En una conferencia de prensa multitudinaria a la que asistieron medios nacionales e internacionales en Rangún, la premio Nobel de la Paz consideró que estas acciones podrían perturbar el proceso electoral, pero también destacó el entusiasmo de la gente.

“Hemos tenido quejas sobre la manera en que algunos partidos e individuos han tratado de romper las reglas y regulaciones de la (Comisión Electoral), pero ésta poco ha podido hacer para evitarlo”, señaló.

Entre sus preocupaciones, Suu Kyi dijo que la votación anticipada ya había comenzado en algunas partes del país, en contra de las reglas de la comisión.

La política birmana sostuvo que si su partido gana las históricas elecciones de este fin de semana, asumirá un puesto “por encima del presidente” para eludir una prohibición que le impide ocupar la presidencia de Maynmar.

“Estaré por encima del presidente. Es un mensaje muy simple”, dijo Suu Kyi, quien no ofreció más detalles.

Los comicios del domingo han sido presentados como posiblemente los más libres y justos de las dos últimas décadas en Myanmar, que estuvo gobernado por una junta militar durante medio siglo hasta 2011.

Los birmanos elegirán 330 escaños de la Cámara Baja del Parlamento nacional, 168 de la Cámara Alta, y otros 64 de los legislativos regionales.

En ambas cámaras legislativas, el 25 por ciento de los escaños están reservados para los militares, que gobernó la nación del sudeste asiático durante décadas.

El legislativo que surja de los nuevos comicios será el encargado de elegir a un nuevo presidente del país, cargo al que no podrá presentarse Suu Kyi por una disposición de la Constitución, que veta al cargo a personas con familiares extranjeros.

Los observadores políticos han vaticinado que el partido de Suu Kyi, LND derrotará a la gobernante Unión, Solidaridad y Desarrollo, respaldado por los militares.