Francisco fue recibido por el Presidente Enrique Peña Nieto en el Palacio Nacional, donde se llevó la ceremonia oficial de bienvenida. Ahí el Pontífice dio un un discurso con un fuerte mensaje contra la desigualdad y en favor del bien común para tener un “futuro esperanzador”.
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Ciudad de México, 13 de febrero (SinEmbargo/EFE).- Tras concluir un mensaje en la Catedral Metropolitana, Jorge Mario Bergoglio se dirige a la Nunciatura en un papamóvil cerrado, donde esperará su salida a las 16:00 horas con rumbo a la Basílica de Guadalupe para oficiar una misa.
En su discurso a los Obispos, trascendió la declaración donde rogó “no minusvalorar el desafío ético y anticívico que el narcotráfico representa para la juventud y para la entera sociedad mexicana, comprendida la Iglesia”.
Momentos antes, en la plancha del Zócalo capitalino el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, entregó al Papa Francisco las llaves de la ciudad y el pergamino donde se declara a Francisco como huésped distinguido.
“¿Podría el sucesor de Pedro, llamado del lejano sur latinoamericano, privarse de poder posar la mirada sobre la Virgen Morena?, dijo Francisco en referencia a la virgen de Guadalupe, para luego exhortar a los obispos tener “una mirada limpia”.
La entrega se realizó en una ceremonia de pocos minutos frente a la Catedral Metropolitana luego del evento realizado en el Palacio Nacional, sede del Ejecutivo, donde fue recibido por el presidente Enrique Peña Nieto.
El Papa ingresó a Catedral Metropolitana para reunirse con los obispos mexicanos. Ahí ya lo esperaba un séquito de arzobispos. Francisco rezó unos momentos frente al Altar Mayor. Acompaño de el Cardenal Norberto Rivera Carrera hizo un breve recorrido dentro de la misma.
Después, Francisco Robles Ortega, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, presentó a distintos obispos al Papa Francisco.
Momentos antes, Francisco fue recibido por el Presidente Enrique Peña Nieto en el Palacio Nacional, donde se llevó la ceremonia oficial de bienvenida.
Tras varios actos protocolarios, saludar a altos funcionarios y reunirse en privado con el Presidente, quien pronunció un mensaje de bienvenida, el Pontífice dio un un discurso con un fuerte mensaje contra la desigualdad y en favor del bien común para tener un “futuro esperanzador”.
“Una cultura ancestral y un capital humano esperanzador, como el suyo, tiene que ser la fuente de estímulo para que encontremos nuevas formas de diálogo, de negociación, de puentes capaces de guiarnos por la senda del compromiso solidario”, manifestó.
Después el Papa tomará otra vez el papamóvil y se trasladará al costado norte de la plaza o Zócalo capitalino, donde recibirá las llaves de la ciudad de manos del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.
Decenas de miles de feligreses recibieron al Papa Francisco en el Zócalo capitalino. El Papa arribó al Palacio Nacional para reunirse con funcionarios y cuerpos diplomático y la expectativa sobre los pronunciamientos que pueda hacer sobre las dificultades que atraviesa el país crece.
Apenas el año pasado, el pontífice expresó en una carta a un diputado argentino: “Estuve hablando con algunos obispos mexicanos y la cosa es de terror”, en referencia a las circunstancias que atraviesa México. En el trayecto, desde la Nunciatura Apostólica al centro de la Ciudad de México, las calles que fueron delimitadas por rendijas se vieron abarrotadas por las personas que querían ver al Papa.
La entrada del papamóvil al Zócalo fue breve, y el Presidente Enrique Peña Nieto, junto a su esposa, recibió a su santidad en la entrada del Palacio. Acto seguido, la sinfónica militar interpretó melodías, antes de que Peña presentara a la comitiva de funcionarios presentes en el recibimiento.
El Pontífice salió hoy de la Nunciatura Apostólica y bendijo a cientos de fieles que desde temprana hora se congregaron en el lugar para saludar al pontífice antes de su salida rumbo a Palacio Nacional, en el centro histórico de la capital mexicana.
Durante el recorrido que el Pontífice realiza esta mañana, cientos de personas se han congregado en vallas humanas para aguardar su paso.
El jefe de la Iglesia católica apareció a las 08:40 horas en el papamóvil mientras sonaban “Las Mañanitas”, pero al ver la multitud emocionada descendió del vehículo para saludar y bendecir a los fieles.
Jorge Mario Bergoglio se tomó tiempo para besar a un bebé e intercambiar unas palabras con niños y adultos enfermos que estaban en la primera fila, quienes recibieron con gran alegría el gesto del Papa latinoamericano en su primera visita pastoral a México.
Después de cinco minutos volvió a subir al papamóvil y comenzó a recorrer los 13.5 kilómetros hasta el Palacio Nacional, sede del Ejecutivo ubicada en la Plaza de la Constitución.
Acto seguido ingresará a la Catedral Metropolitana, donde tendrá una reunión con los obispos del país a las 11.30 hora local (17.30 GMT).
