Ciudad de México, 13 de mayo (SinEmbargo).– La oficina de Jesús Ortega Martínez, líder y fundador de una de las corrientes más importantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Nueva Izquierda o “Los Chuchos”, está rodeada de restaurantes en la calle Michoacán de la colonia, Condesa, en el Distrito Federal. No es un lugar silencioso. El bullicio, el ruido de los automóviles de la avenida Insurgentes y la tambora que toca en la esquina se cuelan por la  ventana entreabierta del político.

En un cenicero humea un cigarro que recién empezó a fumar y a un lado hay una caja que lo abastece de pañuelos desechables. Ortega toma uno de ellos y se suena la nariz. El día ha sido pesado –dice–: el resfriado que le aqueja es bastante fuerte. Las canas del bigote y de las patillas combinan con la camisa blanca que trae puesta y la corbata de tupidas rayas verde claro zigzagueantes, hacen un pequeño contraste.

Jesús Ortega quiere hablar de Alejandro Encinas. Ambos fundadores del partido, ambos aspirantes en algún momento de la dirigencia Nacional del Sol Azteca. Los dos con amplia trayectoria como legisladores y como actores políticos.

Ortega está en desacuerdo con que Encinas “ande hablando mal del PRD” y que diga que el partido corre peligro de convertirse en un partido satélite del gobierno priista. Le caló que dijera que el PRD “vive el peor momento de su historia”, como declaró a SinEmbargo. Sobre todo porque él fue el presidente nacional del PRD antes que Jesús Zambrano, el actual dirigente. Y porque ambos –el dirigente y él– pertenecen al mismo grupo político.

Encinas dijo al periodista Humberto Padgett: “Al cumplir 24 años, el PRD llega en su peor momento, en el fin de un ciclo. Lamentablemente no sólo se ha desdibujado su perfil político-ideológico, sino que carece de las características básicas de un partido con organicidad, vida institucional, liderazgos claramente reconocidos e iniciativa política. El PRD debe entrar en un proceso de reconstrucción de fondo o se convertirá no solamente en una fuerza marginal, sino en un ente que girará de nueva cuenta en torno a la órbita del Presidente de la República y no del electorado al que dice representar” (VER ENTREVISTA).

Ortega se descompone ligeramente sólo de recordar lo que dijo Encinas. Su malestar se mezcla con la enfermedad. Entonces toma el cigarrillo y fuma y el humo se desliza formando caracolas en dirección a la ventana. Está listo para hablar de un PRD, que de acuerdo con secretarios del partido, detractores y especialistas, enfrenta una crisis debido a la fractura de la izquierda y a su participación dentro del Pacto.

Para el líder de “Los Chuchos” no sólo están equivocados: el PRD, dice, vive su mejor momento.

–¿Entonces, el PRD está en su peor momento y en peligro de convertirse en un partido satélite del gobierno? –se le pregunta.

El líder de Nueva Izquierda se ajusta los lentes y saca una hoja tamaño carta donde tiene algunas anotaciones y la coloca sobre el escritorio. Le echa un vistazo y contesta:

–Pocos han tenido todas las responsabilidades dentro del partido como Alejandro Encinas. Ahora aparece como profeta del desastre del PRD y suponiendo que fueran ciertas sus predicciones del desastre, ¿él no tiene ninguna culpa? Él es fundador y se cubre de un manto blanco y empieza a transitar por el país anunciando la destrucción del PRD. Es una actitud no honrada y no honesta. Él tiene parte de los méritos que tiene el PRD, y de los defectos. Critica a ‘Los Chuchos’,  a las otras corrientes y se asume como de ninguna corriente. Pero siempre que ha sido Diputado o Senador, ha sido porque ha participado en las corrientes del PRD. Critica a ‘Los Chuchos’, a Marcelo Ebrard; a un personaje como él [Ebrard] que creció al grado de convertirse en un candidato a la Presidencia de la República, con más posibilidades de ganarle a Peña Nieto que las que tuvo Andrés Manuel López Obrador.

Ortega toma aire. Fuma más. Agrega: “Hay puros ataques, descalificaciones, señalamientos, intrigas y un ataque a Nueva Izquierda sin una propuesta alternativa. Dice que estamos en un proceso de negociación en el marco del Pacto por México y que podemos perder identidad. Él toda su vida ha estado en proceso de negociación. Negoció no ir en alianza con el PAN [Partido Acción Nacional] en la candidatura a Gobernador en el Estado de México. De haberlo hecho, hubiéramos ganado la gubernatura. Pero no fue ingenuidad, no fue no ser candidato: fue una estrategia política de Encinas para perder la elección ahí y abrirle el camino a Peña Nieto”.

–Sin embargo, además de Alejandro Encinas, hay varios que cuestionan dentro del partido. Por ejemplo, el Secretario General dice una cosa, el dirigente nacional dice otra. Hay dudas sobre la conveniencia de estar dentro del Pacto…

–Claro que hay personas que tienen dudas. Quien piensa que en un partido el pensamiento es unánime, no está en la vida real. ¡Claro que hay dudas! Y puntos de vista diferentes, no sólo en el PRD. ¿A poco no hay diferencias en el PAN y eso significa el Apocalipsis? ¿Una diferencia entre el Secretario General y el presidente significa que hay unos pasos al abismo?

–Han sido cuestionamientos de varios militantes dentro del PRD. De hecho, ustedes harán una encuesta para conocer la opinión de los militantes sobre si estar o no en el Pacto. ¿Usted qué contesta sobre la impresión de que el PRD está muy cerca del PRI y del Presidente Enrique Peña Nieto? ¿Qué gana el partido con este acercamiento?

–Mire, ojalá y me comprendiera. Claro que en el PRD hay posiciones y puntos de vista diferentes sobre lo del Pacto y son respetables. René Bejarano no cree que el Pacto sea conveniente. Bejarano y Alejandro Encinas ahí coinciden. Pero, mire, ¿qué gana el PRD? Nuestra estrategia de presentar la propuesta del Pacto… porque fue iniciativa nuestra, no fue del Presidente ni del PRI; la presentamos no como una ocurrencia: ya veíamos años atrás que se requería un gran acuerdo nacional para resolver los grandes problemas bajo la siguiente hipótesis: nadie por sí solo, en la Presidencia de la República, va a poder resolver los grandes problemas del país y de la gente. Frente a un planteamiento de un acuerdo político nacional para resolver los grandes problemas de México, usted me pregunta: ¿qué gana el PRD? ¿Qué gano de qué? ¿Votos, posiciones, alguna secretaría, alguna posición en alguna dirección? Ese es el cambio que no se entiende fueron al Pacto. ¿Qué negociaron, en el viejo estilo? Fuimos al Pacto para garantizar el crecimiento de la economía, para terminar con el control que tenía Elba Esther Gordillo sobre la educación; fuimos para terminar con el monopolio que quieren unos pocos bancos, para terminar con el monopolio de las televisoras, para lograr un programa nacional de combate a la pobreza que no sea asistencialista. Fuimos al Pacto para resolver uno y otro de los 95 grandes problemas del país.  La clave está en que los políticos de izquierda no sólo se planteen la solución de los problemas, sino que solucionen los problemas. Porque el Pacto es para solucionar los problemas del país. Nosotros gobernamos la mitad del territorio nacional, no somos oposición por oposición ni somos oposición eterna. Somos oposición en algunas políticas del gobierno, pero al mismo tiempo tenemos responsabilidades. Lo más fácil es gritar y pensar que gritando y exigiendo y firmando desplegados se van a solucionar los problemas del país.

–Jesús, ahorita dijo algo importante: que ustedes propusieron este Pacto. Pero de acuerdo con la prensa extranjera los aplausos se los lleva el Presidente y los demás partidos no se ven. ¿No es elevado el costo político para el PRD al estar dentro del Pacto en estas condiciones?

–No, entonces no entiendo. Si a algunos compañeros les parece muy mal la estrategia del Pacto, ¿pues qué les importa que los aplausos del Pacto se los lleve otro, si piensan que es una estrategia equivocada? No deberían tener ninguna preocupación. La mayoría de la gente lo ve correctamente. No te lo estoy diciendo por una percepción, sino por estudios que hemos realizado y que se seguirán realizando. Esta encuesta de la que hablas, es para confirmar una que nosotros hicimos, acerca de lo correctamente evaluado el Pacto y de que la gente dice: “hasta que por fin se pusieron de acuerdo…”

–Esta encuesta, ¿se la hicieron a la militancia del PRD?

–No, a la población en general. Pero la mayoría de la militancia del PRD está a favor de la estrategia del Pacto.

–Entonces, ¿ustedes no temen perder militantantes?

–No. Al contrario. Pensamos que vamos a ganar simpatías no solamente de compañeros del PRD, sino, lo más importante, vendrá cuando la gente vea a un PRD responsable, maduro, que aporta respuestas y propuestas a los grandes problemas del país. Vamos a ganar simpatías en un sector de la población que nos veían como un partido rijoso, peleonero. Del ‘no’, nunca del ‘sí’, que solamente grita pero no propone. Cuando vean a una izquierda moderna que ante un problema en telecomunicaciones tiene una propuesta, estoy seguro de que va a voltear hacia nosotros como una opción de cambio.

Jesús Ortega cierra la ventana para evitar un poco el bullicio callejero y da una larga fumada al cigarrillo. Prosigue:

“Vivimos  en un país presidencialista. Si mañana nevara en Tuxtla, Gutiérrez, algunos columnistas dirían que fue obra del Presidente, pero en honor a la verdad, a quien usted le pregunte de los participantes en el Pacto, le dirán que nosotros, el PRD, fuimos actores fundamentales. Si se trata de apostar algo, es a ganar la simpatía de millones de mexicanos que [piensan que] los políticos sólo se acuerdan de ellos cuando hay elecciones, como Alejandro Encinas, que hace militantes en el partido cuando hay elecciones internas”, dice.

“Cuauhtémoc Cárdenas, en 1989, desglosó la política del partido y entre ellas habló de cómo impulsar una nueva Ley de Televisión. ¿Qué hicimos ahora? Crear un nuevo Estado en territorio del Distrito Federal. Ahora lo vamos hacer en el marco del Pacto. Todo lo estamos sacando ahora.

–El PRD surge después de lo sucedido en 1988, cuando se presume fraude electoral con Carlos Salinas de Gortari. Entonces el PRI era el enemigo a vencer. Ha sido el enemigo histórico del PRD. Hoy, ¿sigue siendo el PRI el enemigo a vencer?

Ortega piensa un instante. “Errr… sí”, dice, y coloca el cigarrillo en el cenicero. Agrega:

“Más que el PRI, el sistema. Porque era solamente el partido del régimen, de Estado, la ‘dictadura perfecta’ que llamaba Vargas Llosa. De 1988 al año 2000, evidentemente el PRI fue el enemigo a vencer. Cuando Fox y Calderón toman el mando del gobierno, fueron tan desastrosos sus gobiernos, que aparte de poner atención al PRI, tuvimos que ponerle atención al PAN como contrincante político. Hoy el mayor riesgo para el país es la regresión hacia el viejo partido de Estado y la izquierda tiene que hacer todo lo necesario para evitar que Peña Nieto en la Presidencia haga todo lo necesario para regresar al viejo sistema del carro completo, del fraude electoral, de la manipulación de los votos, de la represión y el autoritarismo. Ese es el mayor riesgo. ¿Cómo lo evitamos? A través de una gran reforma político-electoral que termine de manera definitiva con ese riesgo y llegar a la transición democrática.

–Entonces el PRI de Peña Nieto no es el enemigo a vencer para el PRD.

–Sí, ¡cómo no! Estamos compitiendo contra él en las elecciones y estamos haciendo alianzas con el PAN para combatir al PRI en las elecciones.

–En una entrevista, cuando Vicente Fox llamó a votar por el PRI en el 2012,  usted dijo que era una aberración. ¿Qué sucedió en Chihuahua? ¿No es una aberración que los perredistas de Chihuahua sean aliados del PRI?

–Me parece que sí. Hay algunos compañeros que están equivocados, que se equivocan. Por eso la Comisión Política Nacional desautorizó esa alianza. Así sucedió. La Comisión frente a una posición de algunos compañeros decidió que no vamos hacer alianza con el PRI.

–Pero, ¿qué está pasando en Chihuahua?

Pues que vamos a buscar con los métodos legales  y estatutarios sacar adelante la resolución de la Comisión Política. Ahora algunos compañeros piensan de manera diferente. ¿Los colgamos? ¿Los llevamos al patíbulo? ¿Qué hacemos? Simplemente piensan de manera diferente y este es un partido de corrientes.

–Entonces, ¿cómo ve al partido? Si no está en el peor momento, como dice Alejandro Encinas, ¿en dónde lo ubica?

–No. Esta visión catastrofista del PRD no tiene razones para sostenerse. Nosotros somos la segunda fuerza política y dentro de la izquierda el PRD es el que tiene más diputados y somos los que tenemos el mayor número de senadores. Nunca habíamos tenido esa fuerza. En una revisión de nuestro padrón, tenemos tres millones de afiliados y se siguen afiliando más. En realidad, ¿cuál elemento de crisis? ¿Cuál elemento de catástrofe? Estamos actuando con audacia política y con iniciativa política para ser parte de las decisiones de nuestro país. Otro camino sería que el PRI y el PAN se pusieran de acuerdo en todo y ser mayoría y nosotros como en otras ocasiones fuéramos a replegarnos a la esquina, ese es el otro camino. Ya lo practicamos y resultó un fracaso total el aislarnos, arrinconarnos. En 2006 lo practicamos. Por cierto, Alejandro Encinas estaba en contra de eso, como estaba en contra de la Presidencia ilegítima.

–Ustedes, ¿cómo consideran a Alejandro Encinas? ¿Cómo un externo al partido?

–No. Está afiliado, pero todo su comportamiento es contra el PRD. ¿Cuál elemento de crisis hay? Que no funciona nuestra teoría de organización plenamente, pues no. No funciona, tenemos dificultades. Que algunos municipios no tienen comités municipales del partido, tiene razón y que en algunos estados tenemos problemas de organización, ¡claro que tenemos problemas! De cohesión… ¡claro! Pero esos no son síntomas de esa visión apocalíptica. Más que ser militante del PRD, yo lo veo como un impugnador del PRD.

–¿Él tiene acercamientos con Andrés Manuel?

–Desde luego.

–Él dice que no.

–Creo, desde luego creo y además creo una cosa: que si no fuera Senador por el Estado de México, ahorita no estaría en el PRD.

–¿Dónde estaría?

–Estaría en Morena. Su discurso es igualito al de Morena y al de otros militantes de Morena y es respetable que tenga ese punto de vista, desde luego, pero lo que él debería de hacer es tomar una decisión. ¿Cómo está militando en un partido que para él está en el abismo? Si todo esto que dice es cierto, en elemental congruencia debería estar en Morena. Pero en Morena aún no hay diputaciones ni senadurías. Ese es el tema.

–¿Ustedes no ven que vendrá una división en la izquierda? Su secretario de Alianzas ha dicho que para las elecciones intermedias de 2015, está en peligro de perderse lo ganado en el Distrito Federal. Que podría perder diputaciones…

–Es una visión catastrofista. Si partiéramos de que tuviéramos 20% o 17% y ése será eterno, y que se va a dividir entre cuatro, en esa lógica tendría razón. Pero esa es la lógica del conformismo. Nosotros debemos luchar no por mantener el 15 ó 16% en las elecciones intermedias de 2015, sino que necesitamos ser mayoría en el Congreso de la Unión, luego ganar las elecciones en 2018. Pero esa es la lógica de un partido con vocación de poder y no de un partido de oposición por los siglos de los siglos. Me opongo, luego existo. Esa es la visión de algunos compañeros y a veces, cuando somos gobierno, como con Miguel Mancera, el PRD está en el gobierno del Distrito Federal y no digo que no hay que hacer señalamientos, pero las críticas a Mancera las podría haber hecho mejor un priista. Digo, esto porque la vocación de oposición se presenta en algunos compañeros hasta cuando somos gobierno, como ha pasado en este caso o en otros como en Guerrero, Oaxaca, Morelos. Nos faltan muchas cosas por hacer, desde luego; pero el gobierno del DF es el ejemplo de un buen gobierno de izquierda en México y en el mundo.

–Vino una comitiva de unas 100 personas de Veracruz y están reclamando que en ese estado está pasando algo muy extraño: que hay dos comités y que el líder de uno de ellos, Sergio Rodríguez, proviene del gabinete de Javier Duarte. Te están acusando directamente a ti de vender al PRD veracruzano al PRI de Duarte.

–Es René Bejarano. Usted sabe que es [Enrique] Romero Aquino el que trajo a esas 10 personas.

–Bueno, fueron como 100…

–Bueno 100. Si quiere 150. Usted sabe, usted cubre la fuente del PRD, sabe que es Romero Aquino y qué está peleando una candidatura: la de su hermana para presidenta municipal en Ciudad Mendoza y un lugar en la lista plurinominal.

–Es algo montado, como está sugiriendo…

–No estoy sugiriendo: lo estoy afirmando. Romero Aquino estuvo encabezando eso.

–Bueno, montado o no, pero, ¿cómo se explica que existan dos comités en Veracruz?

–No. No existen dos comités. Existe uno sólo ya resuelto por el tribunal.

–¿Es el de Sergio Rodríguez?

–Sí, es el Consejo que eligió a Sergio Rodríguez.

–¿Por qué el PRD avala a un presidente que proviene del gabinete de Javier Duarte? Estaba en la oficina del Empleo de Duarte….

–Bueno, puede ser. La verdad es que yo no sabía ese dato, pero Andrés Manuel venía del PRI; fue presidente del PRI y Porfirio Muñoz Ledo y el ingeniero Cárdenas eran del PRI y Marcelo Ebrard. ¿Quién da los certificados de autenticidad para ver quién entra al PRD? ¿Está en el estatuto que alguien de otro partido no pueda entrar en el PRD? Pues nos quedaríamos solos y, ¿desde cuándo ponemos veto a los que provienen del PRI? Y, ¿quién pone los vetos? Andrés Manuel era presidente del PRI estatal y fue nuestro candidato a gobernador en Tabasco, inmediatamente después de haber renunciado a ser militante priista.

–¿Esto es normal?

–Si el PRD no atrae y no es capaz de convencer a otras gentes que no militan en nuestro partido, nos vamos a quedar los mismos siempre.

–Varios de los candidatos de este Comité encabezado por Sergio Rodríguez, son personas militantes del PRI y que brincaron de un mes a otro al PRD.

–Esto es normal en los procesos electorales en México. Existe ese fenómeno. Por eso estamos proponiendo una Ley de Partidos Políticos para que se consoliden como verdaderos vehículos para construir el voto ciudadano y no se conviertan como lamentablemente vemos esto. Es cierto, que haya militantes del PRI que ahora son candidatos del PRD eso toda la vida ha sucedido. El PRD se formó por priistas. Los priistas fueron la parte más importante. Entonces ahora que se vaya un candidato en tal pueblo del PRI al PRD, ¿es síntoma de qué?, ¿de corrupción o de qué?

–¿Qué van hacer con Chihuahua? Más allá de la resolución de la Comisión…

–Algún compañero puede tener una idea diferente, por más descabellada que pueda parecer, pero no por eso se sancionará. Hay que platicar. Ya está muy clara la decisión, se tiene que litigar, sí, y también vamos a platicar con los compañeros.

–Jesús ¿por qué no fue a la celebración de aniversario de los 24 años del PRD?

–Porque estaba en Veracruz.

–Cuauhtémoc Cárdenas tampoco fue… ¿y Marcelo?

–No sé porque no fueron ellos. Si no es peregrinación a La Meca el asistir a una fiesta de aniversario. Digo esto porque la gran mayoría en lugar de decir quién fue, ponen quién no fue. Por eso yo puse desde la mañana en mi cuenta de Twitter: “Estoy en Veracruz en un acto de compañeros celebrando los 24 años del PRD”, como a las 11:00 de la mañana lo puse. Luego dicen: “No fue el ingeniero Cárdenas. Entonces hay pleito”. O “no fue Marcelo”. A lo mejor Marcelo anda en otra actividad y no quiso o no pudo.

–¿No hubiera sido mejor que estuvieran ahí recordando la fundación del PRD?

–Yo fui presidente del partido y en las celebraciones estuvieron Marcelo y Cárdenas y otros. Se hizo un acto de celebración de los 24 años, faltaron algunos compañeros, pues faltaron algunos. Aunque no hubiera estado yo en Veracruz o en otro asunto, no tiene gran importancia. Pero piensan que cada año tenemos que hacer una especie de peregrinación de millones de gentes para celebrar el acto de aniversario del partido.

–¿Cuál es el futuro del Pacto?

–Un Pacto como este, de este calado, nunca va a transitar por aguas tranquilas. Afectan a intereses muy poderosos. Esos intereses van a tratar de frustrar el Pacto, de hundirlo. Lo que dijo Zambrano de que ya es tiempo de que la banca en México deje de ser usurera y por eso se hacen propuestas, claro que afectan a poderosísimos intereses económicos. Lo paradójico es que quienes quieren tumbar el Pacto, esos intereses económicos, recorren el círculo y se juntan con los extremismos de izquierda y arden juntos.

–¿Se está refiriendo a Andrés Manuel?

–Me estoy refiriendo a que en lugar de contribuir a sacar las grandes reformas que el país necesita, como las que están saliendo, en los hechos, en la realidad, la ultra-derecha conservadora que no quiere acuerdos y que quiere que todo quede igual, se junta con una ultra-izquierda que es igualmente conservadora, que quiere que todo empeore porque es la única manera de ganar para ellos. Entre más mal, mejor, dicen algunos de la izquierda, porque piensan que en la medida en que el pueblo esté más mal, en esa medida ganarán simpatizantes. Que equivocados están.

–¿Entonces el movimiento de Andrés Manuel, Morena, está coludido con los intereses de la derecha?

–No. Yo digo que al margen de intenciones, los extremos se juntan y que a veces de buenas intenciones, está empedrado el camino al infierno.

***

La carrera política de Jesús Ortega inicio a sus 28 años, cuando se incorporó al Partido Socialista de los Trabajadores (PST) y fue nombrado Secretario General de esa fuerza política. Luego fue candidato a la gubernatura de Aguascalientes en 1986  por el PST. Después de la experiencia electoral se separó del PST y fundó el Partido Mexicano Socialista, donde fue Diputado federal.

En 1989 fue fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD), donde ha ocupado varios cargos de elección popular y en la vida interna del Sol Azteca.

Dentro de su carrera como perredista está la representación del partido ante el Instituto Federal Electoral (IFE) en dos ocasiones; tres diputaciones federales y dos senadurías. Contendió en cuatro ocasiones por la dirigencia nacional del partido. Las primeras tres perdió contra Andrés Manuel López Obrador, Amalia García y Rosario Robles y la última de ellas para el periodo 2008-2011 contendió contra Alejandro Encinas en una elección muy reñida, donde tuvo que resolver el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). El Tribunal proclamó ganador a Ortega.

Fundó la corriente Nueva Izquierda en 1999, la cual se convirtió  en una de las más importantes dentro del PRD. En 2006 fue coordinador de la campaña de Andrés Manuel para las elecciones presidenciales de ese año y después fue coordinador del Frente Amplio Progresista.

Actualmente, Ortega es el líder de la corriente Nueva Izquierda y despacha desde sus oficias ubicadas en la colonia Condesa, en DF.