Ciudad de México, 11 de diciembre (SinEmbargo).– Las mamás que viajan por el interior de la República Mexicana a través de la Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos y que llegaron al Distrito Federal el pasado lunes, trataron de encontrarse ayer con senadores para exponerles la realidad que viven los indocumentados centroamericanos a su paso por México, pero encontraron una valla metálica alrededor del Senado de la República y les fue imposible acceder a ellos.
Las 40 mujeres fueron invitadas a las oficinas del viejo recinto legislativo en Donceles 14, donde las recibió la suplente de la Senadora Layda Sansores, María del Carmen Ojesto, y una joven que se identificó como asesora de la Senadora panista Mariana Gómez del Campo.
Las mamás expusieron la realidad de los migrantes centroamericanos y la suplente, aunque reconoció que no tiene voto en el Senado, les prometió hacer “todo lo posible por llevar el caso hasta el resto de los legisladores”.
María del Carmen Ojesto estuvo al borde de las lágrimas, se dijo conmovida por las desgarradoras historias que narraron algunas de las mamás de la caravana y les dijo que había varios legisladores y legisladoras sensibles al tema.
“Exigimos que los seres humanos tengan los mismos derechos que las mercancías. ¿Qué vale más, un carro o una persona?, ¿un anticonceptivo o una persona? No somos mercancía, pero a las personas se nos vende, se nos esclaviza, se nos encadena y todo esto pasa porque las personas pensamos que no podemos hacer nada”, les dijo.
La suplente de Layda Sansores dijo a las mamás de los migrantes centroamericanos, que las entendía, porque ella también era madre y tenía un hijo migrante en otro país, pero con papeles, con el que hablaba seguido.
“Pero las entiendo y como madre me duele lo que ustedes están pasando”, dijo.
Después tocó el turno a la asesora de Mariana Gómez del Campo, que llegó casi para concluir el encuentro que duró dos horas.
La joven Ana Sofía Campo Real ofreció una disculpa a nombre de la Senadora, pues dijo, estaban “atrapados” en el Senado de la República y después, externó su admiración a todas las mamás de la caravana.
Santo del Socorro Rojas, mamá de Jorge Alberto Reyes Rojas, un nicaragüense desaparecido en la Ruta del Migrante en México hace nueve años, exigió justicia.
“Es la obligación de las autoridades, pero yo he visto que no hacen nada. Ya van nueve caravanas y en todas prometen lo mismo. Lo que está a la vista no necesita anteojos”, dijo.
Socorro lamentó la suerte que corren los indocumentados a su paso por el país, debido a la falta de justicia.
“Los torturan, los tiran del tren, de La Bestia, los secuestran, les piden renta a cada paso. No tiene nombre lo que hacen con ellos, les exigimos que la justicia se cumpla”, dijo Socorro en entrevista con SinEmbargo.
HOY SALEN DEL DF Y CONTINÚAN SU CAMINO
La caravana que inició su recorrido el 1 de diciembre por diferentes destinos del país sale hoy, después de permanecer en la Ciudad de México desde el lunes por la tarde.
La caravana, para exigir justicia y pedir cuentas a las autoridades mexicanas, que salió desde Centroamérica y concluirá el 18 de diciembre en Tapachula, Chiapas.
Las mamás son originarias de Nicaragua, El Salvador, Honduras y Guatemala, los países de donde proviene el grueso de la población migrante que intenta cruzar México.
La primera parada de la caravana fue en el Ceibo, Tenosique, Tabasco, uno de los puntos más cruentos para los centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos y conquistar “el sueño americano”.
En Tenosique, el padre Fray Tomás González Castillo, director del albergue La 72, ha denunciado que los migrantes son víctimas de extorsión, secuestro, violación y asesinato por parte del crimen organizado.
Los criminales les cobran una cuota de 100 dólares una vez en el tren y si los indocumentados no pueden pagar, son arrojados a las vías con la máquina en movimiento.
Las mamás de aquellos que desaparecieron en alguna parte del trayecto por México, hicieron ya parada obligatoria en Palanque, Chiapas y después en Coatzacoalcos, Veracruz.
Palenque y Coatzacoalcos son dos de las ciudades más violentas para los migrantes. En esos lugares se cometen todo tipo de crímenes contra ellos. Delitos que han documentado durante los últimos años los activistas que trabajan en la zona.
En la Caravana viajan mamás que buscan hasta dos hijos extraviados en ese camino que diariamente muchos recorren a bordo de La Bestia.
Todas ellas viajan con la esperanza de realizar su sueño y abrazar, como lo hizo doña Lucila, de nuevo a sus hijos e hijas desaparecidas en el camino mexicano.
Después del Distrito Federal, las mamás seguirán hacia Tlaxcala, Puebla, Veracruz, Oaxaca y Chiapas.
El Oaxaca, justo el mes pasado, el sacerdote y activista Alejandro Solalinde, denunció el hallazgo de fosas clandestinas con cientos de cuerpos de migrantes sin órganos.
El director del albergue Hermanos en el Camino afirmó que el hallazgo podría corroborar que “existen organizaciones que usan indocumentados para el tráfico ilegal de órganos ya que aseguro que tanto este delito como el tráfico de infantes existen”.
“Me preocupa porque sí hay tráfico de niños, me preocupa porque hay tráfico de órganos, sí hay, en algún lugar que por ahorita no puedo revelar hay yacimientos de cuerpos sin órganos y esto es grave. Fui informado por autoridades de algún estado, no puedo decir en dónde porque necesitamos ver con las autoridades”, indicó Solalinde.
