. Foto: UCSB

Un grupo de científicos de 21 universidades de seis países investigó los nanodiamantes en Norteamérica, Europa y Oriente Medio, y encontró una gran cantidad de estas diminutas piezas distribuidas a lo largo de más de 50 millones de kilómetros cuadrados en el hemisferio norte en el límite de sedimentos del periodo Reciente Dryas; una capa delgada y rica en carbono que a menudo es visible como una línea fina negra a pocos metros debajo de la superficie.

Además de este límite, sólo hay uno que también contiene grandes cantidades de diamantes: el del Cretácico-Terciario, de hace unos 65 millones de años, asociado con la extinción de los dinosaurios.

Los diamantes tienen formas variadas, entre ellas cúbica y hexagonal. La variedad se debe a la diversidad de temperaturas, presión y nivel de oxígeno que acompañaron el impacto, dijo Kennett. “Se trata de las condiciones exóticas que conjuntamente produjeron los diamantes del carbono terrestre; los diamantes no llegaron montando en un meteorito o cometa”, agregó.

Recientemente en la Universidad de California en San Francisco (UCSF) se ha utilizado este tipo de material para para aumentar la eficacia de un fármaco utilizado contra el cáncer de mama, así como para reducir los efectos secundarios perjudiciales del tratamiento.

De esta manera, los minúsculos diamantes se convierten también en una prometedora herramienta de administración de fármacos debido a que pueden inyectarse en células humanas sin producir daños además de tener el potencial para ayudar a resolver la resistencia a los fármacos que suele ocurrir en los pacientes de cáncer.

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