¿Qué tipo de lector eres? Los hay somnolientos, promiscuos, multi-tarea, ocupados, etcétera

10/09/2012 - 12:01 am

Los datos varían según cada organismo, pero todos coinciden con algo: el mexicano promedio no lee más de tres libros al año. Sólo para contrastar, en Alemania un ciudadano lee al menos 12 libros al año.

Dentro de los lectores mexicanos, no todos son hambrientos y voraces consumidores de historias o letras. Hay quienes por una u otra razón abandonan la lectura. Hay quienes compran libros pero no los leen y hay también los que quisieran leer más pero por trabajo no pueden.

Hace unos días, el blog literario de la revista The New Yorker  publicó un artículo del periodista que estudia doctorado en Ficción Literaria, Mark O´Conell, sobre los tipos de lectores que existen y las características que tienen cada uno de estos.

O´Conell hace una reflexión basado en sus experiencias propias con los libros en sus distintas etapas de la vida. En su texto explica cómo le gustarían que fueran algunos libros para que no los abandone.

La revista The Atlantic retomó la el análisis y realizó un diagnóstico que tuvo como resultado el perfil de 11 tipos de lectores.

1. El lector promiscuo

Empieza un libro y no duda en abandonarlo por otro. Así es su dieta lectora. No puede evitarlo. Le gusta demasiado leer y no sabe decir que no.

2. El lector cascarrabias

Voraz a la par que exigente. Nunca deja un libro a la mitad aunque no le guste nada y opine que el autor no sabe juntar dos frases seguidas con sentido. Suele lanzar el libro contra la pared.

3. El lector cronológico

Lento y constante. Se compra un libro, lo lee y vuelve a la librería por otro. Es la antítesis del lector promiscuo. Sólo abandona un libro sin terminar de leerlo si tiene una razón de peso y ni con esas se libra de los remordimientos de conciencia.

4. El lector aniquilador

Siente pasión por los libros, los lleva a todas partes y, por eso, toda su biblioteca está formada por libros con las hojas sueltas, las cubiertas rotas y las páginas amarillentas. Quiere tanto a sus libros que ni se da cuenta de que les hace daño.

5. El lector ocupado I

Amante de los libros, entra a una librería y no puede evitar comprar varios ejemplares. Luego llega a casa y los coloca en una estantería o en la mesita de noche como si fueran una obra de arte. Pero está muy ocupado y tarda meses, años incluso, en abrir los libros y leerlos. Cuando lo hace, lamenta haber tardado tanto en leer esa maravillosa pieza literaria.

6. El lector ocupado II

No le gusta leer, compra los libros para presumir.

7. El librófilo

Más que leer, le gustan los libros. Los viejos, por su olor, sus arrugas y sus páginas amarillentas, y los nuevos, por su olor, su frescura y su disponibilidad.

8. El anti-lector

Nunca lee libros porque son demasiado largos.

9. El espíritu libre:

Dícese de un adulto que lee literatura para jóvenes o de un niño que lee libros para adultos. Antaño esto era causa de sonrojo, pero ya no. La sociedad ha aceptado a estos espíritus libres que nunca han hecho caso de las estrictas categorías del mercado editorial.

10. El multi-tarea

Lee varios libros a la vez, confunde tramas y personajes, pero siempre los termina.  

11. El lector somnoliento

Sólo tiene tiempo de leer cuando acaba el día, en la cama. Está comodísimo y el libro es fantástico, pero no consigue mantener los ojos abiertos y se despierta a las tres de la mañana para cerrar el libro y apagar la luz. 

en Sinembargo al Aire

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