El destino del combustible: opciones para un futuro sin gasolina

05/08/2015 - 12:03 am
La búsqueda de otras opciones al combusible tradicional ha ocasionado que se voltee a ver a lugares insospechados. Foto: Cuartoscuro
La búsqueda de otras opciones al combusible tradicional ha ocasionado que se voltee a ver a lugares insospechados. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 5 de agosto (SinEmbargo).- En el siglo XX, el petróleo adquirió el sobrenombre de “oro negro” y su derivado más famoso, la gasolina, fue lo que ayudó a colocarlo en la cima. Sin embargo, a medida que avanzamos en este siglo podríamos tener un nuevo combustible lucrativo en nuestras manos. Uno que represente una solución al problema de los recursos naturales no renovables, a la contaminación causada por emisiones contaminantes de los vehículos y, sobre todo, la inestabilidad de los precios que desencadena a su vez otros conflictos.

No existe una respuesta certera sobre el futuro del combustible. Al menos no en este momento. Parte de la solución está en la recuperación de los flujos de residuos que ahora terminan en su mayoría en los vertederos. Algunos de ellos ni siquiera entran dentro de nuestras consideraciones iniciales, como las heces, por ejemplo, pero no cabe duda que es hora de empezar a mostrar una preocupación al respecto. Y los científicos están en el caso, dando ejemplos extraños, pero ciertos. Uno de ellos es el etanol celulósico (a base de caña de azúcar, residuos de madera o de sorgo dulce) que luce, probablemente, como la esperanza futura. Sin embargo, hay algunas otras formas en que podemos hacer combustible a partir de biomateriales.

Con una apariencia de espuma verde o mechones de pelo flotando en el agua, las microalgas se componen realmente de organismos unicelulares microscópicos capaces de realizar fotosíntesis, como las plantas. Así mismo, también son capaces de absorber el dióxido de carbono emitido por las centrales eléctricas y coches, convirtiéndolo en oxígeno. De esta manera, se tiene que funcionan con energía solar y que limpian el aire, las cuales son cualidades muy atractivas para un mundo que busca dejar el petróleo en el pasado, publicó el sitio Gizmodo.

Sin embargo, el atractivo real de las microalgas es su capacidad para producir combustible, pues algunos de estos microorganismos acuáticos producen aceites para almacenar energía. Los científicos pueden convertir ese aceite en combustible para automóviles, camiones, trenes y aviones.

Ésta resulta una mejor alternativa para el medio ambiente que los combustibles fósiles, ya que es neutra en carbono. Esto quiere decir que las plantas atraen tanto de este material como el que sacan. Además, las algas son un recurso renovable, lo que significa que se pueden obtener más y más de manera ilimitada.

A diferencia de la gasolina o el diesel, algunos de los nuevos biocombustibles ofrecen la ventaja de ser renovables. Foto: Cuartoscuro
A diferencia de la gasolina o el diesel, algunos de los nuevos biocombustibles ofrecen la ventaja de ser renovables. Foto: Cuartoscuro

Tanto el Departamento de energía de Estados Unidos como la iniciativa japonesa Euglena Co. se encuentran bastante interesados en esta innovación que representaría un giro de tuerca a los métodos actuales para obtener combustible. No obstante, no se trata de la única propuesta que hay en el mundo para dejar de depender de la gasolina para trasladarnos. Existen otros planteamientos, aunque algunos parecieran incluso exóticos.

OTRAS OPCIONES: DE CHOCOLATE A PAÑALES USADOS

¿Es posible que un coche corra con chocolate? Bueno, tal vez no con chocolate entero como lo imaginamos al escuchar la palabra. No obstante, un equipo de la Universidad de Warwick en Reino Unido construyó un coche de prueba para Fórmula 3 que utiliza un 30 por ciento de biodiesel derivado de desperdicios de chocolate. Eso no es todo, el volante está hecho en parte con zanahorias y la cubierta de los espejos y el alerón aerodinámico delantero está conformado con fécula de patata y lino textil, publicó Popular Mechanics.

Según James Meredith, quien encabeza el proyecto, “cualquier cosa con grasa en ella se puede convertir en diesel, y eso es lo que hemos logrado hacer”. El chocolate en este caso fue obtenido de lotes de residuos echados a perder de la fábrica Cadbury en los alrededores de Birmingham.

Sin embargo, los vegetales no es el único lugar a donde podemos voltear para encontrar nuevas fuentes de energía. Existen algunas bastante obvias aunque no muy atractivas para muchos. En particular aquellas que tienen que ver con deshechos humanos.

Ya había resultado bastante desagradable para algunos el hecho de los científicos descubrieran cómo recuperar la pulpa de papel a partir de pañales desechables usados, ahora se suma a esto la obtención de combustible mediante un proceso de pirólisis.

La empresa canadiense AMEC está en el proceso de construcción de una planta piloto en Quebec que procesará los plásticos, resinas, fibras (heces incluidas) en una mezcla predecible de gas, petróleo y carbón. La novedad aquí es que el excremento de adultos funcionaría igual de bien, aunque Éste no se recolectaría en recipientes sellados a mano (pañales) como ocurre con los residuos de bebé.

A la par de nuevas alternativas de combustible también debe replantearse el uso de vehículos de combustión interna. Foto: EFe
A la par de nuevas alternativas de combustible también debe replantearse el uso de vehículos de combustión interna. Foto: EFe

De acuerdo con AMEC, la gran ventaja de esta técnica es que, irónicamente, la materia prima no se encuentra contaminada. Si bien, se trata de un producto con un conocido y poco agradable olor, es una rica fuente de combustible. Por otro lado, la compañía espera hacerse cargo de 180 millones de pañales al año para producir 11 millones de litros de combustible. Considerando que los pañales pueden tomar hasta 100 años en descomponerse en un vertedero, la idea de convertirlos en combustible es algo más que una buena alternativa.

Ya metidos en terrenos de desperdicios humanos hay alternativas que pudieran parecer más insólitas. Sí, más que elaborar diesel a partir de pañales. Así, el doctor Craig Alan Bittner, un cirujano plástico de Beverly Hills que presume haber realizado más de 7 mil liposucciones, afirma haber guardado los sobrantes de estas operaciones y elaborar biocombustible con ellas para alimentar su auto y el de su novia.

La gran mayoría de mis pacientes solicitan que use su grasa como “combustible”, dice el cirujano en su sitio web. Nada mal, tomando en cuenta que un galón de grasa se puede convertir en un galón de combustible. Por otra parte, el hecho de que es ilegal resultó ser apenas un impedimento menor para Bittner quien tenía otros problemas legales como el de a permitirle a su asistente y a su novia realizar las operaciones sin licencia.

Si hay algo seguro, por lo pronto, es que dentro de poco seremos capaces de elaborar todo tipo de combustible a partir de cualquier cosa. Desde los métodos antes mencionados, hasta virutas de madera y aserrín. Todo depende de la iniciativa de particulares, empresas y los mismos gobiernos para que se realicen las pruebas necesarias y de ahí escoger a un ganador. En este caso no el que más ganancias pueda dejar, sino el que sea más conveniente para efectos prácticos y para la misma naturaleza. Por otro lado, también es un momento ideal para replantear si es viable seguir empleando vehículos de combustión interna. El tiempo lo dirá.

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